Oh, que gran emocion, hoy se cumple el ciclo, y para quellos que han seguido este fic por mucho tiempo mis mas cordiales agradecimientos. Ya que han de saber que este es el ultimo capitulo de Doble Filo. Sí, sé que se sienten muy mal y tremendamente acongojados por esta noticia (XD) pero asi son las cosas, tiene un principio y un fin, y pues no queda mas que agradecer a todas las personas que han leido este fic. MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO.

Y ahora, para cerrar y disfrutar con broche de oro quiero hacer una dedicatoria XD!!

Este capitulo esta dirigido para todas las personas que leyeron Doble Filo de principio a Fin. Pero sobre todo a la primera persona que leyo de mis textos. Esta dirigido a mi amiga de Texas: Ale Paola (Apuesto que no te lo esperabas, XD) y por supuesto le quiero agradecer todo el tiempo que ha invertido en leer este fic... ¡GRACIAS!

Ahora, el capitulo sera largo para su deleite, considerenlo como la despedida.

Comenzamos.


11 –Espada de Doble Filo.

Iban serios, nadie hablaba.

Sakura mirada su mano con mucha atención. Como si fuera lo más entretenido del mundo.

Naruto manejaba. Pronto se hartó del silencio y dio su brazo a toser.

- Emm, me dijeron que la casa ya está disponible… ¿Quieres ir a dormir ahí? – preguntó Naruto.

Sakura entornó los ojos y miró a Naruto algo insatisfecha.

- No tengo ganas de volver ahí… de seguro el olor a sangre no ha salido. – respondió.

- Ok, nos quedaremos en un hotel. – dobló el auto y paró en un hotel.

Le dieron al valet y entraron al lujoso hotel.

- Buenas noches, ¿Individuales o dobles? – preguntó el gerente.

- Individuales. – soltó Sakura antes que nada.

- De acuerdo, en un momento les entregares sus llaves. – el gerente se dio vuelta y empezó a buscar las tan preciadas llaves.

- Oye, Sakura-chan. – Naruto la llamó, ella estaba muy distraída.

- Dime. – lo volteo a ver un poco sobresaltada.

- Yo… quisiera preguntarte algo… - no pudo continuar, el gerente ya había llegado con las llaves.

- Aquí están, pasen por favor. – despidió.

- Gracias, señor. – Sakura empezó a caminar en dirección a su habitación cuando la voz de Naruto la detuvo.

- ¿Te vas a ir tan rápido? – ella se giró para verlo. - ¿No piensas cenar?

- Emm, no tengo hambre. – quiso seguir pero fue detenida por Naruto.

- Sakura-chan, es importante que hablemos ahora. – le dijo él, su tono de voz era serio. Ella asintió.

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Estaba inquieto, miró el reloj que colgaba de la pared. Yamato estaba sentado enfrente de él, al fin y al cabo sólo estaría ahí por esa noche.

Eran las diez en punto. Se levantó y suspiró. Su acción despertó a Yamato.

- ¿Sucede algo? – le preguntó Yamato al verlo de pie.

- Son las diez de la noche. – era la primera vez que Sasuke le dirigía la palabra. Yamato volteo a ver el reloj y se levantó.

- Es verdad… - tomó un teléfono. Después de unos minutos colgó. – Mi turno terminó. – empezó a guardar unas cuantas cosas suyas y limpiar la estación.

La puerta se abrió y entró otro policía.

- Yamato-san, vengó a remplazarlo.

- De acuerdo… - volteo a Sasuke e hizo una reverencia formal. – Cuídese, Sasuke-san. – y salio de ahí. Sasuke sólo bajó la cabeza como correspondencia y se sentó otra vez.

Yamato salio de la celda y el otro policía se sentó enfrente de Sasuke. Se le quedó mirando un par de minutos, Sasuke ni se inmutó.

- ¿Así que Hebi, eh? – lo miró despectivamente. – Mmm, no pareces tan rudo. – se recargó en su silla y sonrió.

Sasuke sólo lo observaba.

Miró el reloj, ya habían pasado unos cuantos minutos desde que Yamato se había ido.

Sasuke empezó a toser y a retorcerse. El policía se paró de su asiento rápidamente para ver de qué se trataba.

- Oye, que te pasa. – sin mera razón de ser el guardia entró en la celda para ver que tenía Sasuke. Lo que lo hizo más creíble fue que escupió sangre.

Se acercó y Sasuke comenzó a toser con más fuerza. Escupió más sangre y pareció atragantarse.

- Demonios, ¡Dime que pasa!- gritó asustado el guardia, iba a salir de la celda cuando sintió una presión en su cuello.

Lo último que observó fue una sonrisa burlona en la cara de Sasuke, después todo se volvió oscuro.

El guardia cayó inconsciente en el suelo, Sasuke lo había ahogado. Miró el reloj y suspiró, sólo le había constado cinco minutos acabar con él.

- Tonto. – abrió la boca y pasó un dedo por su labio aliviando una pequeña mordida de ahí. Sasuke se había mordido y sacado sangre para hacer más creíble todo.

Volteo a todos lados y se sorprendió de que no hubiera cámaras. Ahora sólo tenía que salir de ahí sin ser visto.

Observó las posibilidades, hasta que se dio cuenta de la ropa de ese guardia le quedaba… bueno, le quedaba un poco grande, ese hombre era más gordo que él, pero aún así no importaba.

