Bueno este es el capitulo final de este grandioso fic!! Snif snif! Ha sido un placer traducir este fic y espero que lo disfruten!

El Slytherin Gryffindor

By: Cheryl Dyson

Capitulo 10

Terapia

Draco apareció en la biblioteca de la mansión Malfoy, encontrando a su hijo y Albus Potter durmiendo en el sofá. Scorpius levantó la mirada después de un momento, levantando la cabeza recostada en la cabecera del asiento. El movimiento tuvo que haber desplazado al joven Potter ya que los ojos verdes se abrieron.

Albus se sentó rápidamente y parpadeó cuando los dedos de Scorpius no podían salir de su cabello lo suficientemente rápido.

–Señor Malfoy ¿Está mi papá…

–Está despierto, Albus. No está del todo bien, pero conservamos las esperanzas.

–¿No está bien? ¿Esperanzas en qué?

Notó que las manos del chico se movieron y se entrelazaron con las de Scorpius.

–No puede caminar, pero es algo temporal. Lo traeré a casa pronto, ya que estoy más que seguro que San Mungo está más allá de su capacidad con los Weasley y las visitas a Potter.

Albus se volvió a sentar, en parte inclinándose sobre Scorpius. Se dio cuenta que su comportamiento no era diferente de lo usual. Siempre habían sido inseparables. Se preguntó desde hace cuanto que dejaron de ser solo amigos y decidió que mejor no quería saber.

–¿Dónde está Lily?–preguntó.

–Um… No estoy seguro. He estado dormido por un tiempo, creo.

Asintió.

–La buscaré– dejó a los dos chicos y salió en busca de la hija de Harry, quien rompió en llanto ante la noticia y se abrazo al cuello de Draco. Le dio unas palmaditas en la cabeza sintiéndose algo incómodo, y se dio cuenta que criar una hija sería muy distinto a criar un hijo. Las niñas eran muy emocionales. De todas formas, estaba dispuesto a intentarlo.

Regreso a San Mungo para encontrar el lugar exactamente como lo había esperado, un caótico alboroto. La habitación de Harry estaba llena de Weasley, Aurores y otras personas junto con las medibrujas tratando en vano de sacar a todo el mundo. Teddy lo encontró en la puerta y le sonrió.

–Ahora mismo esto es una locura–dijo.

–Estoy sorprendido que no los hayan hechizado–dijo Draco.

–Esa sería tu solución. Por suerte, el personal de San Mungo tiene más compasión.

–Me temó que no por mucho tiempo. Deberías reunir esta manada y llevarlos a la mansión. Madre está esperándolos a todos. Así que no te preocupes. Creo que todos cabrán en el salón azul.

Con la ayuda de Kingsley Shacklebolt, los Aurores se las arreglaron para purgar la habitación de cuerpos extras, con excepción de James Potter y George Weasley.

–¿Cómo te sientes?– le preguntó a Harry en un casi ensordecedor silencio.

–Mejor ahora que no estoy siendo sofocado– admitió con una sonrisa.

–¿El diagnostico oficial?–empujó Draco y Harry suspiró.

–Esperan a que recupere mis movimientos por completo en unas semanas. Me han dado un permiso indefinido en el departamento de Aurores, por supuesto.

Draco hizo burlescamente un sonido de asombro.

–¿Cómo vas a sobrevivir así?– Harry frunció el ceño.

–No es divertido. Lo más probable es que quede loco del aburrimiento.

–No creo que te debas preocupar sobre el aburrimiento– prometió con su más dulce tono.

Harry se sonrojó y sus ojos volaron hacia James, quien miraba al uno y al otro inocentemente. Su ingenuidad era encantadora y recordó que James había rechazado las palabras de primera mano de Pansy. James, probablemente, sería el que menos aceptaría la nueva relación de Harry con él. Si es que Potter dejaba que pasara.

–¿Y eso por qué?– preguntó James francamente, como siempre el Gryffindor.

–Porque se quedara en la mansión Malfoy hasta que se recupere del todo– respondió y mentalmente añadió, y mucho tiempo más sucesivo a eso si puedo lograrlo.

–¿Qué? No, no podría…– comenzó a decir Harry, pero Draco con un movimiento de mano acabó con las protestas.

