Los personajes aquí presentados pertenecen a Stephenie Meyer, y su maravillosa saga. La trama obedece al libro PS I love you de Cecelia Ahern. Yo solo me dedico a mezclar la historia, y ver que sale de esto. Ellas son maravillosas. Yo, una simple mortal que ama sus historias.

De nuevo por aquí, trayéndoles un nuevo capítulo de la historia.

Me tardé un buen rato porque, además de que sinceramente no me llegaba la inspiración, también había estado un poco decaída por los acontecimientos que les mencioné el capítulo pasado, en la NOTA IMPORTANTE.

Pero aquí estoy finalmente, y espero que le den el visto bueno. Haha.


Para Bella, había sido una semana de locos. O más bien, como una pesadilla., y aunque estuvo presente todo el tiempo, sentía como que había sido irreal. Rogaba con todo su corazón que sólo hubiera sido un mal, muy mal sueño, y que cuando despertara Edward estuviera a su lado, riéndose de todo lo que sea que hubiera dicho dormida. No le importaría que se burlara, no le importaría que incluso le contara a Emmett y este se carcajeara de sus locuras hasta hacerla enrojecer más que un tomate. Lo que deseaba era que todo fuera un sueño. Sólo eso.

O siendo un poco más realista, ya que Edward estaba... Ya que no estaba con ella de manera física, por lo menos que sus cartas, especialmente la última hubiera sido un invento malévolo de su subconsciente. Que fuera algo así como que su mente estaba tan embotada por la pérdida, que tarde o temprano tenía que explotar, liberando unas alucinaciones muy reales acerca de sus peores temores. Había personas que le tenían fobia a las hormigas, y a veces se imaginaban rodeados de cientos y miles de esos pequeños insectos. A ella le aterraba enfrentarse de nuevo a su máxima humillación, y tal vez su cerebro le había hecho imaginar todo ese asunto de volver a cantar en el karaoke.

-Si, eso es -susurró con una sonrisa en los labios-. Esto no ha pasado. Voy a abrir los ojos y estaré en mi recámara. Alice ya habrá preparado el desayuno y me pedirá que me arregle para ir de compras. Yo me negaré, pero entonces hará su pucherito y me convencerá. Sí, eso es todo lo que pasará el día de hoy.

Primero abrió un ojo para asegurarse de que todo estuviera bien. Estaba en su habitación, y una pálida luz entraba a través de la ventana. Abrió el otro ojo y lentamente se incorporó en la cama. Su habitación estaba como siempre, nada fuera de lugar. Escuchó movimiento en la cocina, a su hermana tarareando alegremente y un delicioso olor a panqueques llegó a su nariz, provocando una llamada de atención de su estómago. "Tengo hambre" parecía decirle.

Se puso de pie, y sigilosamente salió de su habitación, dirigiéndose a la cocina. Ahí vio a Alice de espaldas a ella, ocupada en la estufa, y tarareando y moviéndose al ritmo de una canción que le resultaba vagamente familiar. En la barra estaba un platón con los dorados y deliciosos panqueques, un plato con fruta cortada y una jarra con leche. Hasta ahora todo parecía normal. Justo como ella lo había dicho en la cama. Sonrió y se aclaró la garganta. Alice se giró para verla y sonrió aún más.

.-Buenos días, dormilona. ¿Descansaste bien? Hoy será un día muy ajetreado.

Por supuesto, las compras siempre eran algo pesadas.

-Buenos días Alice. ¿A qué se debe el milagro de que te hayas levantado temprano para preparar el desayuno?

-A que hoy mi hermanita necesita desayunar muy bien, porque aún faltan detalles para tu presentación en la noche.

Bella palideció. ¡Demonios! ¡Era verdad! Todo ese asunto de la carta y el karaoke era verdad.

-¿De verdad tengo que ir? -su cara adquirió un gesto contrito, de dolor. Su hermana, inmisericorde, rodó los ojos y suspiró.

-Bella, lo hemos estado hablando estos días. Edward te dejó una carta en donde te pedía que cantaras en un karaoke, y tú accediste a ello. Hemos estado practicando esta semana, y hoy en la noche lo harás muy bien.

-Entonces, ¿tengo que ir, verdad? -Bella parecía ida.

