Chishio, Ase ken Namida.
Los sueños que comparten un mismo corazón
Capítulo 17: ¿Dare no komori dare?
La verdad era que Zoro no tenía nada que hacer en Loguetown una vez conseguidas las katana que había venido a buscar. Podía ser que su manera de llegar hubiera sido mucho más que peculiar pero eso no quitaba el que hubiera logrado su propósito. Volvía a estar completo y ahora ya se encontraba preparado para luchar contra Taka no me y demostrar que es mejor kenshi que el mejor del Mundo.
Lo que debía hacer era encontrar un barco para volver a Arabasta aunque el tiempo que le iba a llevar el viaje iba a ser mucho mayor que el que le costó para llegar a Loguetown. Aunque es de suponer que el tiempo ganado en el viaje de ida desde Arabasta le permitiría llegar a tiempo a Arabasta antes de que lo llegue a hacer el propio Mihawk. De otra manera es obvio que su combate nunca podría llegar a darse al tener que buscar un reemplazo para sus katana.
Pero nadie te mandó tener que buscarlas en el East Blue fuera de Grand Line, baka. Lo hiciste porque ella te dijo que aquí conseguirías un buen reemplazo para tus katana… y tenía toda la razón. Ahora es cosa tuya el poder hacer para regresar a tiempo. Pase lo que pase no puedes ni tienes el derecho a culpar a nadie salvo a ti mismo si, al final, no llegas a tiempo… aunque eso no quiere decir que Crocodile no vaya a recibir una visita por mi parte si eso llegase a suceder.
A pesar de que o había prestado mucha atención al llegar a Loguetown, pues estaba más preocupado viendo como de rápido se le acercaba el suelo que de admirar la ciudad desde las alturas, no le estaba resultando muy difícil el dirigirse hacia el puerto en donde debía encontrar un barco que le pudiera llevar a Arabasta. ¿Por qué era tan sencillo? La respuesta tenía un nombre propio… si a eso se le podía llamar nombre.
Smoker.
Se distinguían las calles por donde había pasado porque se encontraban llenas de kaizoku inconscientes siendo arrestados por marines que, en estos momentos, más parecían encargados de la limpieza ya que lo único que debían hacer era recogerlos del suelo. Estaba claro que sólo debía seguir el rastro de kaizoku para llegar a puerto. Aunque, antes de ello, debía de encargarse de un problema que le estaba siguiendo. Literalmente hablando.
-¿Qué diablos es lo que queréis vosotros dos?-. Se quejó Zoro volviéndose hacia los dos personajes que no hacían nada más que seguirle desde que salió de la armería.-Ya te di unos cuantos berries para que te compres algo para ti, lo que te apetezca y para que me dejes en paz. Y tú podías hacer algo más que seguirla sin decir nada, ¿qué clase de niñera estás tú hecho?
Por supuesto que esto no le gustó para nada a la muchacha.
-Ya te dije que me dejes de tratar como una cría porque no lo soy-. Entonces bajó el volumen antes de continuar hablando.- Soy un 'billion' de "Baroque Works" y no estoy aquí por gusto si no para ayudarte a regresar a Arabasta.-. Zoro se la quedó mirando fijamente logrando ponerla algo nerviosa.-¿Qu-Qué es lo que pasa?
Sin decir nada Zoro se dio la vuelta a seguir su camino.
-¡¡NO ME IGNORES!!-. La muchacha apuró hasta colocarse frente a Zoro para detenerle pero Zoro sólo se movió hacia un lado para superarla sin ningún problema. Aquello logró irritar a la chica que volvió a ponerse delante de Zoro pero, esta vez, poniéndole ambas manos sobre su pecho para pararle.-Pero a ti qué te pasa, ¡¿es qué no lo entiendes?! Vinimos para ayudarte.
-¿Cuántos años tienes, niña?
Zoro pudo ver como la muchacha tensó la mandíbula cuando la volvió a llamar niña después de haberle dicho que no lo hiciera.
-Tengo 14 años.
-No, no los tienes-. Le aseguró Zoro todo seguro de si mismo. Teniendo a la pareja de la muchacha a su espalda no pudo ver la cara de sorpresa que puso cuando le negó su edad.-¿Cuántos años tienes?
La peliazul se mordía el labio inferior dudando de si tratar de seguir con la respuesta dada o, en cambio, decirle toda la verdad sobre su edad.
