Capitulo 1

"El libro secreto de Bookman"

Orden y silencio era lo único que se podía apreciar en la cafetería del recientemente inaugurado nuevo cuartel general de la orden obscura. Y es que no solamente influía el hecho de que todo el departamento de ciencias estuviera hecho polvo tras la mudanza, si no también que los pocos exorcistas que no estaban en misiones llevaban un par de semanas con los ánimos por el suelo tras la desaparición de Cross.

Allen Walker por supuesto, fue el mas afectado por este hecho, y mientras estaba en la cafetería acompañado por Lenalee y Miranda, prefería concentrarse en comer, que en la platica.

Lenalee sabia que el chico no quería hablar del tema, y es por eso, y por el consejo que le dio Lavi antes de partir a su misión con Bookman, que decidió no presionar a Allen y simplemente acompañarlo.

Sin embargo, el silencio se rompió cuando bruscamente irrumpió el malhumorado Japonés de cabello negro. Después de dirigirse con Jerry buscando su dotación de Soba se vio en la necesidad de compartir la única mesa disponible con dichos exorcistas.

"Che ¿Hasta cuando terminaran de instalar todas las mesas?" preguntaba al aire Kanda mientras tomaba el único lugar disponible del lugar.

"Kanda, regresaste ¿como te fue?" pregunto ingenuamente Lenalee.

"De nuevo fue falsa alarma, solo perdí mi tiempo" dijo mientras minuciosamente preparaba su primer bocado de Soba.

"Y Kroky ¿esta bien?"

"Esta en su cuarto llorando, ese tipo esta loco, se puso así desde que vio a una chica rubia en el tren"

"Eliade" murmuro Allen entre bocados.

"Che" fue lo único que dijo Kanda mientras veía de reojo al chico de cabello blanco. "Moyashi, ¿y a ti que te pasa?" pregunto fingiendo indiferencia.

"¡Me llamo Allen!, y no me pasa nada BaKanda"

Ambos dirigieron se miradas de odio intensas y largas, mientras Lenalee solo sujetaba su cabeza con la manos suplicandoles que se calmaran.

Justo en ese momento entro Bookman a la biblioteca. Su mirada era seria y lucia cansado. Busco un lugar para sentarse pero al igual que Kanda no tuvo suerte. Miranda le hizo señas con la mano para indicarle que ella había terminado de comer y le cedió su asiento.

Bookman asintió con la cabeza y se dirigió a la mesa después de pasar con Jerry quien comenzó a preparar Tè y sushi cuando vio al anciano entrar a la cafetería.

Bookman, formal y serio como siempre, se sentó en el lugar cedido por Miranda y le agradecio. Allen y Kanda seguían en su duelo de miradas y parecían no haber notado la llegada del anciano hasta que Lenalee lo menciono.

"¡Bookman, tu también llegaste de tu misión! ¿como te fue? ¿y Lavi?"

"Esta castigado" dijo con voz seria mientras daba un sorbo a su Tè.

"¿y ahora que hizo?" pregunto Lenalee con cierta frustración.

"Una estupidez como siempre. Aprendiz idiota" dijo el anciano.

En ese momento Allen retiro su mirada del rostro de Kanda y la dirigió a Bookman.

"¿estará castigado mucho tiempo?"

"Si... tiene unos deberes que hacer. Ademas por estúpido pesco un resfriado"

Allen y Lenalee pusieron una expresión de preocupación en su rostro, fue tan evidente que Kanda no pudo evitar refunfuñar uno de sus populares "Che" al verlos.

"¿y podemos ir a verlo?"

"Esta dormido, le di un medicamento, supongo que no despertara hasta mañana"

Después de todo lo que habían vivido juntos, Allen y Lenalee podían hablar entre ellos tan solo con mirarse, y eso fue lo que hicieron, casi al unísono dijeron un energético "Gracias por la comida" y se levantaron para abandonar la cafetería.

Mientras tanto, en la mesa ahora semi-vacia, Kanda le decía a Bookman " Fueron a verlo" y Bookman respondía " lo se".