-Si, Bella. Tienes que ir -Alice terminó de cocer el panqueque que quedaba y se sentó a desayunar con su hermana. Le divertía el gesto de Bella, como si ese día fuera el último de su vida. Parecía una presa condenada a muerte. Se mordió el labio para evitar reírse de ella y cuando no pudo más, comió fruta. Para Bella ese asunto era como estar en un reality show, uno de esos donde te exponen a tus peores miedos. Si tenía que hacerlo, sólo esperaba no morir en el intento. O por lo menos, no caerse en el escenario, volver a Urgencias y ser nuevamente la sensación de internet.


El día pasó por fin, y Bella se alegró, puesto que entre más rápido se llegara la noche, más rápido terminaría con todo eso y podría seguir viviendo tranquila. A menos que en la siguiente carta Edward le pidiera que saltara de un bungee o un paracaídas, o quisiera que fuera a nadar con pirañas y cocodrilos a Sudamérica. En eso sí que no cedería no un ápice. No.

Alice la había hecho ensayar una y otra vez, diciéndole que entre más ensayara más segura se sentiría en el escenario. Luego llegó el momento de alistarse. Alice rebuscó en su armario algo que Bella pudiera utilizar en esa importante noche, pero desdeñó todo considerándolo o demasiado formal o demasiado informal para cantar en el karaoke.

-Alice, Edward dijo que me pusiera algo de lo que me habías llevado a comprar.

-Pero si Edward me hubiera dicho exactamente para qué quería que compraras ropa, no estaríamos en este apuro -argumentó dando vueltas por la habitación y con los inquietos dedos tamborileando.

-Da igual lo que me ponga, Alice. Unos vaqueros y una playera bastarán.

-¡No! -Alice paró su marcha y la miró seriamente, como si la regañara-. Eso si que no -cerró los ojos un momento, y los volvió a abrir, con una sonrisa de suficiencia-. Te doy una hora para que hagas lo que quiera. Voy a salir, y cuando regrese necesito que ya te hayas duchado y lista para vestirte, ¿ok?

-Si mamá -Bella rodó los ojos-. ¿Pero a donde vas? -preguntó mientras su hermana salía corriendo con bolsa en mano.

-¡Voy a conseguirte algo perfecto para la ocasión! -le gritó desde la puerta.

Bella aprovechó entonces para dar rienda suelta a sus nervios. Vomitó, lloró, culpó a Edward por sus desgracias mirando al piano, encontró una bolsa de bombones con chocolate en la despensa y se los comió para calmarse un poco, pero cuando se fijo en la fecha de caducidad resultó que tenían más de un año sin servir, así que visitó de nuevo el baño para devolverlos. Se lavó los dientes a conciencia y por último se metió a bañar. Justo acababa de salir enfundada en la bata de baño de Edward y se había cepillado el cabello cuando Alice volvió sólo con un par de bolsas del centro comercial. Un récord para su hermana.

-Ay Bella, apenas tenemos tiempo -le tendió tres vestidos, uno azul marino con detalles plateados, un negro con blanco y uno morado con negro-. Necesito que te los pruebes, a ver cuál se te ve mejor.

Se probó los primeros dos. Le gustaron bastante y se le veían muy bien, pero eran demasiado cortos.

-No me sentiré a gusto con ellos. Tal vez me los ponga después.

-Yo me encargaré de ello, cariño -aseguró Alice, y le pasó el tercer vestido.

Bella se lo puso y al verse en el espejo, decidió que era ese. Tenía un escote apropiado y con tirantes anchos en los hombros que iban muy bien. Le llegaba hasta la rodilla, lo cual la hizo sentir segura, puesto que no era muy amante de vestirse con faldas y menos cortas. El color oscuro del morado y el negro realzaba muy bien su color pálido de piel. Se veía hermosa. Una pequeña sonrisa asomó a sus labios. Y antes de que hablara, Alice la interrumpió.

-Definitivamente ese es tu vestido, Bella. De ninguna manera aceptaré un no.

-No iba a hacerlo. Me gusta.

Tan solo agregaron un par de balerinas, un poco de maquillaje y un sencillo peinado, y Bella estaba lista para cantar. Alice se arregló rápidamente, y partieron al karaoke, donde ya las esperaban Rosalie y Emmett, y Carlisle y Esme. Se saludaron y entraron a tomar una de las mesas más cercanas al escenario, y por si las dudas, al sanitario. No querían correr riesgos.

