Snif Snif, se acabo!!! Mil gracias por leer esta historia.... que disfrutes del epilogo....

EL SLYTHERIN HUFFLEPUFF

By: Cheryl Dyson

CAPITULO 11

Epílogo

Al estaba completamente inmovilizado. Scorpius tenía ambas muñecas apretadas contra el respaldar tallado a mano de la cama y su caliente respiración le llegaba jadeante al cuello de Al, haciendo que se le erizara la piel. Por derecho, Al tuvo que haberle derrotado. Score había heredado la delgadez Malfoy y él había ganado músculos en las múltiples peleas con su diabólico hermano mayor.

La risa había nivelado el campo de batalla. En algún momento, comenzó a reírse y no pudo parar.

—Te…—jadeó Score— te tengo, Al.

Peleó por aire a través de la risa que aún le atacaba y el peso de su amigo sobre él. Trató de hablar y débilmente tiró de la mano que lo tenía prisionero. Su amigo tenía un punto débil en su costado.

Score rió y pudo notar que estaba aguantando las ganas de no hacerlo.

—Al, tienes que parar. Esto es serio.

—Serio— repitió, para después romper en risas nuevamente. Score mordió su cuello, lo cual le ganó un jadeo, pero las risas no disminuyeron. El rubio se le unió y después gruñó.

—¡Albus! ¡Maldito seas! Yo gané, así que te voy a soltar y te vas a quedar acostado, dulce y tranquilo mientras que te follo apropiadamente.

—Está bien— aceptó y rió contento.

Score lo soltó y se deslizó hacia abajo. Su desnudo cuerpo se sentía maravillosamente y casi logró acabar por completo con sus risitas. Gruñó y tomó aire mientras que la hermosa cara de su amigo merodeó sobre su polla, la cual había bajado en su ataque de risa. Una sonrisa de suficiencia se curvó en los labios del rubio y su polla se movió en respuesta. Sonrió abiertamente.

Una de las manos de Score le acariciaba ligeramente su renovada erección y la otra recorría sus testículos. La diversión de Al finalmente desapareció. Bajó la mano y tocó los suaves cabellos platinados. Score recompensó su docilidad lamiendo lentamente toda la extensión de su polla.

Casi lloriqueaba y sus risas habían desaparecido oficialmente. Repitió el movimiento y sus dedos rozaron su entrada. Un escalofrío de anticipación le recorrió.

—Score— jadeó.

El rubio le dio un beso en la punta de su miembro.

—Al— le respondió con voz ronca. Score buscó su varita, la cual estaba casi perdida entre las enredadas sábanas y se tomó un momento para recuperarse. Cuando la tuvó invocó un "accio". Un pequeño tarro voló del gabinete al lado de la cama hacia la pálida mano. El rubio le sonrió mientras que desenroscaba la tapa.

—¿Score, alguna vez has hecho algo como esto antes?—preguntó, aunque estaba más o menos aterrado por la respuesta—Um… ¿Con Elladora o alguien más?

Scorpius se acercó hacia la punta de la erección y la mordió ligeramente, causando que la mano de Al apretara su cabello en un acto reflejo. Merlín, nunca hubiera imaginado que Scorpius le gustase usar tanto sus dientes. No es que tuviera ningún problema con ser comido.

—No, Al. Soy tan virgen como tú— admitió. Soltó el aire que no se había dado cuenta que estaba reteniendo. Sintió otra oleada de cariño.

—Bien— dijo firmemente y aulló cuando uno de los fríos y delgados dedos de Score entraron en él—¡Maldita sea! ¿Invocaste un maldito hechizo de enfriamiento en esa mierda?

—¿Estas diciendo que esto no te gusta?—preguntó con voz ronca y movió su dedo ligeramente.

—Um...— bueno, se sentía algo… extraño, en realidad, aunque una vez pasado el pasmo por el frío lubricante era más fácil de soportar. Score sacó casi todo el dedo para después volver a meterlo lentamente— No esta tan mal.