Le quitó los pantalones, la camisa y el sacó. Vistió al guardia con su traje de preso. Se alisó el cabello como el guardia y empezó a falsear la voz para imitar la de aquel hombre. En eso él era un experto.

Sonrió, cerró la celda y salio de la puerta con toda naturalidad del mundo.

- Ren. – una voz lo sorprendió en plena huida, se quedó quieto.- ¿Qué haces afuera? – alguien le hablaba desde atrás. - ¿No deberías estar vigilando al preso? – preguntó acusadoramente.

- Necesitó ir al baño. – Sasuke le daba la espalda.

- ¿Y no puedes usar el que está adentro?

Mierda, no había pensado en eso.

- Está tapado. – se excusó perfectamente.

- Ah, bueno… ve rápido, ese hombre es peligroso.

- Sí. – Sasuke siguió andando.

Cuando ya no estaba a la vista de ese hombre se escabulló hasta llegar al departamento donde podían tener sus cosas. Llegó y para su sorpresa no había nadie cuidando ahí.

Entró sin hacer ruido y empezó a buscar sus cosas. Encontró su espada y pronto su capa, iba a irse cuando se dio cuenta de cierta cosa que había ahí.

- Mi mascara. – musitó con sorpresa, la tomó y algo más captó su atención. – Suigetsu. – junto a su mascara se encontraba la de Suigetsu, Karin y Juugo. Bajó la cabeza con respeto y siguió adelante.

Guardó sus cosas en una bolsa y se preparó para encontrar la manera de salir de ahí.

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Sakura y Naruto se encontraban en unos sillones en el pasillo del enorme hotel. Sakura estaba callada y Naruto esperaba pacientemente.

- Sakura-chan… ¿Hay algo que quieras decirme? Algo de lo cual necesites desahogarte, lo que sea.

Naruto, era un ángel. Sakura lo quería tanto… pero decirle sobre su enamoramiento con Uchiha sería un golpe devastador para él.

Él siempre la ayudaba, la cuidaba y podía estar segura que sufrió mucho mientras ella estuvo con Sasuke… pero no podía hacerlo. No importara cuanta pleitesía le debiera, si Naruto se enterara de sus sentimientos por Sasuke y peor aún que habían estado juntos… moriría.

- Yo… - se mordió el labio inferior, no podía decirlo.

- ¿Recuerdas algo de tu cautiverio? – le preguntó receloso.

- Sí.

- Dime… ¿Te trataron bien? ¿No te hicieron daño? ¡Dímelo, por favor! – se desesperó al ver la monotonía de la joven.

- Naruto, está bien… - ella trató de calmarlo.- Uchiha Sasuke me…

- ¡Que te hizo ese desgraciado! – se levantó de golpe. - ¡Si me enteró que te hizo algo yo mismo…!

- ¡Naruto, Naruto, calma, no pasó nada! – ella lo halaba de su camisa para que se sentara y no llamara la atención. – Yo… perdí la memoria.

Naruto la miró confundido. ¿Había perdido la memoria?

- Explícate. – replicó.

- Baje de las escaleras cuando escuche los gritos de ti y el abuelo. Suigetsu-san, un miembro de Taka me atacó, me hirió y me empujó a las escaleras… - Sakura podía notar la cólera de su primo a cada minuto más. Estaba a punto de salir de ahí e ir a matar de nuevo a Suigetsu. – Me iba a matar, pero no lo hizo, una voz lo detuvo, Uchiha Sasuke… después de eso todo se volvió negro.

- Y… y que más. – preguntó endureciendo la mandíbula.

- Pues recuerdo que desperté en un lugar oscuro… palpe los alrededores y supe que Sasuke estaba en la misma cama que yo…

- ¡¿QUÉ?! – la gente volteo a verlos por tal grito.

- Shh, Naruto. – Sakura estaba apenada.

- ¡Lo voy a matar! – hizo ademanes de levantarse y cumplir con lo dicho, pero Sakura lo detuvo.

- Espera, no he terminado… Uchiha Sasuke resultó ser una persona muy… emm… - Sabía que Naruto no le creería, pero fuera eso o no, era al verdad. – Él fue muy bueno conmigo… me curó y cuidó. Hasta hoy. – concluyó enrojecida hasta más no poder.

Naruto quedó en silencio.

- Él mató al abuelo e intentó matarnos a ambos. – dijo después de un enorme silencio.

- Lo sé. – contribuyó Sakura.

- ¿Y aún así lo quieres? – Sakura tembló al escuchar eso. No se lo esperaba.

- ¿Q-Que?

- Supongo que fue muy bueno… tanto que lo llegaste a querer. – Naruto volteo el rostro… ¿Estaba dolido?

- Naruto… ¿Cómo es que…?

- Los vi en la tarde. – dijo Naruto. Sakura se atragantó. – No quería interrumpir, así que me escondí.

- Naruto, yo…

- Mira Sakura. – Naruto la calló. – Yo… estuve muy preocupado por ti, ¿Sabes? No sabía que creer, habías desaparecido y ese hombre… bueno, uno de sus amigos intentó matarme después… pero murió… creo que se llamaba Juugo.

Sakura abrió los ojos asustada. ¿Juugo había muerto? ¿Así que esa era la razón por la que había desaparecido?

¿Él… había intentando matar a Naruto?

Sus ojos se crisparon, era imposible… imposible…

- Sakura. – Naruto la sacó de sus pensamientos. - ¿Estás bien?

