T R O F E O

Cap IV: Gryffindor vs. Ravenclaw

Finalizaba el primer mes del año y el clima se había vuelto algo más cálido. La nieve comenzaba a derretirse y el verdor de los nuevos brotes empezaba a aparecer tímidamente.

Luego del partido de Ravenclaw y Slytherin, Wood había impuesto un régimen de entrenamiento aún más duro que el que habían seguido hasta entonces, entrenarían cinco veces por semana y no había excusa alguna que los justificara a faltar.

Los entrenamientos se hacían duros, especialmente por la ley del hielo impuesta entre Oliver y Katie. Los chicos luego de las vacaciones de navidad prácticamente no se habían dirigido la palabra y eso ponía los nervios de punta al equipo, sobretodo a los gemelos que se habían propuesto como meta reunir a ese par de tortolos. Las chicas aún estaba enfurecidas con la reacción de Oliver, y aunque de cierta forma lo compadecían, no entendían cómo dos personas que claramente se gustaban recíprocamente estaban separados por su orgullo propio. Harry tenía sus propios problemas, estaba ocupadísimo entre entrenamientos y clases extra con Remus Lupin, a eso había que agregar que el "asunto Black" aún no se desantañaba y el fugitivo seguía suelto. Lo único que alegraba enormemente al buscador era su nueva escoba: la Saeta de Fuego... sin embargo era una felicidad incompleta, porque McGonagall no permitía aún que Harry la montase, primero debía pasar por un sinnúmero de pruebas para asegurarse que no fuese una especie de trampa mortal.

Un jueves por la tarde, Oliver los citó a un entrenamiento extra, ya era el cuarto de la semana y en los pocos días que restaban seguramente iba a fijar otros más. Los chicos estaban cansados, pero nadie protestaba demasiado, sabían que Oliver había tomado ganarle a Ravenclaw como un reto personal.

El capitán evidentemente fue el primero en aparecer. Luego llegó Harry arrastrando inconforme la escoba facilitada por el colegio, suspiró en vano, cuánto le gustaría llevar la Saeta. Angelina y Alicia aparecieron puntuales y los gemelos llegaron, como siempre, pocos minutos pasada la hora exacta.

- ¿Dónde rayos está Bell? - preguntó Oliver receloso y algo nervioso, ya habían pasado más de quince minutos y Katie aún no aparecía. El resto del equipo se encogió de hombros.

Esperaron otros cinco minutos más, pero no hubo ni rastro de la cazadora, Oliver impaciente dejó las pelotas en libertad y se dirigió a los postes... mas su cabeza no estaba precisamente puesta en la quaffle, o en los movimientos de cada uno de los miembros de su equipo... su cabeza estaba puesta en Katie.

Desde que conocía a la rubia era la primera vez que faltaba a un entrenamiento. ¿Habría faltado por su culpa?...¿habría actuado de modo demasiado irracional en Hogsmeade?. ¡Demonios!, ¡era un completo idiota!, ¿en qué momento se le había ocurrido ir al salón de madame pudipié?, sabía perfectamente que Katie estaría allí con Randolph, ella misma se lo había dicho... ¿por qué no pudo controlar el impulso de aparecerse allí y observar cada movimiento de la pareja?, no es que Bell fuese ha hacer algo malo ni a revelar sus tácticas frente al Ravenclaw, entonces, ¿por qué no pudo evitar presentarse ahí tomado de la mano de la primera chica que se le cruzó enfrente?, era un idiota, un completo idiota...

Una quaffle entró sin ningún impedimento por el aro central. Oliver ni siquiera se percató hasta que Angelina le gritó que se concentrase. ¿Por qué la morena daba instrucciones?, ¿qué rayos le pasaba? Él era el capitán, él debía dar instrucciones, reprender a los jugadores y controlar las tácticas, ¿por qué Katie estaba atravesada de ese modo en su cabeza y en su corazón?.

- ¡¡Oliver!! - gritó George prácticamente en su oído.

- ¿Por qué me gritas? - preguntó con calma Oliver observando extrañado al gemelo. Todo el equipo elevó la vista y soltó un bufido colectivo.