-Cumpliré 14 en unos meses pero eso no importa pues estando en el año de mis catorce quiere decir que ya tengo 14-. Trató de justificarse pero en el rostro de Zoro no se mostraba ningún signo de comprensión por sus palabras.-Pues tú no pareces mucho mayor que digamos, Mr. Bushido. ¿Cuántos años tienes?
-Dieciocho.
-Pues tampoco es que me lleves muchos de diferencia-. Le dijo toda segura.
-Cinco años es demasiado tiempo y como no lo ves demuestras que aún eres una cría que no debería estar por ahí jugando a ser un 'billion' de "Baroque Works" porque no sabes en donde te estás metiendo.
Si lo sé, Mr. Bushido. Lo sé muy bien pero es donde debo estar si quiero lograr mi objetivo; y por ello debo cumplir con las órdenes que me han sido dadas.
-Si piensas que estoy aquí jugando te estás equivocando conmigo, Mr. Bushido-. Zoro clavó su mirada en aquellos desafiantes ojos.-Miss All Sunday nos dijo que te llevásemos de vuelta a Arabasta y eso es lo que haremos, lo quieras o no. Pero, por tu bien, mejor que cooperes o te llevaré atado a rastras.
Aquel ímpetu mostrado por la muchacha no hizo si no mucha gracia a Zoro pero, al mismo tiempo, le mostró la gran fuerza que tenía. Seguridad en si misma y en lo que sentía que era su deber.
-Tú misma, niña; pero te advierto que de no llegar a tiempo para mi combate contra Taka no me descubrirás que habría sido mejor que te hubieras quedado en tu casita porque, después de ver a tu jefe de nuevo y cargármelo será tu turno… y el del rulos este, también.
Zoro siguió el camino que, suponía, le llevaba al puerto pasando al lado de una atónita muchacha que no podía creerse lo que acababa de escuchar. Fue su compañero quien la hizo ponerse en marcha tras los pasos de Zoro porque no parecía que pudiera haberlo hecho ella sola al tratar de asimilar lo que había escuchado.
¡¡Sabe quién es el jefe de "Baroque Works"!!
Intercambiando una mirada con su compañero vio en sus ojos la misma sorpresa que, estaba totalmente segura, había en los suyos propios. Lo que supuso que podía ser una misión que le llevaría una buena cantidad de años se había convertido en lograr conseguir que una persona que tenía ante ella le revelase el nombre de su jefe. Y todo habría acabado para bien.
-Este es un golpe de suerte tan inesperado que no podemos dejarlo pasar.
-Tiene toda la razón pero debemos tener precaución ya que po- cough, cough… ¡mah, mah, maaaah! podría ser una trampa o una prueba-. Le dijo con algo de desconfianza al no creer que pudieran llegar a tener tanta suerte dado la enorme importancia de lo que se estaban jugando.
-Pues trataremos de sonsacarle la información de alguna forma que no parezca que tengamos algún interés por ella. Y si eso no funciona pues lo siento por Mr. Bushido pero se la sacaremos a la fuerza.
En cierta parte de Grand Line camino a Arabasta
Si algo podía decirse de Mihawk era que le gustaba la calma, aunque no le hacía ascos a una buena celebración, pero, otra cosa muy diferente, era el tener que soportar varios días de juerga sin un fin en el horizonte. Sabía de la fuerza de akagami pero, verlo arrastrándose desde las últimas cuatro horas, y seguir tomando era demasiado para seguir viéndolo. Lo malo era que no le iba a dejar irse por las buenas y, aunque podía hacerlo por las malas, tampoco quería cebarse en una banda de, en estos momentos, panda de kaizoku borrachos.
Claro que Shanks no facilitaba las cosas.
-Oi, Taka no me, pero que haces con la jarra medio vacía- le dijo mientras se la volvía a llenar-. Que luego no vayas diciendo que no somos amables con nuestros invitados.
-La jarra estaba medio llena- le contradijo Mihawk-. Y no crea que vaya a contarle a alguien que pasé días junto a una banda de borrachos.
Aquello sólo le hizo más gracia a Shanks.
-Lo que pasa es que seguro que hace tiempo que no la has visto, ¿verdad, bribón?- se burlaba Shanks dándole de codazos a su amigo-. ¿Cuándo fue la última vez que te pasaste por el Rip-off Bar? De seguro que Shakky te partirá cada uno de tus dedos por el tiempo que ha pasado desde la última vez.