- Yo… no…

- ¿No lo sabías? Sí, eso es por que no sabías que seguía con vida. – le dijo, Sakura parecía sorprendida, ¿Naruto le estaba leyendo la mente? – Pero… No importa.

Sakura lo miró confundida.

- ¡Claro que importa! – ahora ella alzaba la voz.

- Pues… no parece.

Sakura calló… en efecto Naruto estaba dolido.

- Lo siento… lo siento mucho. – iba a llorar.

- No. – Ella lo vio confundida. – No lo sientas por que… sea como sea, tú lo quieres, ¿No?

Ella asintió débilmente.

- ¿Y él te quiere? – le preguntó. - ¿Estás segura que no lo hace por…?

- ¡No! – Sakura habló desesperada. – Él me lo dijo, me lo dijo en verdad. – todavía podía recordar la sinceridad en su voz cuando le dijo "Te amo".

- Oh. – la boca de Naruto formó una "o". Sakura ladeo el rostro. Tenía vergüenza, vergüenza con Naruto… se sentía el ser más miserable del mundo a su lado.

- Je… - Naruto sólo una pequeña risa, Sakura lo miró. – Escogiste a un novio muy extraño, ¿Eh, Sakura-chan? - ¡Volvía a hablarle normalmente!

Naruto era un ángel.

- Naruto… yo…

- Calma. – le posó la mano en la cabeza de una forma cariñosa. – No se lo diré al abuelo. – sus ojos resplandecían como piedras preciosas… las lagrimas se le habían juntado en sus celestes ojos.

- Ay, Naruto.- las lagrimas corrían por sus mejillas libres.

Sintió como Naruto la abrazaba en un cariñoso abrazo.

- Creí que te perdería… creí que no volvería a verte… me alegro que hayas regresado. – le dijo con la voz quebrada Naruto.

- Naruto… - ella lloraba en su pecho.

- Tal vez… - la voz de él la hizo prestar atención. – La próxima vez que lo vea… me lo presentes de una manera más formal.

- Ay, Naruto. – repitió de nuevo, no sabía que decir ni hacer.

- Sólo dile que… - Sollozó. – Ponga las manos donde pueda verlas… Y que gracias por cuidarte. – dijo él, de la manera en la que siempre decía las cosas…

Él era un ángel…

Su ángel.

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Sasuke miró alrededor del lugar, la gente parecía no prestar atención a lo que él hacía. Se apresuró para salir de ese lugar, tenía que buscar a Sakura.

- ¿El hotel Tokio Akai? – Sasuke congeló la su cuerpo, era la voz de Kakashi. – Lo entiendo, Naruto-kun, le diré a los medios y a los abogados que la reunión será más tarde, supongo que tú y tu prima tendrán mucho de que conversar…. – hubo un silencio. – De nada hijo, hasta mañana.

- ¿El hotel Tokio Akai? – miró el reloj, con suerte podía llegar antes de que se dieran cuenta que no estaba en su celda. Se volteo y caminó hasta la entrada.

- Disculpe. – Sasuke se detuvo, Kakashi le estaba hablando. - ¿Puede decirme la hora, por favor?

- Lo siento… no traigo reloj. – imitó una voz completamente diferente a la suya, la voz fue tal que Kakashi le creyó.

- Ah, bueno, no se preocupe, gracias de todas formas. – escuchó como Kakashi se alejaba.

Debía darse prisa, conociendo a Kakashi debió haber venido a verlo y si descubría que no estaba empezaría una búsqueda.

Cuando por fin tocó la calle corrió a un callejón oscuro. Se cambio de rota. La ropa todavía estaba un poco manchada de sangre, mas a Sasuke no le importó.

Se puso su mascara y anduvo por los tejados a toda velocidad.

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Kakashi llegó a su oficina, se sirvió café y pudo observar una foto en un portarretrato. Sonrió de lado, estaba él y Sasuke en esa foto. Se la habían tomado un día en el que Hatake trató de animar a Sasuke yendo a un parque de diversiones.

Desafortunadamente Kakashi se mareo en uno de los juegos mecánicos y tuvieron que regresar temprano.

- Ay, Sasuke… lamento no haber podido ayudarte. – se sentó y empezó a hacer unos informes.

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Abrió la puerta de la habitación y soltó un profundo suspiro. Esa habitación le parecía tan grande para ella sola.

Hizo un mohín con los labios y se adentró para tomar un baño.

Preparó todo y se metió a la tina. Volvió a suspirar melancólica. Ahora le costaría trabajo dormirse sin Sasuke arropándola.

Salio del baño y se vistió con ropa adecuada para dormir. Se abrió paso entre las sabanas y se recostó. Esta sería una noche muy larga.

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Se deslizaba con maestría por entre las sombras. Se sorprendía de que los ineptos todavía nos se dieran cuenta que él había escapado.

Por fin logró identificar el edificio, ahora el problema era entrar.

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Ahí estaba, en el mismo bosque… la lluvia la volvía a bañar.

Sintió un escalofrió cuando una brisa de aire le golpeo la espalda. Después un apretón en su pie. Ahí estaba una serpiente. Quiso quitársela de encima, pero sólo consiguió que el animal la mordiera.

Cayó de rodillas y empezó a sobarse la herida mientras intentaba detener el flujo de sangre.

- Déjame a mí.- esa voz era de ensueño.