–El asunto no está abierto a discusión, Potter. No puedes cuidar de los niños en tu condición actual. Mi madre y yo estaremos más que contentos de ayudarte- junto con una horda de elfos domésticos, pero sabía que era mejor no mencionar eso en caso de que el sentimiento anti elfo doméstico de Granger hubiera contaminado al joven Potter.

–Pienso que es una buena idea, Papá– dijo James antes de que Harry protestara, y estaba a punto de hacerlo. Reconoció la línea de terquedad que se le forma a Harry cuando frunce las cejas y de paso toca la famosa cicatriz.

Harry miró a James, quien añadió:

–No creo que esté listo aún para ir a casa, sin… sin mamá allí.

Harry estiró su mano y tomó la de James mientras que el chico peleaba con las lágrimas. Los ojos de Harry brillaron por un momento y la garganta de Draco se cerró al estar presenciando el mutuo duelo. Independientemente de lo que Ginny había hecho, ella había sido una gran parte de la vida de Harry y estaba en su derecho de lamentar su pérdida, especialmente por el bien de los niños. Caminó hacia delante y tomó la otra mano de Harry.

–Está bien– aceptó el moreno– Nos quedaremos en la mansión por un corto tiempo. Enviaré a Hermione a que recoja algunas cosas para los niños.

No se molesto en decirle que la mayor parte de las posesiones de los Potter ya se encontraban en la mansión Malfoy, gracias a las habilidades casi Slytherin de Teddy Lupin. Teddy sabía muy bien que una vez que Harry estuviera acomodado en la casa de Draco, Voldemort tendría que volver a la vida, antes de que Draco le dejara ir.

–Vámonos de aquí– dijo, deteniéndose a último momento para no usar la palabra "casa".

Envió a James con George Weasley, quien parecía ser el auto nombrado cuidador del chico. Cuando estuvieron solos Harry lo miró evaluadoramente.

–¿Cómo te las arreglaste para tenerme solo para ti de nuevo?–preguntó

–Es un don. Soy egoísta en esa forma.

Tomó una camisa de la pila doblada de ropa que Granger había traído. Arrugó la nariz ante el color, rojo Gryffindor.

–Lo hizo solo para torturarme– murmuró, pero suspiró y caminó hacia la cama de Harry para vestirlo. El Auror pasó sus manos por las mangas, moviendo su mano derecha con rigidez y con obvia dificultad. Permitió que Draco le abotonara la camisa y sus ojos se encontraron. Sonrió ante el ligero sonrojo en las mejillas de Harry.

–Déjame decirte, que en todas mis fantasías nunca imaginaba que te estaba vistiendo. Generalmente, era todo lo contrario.

El sonrojo de Harry aumento.

–¿Tienes fantasías sobre mí?

–Cada maldito día– susurró para después besarlo. Una medibruja tocó la puerta antes de entrar para darles las últimas instrucciones y medicamentos. Draco se apartó a regañadientes. La medibruja era del tipo que mareaba con su alegría y si encontró extraño que estuviera besando al Salvador del Mundo Magico, no dio señal alguna de ello.

Después que ella se fuera, le colocó los pantalones, pasándolo por las inmóviles piernas y dándole unos cuantos apretones al apretado trasero de Harry en el proceso. Obviamente el moreno esperaba ser manoseado en otras áreas también, así que estudiadamente dejó esas partes sin tocar. Ya habría tiempo para eso después. Él se encargaría de ello.

Una vez que el Auror estuvo completamente vestido, el personal de San Mungo regresó y envolvieron a Harry con un artilugio de madera que le permitía estar parado recto. Fue levitado por encima del suelo ligeramente y podía moverse a cualquier dirección con el susurró de un hechizo, dándole casi movilidad por completo.

Le dio a Harry su varita y contuvo el aliente mientras que el moreno invocaba un par de simples hechizos. Estaba algo preocupado de que la maldición de Blaise hubiera afectado la magia de Harry.

–¿Te podrás aparecer en la biblioteca de la mansión?– preguntó Draco y Harry asintió para después desaparecer seguido de Draco. Cuando ambos estuvieron en la biblioteca, el rubio asintió– Sígueme–dijo con voz ronca– por mucho que me gustaría tenerte para mí solo, tus fanáticos necesitan saber que aún eres el Niño que Vivió y Vivió y Vivió.