Todos se comportaron muy cordiales con Bella, sin hacerla sentir mal por lo que estaba a punto de hacer. Era casi como si hubieran acudido a ver a alguien más. Incluso Emmett, quien la había estado amedrentando con ello los días pasados, ni siquiera hizo un comentario para avergonzarla, sino que la halagó por lo bonita que se veía y se puso a divertirlos contando anécdotas de su oficina hasta que el concurso comenzó.

Emmett estaba contando como en una reunión, uno de sus compañeros iba a exponer un vídeo acerca de un nuevo proyecto, pero sin querer se había equivocado de archivo y en vez del video de la presentación, se proyectó en la sala de juntas un vídeo "no apto para niños" muy interesante y creativo. Con este comentario se ganó una leve reprimenda por parte de Esme, y carcajadas de los demás presentes. Alice recibió una llamada al móvil y salió a contestar, mientras que los demás seguían riendo con las ocurrencias de Emmett. Entonces la música terminó y alguien llamó la atención de todos hacia el escenario.

-Buena noches a todos -saludó el chico rubio que sostenía el micrófono, un hombre joven, alto y delgado, pero musculoso, con un leve acento sureño. Era muy atractivo-. Estamos de nuevo aquí, como cada martes, para escuchar a las que pueden ser las nuevas promesas de la música -paró un momento mientras los asistentes aplaudí noche tendremos cinco participantes: Isabella... perdón, Bella Cullen, Frank Kennedy, Jennifer Martínez, Jessica Stanley y Tyler C. La primera persona que pasará es... -Bella comenzó a temblar y cerró los ojos. Su nombre era el primero en la lista, así que iba a ser la primera. Su cabeza comenzó a dar vueltas. Entonces, sintió que una mano tomó una de las suyas, dándole un suave apretón. Abrió los ojos y vio a que la mano era de Carlisle, quien le sonreía, infundiéndole ánimos, al igual que Esme. Se sintió un poco más tranquila, y miró de nuevo al escenario. Jacob, el dueño del lugar le estaba diciendo algo al muchacho del micrófono, quien asintió y volvió a tomar la palabra-. Lo siento, problemas técnicos. La primera persona que pasara es Frank, quien interpretará "Come flight with me". Recibámoslo con un aplauso.

Bella no supo más. Soltó la mano de Carlisle y corrió a encerrarse al sanitario. Estaba sufriendo un ataque de pánico peor que el de la tarde. Sentía que estaba sudando, pero a la vez se sentía helada. No paraba de temblar y las lágrimas asomaron a sus ojos. No podría hacerlo. No podría. No.

-Lo siento, Edward. Pero no soy tan fuerte -susurró, abrazándose a sí misma.

La puerta del sanitario se abrió, y alcanzó a escuchar que el cantante y el público coreaban el estribillo de la canción.

-¿Bella? -la voz de Rosalie sonaba preocupada. Sollozó, delatándose. Por debajo de la puerta, vio los zapatos rojos de su cuñada-. Bella, necesito que salgas de ahí. Tengo que decirte algo.

-Lo puedes decir. Te estoy escuchando.

-Bella, nadie te está obligando a hacer esto. Si crees que de verdad no puedes hacerlo, no lo hagas entonces.

-No lo haré Rosalie. No puedo -otro sollozo-. Es demasiado para mí.

-Está bien, no lo hagas.

-Pero Edward me lo pidió. Si sabía que no quería, ¿por qué lo hizo? -sollozo de nuevo. Rosalie le pasó un pañuelo desechable por debajo de la puerta-. Gracias.

-Edward sabía que te aterraba, pero te dejó escrito que lo hicieras para que de esta forma pudieras afrontarlo, y te sorprendieras a ti misma de lo valiente que eres.

-Yo no soy valiente, Rose.

-Claro que lo eres, cariño. No muchas personas son capaces de sobrevivir lo que tu has pasado. Perder a alguien tan importante, tan querido, y decidir seguir viviendo es muy valiente Bella. Yo no hubiera podido, y sin embargo, tú lo estás haciendo muy bien.

-No es cierto. Doy pena.

-Bella, de verdad. ¿Quieres una prueba? Estás viva. Decidiste seguir viviendo. Si a mí me pasara, si llegara a perder a Emmett, creo que lo seguiría lo antes posible.

-¡Rosalie!

