Los personajes y TOOOdo el universo de Harry Potter es original de J.K. Rowling, por supuesto.
Es una historia Draco-Harry, con la participación especial de Blaise Zabini. Estaba escrito en mi carpeta de 'Varios', y como estoy atrasadísima en mis otras historias y cargadísima de trabajo en mi vida de todos los días, se los ofrezco como un 'lemon drop'...mientras tanto...
D.L.
Advierto, es una historia con relaciones homosexuales, si no es de su agrado, por favor, NO sigan leyendo.
Los Slytherins tienen sentimientos
-¡Harry, por aquí!- Hermione Granger hizo señas a Harry Potter-Malfoy, desde una mesa para dos, al fondo del restaurante. Él sonrió y se apresuró a llegar hasta allí, le besó la mejilla y se sentó.
-¿Hace mucho que llegaste? Perdón por la tardanza pero Blaise está ayudándome con el proyecto del Hogar y, justo me llamó…
-¿Zabini? ¿No estaba en Italia, no se fue después de la gala, hace un par de meses?
-No, estaba recién llegado en la gala…después te cuento más. Ahora, ¿vas a contarme o no?
-Sí, pero primero vamos a comer, Draco dice que te alimentas mal…
-¡Draco no puede hablar, hay días que no almuerza!…aunque, tienes razón, ¿qué pedimos?
CCCC
Hablaron de un montón de cosas, en apenas media hora, hasta que Hermione se quedó en silencio, miró a su amigo y anunció. –Voy a casarme con Charlie, Harry.
-¡Ay Hermione!- Se levantó de la silla y abrazó a su amiga. -¡Cuánto me alegro! ¡Por fin, ya era hora!- Y en verdad, estaba más que feliz por ellos. Merecían ser felices. Además, él era tan feliz con Draco que quería que sus amigos tuvieran lo mismo.
Después de un largo rato de risas y charla, Hermione preguntó. -¿Cómo están las cosas con Draco?
Harry suspiró. –Muy bien, realmente, muy bien…Estoy pensando en…estoy pensando en renunciar a San Mungo y dedicarme sólo a la Fundación, sobre todo ahora que tenemos el gran proyecto del Hogar...
Ella lo estudió un rato, había algo que no le estaba contando, había algo más…
-¿Estás seguro?
Él sonrió. –Casi...Hermione, ¿qué sabes del Ritual del Heredero?- La cara de la joven se transformó, sacudió cabeza y respondió en voz muy baja.
-¿De dónde sacaste esa información, Harry?... Ah, cierto, eres un Malfoy por matrimonio y tienes a un Zabini por amigo…
-¿Qué insinúas, Hermione? Draco no sabe que yo sé que existe esa posibilidad, y Blaise…casi le da un ataque cuando se le escapó el tema-. Él le tomó la mano por sobre la mesa. –Hermione, ni en todo mi entrenamiento como Sanador ni en el ejercicio de la profesión, nunca escuché nada al respecto. Recurrí a ti porque eres mi amiga, pero si tú no me ayudas buscaré a alguien que lo haga.
Hermione se quedó estupefacta, mirándolo fijamente. Hablaba en serio, y, al parecer, estaba decidido a hacerlo.
-¿Estás loco, Harry? Ven, vámonos de aquí, no es algo que podamos hablar en un lugar público. Vamos a mi casa, estaremos solos porque Charlie se quedará en la Madriguera todo el día.
No hablaron hasta que estuvieron sentados en el living de la casa de de Hermione, cada uno con una taza de té.
-Harry...- Comenzó ella. –...El Ritual del Heredero es magia negra…- Él quiso interrumpir pero ella no lo dejó. –Lo conocí en mi preparación como Inefable. La primera versión se ha perdido, y la segunda terminó con la muerte del Conde Zabini, después de que Regulus Black robara el Libro de los Rituales de Voldemort.
-¡Regulus Black! ¿Qué tiene que ver el hermano de Sirius con el padre de Blaise?
Hermione lo miró extrañada. -¿Cómo? ¿No te dijo Blaise quién es su otro padre?- Harry negó con la cabeza. –Ahora voy a tener que contarte toda la historia-. Suspiró, cansada. –Prométeme que guardarás el secreto, Harry.
-Lo prometo, Hermione. Sigue, por favor.
-Bien. El matrimonio Zabini fue un matrimonio arreglado, estaban juntos sólo en apariencia. El Conde Zabini, en verdad, tenía un amante, Regulus Black. La relación era secreta, nadie la conocía. Eran dos hombres jóvenes que se amaban, herederos de dos familias poderosas. Regulus se sometió al mandato paterno y se alió con los Mortífagos. Allí, supo que Voldemort tenía fascinación con la idea de vivir para siempre, y que tenía una selección de libros antiquísimos, con rituales para prolongar la vida. Con la idea de congraciarse con él, comenzó a investigar el tema; así llegó a ese Ritual milenario que, supuestamente, permitiría que un mago varón concibiera. No era lo que buscaba para su líder, pero sí era algo que quería para su relación con Massimo Zabini. Lo convenció de que era la solución para el problema del heredero, así no estaría obligado a dejar embarazada a la Condesa. Realizaron el Ritual, y cuando Regulus supo que Massimo esperaba un hijo, quiso salirse de las filas de Voldemort, cosa que él no permitió, y acabó con su vida.
Massimo Zabini dio a luz a Blaise, pero murió una semana más tarde, se cree que fue el precio de la magia oscura; su esposa enloqueció al enterarse de la verdad y se suicidó, envenenándose.