- Sasuke. – Sasuke apareció de la nada y empezó a vendar su herida. Sakura lo miró sorprendida, iba a besarlo cuando vio una sombra detrás de él.

Quiso gritar, quiso advertirle, pero… nada, otra vez nada salía de su boca. La sangre le salpicó cuando Sasuke fue atravesado por una espada. Sus ojos se abrieron con dolor al contemplar la escena… ya hacía mucho que no la veía y volverlo a hacer le causaba un enorme vació.

Miró a la persona que estada atrás de Sasuke. Una sonrisa perversa se formó en su cara y luego, como si Dios le consintiera un pequeño rayo de luz le iluminó la cara… Sakura se quedó helada.

- ¿O-Orochimaru?

- ¡¡AAAHHH!! – Sasuke gritó y ella asustada también.

- ¡No! – abrió los ojos de golpe y volteo hacía arriba, se encontró con un hombre que vestía con mascara y capa, se asustó más, iba a gritar pero el extraño le cubrió la boca.

- ¡Sakura, soy yo… Sasuke! – ella se quedó quieta y empezó a llorar. Sasuke le soltó al ver su reacción.

- ¿Sasuke? – ella se abrazó a él. Sasuke correspondió y le acaricio la espalda. - ¿Qué haces aquí? – preguntó sollozando. - ¿Escapaste? – por alguna razón no le sorprendía.

- Algo así. – no la soltaba, la tenía bien agarrada. - ¿Por qué tiemblas? – le preguntó hundiéndose en su cuello y aspirando ese olor que tanto le gustaba.

- Tuve una pesadilla. – dijo ella. Sasuke comprendió, era como la vez que tuvo una, la vez que ella no tenía memoria.

- Ya veo. – con cuidado, sin soltarla la fue recostando en su cama.

- ¿Que haces? – le preguntó algo confundida.

Sasuke se recostó a su lado y la abrazó.

- Shh, es hora de dormir. – le dijo para volverse a hundir en su cuello.

- ¿Te escapaste sólo para dormir conmigo? – abrió los ojos sorprendida.

- No quiero que mi amor tenga pesadillas. – dijo de forma muy galante. Sakura se sonrojó tremendamente.

Luego se acurrucó en su pecho y hundió su cara entre los pectorales de él.

No pasó nada cuando Sasuke a apresó con sus brazos.

- Te quiero mucho.- le dijo Sakura y él se quedó callado.

- Lo sé… yo también. – fue su declaración.

- Nos meteremos en problemas si duermes conmigo. – le dijo ella, con mucha razón por delante.

- No me interesa eso… - le besó el cuello. – Quiero dormir contigo.

- Naruto está en la alcoba de en seguida. – volvió a advertir.

- ¿Y? – empezó a besarle la cara y el cuello repetidas veces.

- Tengo miedo que algo más te pase. – le confesó. Sasuke se detuvo para escucharla. – Soñé que te hacían daño. – ocultó su rostro para que no viera su melancolía.

Sasuke suspiró. Probablemente su sueño se hiciera realidad.

- Vamos, durmamos. – y le dio un tierno beso en los labios.

Ella sonrió pícaramente.

- ¿Crees que con eso basta para darme las buenas noches?

Sasuke tragó saliva.

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Suspiró cansado. Ya había terminado de hacer los papeles necesarios, miró el reloj y luego a su taza de café.

Sonrió un poco, el café le recordaba mucho a Sasuke, él, aún siendo pequeño gozaba al tomar ese elixir de sabor amargo. Sasuke le decía que le recordaba mucho a su padre, por que todas las mañanas antes de irse a sus tediosos días de trabajo tomaba una taza de café… taza que Fugaku dejaba que Sasuke terminara por él.

Kakashi entristeció el gesto. Comprendía lo que Sasuke sufría, él también perdió a su padre a muy temprana edad, tenía diez años cuando su padre, Sakumo Hatake, fue asesinado en una misión de rescate. Su padre el negociador de la policía. Él negociaba con los criminales en casos de que estos tomaran rehenes, pero por desgracia, un estúpido de su escuadrón cometió la idiotez de meterse en la charla y al final terminaron en un tiroteo.

Su padre pagó por el idiota y murió tratando de salvar a los rehenes.

Kakashi había sufrido mucho, era por eso que comprendía el dolor de Sasuke al sentirse solo por no tener padres… pero él no podía entender el odio que sentía hacia su hermano… ya que… Uchiha Itachi, había sido el asesino esta vez y no un criminal como con su padre.

- Iré a ver al muchacho. – se levantó de su silla y echo una ultima mirada al reloj. Eran la 1:00 a.m. mejor iba en la mañana, antes de que se lo llevaran, ahora debía estar dormido.

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Abrió los ojos justo como lo hizo en la mañana del día anterior. Miró el reloj y se dio cuenta que eran las 5:00 de la mañana. Volteo a mirar el rostro de Sakura. Ella descansaba tranquilamente.

Sonrió al verla desnuda y algo cansada. Vio como un repentino frío la recorría y la arropó mejor. Se apresuró a vestirse. Volvió a ver el reloj y se quedó pensando.

Irían por él a las 8:00, eso le daba tres horas para acabar con su trabajo de una vez. Pudiera que se retrasaran o que ganara más tiempo mientras lo buscaban, pero eso sería riesgoso, así que debería ir de una vez a donde su objetivo.

Se puso su capa, antes de hacer otra cosa volteo a ver a Sakura. Se le acercó y le besó en los labios.