En vez de contestarle, lo que habría sido algo fuera de lo normal en Mihawk, el kenshi sólo le dio un trago a su bebida dejando a Shanks sin una respuesta para poder continuar metiéndose con él. Por supuesto que Shanks no necesitaba tener una respuesta para poder continuar metiéndose con Mihawk. Sólo necesitaba seguir consciente para ello.
-Venga, no te pongas tan serio. La verdad es que yo también echo de menos a Makino pero, como tengo a mis nakama para montarnos buenas juergas todo el rato, la distancia se me hace más llevadera- entonces un brillo malicioso surgió en su mirada-. A no ser que el problema que tienes es que te has metido entre dos onna, embustero. Pues claro que no te pasas por el Shakky's Rip-off Bar, si tienes a una buena compañera Shichibukai. A la más hermosa del Mundo, ¿verdad?
-No sé de lo que habláis normalmente pero, en estos momentos, sólo está diciendo insensateces.
-Oh, no. Vamos, Taka no me, dime ¿cómo es la Hebi-hime Boa Hancock? Seguro que con tu gran personalidad la tienes loca a tus pies- Shanks se encontraba dándole, por desgracia para Mihawk, un masaje conspirador en los hombros-. La verdad es que debe de ser toda una Onna para que pongas tu cuello en peligro si Shakky llega a enterarse de tus encuentros privados con la bella shichibukai.
-Debería dejar de beber tanto porque un día llegará a creerse las cosas que dice en este estado de ebriedad- respondió Mihawk.
Shanks, testarudo como nadie, y borracho como ninguno, no le iba a dejar irse tan fácilmente pero, antes de que pudiera decir nada más, el vigía le interrumpió. En el estado que se encontraba no le había llegado a escuchar, a diferencia del resto de la tripulación que se quedó en un silencio sepulcral al instante.
-¡¡Oi, no grites!!- se quejó Shanks-. ¿No ves qué estoy teniendo una conversación de caballeros con nuestro invitado?- dijo mientras le daba fuertes palmadas en el hombro a Mihawk.
-Pero senchou, es que se ve una vela en el horizonte- se defendió el vigía. Aunque aquello no le movió ni un pelo a Shanks.
-¡¿Tanto problema por una vela?!- Shanks dio un largo trago a su jarra-. Ni que fuera la primera vez que ves una. Hahahahaha si pareces un crío cuando ve a su primera onna desnuda, ahí todo nervioso hahahahaha.
-¡¡Pero es que se tratan de las Kuja Kaizoku!!
Aquello ya era otra cosa. La situación se había vuelto de lo más seria porque todos conocían el temible poder de las Kuja y, sobre todo, de su Hebihime-sama. Y ellos borrachos como cubas.
-¡¿Las Kuja Kaizoku?!- la sorpresa de la voz de Shanks dio paso a una cara de picardía maliciosa mientras se reía por lo bajo, sentado al lado de Mihawk, y le daba con el codo conspiratoriamente-. Así que te ibas a encontrar con Hancock, pillín. Y luego te pones todo orgulloso negándolo, maldito bribón- Shanks se apoyó en la barandilla saludando al barco de las Kuja-. ¡¡Oi, aquí está al que están buscando!!
-¡¡SENCHOU!!
Sabían que su senchou, a menudo, hacía un montón de insensateces pero el buscar pelea sin motivo con las Kuja kaizoku era demasiado. Por supuesto que siempre existe un método para casos como este.
-El senchou no se siente bien, lo mejor será que lo encerremos… digo, que lo llevemos a la enfermería, o a su camarote, mientras se le pasa la borrachera que lleva encima- dijo uno de sus nakama poniendo voz a los demás.
Por supuesto que, incluso borracho, cuando a Shanks se le metía una cosa en la cabeza no se la podía quitar nada. Mihawk vio, para su desgracia, como los kaizoku trataban de atrapar a su senchou mientras este dirigía el barco al encuentro con las Kuja.
-¡¡Nos va a meter en el Calm Belt, senchou!!
Y así hubiera sido si las Kuja ya no se encontrasen fuera de esas peligrosas aguas y se dirigieran en dirección de colisión contra el barco de Akagami. Ya no había escapatoria porque, las serpientes marinas con las que contaban las Kuja para navegar, les daba una velocidad con la que no se podía luchar.
-¡¡Ya están aquí!!- se lamentaban los kaizoku al ver como la nave de las Kuja se detuvo a estribor.
