"¿Se puede saber donde se ha metido Ianto?" Jack volvió a mirar su reloj, aquello no era normal, Ianto nunca se había retrasado, ni una sola vez, ningún día había llegado tarde al trabajo. Aquello no era normal.
"Cuando se fue ayer a casa, estaba raro, no dijo nada, pero pensaba que estaría cansado o algo así, no creí que le pasara algo." Wen se quedó mirando a Jack, lo conocía hacía el suficiente tiempo como para saber que su jefe estaba preocupado. "Pero seguro que está bien, no te preocupes."
Jack ya no la estaba escuchando, caminando hacía la salida de la base de Torchwood, con la mente puesta en saber lo que había podido ocurrirle a su compañero. Sin embargo, antes de que pudiera salir, la puerta se abrió y delante de él, apareció Ianto.
"¿Me podrías explicar donde has estado y porque no contestas a mis llamadas?" Si ninguno de los presentes conociera a Jack, podrían decir que se trataba del novio ofendido por el retraso de su pareja.
"Vamos Jack tampoco hace falta ponerse así, sólo ha sido un rato tarde, además ¿Qué me podía haber pasado, que me hubiera dormido?" Jack se quedó con la boca abierta al escuchar a Ianto hablar así. Nunca lo había hecho, nunca le había respondido así, tan condescendiente, como si en realidad tratara de hacerle daño. "Bueno, otro bonito día de trabajo en Torchwood, cuantos alienígenas vamos a cazar hoy."
Ianto desapareció y el resto de sus compañeros se miraron con incredulidad, ese no podía ser el mismo Ianto, silencioso, atento con todos ellos y sobretodo totalmente educado que conocían.
"¿Qué bicho le ha picado?"
"Eso me pregunto yo." Dijo Jack, mientras salía en su busca, seguido de cerca por Wen. Lo alcanzaron en seguida, pero Ianto pareció no querer hacerles caso. Dando un par de grandes zancadas, Jack se puso delante de él y un segundo más tarde llegó Wen. "Muy bien, ¿Nos vas a decir lo que te pasa o que?"
"No hace falta que te comportes como el novio celoso, Jack, no te pega, además, tampoco es que seas mi novio ni nada parecido, que hayamos salido un par de veces y nos hayamos acostado otras tantas, no te da derecho a pedirme explicaciones." Mientras hablaba, la mirada de Ianto estaba clavada en Wen, pero no era esa mirada en ocasiones inocente, pero siempre totalmente sincera, que tanto le caracterizaba, ahora no era no era una mirada limpia en absoluto.
La chica dio un paso atrás y sin darse cuenta, molesta por esos ojos que no se apartaban de ella y que empezaban a hacerle sentir mal, terminó refugiándose detrás de Jack.
"Vaya Wen, hoy estas especialmente guapa." Ianto dio un paso hacia ella, pero cuerpo de Jack se interpuso entre los dos. "Bueno parece que el jefe acaba de dejarme sin diversión." Se encogió de hombros y retrocedió. "Si quieres Wen, podemos quedar luego para tomar algo."
"¿Me estás tomando el pelo verdad?" Contestó ella, sabiendo que estaba ocurriendo algo raro con su amigo. "Vamos Ianto, ¿Qué te pasa? Es como si no fueras tu mismo."
"Te equivocas Wen, ahora es cuando estoy siendo yo mismo, no te confundas, no me había sentido tan bien en mucho tiempo." Sin esperar que ninguno de los dos dijera nada, Ianto, volvió por donde había venido.
Wen y Jack se miraron, sin decir nada, ambos comprendieron la duda que había en la mirada del otro. Sin embargo, algo en la mente de Jack, le decía que tenía que saber lo que le ocurría a su amigo, que podía ayudarle, aunque parecía que una cortina negra se hubiera interpuesto con sus recuerdos.
"Jack, ¿en que piensas?" Le dijo finalmente Wen, viendo que su amigo se había perdido en sus propios pensamientos.
"Es como si supiera lo que le ocurre a Ianto, está ahí, pero no puedo verlo, no lo encuentro." Jack gruñó con fuerza. "Mierda."