- Te amo. – le acaricio la mejillas y se apresuró a ponerse su mascara. Tenía cosas que hacer.

Salio sin que nadie se diera cuenta y se aseguró que la calle estuviera libre, una vez que todo estuvo en orden, corrió en dirección a su presa.

Ahora el cazador estaba al acecho.

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Ella despertó algo aletargada, todavía estaba algo cansada, debía admitir… Sasuke era sorprendente, tanto que la dejaba completamente cansada.

Suspiró complacida y buscó al pelinegro palpando su cama.

Pero… algo estaba mal, la cama estaba vacía, sólo estaba ella. Rápidamente se sentó en la cama y cubrió su desnudez. Hacia algo de frío y parecía estar oscuro aún. Miró el reloj, eran las 6:00 de la mañana, Sasuke siempre se despertaba a las cinco.

Entristeció y cerró los ojos… angustiada. Caminó hasta el baño y al entrar ahí se percató que en el lavamanos había un sobre, lo tomó y empezó a abrirlo.

Sakura, lamento que tengas de despertar sola. No es mi intención hacerte daño, lo juro.

No quiero que llores, no soportaría saber que has llorado por alguien que no durará más.

Discúlpame por todo lo que te he hecho a ti y a tu familia, realmente lo siento, pero es ahora cuando planeo enmendar mis errores, haré que esa serpiente rastrera pagué.

Sé que no regresare a ti, por eso te pido que no me esperes… ya que es posible que yo…

Sakura, quiero que sepas que te amo y que eres la única persona sobre la faz de la tierra que me ha hecho sentir lo que ahora.

No quiero que llores, vive y búscate a alguien que no sea como yo, que soy un miserable, por eso te pido que seas feliz.

Te amo.

Sasuke.

Las lágrimas corrían libres, sentía tanta pena… cubrió su cara con sus manos y tiró la carta lejos, en un lugar donde no pudiera verlo.

- Sasuke. – como lo quería.

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Todavía le quedaban dos horas, suficientes para el legendario Hebi.

De manera silenciosa entró en un enorme edificio. No había nadie ahí, así que no pareció ver problema. Se acercó a una pequeña cabina y se sentó.

Una pequeña rendija se abrió y la voz de un hombre se escuchó.

- Dime, hijo, ¿Qué es lo que te trae a la casa del creador? – preguntó el padre de la parroquia.

- Es algo que necesitó confesar. – dijo Sasuke.

- Adelante hijo, dime el porque de tu visita.

- He venido… a pedir perdón.

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Salio de la ducha, solo había pasado media hora. Respiró profundo y se acostó.

- Enmendar. – dijo en voz alta, tratando de buscarle un significado. Recordó entonces esa horrible pesadilla. – Mmm… - cerró los ojos y frunció el ceño. – Orochimaru… de verdad que fue una pesadilla.

¡Un momento! ¿Orochimaru?

Abrió los ojos, recordó una conversación con Naruto después de la que tuvieron sobre lo de Sasuke…

Flash back…

- Creo que Kakashi-san estuvo sospechando de Orochimaru… dice que tal vez él le puso una trampa al abuelo. – dijo Naruto mientras tomaba un poco de café.

- ¿Por qué lo cree así? – preguntó Sakura, ahora ya se sentía más calmada al igual que Naruto.

- Pues dice que lo escuchó hablando… la verdad, ese tío, el tal Orochimaru nunca me dio confianza.

- Naruto, ¿Estás seguro de lo que dices?

- A estás alturas no me impresiona mucho lo que pueda hacer esa serpiente rastrera.

- ¿Serpiente rastrera? – ella levantó una ceja.

- Sí, ese tío que tenemos, Orochimaru.

Sakura guardó silencio.

Fin de flash back…

Sakura abrió desmesuradamente los ojos… ¿Serpiente rastrera? Sasuke había puesto en su carta eso…

¿Una serpiente en su sueño y Orochimaru?

- ¡Oh no! – se levantó a toda prisa, tenía la certeza de que ocurría algo terrible y ese algo era cierta serpiente rastrera a la que le pertenecía el nombre de… Orochimaru.

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Salio de la parroquia, después del susto que le dio al padre era lo mejor que podía hacer. Miró un pequeño reloj que traía consigo. El sol ya estaba por salir, mejor se apresuraba.

Tomó un taxi.

- ¿A dónde va?

- Tome, está es la dirección. – le entregó un papel al hombre que conducía el taxi.

- De acuerdo. – prendió el taxímetro.

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- ¡Naruto! – golpeo la puerta del rubio, pero no escuchó más que ronquidos. – Mierda, siempre ha tenido el sueño muy pesado. – volvió a entrar a su habitación. - ¡Me gustaría que me esperara un taxi en la recepción! – dijo algo desesperada.

- De acuerdo, señorita… ¿A nombre de quien?

- Haruno Sakura. – colgó, tomó dinero y corrió a la recepción.

Una vez que bajó del ascensor vio al chofer parado en la entrada.

- ¿Haruno Sakura?

- Sí. – se apresuró a contestar.

- Suba. – el chofer le abrió la puerta cortésmente. Luego subió él.- ¿Sería tan amable de decirme a donde le apetece ir? – preguntó cortésmente.

- Sí.

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- Es aquí, gracias. – Sasuke bajó del taxi.

- Son 25.50 señor. – informó el taxista.