- Oliver, te llamé al menos tres veces - advirtió el gemelo sarcástico- dejémoslo por hoy, estás notablemente desconcentrado - dijo preocupado.

- Yo no estoy desconcentrado - protestó Oliver. ¡Claro que él no estaba desconcentrado!, nunca había dejado una práctica a la mitad, ¡menos lo haría porque según los chicos él estaba "desconcentrado"!. Además... pfff, ¿desconcentrado?, ¿por qué razón él iba a estar desconcentrado?. Antes de que pudiese encontrar una respuesta racional para su pregunta, una bludger pasó a centímetros de su nariz.

- Oliver, todos podemos tener malos días - acotó Fred, quien había lanzado la bola para comprobar "la concentración" de su capitán- ...sobretodo si tenemos nuestro corazón - Fred se detuvo y tosió falsamente - ...es decir, mente... en Katie - volvió a toser-... es decir, otros lados - terminó burlescamente y con una sonrisa en los labios- ¡Merlín!, tendré que cuidarme esta tos.

- ¡Vamos! - los animó el guardián- el próximo partido es contra Ravenclaw, ¡tenemos que ganarles y demostrarles que nadie juega con Gryffindor!.

- ¿Tenemos que ganarle al equipo o a algún jugador en especial? - preguntó Alicia irónica, cruzándose de brazos.

- Burrow - tosió otra vez Fred - Merlín, ¡esta tos me está matando!.

Oliver suspiró. Los chicos tenían razón, no estaba concentrado... y por mucho que le costara admitirlo su mente estaba puesta en Katie.

- Esta bien, recojan sus cosas -cedió el capitán- yo me quedaré un rato más, está muy agradable.

- Sí... muy agradable, me encanta entrenar con menos cinco grados bajo cero. - ironizó Harry.

El resto del equipo se retiró rápidamente de la cancha de Quidditch y él simplemente se dedicó a volar, a sentir el viento colándose por entre los dedos, zumbándole el oído y haciéndolo sentir verdaderamente libre. Por eso era que el Quidditch era su vida, podría pasar una vida entera montado en una escoba, nada lo ataba al piso... excepto Katie. ¿Por qué no se la podía sacar de la cabeza?, cuando debería estar pensando en tácticas, en jugadas complejas y en nuevos movimientos se encontraba que sólo una imagen ocupaba su mente: su cazadora. ¡Pero qué le estaba pasando!, ojalá alguien se lo viniera a explicar, porque él simplemente no entendía nada de esa sensación. Él siempre tuvo un sólo foco de concentración: Quidditch... y ahora venía una chica y sacudía su mundo por completo.

¿Qué me hiciste Katie Bell, qué me hiciste...?.

oOo Gry vs Rav oOo

- ¿Por qué no fuiste? - preguntó Oliver intentando sonar severo, pero en vez de una entonación de enfado, apenas salió un hilo de voz, expectante por la respuesta. Se había plantado en la entrada de la sala común de Gryffindor y no pensaba moverse de ahí hasta que Katie cruzara por ella para darle al menos una explicación que aplacara su confusión interior.

Katie tembló cuando lo vio varado frente al retrato de Sir Cadogan. Deliberadamente lo había evitado todo el día y, sin bien intentó ir a la práctica extra, no pudo aparecerse por ese condenado revoltijo que ocurría en su estómago cada vez que veía a su capitán. Oliver no la saludó, lo primero que hizo cuando fijó sus ojos pardos en los suyos fue lanzarle una pregunta que había sonado más fría que la nieve. Dudó varias veces de su respuesta y decidió que lo más fácil era ser honesta, ya estaba harta de fingir frente a Oliver.

- Porque no tenía ganas de verte a la cara - fue su sincera respuesta. Oliver sintió un golpe en el estómago, sólo comparable con la sensación de haber perdido un partido (o quizás aún peor). Abrió y cerró varias veces la boca ¿qué le decía después de tan tajante afirmación?. Demonios, ¡parecía un tarado!.

- Pero falta una semana para el partido, ¡eres un irresponsable Bell! - criticó. Fue la primera contestación algo cuerda que se le ocurrió. Katie bufó y se llevó una de sus manos a la frente ¿por qué todo tenía que reducirse a resultados? ¿a ganar o a perder en Quidditch?, ¿es que acaso Oliver no se había dado cuenta que ella...?.