Justo en el momento en el que Wen iba a decirle algo, unos gritos llegaron del piso de arriba. Ambos reconocieron las voces de Toshiko y Owen. Sin embargo, la que más llamó su atención fue la Ianto. "Métete en tus asuntos Owen, esto es algo entre Tosh y yo." Los dos corrieron escaleras arriba y lo que vieron, los dejó helados en un segundo.
Allí estaba Toshiko en el suelo, hecha un ovillo, delante de ella, agarrándola con fuerza por la muñeca, mientras Owen intentaba quitárselo de encima a su compañera. "¡Ianto ya basta!" Jack se abalanzó sobre él y consiguió derribarle, mientras Ianto intentaba liberarse.
"Apártate de mi Jack, sólo quiero divertirme un rato con Toshiko igual que tu lo has pensado muchas veces con Wen." Jack tardó unos momentos en reaccionar, tiempo suficiente para que Ianto consiguiera levantarse, ir hasta la mesa más cercana y alcanzar el arma que estaba allí colocada.
"Váis a dejarme en paz. ¿Por qué tenéis que estar siempre controlándome como si fuera un crío? Sólo quiero pasarlo bien y estoy seguro que cualquiera de las chicas, estarían encantadas conmigo."
Wen estuvo a punto de gritar, pero Jack se le adelantó, con las manos levantadas, acercándose a Ianto muy lentamente. "Vale, lo siento, simplemente me gusta preocuparme por ti, pero si quieres te dejaré solo." Ianto sonrió, todavía apuntando a todo el grupo que tenía delante.
Wen, Owen y Toshiko miraban la escena sin saber a donde iría a parar todo aquello. Sabían demasiado bien que Jack no sería capaz de hacer daño a Ianto, pero no sabían lo que podría hacer para evitar que algo horrible ocurriera.
Jack dio un paso más, sin que Ianto le quitara la vista de encima y sin que dejara de apuntarle. Sin embargo, un momento después, Ianto dejó de hacerlo y encañonó Wen. La chica dio un respingo, no se había esperado aquello y tenía miedo que Ianto, en su estado de locura, esperaba que transitoria, pudiera llegar a dispararle.
El capitán también se alteró. No le importaba que le encañonara a él, pues morir no era algo que le preocupara en absoluto, ya había pasado por eso muchas veces, demasiadas incluso, pero arriesgarse a que le ocurriera algo a Wen, era demasiado para él.
Entonces encontró el momento para actuar, cuando Ianto volvió a mirar a Wen de aquella forma tan extraña y que tanto le disgustaba, el capitán se dio cuenta que su amigo había dejado de estar concentrado en él. Con dos pasos largos, llegó hasta él y consiguió quitarle el arma de la mano, pero Ianto llevaba demasiado tiempo trabajando con él, conocía todos sus movimientos y por eso evitó que pudiera inmovilizarlo a la primera.
Se dio la vuelta y golpeó a Jack en el rostro, haciendo que el labio comenzara a sangrar. "¿Quieres parar de una vez? No se lo que te pasa pero esto no tiene sentido, no quiero hacerte daño." Jack hablaba pocas veces con sinceridad, pero con Ianto siempre era distinto, con él siempre era abierto y sincero en cuanto a sus sentimientos, igual que ahora; pues era cierto, no quería hacerle daño, sabía que si realmente comenzaban a luchar, podría hacerle mucho daño.
Sin embargo, Ianto hizo oídos sordos a sus palabras y se revolvió de nuevo y sin que Jack hiciera apenas nada por evitarlo, volvió a golpearle, esta vez en el estómago. Al doblarse, por el dolor, Jack vio que Owen iba a lanzarse, pero se lo impidió. "No, esto es algo entre él y yo, no te metas."
En realidad, Jack pensaba que aquello era algo entre él y él mismo, porque sabía lo que le pasaba a su amigo, pero extrañamente lo había olvidado y ahora no sabía como arreglarlo y lo que era peor todavía, no sabía cual era el problema exactamente.
"Vamos Jack, quieres pelear, pues peleemos, creo que puedo contigo." Jack sonrió al escuchar aquello, era tan poco propio de él, parecía como si hubiera sido poseído o algo parecido. Entonces fue como si una luz en su cabeza se hubiera encendido, como si un recuerdo, oculto en lo más profundo de su cabeza apareciera sin más.