- Tome. – Sasuke sacó un billete de mayor cantidad. – Quédese con el cambio.

- Gracias señor. – guardó el dinero. – Debe ser conocido del hombre que trabaja aquí, ¿Verdad? – preguntó curioso y no era para menos, el edificio de Orochimaru era increíble.

- Sí, yo y el propietario somos buenos amigos. – dijo perversamente.

- Bueno señor, me retiro, que tenga un buen día. – el taxi se fue.

- No habrá un buen día. – dijo Sasuke, su cara se ocultó detrás de una mascara.

Sasuke sabía que Orochimaru comenzaba a trabajar a esta hora, además ya eran las siete de la mañana, de seguro y ya estaba en la oficina.

Se apresuró a entrar al edificio, se aseguró que nadie lo viera y se escabulló por las escaleras, ahí nadie lo vería. Después de todo, nadie usa las escaleras.

Llegó a las oficinas mayores, escaneo el área, no había nadie ahí. Rápidamente encontró la oficina del tal Orochimaru. Entró en ella sigilosamente y se dio cuenta que no había nadie ahí, no debía tardar en llegar.

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Iban muy lento, el maldito trágico ya empezaba a atrofiar a la ciudad. Sakura estaba muy desesperada. Conociendo a Sasuke era probable que ya hubiera entrado en acción.

- ¿No podemos ir más rápido?

- Lo siento señorita, pero el tráfico está muy pesado. – le contestó el chofer.

- Puede tomar esta calle. – señaló un mapa en el parabrisas.

- Esa calle está en reparación… ¿Va al trabajo? – le contestó curioso.

- Emmm, sí, voy al trabajo. – rápidamente adoptó la idea.

- Mmm, ya veo. – se quedó callado. – Bueno, haré lo que pueda para que llegue a tiempo. – como la humedad, el taxista se pasó entre el trafico. – No se preocupe, no demoraremos mucho. – y aceleró.

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- ¡¿Qué?! – Kakashi gritó realmente enfadado. - ¡Idiota! – casi golpea al guardia que estaba encerrado en la celda de Sasuke.

- Lo siento. – susurró asustado el hombre.

- ¡¿Qué lo sientes?! – le preguntó indignado. - ¡¿Tienes idea de lo que ha pasado?! – realmente estaba enojado.

- ¡Kakashi, cálmate, lo atraparemos! – Gai lo sostenía por la espalda.

- ¡Sasuke es muy inteligente, no creo que sea tan fácil! – gritó enojado.

- Pe-Pero está lastimado, ¿No?

- ¡Tú ni opines! – le calló Kakashi al guardia. - ¡Por creer eso escapó!

- ¿Qué pasa aquí? – Oh no, Sarutobi había llegado. Vio el lugar y alzó una ceja. - ¿Dónde está el preso? – preguntó desconcertado.

- Escapó, señor. – informó Gai.

- ¡¿Cómo?! – abrió los ojos muy sorprendido.

- Este tonto lo dejó escapar. – masculló Kakashi.

- No me interesa quién lo dejó escapar, atrápenlo, antes de que se vaya de la ciudad o algo peor pueda pasar.

- ¡Sí señor! – los policías salieron corriendo.

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- Bueno días, Orochimaru-sama. – Saludó la secretaria lo que Orochimaru la miró de reojo.

- Hola, buenos días. – al parecer estaba de buen humor.

- ¡Orochimaru-sama! – Kabuto lo alcanzó.

- Kabuto, parece que llegaste temprano. – dijo algo arrogante.

- Siempre llegó temprano, señor.

- Lo sé, estoy bromeando. – dijo algo sonriente.

- ¡Oh, veo que está de buen humor! – dijo contentó.

- Sí, al fin mis problemas se solucionaran. – entró a la oficina y se sentó en su silla. Kabuto quedó enfrente. – Me enteré que mandaran a Hebi a una prisión de máxima seguridad en Kyoto, eso me quita un peso de encima, ¿Sabes? – se recostó dominantemente en su asiento.

- Me alegro Orochimaru-sama… ¿Pero que pasará con la chica y el chico, los nietos de Jiraiya-sama?

- Mmm, como lo veo, las cosas pueden pasar misteriosamente… - bostezó. – Ya me encargare de ellos. Les cortaremos los frenos a sus autos… veneno en el café, que sé yo. Eso sí, nada de asesinos, son muy problemáticos.

- Sí, me parece bien. – se encaminó a la salida. – Iré por algo de desayunar, ¿Quiere que le traiga algo, Orochimaru-sama?

- Sí, trae algo para celebrar mi victoria.

- Así lo haré. – salio dejando la puerta abierta.

- Estúpido Kabuto, dejó la puerta abierta. – se volteo de espaldas a la puerta y vio por una enorme ventana la metrópolis de Tokio. – Un poco más y seré dueño que casi todo Tokio. – dijo para si mismo.

- No lo creo. – una voz completamente macabra y tenebrosa surcó sus oídos.

Orochimaru se volteo asustado. Sus ojos se toparon con la blanca máscara, parecida a los asesinos de los cuentos, aquellos a los que se les hace llamar Anbu.

Hebi cerró la puerta y le puso llave.

- ¿Qué… que haces aquí? – preguntó atemorizado.

- Vine a terminar mi trabajo. – dijo Sasuke y desenvainó su katana. Se le acercó peligrosamente.

- No te me acerques. – sacó una pistola, Sasuke sólo lo observó. – O morirás aquí.