Aún así, a pesar del peligro, el miedo de los kaizoku de Akagami, dio paso a un interés y deseo por varias de las amazonas que se encontraban en la cubierta de su nave. A pesar de las miradas letales con las que les otorgaban aunque, algunas de ellas, también miraban para ellos, tanto con curiosidad como con deseo.
-Oi, kawaii kaizoku- saludaba Shanks a las Kuja borracho perdido-. ¿Dónde está la preciosidad de vuestra senchou? Tenemos una sorpresa para ella, a quién estaba buscando... ¡¡Se encuentra con nosotros!!- dijo mientras le golpeaba, de manera cómplice, con el codo a un Mihawk que seguía totalmente serio.
-Debéis entregarnos a ese hombre- dijo una mujer de gran estatura, y peso, de cabellos akage-. O de lo contrario lo cogeremos junto a todas vuestras posesiones antes de hundiros en los mares.
-Vaya, pues si que las tienes bien cogida que se atreven a amenazarnos de esta manera. Ve tranquilo que no le diré nada a Shakky de tu lío con Hebihime-chan.
La verdad era que, al ser una persona de gran serenidad, Mihawk no llegó a pensar, en ningún momento, el tirar por la borda, atado como un cochinillo, a Shanks. No obstante seguía siendo su amigo pero es que, cuando está totalmente borracho, la amistad hila demasiado fino.
-¡¡Oi, Hime-chan!!- gritaba Shanks ante el asombro de las Kuja, y de su propia tripulación-. No le hagas esperar tanto que está indeciso y puedes perderlo.
Los murmullos de las Kuja se centraban, sobre todo, en cuantos segundos duraría Shanks una vez Hancock asomara ante tales impertinencias por su parte. El hecho de que se estuviera riendo a pulmón abierto tampoco ayudaba, para nada, a la situación en la que se había metido él solito.
-Hahahahaha amor en el puesto de trabajo, quién lo diría, ¿eh, me-chan? Seguro que te la llevaste gracias a tu imponente presencia. Aunque por una letra y no la tendrías por impotente… hahahahahaha.
Cierto, la amistad llegaba hasta un punto, rebasado hace años por akagami pero, por suerte para él, Mihawk no era de los que consideran la existencia de límites.
-He dicho que no la conozco, no es que seamos un grupo muy cercano- le recordó Mihawk-. Es más, de todos, esta onna nunca ha hecho acto de presencia o acometió algún tipo de orden dada por el Sekai Seifu. Parece ser que se contentan con tenerla de su lado aunque no actúe para ellos.
A pesar del ruido que hacía Shanks, y que cerró la boca cuando se dio cuenta de que se acercaba la senchou de las Kuja, pudo escucharse los pasos que venían del interior del barco hacia la cubierta. Ante la mirada de asombro vieron a un gatito volando por los aires, y por la cara que tenía, de seguro que no por gusto.
Cuando las Kuja se hicieron a los lados para dejar un pasillo, al final, o al inicio, según se mire, surgió la figura de la senchou de las Kuja kaizoku, la Hebihime-sama de Amazon Lily, la Ouka Shichibukai Boa Hancock.
-Malditos hombres, ¿cómo os atrevéis a proteger a un enemigo de las Kuja?- las palabras de Hancock venían acompañadas por una mirada de lo más altiva, tanto que se inclinaba tanto hacia atrás que miraba para atrás sin problemas.
Paso a paso se acercó hasta la barandilla del barco pero no se detuvo ahí ya que, siguiendo hacia delante, subió a una de aquellas serpientes marinas que la acercó frente a donde se encontraban Shanks y Mihawk; mientras que el resto de la tripulación se le pasó el miedo ante la visión de gran belleza de Hancock. Tanto Beckman como Roo siguen bebiendo y comiendo mientras comprueban el absurdo nivel que llega a alcanzar su senchou cuando bebe de más.
-Oi, oi, kawaii-chan, no te pongas así por la tardanza ya que lo retuvimos en una fiesta- le dijo Shanks mientras mantenía agarrado, para desesperación de este, a Mihawk por el cuello al haberle pasado un brazo por encima-. Es que hacía tiempo que no le veíamos y no nos dijo nada sobre que tenía prisas.
La verdad es que si tenía prisas pero nunca dijo nada sobre Boa Hancock lo que, quería decir que, Shanks podría estar…
-Entregarnos a ese maldito kenshi antes de que…
Hancock se echó hacia delante para ver a los kaizoku, como las demás personas. Juntando sus manos formando un corazón, la intensidad de la mirada de Hancock pareció hacer más pesado el aire de la zona. Lo último que pudo escucharse fue la voz de hebihime ahogando los gritos gozosos de los kaizoku.