- Tengo más vida, ¿está bien? - soltó resuelta. Si él le demostraba que "nada era más importante que Quidditch" ella le restregaría en su cara que no era su primera prioridad... Pero Oliver la volvió a malentender... ¡oh cupido, estos chicos!, por culpa de sus orgullosos corazones no se decían lo que realmente pensaban, y si intentaban hacerlo, el otro sólo malentendía sus afirmaciones, definitivamente el partido Bell versus Wood era el más difícil que le había tocado nunca jugar a cupido.

Oliver tragó saliva y apretó uno de sus puños en su espalda para que ella no viera. "¿Tengo más vida?", ¿qué habría querido insinuar Katie?, él tenía más vida que Quidditch, él tenía amigos... bueno, el equipo entero contaba como su amigo... además, tenía buenas calificaciones, claro que tenía pocos ramos porque sabía que quería dedicarse al Quidditch profesional y las prácticas estaban ante todo. No tenía novia, está bien, pero no todo el mundo a los diecisiete años tenía novia, tampoco tenía citas, pero eso era porque las tardes enteras las ocupaba para buscar las mejores tácticas para el equipo.. el recorrido no era muy alentador ¿tenía más vida fuera del Quidditch?... ¿y Katie?, Katie tenía amigos, Katie tenía más ramos porque aún era pequeña y Katie, ¿tenía novio?...claro, qué idiota, ella "tenía mas vida", ¿habría vuelto con Burrow?. Otro golpe se sintió esta vez directo en su pecho, clavándole algo que no era capaz de reconocer (o de querer reconocer), y luego se enfureció. ¡Maldito Burrow!, él debía tener más amigos, debía tener varios ramos porque era un Ravenclaw y además... tenía a Katie, ¡Merlín! Cuánto dolía esa comparación.

- Ahhh, seguramente te has de estar besuqueando con el Ravenclaw ¿verdad? - soltó herido, pero había más en su corazón, se había dado cuenta por primera vez que es Quidditch no llenaba su vida, y aquél pedazo que faltaba dolía más que un simple partido perdido, dolía más que una caída, dolía más que un gol del equipo contrario. Dolía. ¿Se daría ella cuenta de eso?, ¡¿sería conciente de que estaba arruinando su carrera profesional?! ¿¡porqué rayos Katie Bell no quería salir de su corazón!?. - ¿O no será que ahora intenta conquistarte un Slytherin? - preguntó mordaz e hiriente, intentando demostrarle a Bell cuánto dolía su reciente descubrimiento- ...no me sorprendería, al parecer ya encontraron nuestro punto débil - soltó con rabia.

- Retira eso. - exigió la rubia apretando los puños para contener las lágrimas que amenazaban con salir de sus verdes ojos, ¡era un completo idiota!, ¿por qué no podía demostrar aunque ser un centímetro de sensibilidad!. Oliver simplemente se calló: había metido en un enorme hoyo y ahora no sabía cómo salir de él.- ¿Tan difícil de creer es que yo le guste a alguien?. - preguntó Katie intentando que su voz sonara fuerte - Soy una chica, puedo enamorarme Wood.

- ¿Estás enamorada? - preguntó dolido Oliver conteniendo la respiración- ¿De Burrow?.

- Si no fueras tan obstinadamente ciego y estúpido sabrías de quien hablo Wood. Buenas noches. - se despidió Katie atravesando erguida el umbral a la sala común.

Oliver se quedó parado en el mismo sitio sin ser capaz de mover un sólo músculo... él único que había decidido funcionar, y con inusitada fuerza, era su corazón, que no paraba de bombear más intenso que nunca. ¿Estaría Katie enamorada?, ¿y por qué le molestaba tanto?, ¿por qué sentía ganas de rompele la nariz a Burrow?.

oOo Gry vs Rav oOo

Era uno de los últimos entranamientos antes del partido contra Ravenclaw. El silencio entre Katie y Oliver estaba volviendo loco al resto del equipo, por eso decidieron que cupido iba demasiado lento y que tenían que actuar.