Allen y Lenalee trataron de caminar lo mas discretamente posible para disimular su destino. En camino se toparon con Reever quien recien habia despertado y se dirigía nuevamente a trabajar en el arca. Se tomaron también con Komui quien por supuesto saludo efusivamente a su hermana pequeña, y finalmente con Chaojii quien conversaba alegremente con sus amigos ahora convertidos en buscadores de la orden.

Finalmente llegaron a la habitación de Lavi. Mientras se encontraban en el antiguó cuartel general la habitación de Bookman y Lavi asimilaba un bunker lleno de periódicos y libros en el cual únicamente sobresalía la estructura de una litera en la que dormían.

Sin embargo, por haberse mudado tan recientemente, esta nueva habitación no estaba tan inundada de papel, y al ser mas grande, podían tener dos camas individuales en lugar de la litera.

La primera en entrar fue Lenalee, quien prácticamente corrió a lado de la cama de Lavi seguida por Allen.

En cuando vio al pelirrojo durmiendo en posición semi-fetal se preocupo.

"A esto llama Bookman un simple resfriado" dijo afligida mientras tocaba la frente del chico. "Esta ardiendo"

"Pero estoy seguro de que Bookman hubiera hecho algo si fuera mas que un simple resfriado, y no lo hubiera dejado solo en primer lugar" dijo Allen observando al chico.

"No le puso compresa de agua fría..."

"Parecía muy molesto con el ¿no crees?

"¿Que habrá pasado?

"No lo se, pero no podemos dejarlo así, voy por hielo, debemos bajar la fiebre" dijo Lenalee después de retirar su mano de la sudorosa frente de Lavi.

"Yo voy, tu quedate con el"

"Esta bien" asintió Lenalee sentandose nuevamente "Allen, por favor no tardes"

"No lo haré" dijo Allen sonriendo a la chica de eterna mirada dulce.

Al salir Allen, Lenalee comenzó a observar con mas detalle a Lavi. Su expresión era totalmente diferente a la que siempre tenia, sus labios estaban pálidos al igual que su rostro, y una enorme ojera se vislumbraba bajo su ojo descubierto. Su cabello, totalmente empapado de sudor descansaba desordenadamente sobre su frente. Nunca lo había visto así y comenzó a sentir un gran hueco formandose en su estomago mientras recordó que una escena similar había ocurrido tiempo atrás, cuando ella era la enferma y el era el que trataba de reconfortarla tomandola de la mano.

Fue hasta entonces que se dio cuenta de que sus manos estaban sujetadas y sus dedos entrelazados " ¿cuando lo sujete?" se preguntaba a ella misma mientras notaba un repentino calor en su propio rostro.

"Bookman... mis ojos... yo no... sacalos" se escucho en la débil voz de Lavi. Estaba teniendo alucinaciones por la fiebre.

Lenalee apretó la mano del chico al escuchar esto, pero el no dejaba de hablar.

"Detenlo Bookman... no veo... me duele"

"Lavi, no pasa nada, todo esta bien" dijo la chica tratando de tranquilizar al febril joven.

"Por favor Bookman" suplico antes soltar la mano de la chica bruscamente y por accidente tirar al suelo un libro que se encontraba a su lado.

"Lavi, tranquilo... " dijo la chica tratando de sujetarlo. Fue entonces cuando vio una lagrima recorriendo la mejilla del chico que se encontraba nuevamente en aparente calma.

"Oh Lavi" sollozo la chica mirando al suelo. Segundos después se encontró a ella misma contemplando el libro que accidentalmente había caído al suelo segundos antes. Comenzó a leer sin levantarlo.

"El primero tenia el don divino de recordar todo, su cerebro era diferente, procesaba todo de manera diferente, y observaba todo de forma diferente. Era un don otorgado para que grabara la historia, y el lo sabia. Su don le dio el deber de convertirse en un hombre libro, una compilación infinita de conocimiento y el fundador de un clan que soportaría esa carga por la eternidad"

Curiosa tras leer ese párrafo Lenalee levanto el libro del suelo. Sin duda era un escrito antiguo realizado a mano con una hermosa caligrafía. La pasta se encontraba desgastada pero aun en buen estado, y la portada no lucia ningún titulo o descripción.