—Está bien, voy añadir otro— le advirtió. Trató de relajarse, lo cual se volvió más fácil cuando la boca de Score envolvió su polla. Se dejó llevar por la sensación de felicidad.

—Oh…Score—soltó a duras penas.

—Merlín, amo cuando dices eso.

Tres dedos después y Al estaba casi incoherente. Nunca hubiera imaginado que nada se pudiera sentir tan bien.

—Score—dijo—Necesito…

Los largos y hermosos dedos salieron, dejándolo con ansias de más. El rubio se acomodó sobre él con una mirada depredadora.

—Hermoso Al—dijo bajando una mano para mover su polla al espacio que sus dedos dejaron vacante. Albus tenía otras ideas. Con sus manos agarró las caderas de Score. Lo empujó y Score se deslizó maldiciendo. En vez de meter su erección en el lugar deseado quedó en medio de los testículos y rozando la erección de Al.

—Es tu turno—dijo y metió una mano en el tarro de ungüento. Su otra mano bajó al trasero de Score. El rubio trató de apartarla, pero la otra mano se movió rápidamente y su resbaladizo dedo tocó el apretado agujero ganándose un jadeo.

—Albus— dijo advirtiéndole. Al empujó su dedo hacia dentro y un rasposo sonido salió de su amante—¿Qué estas…

—No te preocupes, es increíble—dijo— quiero que lo sientas también.

—Lo haré, tan pronto como…—sus pensamientos se perdieron y su cabeza cayó. El cabello platinado estaba por toda la cara del moreno—. Oh— dijo finalmente.

Lo jodió con el dedo suavemente por varios minutos y fue recompensado con Score acostado aún sobre él, silencioso, pero aumentando cada vez más su respiración. Añadió otro dedo y Score se movió hacia delante para darle mejor acceso. Movió sus dedos con más determinación y lamió ausentemente el pálido cuello, el cual ahora tocaba sus labios. Score soltó un lloriqueó gutural y se movió hacia atrás marcando un ritmo con la mano de Al. Merlín, eso era caliente.

Amablemente, añadió otro dedo, maravillado con lo caliente y apretado que estaba y cómo se sentía tener al rubio retorciéndose sobre él.

—Maldita sea, Al. Sácalos.

Reconoció ese tono y a regañadientes sacó los dedos, solo para después notar que el rubio estiraba una mano hacia atrás y agarraba su polla. Antes de que pudiera registrar qué estaba pasando, Score se movió y envolvió su erección en un repentinamente increíble calor. Casi se corre en ese momento.

Su asombrada mirada se encontró con la plateada por un momento y Score dijo:

—Merlín, Al—sonrió ligeramente y comenzó a moverse. Al tomó sus caderas rápidamente.

—¡No te muevas!—gritó el moreno—No lo hagas… se siente demasiado bien. Solo… dame un minuto.

—Se siente demasiado bien para no moverse, Al— admitió Score, pero no se movió hasta que la espantosa necesidad de correrse desapareciera ligeramente.

—Vale—jadeo—está bien ahora.

Score se levantó hasta estar casi sentado, empalándose en Al tan profundo como era posible. Se levantó un poco y se dejó caer nuevamente, casi provocando que el corazón de Al se detuviera. Se mordió el labio, sabiendo que no duraría mucho. Trató de concentrarse en algo más, pero la vista del hermoso rubio montando su polla destruyó cualquier pensamiento racional. Score bajó su mano y agarró su propia erección, pero Al apartó la mano y colocó la suya en la dura polla. El rubio cabello estaba despeinado y su piel ruborizada. Encantadores sonidos jadeantes escapaban de sus labios separados.

Score se meció en sus caderas cada vez mas rápido, follando la mano de Al mientras que lo montaba. La mirada de Al estaba llena de fascinación. Era la cosa más increíble que jamás había visto.

—Al, Al, oh Merlín, ¡Al!—la voz de Score salió estrangulada y con un último grito se corrió. Líquido caliente cubrió la mano de Al y salpicó en su abdomen. El rubio se meció un par de veces más y los dedos de los pies de Al se encogieron hasta lo inimaginable mientras que explotaba, corriendose dentro del apretado, bien apretado trasero de Score con un grito de alivio.