–Desearía que los medios pararan con esos títulos estúpidos– se quejó Harry. Salieron de la biblioteca y se dirigieron a las escaleras, por lo cual los ojos verdes lo miraron con preocupación. Su aparato de movimiento solo funcionaba en superficies planas. Draco pasó a su lado y camino al final del pasillo donde le hizo señas para que fuera donde él. Un ascensor con puertas de acero estaba frente a él y Harry lo miró con confusión.

–No recuerdo un ascensor.

Draco se encogió de hombros.

–La mayoría de tus visitas no incluían un recorrido por la mansión, Potter, de hecho te hubiera dado uno si me lo hubieses pedido– la verdad era que había ordenado que instalaran el ascensor inmediatamente después que había salido del hospital en la mañana. Estuvo impresionado de que la compañía de ascensor es se las arreglara para hacer lo ordenado en el tiempo requerido. Aparentemente el ridículo bono que les ofreció promovió el incentivo apropiado.

–Temía que un recorrido por la mansión me llevaría directo a tus habitaciones– dijo con sarcasmo, mientras que Draco presionaba el botón para ir al segundo piso, fingiendo que había hecho eso una docena de veces en el pasado. Se acercó a Harry.

–¿Te gustaría un recorrido ahora?

La garganta de Harry se movió como si hubiese tragado duro, pero sus ojos estaban firmes en los grises cuando volvió hablar.

–¿Comenzará con tu habitación?

Draco no podía recordar haberse quedado sin palabras en algún momento de su vida, pero escuchar la seductora sugerencia de Harry Potter parecía haber afectado su habilidad vocal. Potter sonrió de manera malvada y Draco maldijo a la compañía de ascensores cuando las puertas se abrieron sin ningún problema. El sonido de voces les llegó del salón de baile más cercano. La falta de movilidad haría que tal vez fuera difícil follar en la pared del elevador, tuvo que admitirlo mientras que Harry flotaba al salón. Difícil, pero no imposible.

–Tal vez mas tarde entonces– dijo el Auror con una risilla.

Admiró el cuerpo de Harry hasta que se giró a mirarlo.

–¿Vienes?–preguntó.

Deslizó su mano alrededor de la cintura del moreno y presionó un suave beso detrás de su oreja.

–Aún no, pero espero que me puedas ayudar con eso mas tarde.

Se deslizó a su lado y con una sonrisa malvada entró al salón. Aplaudió fuertemente para llamar la atención. Antes de que pudiera hacer algún anuncio, Granger soltó un chillido y se lanzó hacia Harry. Fue seguida por un mar de personas quienes se hicieron a un lado cuando los jóvenes Potter pasaron.

Albus y Lily lo abrazaron con gritos de alegría. Harry los abrazó fuertemente.

–Me inclinaría a besarlos ambos, pero aún no me puedo inclinar– dijo con una sonrisa. Albus lo miró con preocupación, pero Harry estiró su mano y le apretó el hombro.

–Está bien, Albus. Me dicen que es solo temporal.

Albus no lucía tranquilizado. Draco le sonrió.

–Estará bien, Albus. Yo me encargaré de ello.

El chico asintió pensativamente, pero su preocupación pareció aplacarse. Probablemente ayudó que Scorpius tomara su mano y se lo llevara murmurando un comentario. Granger abrazó a Harry nuevamente y el Auror fue envuelto por la multitud. Pareciera como si todo el ministerio estuviera presente. La atmósfera nadaba entre relajada a triste una y otra vez. Molly Weasley no dejaba de llorar y se abrazó de Harry hasta que el estómago de Draco no resistió más y con fuerza arrastró al Auror a un lado. La cara de Harry estaba bañada en tensión, así que lo empujó hacia Kingsley, quien profesó tristeza por la pérdida de Harry, pero inmediatamente giró la conversación hacia el departamento de Aurores. El moreno se relajo notablemente y rápidamente se perdió en las minucias de todo lo relacionado al trabajo.

Estuvo aliviado de ver que Arthur Weasley se había llevado a su esposa a casa minutos después de eso. Vio a su madre hablando con Luna Lovegood, resignado a su nueva misión como salvador.