Volvió a dar un paso hacia él y ahora si que esquivó el golpe. Ianto pareció decepcionado por no por haber podido golpearle, pero no le importó, volvió a intentarlo y volvió a fallar, mientras Jack lo iba arrinconando poco a poco. Cuando vio venir el tercer golpe, Jack sujetó a Ianto por el brazo e hizo que acercara todo el cuerpo hasta que apenas los separaban unos centímetros.
"No eres tu mismo."
"Nunca he sido más yo mismo; siempre intentando ser quien vosotros queríais, el bueno de Ianto, siempre a tu servicio." Intentó soltarse, pero Jack lo tenía bien sujeto por el brazo. "Déjame en paz Jack, ¿o que quieres, llevarme como siempre a tu despacho? Pues esta noche no me apetece, prefiero más compañía femenina." Su mirada se fue alternando entre Toshiko y Wen y sonrió, con una maldad, que ninguno de sus amigos había visto nunca.
"No, ese Ianto no eres tu, no se como, pero te han cambiando, te han lavado el cerebro para que te creas que eres ese… monstruo, pero no lo eres. Tu no eres así, te conozco demasiado bien y lo sabes."
Ianto se quedó mirando al capitán, estaban tan cerca el uno del otro, que podía notar su respiración sobre su rostro. Jack sonrió de nuevo, esa sonrisa dulce que sabía que siempre le gustaba Ianto, porque tenía muy claro que su amigo, su compañero, el hombre con el que no dejaba de pensar durante horas; tenía que seguir por ahí en algún lado, no podía haber desaparecido por completo.
Ianto no hizo nada por apartarse, no porque no quisiera, sino porque Jack estaba haciendo demasiada fuerza y apenas le dejaba moverse. Sus ojos oscuros estaban clavados los azules del capitán, los cuales sin que Ianto se diera cuanta hicieron una señal a Owen, que este comprendió al momento.
Entonces le besó, sin que Ianto opusiera resistencia alguna, le besó con como nunca lo había hecho, aquel era un beso desesperado, que esperaba le ayudara a solucionar todo aquel lío, al menos en parte. Sostuvo a su amigo con fuerza, mientras sus labios estaban unidos, mientras intentaba, con ese beso, aunque no fuera servir de nada, hacerle recordar quien era el hombre del que estaba enamorado, aunque no fuera a reconocerlo.
Ianto estaba tenso entre sus brazos, apenas intentaba tocarle y eso le estaba destrozando porque de nuevo sabía que Ianto no era así. Adoraba sus manos cuando le tocaba, cuando le acariciaba el rostro, el cuello y cuando enredaba sus dedos entre su pelo. Adoraba todo de él, pero ese que tenía entre sus manos, no era ese mismo Ianto y por mucho que le costara, estaba decidido a recuperarlo.
Mientras le besaba, vio que Owen aparecía enfrente de él, pero a la espalda de Ianto, de forma que este no pudo verlo y con la mayor rapidez posible, clavó la aguja que llevaba en la mano en su brazo.
Quitando la presión que estaba haciendo sobre Ianto, Jack dejó que se diera la vuelta, pero ante de que pudiera decir nada o intentar atacar a Owen, se desplomó sobre Jack, que ya estaba preparado para sostenerlo y evitar que cayera al suelo. Con toda la delicadeza que pudo, dejó que apoyara la cabeza sobre su pecho, mientras quedaba inconsciente y se deslizaba hacia el suelo, con Ianto sobre él.
"Lo siento." Dijo Jack entre lágrimas. "Pero voy a sacarte de esta, te lo prometo." Por fin Ianto cerró los ojos, quedando por fin inconsciente entre sus brazos. Jack le acarició el cabello y besó su frente con ternura. "Owen."
"Lo se." Dijo su amigo sin dejarle terminar de hablar.
"Gracias." Apretó en cuerpo de Ianto con fuerza, quería que, si podía sentir algo, se sintiera tranquilo y a gusto con él. Se sentía tan culpable por no saber exactamente como habían llegado a esto. "Te voy a sacar de esta."