- ¿A la cuenta de tres chicos? - preguntó George poniendo en marcha la etapa uno del plan maestro. Después de varias tentativas de planes frustradas (Fred había propuesto amarrarlos y encerrarlos hasta que reaccionaran de su desenfrenado amor) decidieron que la mejor manera para obligarlos a hablar era dejándolos solos, para que el silencio se hiciera tan insoportable que el hielo se tuviera que romper de una buena vez.

- Tres, dos, ¡uno! - contaron todos al unísono para actuar y con un movimiento afirmativo de cabeza se dio inicio a la etapa uno.

- Ahhh - gritó Harry en una pésima actuación y comenzó a caerse de su escoba. Alicia acudió inmediatamente en "su rescate" y lo atrapó "sorpresivamente".

- Ooooh, creo que por alláááá se ve un dementoooor - dijo tan exageradamente que todos entendieron por qué lo suyo no era el club de teatro. - oooh, Harry se desmayó, ¡oh!, voy a llevarlo a la enfermería, ¡oh! - Fred desencajó la mandíbula, Oliver frunció el ceño intentando divisar el famoso dementor y Katie bufó con fuerzas, de sobra conocía a los chicos como para saber que todo era un montaje (además nunca había visto a nadie actuar peor que a Alicia).

- ¿Eso considera cerrada la etapa uno? - preguntó George espantado por la actuación de la cazadora, Fred y Angelina, aún con la boca abierta por la torpeza de la morena se encogieron de hombros y George consideró que eso contaba como un "sí"- etapa dos: en marcha.

- Angie ¡Cuidado! - gritó George, mientras la cazadora "casualmente" se interponía en el camino de una bludger "perdida".

- Yo te salvaré - gritó teatralmente Fred mientras volaba velozmente al encuentro de una "desmayada" Angelina.

El encuentro fue digno de una película muggle. Fred alzó en sus brazos a Angelina e incluso intentó besarla, pero ello esquivó hábilmente el movimiento y lo único que consiguió el pelirrojo fue estrellar su nariz contra el palo de la escoba. George se acercó a la pareja y les susurró en el oído "Digno de un Oscar", de haber podido aplaudir sin llamar la atención, lo hubiese hecho.

- Oliver, Angelina se ha desmayado - constató George- voy a ayudar a Fred a cargarla, no puede solo, parece que alguien comió demasiado en el desayuno- comentó el pelirrojo y repentinamente recibió una "casual" patada en el trasero propinada por el cuerpo "inerte y desmayado" de una enfurecida Angelina Johnson.

Malhumorado Oliver accedió, ¿por qué tanta mala suerte justo cuando quedaba tan poco para el partido contra Ravenclaw? (De sobra está decir que el moreno ni siquiera se percató de que todo era una actuación).

- Genial - bufó enojada Katie, ella no iba a dignar dirigirle la palabra al capitán aunque los chicos hubiesen hecho un patético intento por dejarlos solos- Me voy Oliver, no tiene caso que nos quedemos los dos solos - sentenció comenzando a descender en su escoba.

- Por supuesto que no te vas - ordenó Oliver, ¿cómo podía tener tan mala suerte?, y ¿dónde había quedado el dementor que aseguraba ver Alicia? Pensándolo bien, Alicia debería tomarse algo, estaba algo extraña...

- ¿Perdón? - preguntó Katie anonadada. Conocía a Oliver desde que había entrado al colegio, sabía perfectamente que el chico era un despistado total, pero no reconocer que el espectáculo recién dado por el resto del equipo era un completo montaje iba más allá de toda comprensión, a veces pensaba que el Quidditch sí había afectado realmente el cerebro del capitán.

- Podemos ensayar lanzamientos - sugirió el capitán- esos fueron hechos lamentables, pero el próximo partido apremia - aseveró Oliver, sus manos comenzaron a sudar. No podía tener tan mala suerte, ¿y si aparecían dementores en el próximo partido contra Ravenclaw? Harry tenía que afrontarlos, y más le valía a Angelina recuperarse pronto de esa caída...

Katie de mala gana se posó frente a los postes del equipo y enfrentó a Oliver Wood. Lanzó la primera quaffle con todas sus fuerzas, pero el chico la atrapó, Merlín, ¡cómo alguien podía ser tan bueno en Quiddditch y tan malo con las relaciones personales!. El chico le devolvió la pelota y ella se preparó una vez más para lanzar.