–Scorpius sería un excelente estudiante si no juzgara tan a la ligera–dijo Luna. Su mamá sonrió, pero podía ver que era forzada.

–Luna– dijo a manera de saludo.

–Draco– respondió Luna– que fiesta tan encantadora.

–Gracias. Lamento tener que robarte a mi madre, pero tengo unos asuntos que necesitan de su atención. Tal vez podrías buscar…– trató de pensar en alguna persona que estuviera dispuesto a soportar su presencia.

–¿Enmols de alas violeta?–terminó por él y asintió seriamente–. Sabías que viven en las paredes de casas antiguas como ésta.

–Es muy cierto–dijo Draco y se fue con su madre a pasos ligeros.

–¿Crees que ella debería estar enseñando Defensa Contra las Artes Oscuras?– preguntó su madre y él rió.

–No, probablemente no. Por eso es que paso tanto tiempo con Scorpius, deshaciendo sus enseñanzas.

–Y a ti te encanta pasar el tiempo con tu hijo. Ah, allí esta Andrómeda con Teddy. Anda ve atender a Harry, querido.

Draco se sobresaltó ante sus palabras, pero ella simplemente se fue a encontrarse con su hermana, dejándolo preguntarse cuánto sabía ella. Se encogió de hombros. Su madre siempre parecía saberlo todo, y lo más probable era que Teddy les había explicado todo con su usual habilidad para de callarse.

Harry lucía cansado y había vuelto al grupo de los Weasley deprimidos. Maldita esa mujer por morir con nobleza; incluso muerta está manejándoselas muy bien para tener a Draco apartado. Caminó hacia ellos y colocó con camaradería un brazo alrededor de los hombros de Harry. Su mirada retaba a Ron Weasley a que dijera algo.

–Debo robarles a Harry por un momento– dijo y lo guío hacia una esquina antes de que pudiera recobrar su necedad y lo detuviera. No le permitió hablar– te ves cansado. Creo que es hora de que te retires.

La respuesta de Harry quedó atorada en su garganta y un jadeo tomó su lugar mientras que su mirada iba más allá del hombro de Draco. Se congeló, temiendo que hubiera una nueva amenaza.

–Tu hijo está besando a mi hijo–dijo Harry.

Se relajó y sonriendo pregunto:

–¿A cuál de todos?

–¡Albus! Scorpius está besando Albus.

Envolvió sus brazos alrededor de Harry moviendo una de sus palmas al pecho del Auror y se inclinó hacia delante.

–Mmm, te puedo asegurar que no es la primera vez.

–Pero… pero que tal si…

–¿Qué tal si uno de ellos queda embarazado?– preguntó en un tono de asombro. Harry frunció el ceño sonrojado.

–No, por supuesto que no, pero…

–Entonces, ¿estás concursando para el Hipócrita del año?

Giró su cabeza hasta encontrarse con sus ojos grises.

–Deja de ser razonable.

–¿Debería caminar hacia ellos con indignación y exigirles que se desenamoren inmediatamente?

Scorpius y Albus habían desaparecido, probablemente escapado de la potencial amenaza de Potter.

–¿Realmente crees que están enamorados?–preguntó Harry, por lo que Draco suspiró.

–Veo que tu ingenuidad Gryffindor no ha disminuido. ¿Los has visto juntos?

–Huh– dijo el moreno con elocuencia lo cual le ganó un pellizco por parte del rubio– ¡Aw! ¿Por qué hiciste eso?

–Lo siento, el impulso de la costumbre cuando me enfrento con la estupidez. Te voy a llevar a la cama ahora.

La indignación de Harry se convirtió en un chisporroteo de sin sentido cuando las palabras de Draco tomaron forma en su mente. Sin decirle nada a nadie, el Slytherin llevó al Auror a la puerta. Se despidió con un movimiento de mano hacia Teddy, quién asintió y sonrió. Harry estaba en silencio mientras que era llevado hacia el largo pasillo que llevaba a la habitación de Draco.

La puerta se cerró cuando Draco caminó hacia el escritorio y dejo su varita en el sostenedor de varitas. Se desabotonó la túnica solo parcialmente y se giró hacia Harry.