- Jum… - rió irónico. – La muerte no es mi mayor temor. – se le fue acercando lentamente.

- ¡Te lo advierto! ¡Llamare a seguridad!

- Para cuando ellos lleguen ya estarás muerto. – y sin más se acercó a Orochimaru.

Orochimaru disparó asustado, pero como si Sasuke pudiera moverse a la velocidad de la luz apareció detrás de Orochimaru. La espada estaba en su cuello.

Orochimaru trató de golpear a Sasuke, Sasuke esquivó el golpe, entonces, empezaron a pelear.

Los disparos de su arma se escuchaban en toda la oficina. Sasuke sintió como tres de esos disparos había dado en el blanco. Rápidamente, con una agilidad increíble cortó las piernas de empresario, Orochimaru cayó al suelo.

- ¡No espera, te daré lo que sea! – gritó desesperado.

Sasuke no le contestó, su mascara estaba manchada de sangre, tanto de Orochimaru como la de él.

La katana de Sasuke atravesó el estomagó de Orochimaru. La sangre empezó a brotar libre por la boca del empresario.

¡Entonces la puerta se abrió!

- ¡Orochimaru-sama! – era Kabuto, sacó un arma de quien sabe donde y empezó a dispararle a Sasuke.

Sasuke recibió dos balas en la espalda, se movió rápido y sin que Kabuto se diera cuenta atravesó su pecho sin escrúpulos.

- ¡¡AAHH!! – la sangre del joven salpicó a Sasuke. Kabuto cayó al suelo.

Sasuke pudo escuchar como seguridad se dirigía a donde él. Tomó la puerta y la atrincó con el cuerpo de Kabuto.

Cuando volteo a ver a Orochimaru sintió como algo atravesaba su cuerpo. Orochimaru le había encajado una navaja que traía consigo. Era un arma blanca un poco grande.

Con una fuerza de voluntad impresionante, vio como Orochimaru se levantaba del suelo lanzando sangre a cada movimiento. El hombre serpiente empezó a golpearle la cara. Sasuke empezaba a sentir un profundo dolor.

Pronto cayó al suelo.

- ¡Eres un idiota, Hebi! – Orochimaru casi no respiraba, estaba casi morado de ira y por falta de sangre. -¡Taka, el poderoso grupo de asesinos más temido de todo Japón acabara ahora! – tomó la espada de Sasuke e intentó matarlo.

Sasuke detuvo la espada con sus manos, estás soltaron sangre debido al corte.

- Nunca…- los ojos del pelinegro parecían reflejar la sangre de miles de perdonas. Orochimaru podía jurar que estaban teñidos de rojo. – Digas eso… Tú… - Sasuke se levantó ante la atónita mirada de Orochimaru. – Te iras al infierno con nosotros.

Orochimaru abrió los ojos asustado. Puede que la falta de sangre o la adrenalina provocara eso, pero vio al lado de Sasuke al grupo Taka. Los cuatro, aquellos asesinos que se suponen estaban muertos.

- Suigetsu, Karin, Juugo. – Sasuke habló para su deleite. – Acabemos con este idiota. – Sasuke tomó su katana y se le encajó en el pecho a un asustado y paralizado Orochimaru.

Orochimaru completó su visión, la figura que parecía ser el llamado Suigetsu lo cortó con su enorme espada guillotina, Juugo encajó una de sus dagas y Karin una navaja.

Que muerte más horrible.

- ¡¡AAAHHH!! – gritó de dolor Orochimaru. Miró al frente y vio a Sasuke sonriendo. – Eres… el demonio… - y cayó, muerto, el piso estaba mojado pro tanta sangre.

Sasuke respiraba cansado, cayó de rodillas y volteo a ver su katana. Abrió los ojos al ver más cortes que él no había provocado…

- ¿Será que…? ¿Suigetsu y lo demás? – pero sintió un escalofrió en la espalda.

- ¡Orochimaru-sama! – Kabuto estaba vivo y armado.

Era el fin, Sasuke moriría ahí. Yakushi había disparado. Y justo después del disparó murió.

Esperó el impacto de la bala, pero antes de que sintiera algo más, vio claramente a una persona que se ponía enfrente de él.

Sus ojos se abrieron asustados, esa persona había recibido la bala por él.

- ¡¡SAKURA!!

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Las puertas del edificio se vieron llenas de policías, los empleados los habían llamado.

Kakashi venía acompañado de Naruto.

- Rápido, Sakura-chan puede estar aquí. – apresuró el rubio.

- Naruto-kun, quédate aquí, no te muevas. – le ordenó Kakashi.

- ¡¿Cómo quieres que no me mueva?!

- ¡Obedece maldita sea! – se hecho a correr hacía la oficina de Orochimaru. Tenía un mal presentimiento.

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- ¡Sakura! – la atrapó antes de que cayera al suelo. La bala le había dado justo en el abdomen, empezaba a perder sangre. – Por qué… ¡¿Por qué hiciste esta tontería?! – le reclamó, mas ella sólo le sonrió.

- Sa-Sasuke-kun. – dijo débilmente. Sentía que las fuerzas se le iban.

- Eres una tonta. – le dijo mientras le abrazaba, estaba desesperado.

- No… quería que te pasara algo. – le dijo ella, sus verdes ojos se empezaban a cerrar.

- ¡No, Sakura, abre los ojos!