-¿Ves? Es por eso que te lo digo. Tú eres la persona más valiente que he conocido, al igual que Charlie. Así que hazlo Bella. Canta. ¿En qué se compara estar menos de cinco minutos en el escenario a perder al amor de tu vida? En nada. Si pudiste sobrevivir a lo último, cantar lo puedes hacer hasta sonriendo. Y más porque él te lo pidió.

Bella meditó las palabras de Rosalie. Tenía razón. Si ya había sufrido lo más terrible, ¿qué importaban cinco minutos de vergüenza?

La puerta del retrete se abrió y Rosalie la recibió con un abrazo.

-Lo haré. Por Edward y por mí.

-Está bien. Pero vamos a limpiarte rápido, porque creo que ya es tu turno -con otro pañuelo desechable le quitó pequeños restos de rímel de debajo de los ojos, y las huellas de lágrimas de las mejillas. Salieron de baño, y el chico anunciaba su nombre-. Lo harás bien -le susurró Rosalie antes de dirigirse a la mesa. Carlisle y Esme, le asintieron; Emmett elevó los pulgares y tenía una gran sonrisa, como Alice, quien también palmoteaba emocionada.

Con más seguridad, Bella caminó al escenario, saludó con una tímida sonrisa al chico rubio y tomó el micrófono. El muchacho le susurró un "suerte" antes de retirarse y dejarla sola ahí. Se aclaró la garganta mientras veía como su familia seguía infundiéndole ánimos y a un paso del escenario, a Jacob sonriéndole.

-Bien, esta noche estoy aquí por petición de mi esposo, que me pidió cantarle una linda canción. Así que, Edward, aquí está -su voz se escuchó temblorosa, así que antes de comenzar a cantar, se aclaró una vez más la garganta. Y la pista empezó.

I just want to see you
when you're all alone
I just want to catch you if I can
I just want to be there
When the morning light explodes
On your face it radiates
I can't escape
I love you 'til the end

I just want to tell you nothing
You don't want to hear
All I want is for you to say
Why don't you just take me
Where I've never been before
I know you want to hear me
Catch my breath
I love you 'til the end
I love you 'til the end

I love you 'til the end
I love you 'til the end

I just want to be there
When we're caught in the rain
I just want to see you laugh not cry
I just want to feel you
When the night puts on it's cloak
I'm lost for words don't tell me
Cause all I can say
I love you 'til the end

I love you 'til the end
I love you 'til the end
I love you 'til the end
All I can say
I love you 'til the end
I love you 'til the end
I love you til the end
Cause all I can say
I love you 'til the end
I love you 'til the end
I love you 'til the end

Terminó de cantar y se secó las lágrimas con el dorso de la mano. Sintió una inusitada calidez en el pecho que la hizo sonreír.

El público le aplaudió bastante, pero más que nadie, su familia. Emmett, silbando y aplaudiendo en el aire, y a Alice ni se le veían las manos. Le entregó el micrófono al chico y bajó del escenario. Por fin su pesadilla había terminado y ahora se sentía aliviada. Se rió de sí misma por todo lo que había hecho para evitar ese momento. Se burló de todo el terror que había tenido y le agradeció a Edward la oportunidad que le había dado.

Al llegar a la mesa, vio que tenían los ojos húmedos, hasta Emmett. Pero no dijo nada.

-¡Felicidades Bella! -la abrazó Alice.

-Lo hiciste muy bien, cariño -le dijo Esme.

-¡Estuviste de maravilla, hermanita! -exclamó Emmett.

-Gracias, gracias.

Bella pidió una cerveza y siguieron disfrutando el espectáculo. Los otros participantes no cantaron mal, por excepción de Jessica, quien había creído que podría ser la Susan Boyle americana, más joven y bonita, pero sin la voz de la británica. No queriendo ser grosera, pero a Bella le dio pena ajena como cantó "I dreamt a dream", y si al final le aplaudieron, fue por pura cortesía.

Lo que más le llamó la atención, es que su hermana no perdía de vista al chico del escenario. Lo miraba incansablemente, casi sin parpadear. Contestaba con gesto ausente a los comentarios que se suscitaban en la mesa, pero no dejaba de verlo. El último chico terminó y el amor platónico de Alice tomó el micrófono.

-Bien, gracias a los participantes que tuvieron el valor de pararse aquí, especialmente la señorita Stanley, ¿no es cierto? -casi nadie pudo evitar soltar una risita-. Hemos disfrutado de cinco buenas canciones, y ahora les pedimos que voten por la mejor actuación. Dentro de una hora anunciaremos al ganador o ganadora.