–No debería yo… um…–Draco sonrió ante el nervioso tartamudeo de Harry y espero a ver hacia donde quería llegar– yo estoy… ummm… realmente cansado y debería…

Sintió una llamarada de entretenimiento ante la repentina timidez del Gryffindor. Caminó hacia él y habló suavemente.

–Bueno, será mejor que te metamos en la cama, ¿no crees?– sus dedos se movieron con rapidez sobre la horrenda camisa y se la quitaron al Auror.

Observó el desnudo torso de Harry y le tocó el pecho. Esparció sus dedos sobre el corazón en un movimiento reverencial y deslizó sus manos sobre la curva de las costillas para después pasar a la cintura y acercarlo más a él. El primer beso fue dulce, lleno del amor que Draco quería que Harry sintiera. Suavemente saboreó los labios, deseando derretir la tonta reserva que Potter había sacado por los nervios. Mantuvo el beso lo más posible y fue recompensado con el otro cuerpo relajándose sobre el suyo. Sus manos tocaron la cintura de Draco y lo tomó como señal de que profundizara el beso.

Lo beso con ganas hasta que las manos del Auror apretaron su túnica e hizo un ruido de impaciencia. Las manos de Draco se movieron libremente sobre la piel de Harry, acariciando su espalda y deslizándose hacia abajo para apretar el delicioso trasero. Juntó sus caderas y estuvo encantado de sentir la dureza de Harry contra la suya.

–¿Todavía estás cansado?– preguntó contra los húmedos labios antes de mover su cabeza para saborear el cuello. El Auror soltó un dulce resoplido.

–No– admitió. Sus manos jalaron nuevamente su túnica y dejó de tocar a Harry lo suficiente como para sacársela. Lo abrazó nuevamente y lo movió suavemente hacia la cama para después tomar prestada la varita de Harry e invocar un Finite Incantatum. Cayó de espaldas en la cama cuando el hechizo de movilidad concluyó y el aparato cayó al suelo. Tiró la varita, la cual quedó en el borde de la cama, lo suficientemente cerca para que el Auror la pudiera invocar si la necesitaba.

Empujó a Harry al centro de la cama y se sostuvo sobre él. Su mano acariciando ligeramente la erección del moreno para evitar perderlo nuevamente con los nervios.

–Había planeado dejar que tú estuvieras arriba, Potter, pero dada las circunstancias…– se inclinó y lamió la erección de Harry que aún estaba cubierta con su pantalón, riéndose del Auror cuando jadeo. Se apresuró a desabrochar y sacar el pantalón, asegurándose de acariciar las piernas mientras que sacaba la tela.

Se apartó por un momento y se pausó para admirar el cuerpo desnudo de Harry.

–Merlín, Potter– pudo decir a duras penas sentándose a horcajadas sobre él y llevándolo a un beso lleno de necesidad. Las manos de Harry agarraron su cabello e hizo un lindo sonido cuando Draco agarró su erección y los deslizó hacia abajo. El rubio rompió el beso y se movió hacia abajo hasta que su cara estaba merodeando la ingle de Harry. Inclinó su cabeza y beso los testículos, jugando con ellos suavemente y deleitándose con los jadeos que obtenía en respuesta. Con que sensible en esa área.

Levantó su cabeza y le sonrió mientras que sus dedos rozaban los oscuros rizos en la base de la polla.

–¿Quieres más?–preguntó juguetonamente.

–Sí, maldito seas.

–Entonces tendrás que mover los dedos de los pies para mí.

–¿Disculpa?

–Simple. Tu mueves los dedos del pie derecho y yo tomaré esto– sopló suavemente la hermosa polla– en mi boca ¿Entiendes?

–¿Acaso esa es tu idea de terapia física?– exigió saber.

–Tómalo o déjalo.

–Te odio… pero lo tomaré.

Se sentó y clínicamente miró el pie de Harry. Esperó mientras que el Auror arrugaba las cejas a manera de concentración. Por un momento, pensó que no lo lograría y casi lamenta su impulso.

Entonces los dedos se flexionaron, no una sino tres veces. Rió del alivio.

–Te tendremos tan bien como antes en poco tiempo, Potter. Todo lo que necesitas es la incentiva correcta.