- Tengo frío. – empezó a temblar. Sasuke se desesperó.

No sabía que hacer… se sentía un inútil, él también estaba muy herido como para salir de ahí y buscar ayuda.

- ¡Vas a estar bien! ¡Te pondrás bien! – empezó a llorar. Era como la vez que mataron a su familia.

Se sentía mal, desesperado… lastimado.

Sus lágrimas caían en el rostro sereno de Sakura, ella tenía mucho sueño.

- ¡Sakura! – ese gritó la hizo abrir los ojos. - ¡No mueras! Quédate con vida. Que-date aquí. – sintió un fuerte dolor en el abdomen, él también estaba muy grave.

- Tengo mucho sueño. – le dijo ella.

- No, no los cierres, vas a estar bien. – la abrazó. No se daba cuenta que también la estaba empapando con su propia sangre.

Sasuke hundió su cabeza en el cuello de ella. Ese olor, su olor... sintió paz por un segundo.

- Me gusta tu olor. – le dijo Sasuke… era algo que quería decirle.

- Te amo… Sasuke. – dijo ella. Su voz era débil.

- Yo también te amo. – la besó. Podía saborear el sabor metálico de la sangre, pero aún así no dejo de besarla.

Entonces ella cerró los ojos. Cansada.

La vista se le nubló a Sasuke… y con lo último de fuerza que le quedaba empezó a rezar.

- ¡Dios! – gritó desgarradoramente, el dolor que tenía en su cuerpo le era insoportable. – Sé que no he sido un buen hombre… - escupió sangre. – Sé que para ti sólo soy un miserable que no merece vivir. – empezó a llorar más fuerte. Las lágrimas le caían en la cara a Sakura. Sollozó.- Pero quiero que me cumplas un capricho… - el dolor aumentaba. – Sálvala a ella… Sé que tú y yo estamos peleados pero…- una lágrima rodó en su mejilla. – Por esta vez en la vida… ayúdame… ayúdala a ella. No dejes que… - se desplomó en el suelo, a su lado. – No dejes que ella muera… hazla feliz. – y cerró los ojos.

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- ¡A un lado! – los paramédicos corrían por los pasillos del hospital. Traían en la camilla a una chica de cabello rozado.

- ¡Sakura-chan! – Naruto quiso seguirla pero Kakashi la detuvo.

- Espera, no podemos entrar ahí.

Los paramédicos entraron al quirófano. Pusieron a la chica en la mesa y empezaron a hacer todo lo posible por que se recuperara.

Ella estaba semiconsciente. Tenía un poco abierto los ojos.

Podía escuchar las voces de los doctores, pero no sentía nada. Veía la luz del quirófano sobre ella. Estaba casi dormida. Cerró los ojos…

- Sasuke.

- ¿Umm?

- ¿Vas a quedarte conmigo?

- ¿Por qué?

- No quiero quedarme sola.

- Estaré contigo. No te quedaras sola.

- ¿Estaré contigo siempre?

- Sí.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, esas palabras… seguían vivas.

- ¿Algún día nos iremos juntos al cielo?

- No lo sé.

- No eres malo.

- Gracias… Sakura.

- Sasuke… - musitó al momento que su pulso se apagó.

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Todos estaba reunidos, todos sus amigos, todos aquellos que la conocieron.

Naruto estaba al frente veía la tumba, pero en su cara no se veía tristeza, sino un poco de orgullo.

Kakashi puso su mano en su hombro.

- Tranquilo, todo saldrá bien. – le dijo como apoyó.

- Jum… lo sé. – todos empezaban a irse.

Naruto dejó que todos se fueran y antes de que se fuera dejó un papel en la tumba, una pequeña carta.

- Nos veremos luego… Sakura-chan.

Y se fue. Tenía una empresa que dirigir.

"Sakura-chan... Te extrañare, pero sé que hiciste lo que tu corazón te dictó. Algún día nos volveremos a encontrar. Hasta entonces te pido que le digas a esa tal Sasuke que te cuide. Saludos al abuelo. Te quiero.

Naruto."

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Se encontraban recostados en una extensa colina con pasto verde alrededor.

- Te amo. – dijo una voz femenina.

- Y yo a ti. – le contestó otra. Se encontraban en un lugar apartado de la sociedad, en aquella colina donde solían ir solos los dos.

- Ya es tarde. – le dijo Sakura a Sasuke.

- Lo sé. – dijo él y la abrazó. Comenzó a sobar su costado.

- Nunca cambias… - le dijo ella, mientras le besaba los labios.

Sasuke sonrió…

Una brisa de aire los desapareció…

Y sobre esa colina se encontraba una pequeña ofrende de piedras… era una ofrenda, como la de Jiraiya, sólo que esta estaba dedicada a otras personas… y sobre las piedras una espada… la katana de Sasuke.

Al final, la espada que utilizaba para crear odio, se trasformó en una de doble filo y le dio amor. Al igual que lo decía la piedra.

En memoria de un amor… Que en esta colina se quede, como la espada del doble filo que nos hizo conocernos…

Sasuke y Sakura.

Fin.

Bueno, no tengo palabras... asi que se los dejare a ustedes, por eso, esta será la ultima vez que preguntare en este fic.

¿Merece un comentario?

Si les ha gustado este fic, les promocionare el de Tragicamente Enamorado , sé qe les gustara, tendra suspenso, intriga y romance... Adelante!!

Bien, es todo por hoy, adios y gracias.