Score cayó sobre él como un peso muerto. Albus lo envolvió en sus brazos y lo sostuvo como si su vida dependiera de ello. Se quedaron allí, inmóviles, hasta que sus respiraciones volvieron a lo que parecía un compás normal. La cara de Scorpius estaba oculta en su cuello y lo único que él quería era dormirse y así poder repetir todo de nuevo en sus sueños. El siempre práctico rubio tenía otras ideas. Se apartó de Al, aunque no muy lejos, ya que Al no lo dejaba alejarse más allá de lo que permitía el agarre de su mano.
Score era fabuloso en hechizos limpiadores, debido a su fastidiosa innata naturaleza, sospechaba Albus.

—No te duermas aún, tonto perezoso. Estaremos pegajosos de una manera grotesca si no nos limpiamos, y no me digas no te importa, porque a mí sí.

Los hechizos fueron invocados rápidamente y entonces Score estuvo de vuelta a donde pertenecía, abrazado por los brazos de Al, aunque esta vez su suave espalda estaba presionada contra el pecho del moreno y sus miembros estaban agradablemente entrelazados. Respiró el aroma de los platinados cabellos que le cosquilleaban la cara.

—¿Score?—preguntó cuando se terminaron de acomodar y el silencio los envolvió.

—Lo sé, Albus, yo también te amo, y sí, eso fue la cosa más increíble de mi vida, hasta mañana cuando sea solo un mero recuerdo después que yo te folle a ti, pero ahora mismo estoy muy cansado y necesito dormir.

Una oleada de calor peleó contra la diversión y no pudo responder hasta después de un tiempo.

—De hecho, quería preguntarte qué le habías hecho a Elladora.

Score se tensó contra su cuerpo.

—¿Qué? ¿Por qué mencionas eso ahora?

—Rose dijo que Elly fue internada en San Mungo y no habían sido capaces de despertarla.

Score resopló y colocó una de las manos de Al en sus labios. Pasó su lengua por los nudillos lentamente.

—Despertará en un par de días y se sentirá mucho mejor.

—¿A qué te refieres con eso?

—No mucho, solo que ella era algo estupida ¿cierto? Quiero decir, me mintió repetidamente. Sin embargo, que haya arreglado todo para que te secuestraran bajo mis narices fue el colmo. Algo así no es tolerable, Al— el agarre de Score se apretó y sus dientes arañaron la mano de Albus—. Nadie toma lo que es mío.

—¿Incluso si en esos tiempos tú no me querías?

La mordida se volvió en un suave beso seguido por otro.

—Te quería, Al. Nunca dudes eso.

—¿Por qué dices que estará mejor?—preguntó en vez de derretirse como el ñoño Hufflepuff que era. Score estuvo silencioso por bastante tiempo. Casi vuelve a preguntar nuevamente, pero el rubio finalmente respondió.

—Yo hice algo así como borrar su personalidad.

Borrar su personalidad.

—Es una modificación del hechizo de memoria. Ella recordará todo, con excepción de partes específicas que la hacen ser quién es.

Estuvo muy cerca del horror, hasta que recordó que su secuestro dio como resultado la muerte de su madre. De repente, sintió que no era menos de lo que Elladora se merecía. Lo abrazó más apretadamente.

—No puedo esperar a que amanezca—murmuró.

Score rió entre dientes.

—Duérmete, Al.

Fin

Notas finales:

Esta fue una divertida historia de la cual ame traducirla!! fue todo un placer para mi y lamento la demora en actualizaciones jejeje...

Primero que todo quiero agradecer a Sirem por betearme este capi y muchos otros de la historia y a Nande por meter su cucharita y ayudarme betenado capis! las adoro nena son lo maximo...

Segundo muchas gracias a ti por leer y por ser paciente conmigo y no abandonar esta historia, espero que haya sido de tu agrado...

Mil gracias por los reviews! y espero verlas en un oneshot de esta historia que subire el otro año... aun queda mas de Cheryl por leer.

Besos
Krispy