Disclaimer: Saint Seiya y todos sus personajes pertenecen a Masami Kurumada.

GOLDEN YEARS: MEMORIAS DEL CORAZÓN

Un deseo para siempre

Sus hermosas pupilas azules reflejaban el brillo incandescente de las velas que adornaban el pastel.

- Entonces ¿tengo que soplar las velas y pedir un deseo? -preguntó el pequeño Escorpión con mirada incrédula a Aioros de Sagitario.

- Así es Milo, pero debes apagar todas las velas de un solo soplido, de lo contrario tu deseo no se cumplirá -respondió con una sonrisa el santo de la novena casa.

El pequeño miró de nuevo su pastel y torció levemente la boca mientras cerraba los ojos para pedir el muy anhelado deseo. Después de unos breves segundos abrió los ojos e hizo su mejor esfuerzo para apagar las 5 velitas que adornaban el delicioso postre adornado con merengue azul, el color favorito de Milo. Cuando hubo terminado de apagar las velas, los aplausos y hurras de sus demás compañeros no se hicieron esperar.

Mientras los santos más grandes cortaban y repartían el pastel entre los chiquitos, los aún niños del zodiaco rodeaban al festejado haciéndole preguntas.

- ¿Cuál fue tu deseo Milo? -preguntó Mu abriendo lo más posible sus ojos verdes ante la curiosidad que sentía.

- ¡Seguramente pediste que Aioros y Saga nos lleven a Rodorio a comprar helados ¿verdad bicho? -interrumpió ansioso Aioria al mismo tiempo que se llevaba a la boca un enorme trozo del pastel.

Milo negó con la cabeza.

- ¡Yo sé! ¡Yo sé! -brincaba contento el aprendiz de Tauro, Aldebarán.- ¡Tu deseo fue que nos sirvan tortitas con mantequilla y miel para desayunar todos los días! ¡Dime que sí! ¡Por favor Milo dime que ese fue tu deseo!

Los otros niños voltearon a ver con extrañeza al pequeño gigante.

- No. -dijo el bichito lamiendo el merengue de su cuchara.

- Conociéndote habrás pedido un escorpión como mascota. -comentó Camus con su clásico aire de sabelotodo.

Los ojos del Escorpión se fijaron en su amigo de Acuario y con una traviesa risita le respondió:

- ¡Casi adivinas Camus! Pero decidí que quería algo aún mejor.

- ¡¿Algo mejor? -preguntaron asombrados los santitos.

¿Qué podía ser mejor para el pequeño Milo que un escorpión como mascota? Desde que se conocieron el niño había dejado muy en claro que moría de ganas de poseer uno de estos animalitos. Entonces ¿Cual pudo ser su deseo?

- Pero Milo… ¿qué puede ser mejor para ti que una mascota? -se atrevió a preguntar Shaka, el más callado de todos ellos.

Una enorme sonrisa se dibujó en el pícaro rostro de Milo.

- Si prometen no contarle a nadie les diré que pedí. -murmuró el escorpioncito como si se tratará de un secreto de estado.

- Lo prometemos. -dijo también entre murmullos el futuro santo de Leo.

Los demás santitos pusieron su mano sobre sus corazones y asintieron, en señal de que juraban no contar el secreto de su amigo.

- Mi deseo fue… que seamos amigos para siempre.

-FIN-

NdA: Este es una serie de oneshots que reunen las aventuras y desventuras de unos pequeños santos dorados. Espero sea de su agrado y de antemano se agradece la lectura.

¡Saludos!

Sunrise Spirit