A Blaise lo crió su abuela paterna, en Italia, luego lo trajo a Inglaterra para enviarlo a Hogwarts, el colegio de sus padres. Él es el único heredero de ambas familias.
Harry inspiró profundamente. –Pero, si Voldemort no hubiese asesinado a Regulus, seguiría con vida. En verdad, el Ritual no tiene por qué terminar con nadie muerto…
-¡Harry! ¿Escuchaste lo que dije? Massimo murió una semana después de dar a luz, la magia negra funciona así...
-¿Quién dice que la Condesa no lo envenenó o algo por el estilo? ¿Por qué asumen que fue una consecuencia del Ritual?
-Porque así sucede con Rituales como ese…- Hermione se mordió un labio…el juramento de Inefable la golpeó con fuerza. No podía revelar más. Sin embargo, continuó para apaciguarlo. –Habla con Draco. Seguramente él podrá explicarte más sobre el tema. No es simple, Harry. Después de la ceremonia, Massimo debió tomar una cantidad enorme de pociones distintas por la mañana y por la noche, y someterse a largas sesiones de dolorososísima estasis mágica en los últimos tres meses, para que su magia y la del bebé pudiesen equilibrarse y convivir en su cuerpo. Eso es algo natural en las brujas y sus bebés mágicos, pero en él debió ser creado artificialmente. Debió haber sido una tortura…
-No. No sería una tortura si después pudiese abrazar a un hijo de Draco y mío, Hermione. Soportaría mucho más…
-No, Harry. Habla con Draco, no dejes que la idea crezca en ti, discute el asunto con él. Prométemelo. Vamos, Harry, promételo.
-Está bien. Lo prometo.
CCCCCVVC
Molly Weasley recibió una carta lacrada, con un sello imponente. La abrió y la recorrió rápidamente con la vista. El asombro la obligó a sentarse y a releerla con lentitud y cuidado.
'Querida Molly:
Recuerdo con nostalgia el estofado delicioso, el pastel de manzana, el budín de chocolate; y tus cuidados maternales durante los meses de preparación para la batalla de Hogwarts. Si algo me dio ese tiempo en la Orden, y en la casa de la infancia de mi padre, fue la bendición de conocerte y saber en qué consiste el amor de una madre, Molly.
Creo que aprendí a ver más allá de lo que se ve a simple vista, y admiré tu sentido para la organización práctica y tu honestidad cabal. Por eso, cuando mis abogados me pidieron que nombre a un Auditor para la Donación que hice a la Fundación de Harry, pensé en ti.
Oficialmente, Molly Prewett-Weasley, te ofrezco el puesto de Directora Auditora del Hogar de Ancianos de la Fundación Potter-Malfoy. Serás mis ojos allí, y además, sé que serás una ayuda invaluable para Harry en el manejo de la Institución.
Por supuesto, tu salario será acorde a tu posición.
Si dudas, déjame decirte que podrás estar cerca de cientos de personas necesitadas de cuidados, y podrás hacer mucho bien. Tus hijos están grandes y pueden compartirte, Molly.
Realmente, me tranquilizaría mucho saber que puedo poner en ese puesto a alguien de mi absoluta confianza y que no estaré forzando a Harry a trabajar junto a una persona desconocida o desagradable para él.
Mañana, a las diez, te espero en mis oficinas en el Callejón Diagon, para firmar el contrato.
Un fuerte abrazo.
Blaise Zabini.'
Ron entró a la Madriguera oscura, después de un día agotador. Un pequeño ruido lo alertó. Había alguien en la cocina. Con la varita en la mano, se acercó sigilosamente. A punto de lanzar un encantamiento iluminador, alguien se le adelantó. -Lumos-. Dijo su madre.
Él se dejó caer en una silla, sacudiendo la cabeza. –Mamá, ¿qué haces en la oscuridad? Podría haber…
-¿Tomamos un té?- Lo interrumpió. –Tenemos que hablar, Ron.
-¿Ahora? ¿No puede esperar hasta mañana?- Molly le alcanzó un pergamino y se dedicó unos momentos a preparar dos tazas de té.
Ron desdobló el papel y leyó. ¿Zabini?...¿Ofreciéndole trabajo a su madre? Cuando terminó, levantó la vista y se encontró con los ojos de Molly.
-¿Qué opinas, hijo?-. Ron no pudo menos que sentirse profundamente orgulloso. Su madre, implacable con la mayoría de las personas, incluyendo sus hijos, le demostraba respeto y una gran confianza en su juicio. -¿Crees que puedo hacerlo? ¿Debería aceptar?
Ron sonrió. -¡Por supuesto que puedes, Mamá! Zabini es un hombre de negocios, no te ofrecería el puesto si no creyese que eres capaz de ocupar el cargo. Además, es un puesto de confianza…¿Qué quieres hacer tú, madre?
-Ampliar mi horizonte…sabes, ni en mis más locas fantasías creí que podría tener semejante oportunidad…
-Entonces…adelante, mamá, tómala-. Pensó un momento. -¿Quieres que te acompañe a la oficina de Zabini, mañana? Puedo pedir el día. Tengo muchísimas horas a favor, Kingsley no hará problemas. ¿Qué te parece? Vamos juntos a ver qué es lo que te propone Zabini...
-Muy bien. Ahora, a dormir, mi pequeño, que se te cierran los ojos…
Yo tengo también muuuchas horas a favor!!!!!!!!!!! ¡Pero mi jefe no es Kingsley, lástima !
El próximo capítulo está apenas esbozado, por eso NO voy a subirlo enseguida...
D.L.