La música siguió, y las pláticas se reanudaron. Alice se disculpó y se fue a la barra, donde se encontró con el chico y al parecer de Bella, simpatizaron lo suficiente, puesto que el chico le invitó una bebida, y se sentaron, platicaron y se rieron. Nunca había visto a su hermana así de emocionada. De pronto, se sintió algo fuera de lugar ahí en la mesa. Rosalie y Emmett estaban en su burbuja privada, y Esme y Carlisle, aunque un poco más recatados que sus "niños", estaban igualmente juntos, Carlisle pasándole un brazo por los hombros y Esme riendo alegremente.

-Me siento tan vieja aquí, amor.

-Pero eres de las más bellas, cielo.

Estaba a punto de salir corriendo de ahí cuando alguien le tocó el hombro.

-¡Felicidades! -exclamó una voz conocida. Levantó la mirada para mirar a Jacob, quien le sonreía.

-Gracias. La verdad estaba muy nerviosa....

-Pero lo hiciste bien. Muy bien -Bella lo presentó con sus suegros y le indicó que se sentara-. Por cierto, ¿fue tu esposo quien te anotó?

-Si -asintió con pesar.

-¿Y dónde está él? ¿No le molestara que esté aquí contigo?

-Edward seguramente está por ahí -sonrió pero sin estar alegre-. Y no, no creo que le moleste que estés aquí. De hecho, es mejor que estés aquí. Te debo una disculpa.

-¿Disculpa? -se extrañó Jacob-. ¿De qué, si se puede saber?

-Las veces pasadas en las que hemos coincidido, no te he tratado muy bien que digamos. Lo siento.

-Ah, no hay problema. Yo ni siquiera había pensado en ello -Jacob le restó importancia con un gesto y Bella se sintió un poco más aliviada-. ¿Quieres una bebida o algo? La casa invita.

-Oh, no. Así estoy bien. Con una cerveza es más que suficiente. Además, por lo visto -señaló con la vista a su hermana ahora cerca del escenario, aún con el chico, y con la cuarta bebida que le había visto tomar- tendré que ser la conductora responsable.

-Así que ella es tu hermana, ¿eh? Tiene muy acaparado a mi mano derecha.

-¿Cómo se llama? -Bella quería saber más acerca de ese enigmático chico que había prendado a Alice.

-Es Jasper Withlock, mi socio. Si notaste su acento, es de Texas -la mirada que le dirigía Bella le indicaba que quería saber más que eso-. Bien, actuaré como su madre -se rio y adoptó un tono de voz más agudo-. Jasper es un muy buen muchacho, trabaja, no fuma, toma de vez en cuando, y no es de esos que andan de flor en flor -Bella se rio y Jacob la secundó-. Ya enserio, te aseguro que es un buen muchacho. Lo conozco desde hace años, y créeme, nunca lo había visto así de simpático con una chica, menos al primer día de haberse conocido. Tu hermana debe haberle causado una muy buena impresión.

-Él a ella también. No dejó de observarlo atentamente todo el rato. Supongo que algo irá a pasar entre ellos.

-Apuesto a que sí -asintió y miró el reloj-. Bueno Bella, tengo que ir a anunciar al ganador -sonrió maliciosamente y se acercó a susurrarle al oído-. ¿Quieres sobornarme para que te anuncie ganadora? Te digo que puedo ser no muy honesto.

Bella rio de nuevo.

-En ese caso, podría sobornarte pero para que no me dejes ganar. No quiero subir de nuevo a un escenario.

-Pero si lo hiciste muy bien -Jacob pareció extrañado del comentario de su interlocutora.

-No. Eso fue por Edward. Ya cumplí mi parte del trato y ya no habrá más.

-Mmm. Está bien. Aceptó un soborno para quitar tu nombre de la lista. ¿Qué me darás?

-¿Te invitó una bebida? - Bella se mordió el labio para no reír, pero Jacob se carcajeó y ella no pudo evitarlo.

-Eso es jugar sucio. Pero lo haré, y ya veremos después qué te cobro, ¿ok?

-Ok.

Jacob se puso de pie y subió al escenario. Jasper y Alice se acercaron a la mesa.

-Hey, todos, él es Jasper -Alice comenzó las presentaciones-. Jasper, él es Emmett, Rosalie, Esme y Carlisle, y mi hermana Bella.

Lo saludaron y él a su vez.