-¿No es un amor?- le comentó Shanks a un silencioso y, normalmente, serio Mihawk, aunque, en estos momentos, portaba una media sonrisa en su rostro.
Interesante.
-¡¡Mero Mero Merrow!!
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Zoro llegó al puerto, mucho más rápido de lo que nunca hubiera sospechado, aunque le fue de mucha ayuda el rastro de kaizoku que dejó a su paso Smoker, tanto como por las indicaciones, no muy sutiles, de los 'billion' de Baroque Works. Aunque, una vez en el puerto, se tuvo que preguntar, qué debería hacer ahora. Porque, en verdad, no tenía ni idea de cómo iba a hacer para regresar a Arabasta.
-Todo es culpa de ese Teddy que me mandó aquí sin preguntar… bueno, eso si lo hizo pero ¿quién podía tomarse en serio una pregunta semejante?- Zoro observaba los barcos que habían allí anclados pero, la idea de llevarse uno de ellos, tampoco era factible porque no tenía muchos conocimientos de navegación y tardaría una eternidad en volver a Arabasta-. Aunque podría llevarme a toda la tripulación. O, directamente hacer lo mismo que hice para llegar en primer lugar pero… la verdad es que no sé cómo lo hice.
Inmerso en sus profundos pensamientos se dio de cuenta de que, a su lado, se encontraban aquellos dos. A su derecha la niña peliazul y, a su izquierda, el tío de los rulos. Lo peor era que se estaban tomando un helado que compraron con los berries que les había dado para que le dejaran en paz.
-¿Algún problema Mr. Bushido?- preguntó inocentemente la muchacha. Aunque por el tono usado, a Zoro, lo único que le apetecía, era tirarla al agua sin ningún tipo de compasión.
-¿Por qué no nos dej,… po- cough, cough… ¡mah, mah, maaaah!, por qué no nos deja cumplir con nuestras órdenes para llevarle de vuelta a Arabasta?- le dijo el tipo de los rulos que casi llega a tirar su helado.
Zoro mantenía la cara seria y pensativa. La verdad es que no podía perder la oportunidad de poder enfrentarse contra Mihawk y, a la vista estaba, que no podría encontrar un método más sencillo para volver a Arabasta que el permitirles a estos dos que le llevaran.
-Además son nuestras órdenes y, de no llegar a cumplirlas, nos meteríamos en un grave problema con nuestros superiores- una primera oportunidad por parte de la peliazul por conseguir el nombre del Jefe-. Tanto con Miss All Sunday como con Mr.O. Por cierto, ¿tienes la confianza de tutearle al jefe, o sea, cómo le llamas?
-Kaimu- dijo Zoro-. Y ¿cuál es vuestro barco?
¡¿Kaimu?! Será desgraciado… así que le llama nada a Mr.0
-Por aquí, Mr. Bushido, no se pierda- le espetó con rabia contenida la peliazul.
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Continuará en el Capítulo 18: Viaje tranquilo.
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Siglos más tarde… ¡¡Un nuevo capítulo!! ¿Lo mejor de todo esto? Pues cuando el fic esté completo, para los que lo lean por primera vez no notarán estas largas esperas por los capítulos. -.-U Aunque estos también pueden dejar lo que todos sabéis…
REVIEWS.
REVIEWS.
Muchas gracias por los REVIEWS enviados por:
Erk92: La verdad es que no existen muchas peliazules que llamen a Zoro Mr. Bushido. Me alegro de que te haya gustado más mi versión hahahaha
Y, parece ser que, por tiempo, a Zoro no le faltará con lo que les sucede a Shanks y Mihawk… ¿quién se hubiera pensado semejante aparición?
Silber D. Wolf: Actualizando cuando hay material para hacerlo. Me alegro de que tengas en tan buena estima a esta historia. Espero seguir controlándola y que no se me pierda por el camino.
Gabe Logan: Hay maneras de hablar con la que se puede identificar a la gente al instante. Ella es una de estas personas. ¡¿Luffy?! Que yo sepa sigue en Fucsia esperando a cumplir la edad con la que poder embarcarse.
Y hasta aquí por hoy con los REVIEWS de este capítulo, fic, la verdad es que, a pesar de seguir recibiendo lectores pues… los REVIEWS no acompañan. Bueno, yo a leer y vosotros a escribir… ¿o es al revés? ;P
Nos leemos.^^