- No utilices tanta fuerza Bell, la malgastas en un solo lanzamiento - advirtió Oliver.

Katie tomó aire y llenó sus pulmones de una suave brisa, contó hasta diez y fue soltando poco a poco el aire. ¡Cómo la desquiciaba Wood!, ¡ojalá una de sus quaffles le llegara directo a la cabeza para que de una vez por todas comprendiera todo!, ¡qué fastidio de hombre!.

Una vez más arrojó la quaffle con todas las fuerzas que fue capaz, esta vez incluso el brazo llegó a dolerle. Wood tuvo que hacer un movimiento inusitadamente difícil para atrapar la bola esta vez. Al ver que el chico le devolvía la pelota ella volvió a bufar, si Oliver fuese un poquito más comprensivo y menos cabezotas y una mínima parte de peor guardián, el mundo sería mejor.

Tercer tiro. La rubia inhaló con fuerza, ésta era su oportunidad, la quaffle iba a entrar por uno de esos malditos aros y ella le demostraría a Oliver que podía ser tan buena tanto en el quidditch como en la vida personal. Se tomó sus minutos en planear una estrategia, quizás si se lanzaba a la derecha, pero luego la lanzaba por la izquierda... no, demasiado evidente. ¿y si se acercaba por abajo y luego la lanzaba por la derecha?, eso podría ser más efectivo, aunque peligroso también.

Y Katie lanzó, fue un gol perfecto. La quaffle entró directo en el aro central... pero que la pelota hubiese entrado no significaba nada, porque ella había resbalado al hacer un movimiento demasiado brusco girando a la derecha y además descendiendo un par de metros para engañar al guardián. Mas Oliver sabía lo que iba a hacer Katie, la conocía demasiado bien, supo su jugada justo cuando sus ojos verdes hicieron el recorrido que próximamente haría ella misma, ¡qué predecible Bell!... pero qué estúpida también: era una jugada peligrosa, y además fue hecha irresponsablemente, porque debió haber lanzado con menos fuerza e impulso si no quería caer, cualquier novato lo hubiese sabido... Katie lanzó, pero él no se preocupó en ningún momento de la bola, sino que sus ojos estuvieron siempre fijos en la rubia que se desprendía de su escoba y que comenzaba a caer... al menos 15 metros separaban su frágil cuerpo del suelo.

- ¡¡KATIE!! - gritó desesperado intentando frenar la caída de su cazadora. La alcanzó pocos metros antes de que ella llegara al suelo de cajón. La alzó en los brazos y la aprisionó con fuerzas, pero eso no iba a ser suficiente, porque la velocidad era demasiada y la distancia hasta el suelo muy poca como para emprender el vuelo nuevamente. Ambos se desplomaron con fuerzas en el verde césped de la cancha de Quidditch. Oliver recibió la mayoría del golpe, porque giró su cuerpo para proteger a Katie, pero eso no evitó que Katie recibiera un fuerte golpe al estrellarse contra el suelo.

Ninguno de los dos habló por un par de minutos que parecieron eternos.

- ¿Estás bien? - se preguntaron recíprocamente. Sus ojos se encontraron y por primera vez Katie vio que los ojos de Oliver brillaron como cuando ganaba un partido, sólo que ahora no había ningún partido en curso, no había rival alguno y Oliver ni siquiera se encontraba montado en una escoba.

- Oliver, lo siento... - comenzó a decir Katie.

- ... fue demasiada fuerza y un movimiento muy brusco - completó el capitán. Katie sonrió, como siempre él había desentrañado la jugada y conocía a la perfección sus errores.

- De todos modos convertí Oliver - comentó Katie risueña y orgullosa. Estaba sentada en la mitad de la cancha de Quidditch, estaba sudorosa por el entrenamiento y la caída le había desordenado el cabello, sin mencionar las magulladuras leves que había sufrido, la situación hasta era cómica, y necesitaba mencionar el pequeño hecho de que aunque hubiesen terminado en el suelo, ella había vencido a su capitán.