-Es un placer conocerlos. Espero que ganes Bella. Por lo menos a mí me gustó tu participación.

-¿Verdad que sí hermano? -Emmett de inmediato lo trató con familiaridad. Había hablado bien de su hermanita, y hacía feliz a la otra, así que se merecía entrada directa a la familia-. Así se habla en esta mesa.

Jasper asintió, sorprendido por la familiaridad, pero de inmediato se integró. Emmett le bromeaba y, consciente o no, le pasó un brazo por los hombros a Alice. Esta no cabía en sí misma de felicidad. Bella tomó nota mental de preguntarle a Alice en cuanto tuviera oportunidad.

Jacob anunció a los ganadores, y fiel a su palabra y honestidad corrompida, declaró ganadora a Jennifer, quien había cantado "Why can't I?". Bella recibió palabras de consuelo por haber perdido, pero lo cierto es que estaba feliz. Había cantado una vez, venciendo su peor miedo, y así quería dejarlo, por la paz.

Un momento después Alice y Jasper se retiraron del lugar para seguir la fiesta en otro lado, así que Bella se quedó con el auto y decidió irse también. Se despidió de Rose y Emmett, y junto con ella se marcharon también Carlisle y Esme. A lo lejos vio a Jacob, y sólo alcanzó a hacerle un gesto de despedida con la mano. Él lo respondió.

En el auto puso música y cantó en todo el trayecto a su casa. Se sentía extraña, pero esa noche había sido una de las más alegres desde que... Intentó no pensar en ello y siguió cantando. Al llegar, se dirigió al piano, y como por costumbre, se puso a hablarle a Edward, pero ya no con pesar, sino feliz.

-Edward, no sabes lo bien que me sentí al terminar la canción. Espero que te haya gustado.

-Claro que me gustó, Bella. ¿Pero sabes qué fue lo qué mas me gustó?

-Dime.

-La sonrisa que tenías en el rostro. Hacía tiempo que quería verte sonreír así.

-Lo sé. A mí me extrañó.

-Ya no quiero verte triste, amor.

-Pero es que ya no te tengo, Edward.

-Bella, Bella... ¿Qué te dije en la carta? Yo sigo ahí contigo. De hecho, te abracé cuando terminaste la canción. ¿Lo sentiste?

-Por supuesto.

-Ahora cariño, ve a descansar.

Bella lo obedeció. Se sentía agotada, pero feliz.

Se quitó el vestido y se puso la piyama. Luego se acostó, y se puso a pensar. Sin que ella lo pidiera, a sus pensamientos acudió el rostro de Jacob. Sin duda, gracias a él es que pudo terminar la velada sin llorar, como tenía previsto. Le había caído muy bien, y era una de las pocas personas que la había hecho reír últimamente. Tendría que pagarle el soborno después, aunque confiaba en que se le olvidara. Entonces cayó en la conclusión. Ella no debía pensar en ningún hombre. Edward era el amor de su vida, y no quería sustituirlo. No. No. Debía dejar de pensar en Jacob. Era sólo un chico amable que la había hecho sentir muy bien esa noche. En su corazón siempre reinaría Edward.

Se durmió pensando en Edward, en las veces que se quedaba dormida en sus brazos cuando la noche era agradable y salían al balcón a observar la luna, en las veces en las que cuando estaba triste o decaída él le decía las palabras exactas para hacerla sonreír y sentirse la persona más feliz de la tierra, en las veces en que acostados urdían planes para hacer pagar a Emmett por las bromas que le hubiera hecho en el día., en las veces... En todas las veces que el recuerdo merecía un suspiro de su parte.

Finalmente se durmió, pero no fue con Edward con quien soñó, sino con Jacob, quien en el sueño, la hacía reír de nuevo, una y otra vez.


Sí, digamos que no soy muy fan de Jacob, así que me costó bastante trabajo escribir esto. Pero tenía que hacerlo. Además lo compensa el que haya salido Jasper. ¡Yaay! Además, como que no fui muy imaginativa con la canción, así que si tienen sugerencias para otra canción, pueden dejarmela en un review y la cambio.

Les mando un saludo, y los invito a pasar por la historia que comencé a escribir con otra escritora de aquí, -Steph-Midnight-

Se llama "El tutor". Aquí el link (sin espacios).

http : //www . fanfiction . net/s/5030310/1/

Nos vemos pronto.

Addio.