–Slytherin bast…–las palabras se cortaron abruptamente y fueron remplazadas por un grito cuando Draco cumplió con su parte del trato, tomó toda la erección de Harry como si estuviera intentando tragárselo por completo. Los pálidos dedos se movieron suavemente por las partes bajas y el Auror se tensó.

–Draco, espera, yo…

Lo soltó y se sentó para sostener ambas mejillas del moreno.

–Harry. No te voy a lastimar.

Harry tragó y soltó el aliento antes de asentir.

–Sabes que te amo– añadió Draco. El Auror se relajo notablemente y su miraba de suavizo.

–Lo sé. Está… está bien, entonces.

Draco preparó a Harry tan gentil como le fue posible, usando sus dedos, labios y lengua dejando a Harry jadeando hasta el borde del orgasmo hasta que las manos del Auror casi destrozan los cobertores de la cama.

–Está bien, joder, hazlo de una vez–dijo Harry mientras que tres dedos de Draco se flexionaba dentro de él. Obedientemente sacó sus dedos y metió su polla dentro de su amante. Mantuvo sus ojos fijos en Harry mientras lo hacía y sonrió cuando las orbes verdes se ampliaban y ampliaban.

–¿Estás bien?– preguntó cuando estuvo completamente dentro. Harry asintió. Sus pálidas manos agarraron firmemente las caderas del moreno y se movió hacia fuera para después enterrarse rápidamente. Repitió el movimiento y el Auror soltó un grito ahogado.

–¿Aún sigues bien?

–Más que bien–respondió sin aliento–hazlo de nuevo.

Y así lo hizo. Y repitió el movimiento hasta que sintió que el orgasmo se apoderaba de él. La polla de Harry estaba goteando y Draco movió su mano para masturbarlo al ritmo de las estocadas. El solo toque provocó que Harry se corriera en su mano y se derramara entre ellos. El Auror soltó un gritó inaudible y trémulo. La tensión en los ya apretados músculos envió a Draco a un espiral sin control y se corrió dentro de Harry.

Cayó sin fuerzas sobre Harry y presionó sus labios sobre el salado cuello.

–Wao–soltó Harry y Draco rió.

–Tan elocuente, Potter.

– Entonces que tal increíble, fantástico, genial y ¿por qué carajo no habíamos comenzado hacer esto 20 años atrás?

–¿Por qué eras un completo idiota en esos tiempos?

Harry rió. Draco amó la forma en que las manos del Auror se deslizaban por su espalda manteniéndolo pegado a él.

–No desenterremos el pasado–dijo el moreno– solo sigamos adelante.

Se levantó lo suficiente como para besar los suaves labios de Harry.

–Con esto brindo por seguir adelante.

Los brazos de Harry lo apretaron más y Draco suspiró contento.

–Me avisas cuando quieras mas terapias físicas– murmuró Draco somnoliento mientras que acomodaba su cabeza en el pecho de Harry.

–Puedo ver que voy a necesitar bastante terapia física.

Draco lo abrazó acercándolo más y sonrió. Había bastante de Slytherin bajo todo ese Gryffindor.

Fin

Notas finales:

Notas de la autora: Esta ha sido una loca experiencia. Cuando comencé a escribir un lindo fic Albus/Scorpius no esperaba que creciera en una doble saga y terminara con más de 72,000 palabras, pero ¡ha sido divertido! Muchas gracias a Esby, mi beta y a ravenqueen55 en mi LJ por exigirme la porción Harry/Draco de este fic. Besos a todos mis lectores y a todo aquel que me dejo sus comentarios. ¡miles de besos!
Cheryl

Nota de la traductora:Bueno yo amo esta historia y fue un placer para mi traducirla, a pesar de que demoré mucho de un capitulo a otro!! Jejeje Estoy muy contenta de que tantas personas hayan disfrutado de este fic, Cheryl es una gran autora y créanme que mientras ella suba fics, yo mas que contenta los traduciré. Muchas gracias a todas por sus reviews! Disculpen a las que aún no les he respondido…Todo a sido muy divertido, Mil millones de Gracias a mis queridas Sirem y Nande por betearme estas historias, nenas son lo máximo!!
Nos vemos en el epilogo y extra del SlyHufflepuff!
Gracias por leer!

Krispy