La chica escucho pasos acercarse , y sin saber por que, siguió lo que su instinto le dicto. Guardo el Libro entre sus ropas (era pequeño y delgado) y observo la puerta esperando la llegada del dueño de los pasos.

Lo que nunca espero fue ver a Allen acompañado de Bookman, quien con rostro serio se acerco a ella y dijo tranquilamente.

"No había necesidad de que se preocuparan por este tonto, estará bien, yo iba a traer el hielo al terminar de cenar, será mejor que salgan de aquí o se contagiaran"

"Pero la fiebre"

"Yo me encargo señorita Lena, por favor"

Lenalee se levanto de su lugar a lado de Lavi y le dirigió una mirada triste antes de salir de la habitación acompañada por Allen.

"Es solo un resfriado, para mañana estará mejor, aunque castigado, aun asi pueden visitarlo" fue lo último que se escucho antes de que una enorme puerta de madera separara a Allen y Lenalee de su amigo enfermo.

Ambos por supuesto, tenían cara larga y triste. Caminaron sin rumbo un rato sin decir palabra, hasta que Allen comento " Trate de ser discreto, pero Bookman me atrapo cuando le pedí el hielo a Jerry"

"Nunca había visto a Lavi de esa forma" dijo Lenalee triste. "Y a ti tampoco."

"¿a mi? yo estoy bien, y el, estaba dormido por la medicina que le dio Bookman, mañana estará haciendo bromas bobas como siempre, no te preocupes"

"Esta bien si no quieres compartir lo que pasa conmigo por ahora, solo recuerda que"

"Yo lo se, pero tranquila, no pasa nada"

Sin poder contener las lagrimas un minuto mas, la chica de cabello a la barbilla comenzó a llorar.

"Siempre termino llorando"

"Es por nuestra culpa" dijo Allen con aquella sonrisa que Lenalee calificaba de cruel " pero por favor, detente, si Komui te ve, me matara"

"Tienes razón" respondió la chica entre risas mientras limpiaba su rostro con la manga de su vestido.

"Oi, Moyashi" se escucho la voz de Kanda del otro lado del pasillo.

"¿que quieres Bakanda?" contesto enfadado Allen.

"Komui te necesita en su oficina" dijo el Japonés sin detener su paso.

"Gracias! que amable eres al andar de recadero"

"che" dijo Kanda sin siquiera voltear a ver a Allen.

"No tardo" dijo Allen sin estar seguro de que lo que decía era verdad. Al fin y al cabo con todo lo que había pasado ya no sabia si era considerado amigo o enemigo por algunas personas de la Orden.

Lenalee vio marcharse al chico de pelo blanco y sintió nuevamente como si se abriese un hueco en su estomago. Instintivamente llevo su mano a ese sitio y sintió la pasta dura del libro que hace algunos minutos había "hurtado". Recordó aquel párrafo que tanto le intrigo y se dirigió corriendo a su habitación para leerlo.

Al estar encerrada por fin sintió confianza y saco aquel pequeño libro. La luz entraba aun por la ventana y parecían faltar horas antes del anochecer. La chica decidió comenzar a leer desde donde se quedo.

"Aquel hombre comenzó a enseñar a otros hombres su profesión. Viajo por el mundo y aprendió diferentes artes, costumbres, ciencias y filosofías. Comenzó a tener seguidores que lo describían como un sabio de enorme poder. Sin embargo pasaba mucho tiempo enfermo debido a su don. En varias ocasiones perdió el conocimiento frente a multitudes, y en otras simplemente no podía abandonar la cama por el dolor que lo asediaba. Sin embargo su viaje nunca termino, y la cantidad de seguidores nunca disminuyo."

"Después de un tiempo, acostumbrado a sus dolencias, decidió tener familia para transmitir su don a un sucesor. Fueron muchos sus intentos, con muchas mujeres diferentes, pero los principios de Eugenecia que había aprendido parecían no funcionar, todos los niños nacieron con ojos y cerebros normales, no había nadie que pudiera ser su sucesor."

"Resignado a que todo el conocimiento que había recolectado se perdería, aquel hombre continuo viajando por el mundo.Poco a poco sus dolencias fueron disminuyendo y el se sintió en libertad de disfrutar aprendiendo mas y mas, hasta que un día se encontró con un muchacho de alrededor de 17 años de edad. El chico era conocido en su pueblo por ser muy inteligente y por su buena memoria. Atraído por el rumor, aquel hombre hizo todo lo posible por conocerlo.

Una vez que lo tuvo enfrente, su sorpresa fue mayúscula al percibir que aquel chico, tenia un ojo como los de el.

Aquel hombre y aquel chico comenzaron a viajar juntos, el joven aprendía del mayor todo lo posible, juntos decidieron que su deber en la vida seria el de grabar la historia perdida de la humanidad, ver todo de forma objetiva y ser como un libro. El hombre mayor y el joven comenzaron a llamarse a si mismos Bookmen, olvidaron sus nombres reales y viajaron por el mundo como fantasmas o sombras."

"Un día el hombre mayor perdió la vista, pero en sus últimos segundos de luz vio una revelación, esos ojos regresarían a la tierra para seguir con esa misión divina, y hasta entonces cada generación presentaría a un poseedor de una pequeña porción de ese don. Y fue en ese momento que el hombre mayor se dio cuenta de que su misión debía pasar de generación en generación, primeramente para encontrar a aquel con el don e inculcarle la profesión oculta de los Bookmen.

Cuando ese hombre murió, su sucesor comenzó a viajar por el mundo para agrandar cada vez mas y mas conocimientos. De los documentos que dejo su antecesor se hizo una pequeña biblioteca oculta, a la cual el mismo agrego varios volúmenes mas. Cada generación, tal como el primer bookman vio en su visión, tenia a una persona con el don, sin embargo cada vez el don era menor, y tanto la memoria fotográfica como la vista especial eran cada vez mas débiles, es por eso que se comenzaron a usar elementos externos para ayudar a dicha memoria y dicha vista."

"Pintura obscura alrededor de los ojos para permitir observar en lugares muy luminosos, elementos medicinales para agudizar la memoria. Estrictos itinerarios para escribir lo que atestiguaban, exhaustivos ejercicios mentales y horas de estudio sin fin para conservar los conocimientos de antiguas generaciones, y estrictas reglas para mantener en secreto la existencia de nuestro clan.

Mi nombre no importa, lo importante es que soy el Bookman número 25, y he realizado una investigación especial sobre los ojos del Bookman original y sus diferentes habilidades..."

Lenalee dejo de leer en el momento en el que se dio cuenta de que estaba leyendo uno de los escritos secretos del clan de los bookman. "Si alguien se entera estaré en muy serios problemas" pensó.

"Los ojos del bookman" pensó intrigada. Cerro el libro que sostenía entre sus manos y se levanto de la silla en la que se encontraba sentada.

Pensativa por un momento dudo el tener la fuerza necesaria para matar su curiosidad y no seguir leyendo. Pero su duda se disipo cuando no pudo contenerse mas y abrió nuevamente el libro en una de sus hojas finales.

"El niño tiene los ojos de bookman. Apenas con 5 años habla, escribe y lee en 8 diferentes idiomas, conoce la geografía exacta del mundo y reconoce a cada una de las 5,000 ovejas que posee su padre. Ademas sufre de ataques que lo dejan inconsciente por días y sus padres creen que esta muriendo"

Leyó la chica sintiendo adrenalina corriendo por sus venas. Fue en ese momento que se dio cuenta de que lo que sostenía en sus manos era algo parecido a un diario en el cual cada uno de los bookman a partir del 25 habían escrito vivencias y experiencias sobre como habían encontrado y entrenado a sus sucesores.

Hojeo varias veces el contenido para verificar sus sospechas, pero su susto creció cuando se dio cuenta de que lo último que había leido habia sido escrito por el bookman actual, era la ultima entrada del libro y claramente hablaba sobre como bookman había encontrado a Lavi.