- Sabía que ibas a llegar por la derecha - aseveró el capitán aún en el suelo, despeinado, sudoroso, aún jadeando por el esfuerzo y con un dolor fuerte en toda la espalda donde había aterrizado.

- ¿Pero cómo... - comenzó a alegar Katie, ¡era la jugada perfecta!.

- Te conozco demasiado bien - interrumpió Oliver mirándola fijo a los ojos, no podía sentirse nervioso o dubitativo en una situación así, era casi más cómica que "el evento" en el salón de madame pudipié. Además, era cierto, podía identificar cada movimiento de Katie con sólo miarla a los ojos, podía descubrir su estado de ánimo por la forma en que fruncía su ceño, podía determinar cuán feliz estaba por el volumen de su risa y hasta podía percatarse de los cambios en su perfume diario. Oliver sintió algo revolverse en su interior, ¿cómo sabía esas cosas? Y ¿cómo no se había dado cuenta antes que realmente sabía esas cosas, que estaba pendiente de Katie siempre?...

- Por primera vez descuidaste tu más preciado bien, Wood - comentó irónica Katie intentando cambiar el tema, estaba nerviosa y seguramente más colorada que el uniforme de su casa. Lanzó el comentario curiosa, sabía que Oliver cuidaba a los aros de su equipo como "su más preciado bien".

- Todo lo contrario Katie - negó Oliver frunciendo el ceño con seriedad, había descubierto algo que apreciaba aún más que su deporte favorito: Katie.- terminé en el suelo tratando que nada malo le pasara.

Katie enmudeció. "Estoy soñando" se repitió al menos unas doscientas veces. ¡Qué ilusa!, era como uno de los sueños que acostumbraba a tener (y odiaba admitirlo), claro, cómo no se dio cuenta antes, sabía exactamente lo que iba a pasar: ahora Oliver le iba a decir que la quería, luego la besaría y después... su hermana le saltaría encima, su gato le lamería la cara o quizás alguna de sus compañeras de cuarto le gritaría que llegaría tarde a clase. Pero nada de eso ocurrió, y los minutos pasaron y el silencio seguía inquebrantable. ¡Alto! ¿era verdad?.

- ¿Así que hace falta que me caiga de una escoba para que te fijes en mi? - preguntó tentando a la suerte, quizás lograba alargar un par de minutos el lindo sueño que estaba teniendo.

- No -negó Oliver poniéndose de pie y llegando al lado de Katie - Basta que te besuquees con nuestro enemigo.

Katie elevó sus ojos, Oliver le estaba tendiendo la mano para que ella también se pusiera de pie.

- Ya déjalo Wood, no funcionó - aseguró la rubia. Tomó la mano que le brindaba el Oliver de sueños y cuando se estaba poniendo de pie, su pie derecho decidió que quería desplomarse y llevarla una vez más directo al césped. ¡Alto!, en los sueños no sentías dolor, en los sueños no estaría sudorosa y maltrecha, ¡en el sueño su pie no la hubiese traicionado y ahora no estaría doliendo condenadamente fuerte!, ¡Mierda!, ¡Mierda!, ¡Mierda elevado a mil!: ¡¡No estaba soñando!!.

Oliver se arrodilló preocupado a su lado y tocó el tobillo de su cazadora. Ella chilló al instante en que las frías manos del chico hicieron contacto con su piel. Katie intentó hacerse la fuerte, pero tuvo que ceder luego de que su pie comenzara a hincharse como una papa deforme. El moreno transformó uno de sus guantes favoritos en una venda e inmovilizó el tobillo de la chica frágil que intentaba hacerse la valiente. ¿Cómo no se había dado cuenta antes de cuánto apreciaba a Katie?.

El guardián tomó en sus fuertes brazos a la cazadora y la elevó cuidadosamente del suelo. Katie apoyó todo su cuerpo contra el de Oliver y sintió sus músculos bien formados, aspiró el masculino aroma que exudaba Oliver y se fijó en la sonrisa tímida que asomaba en sus labios, esto era definitivamente mejor que un sueño...

- ¿Por qué sonríes, Oliver? - preguntó mientras ella misma sonreía como una idiota, ¿quién dijo que los príncipes ya no existían?, ¿quién dijo que el hombre de tus sueños no te podía alzar del sueño cuan princesa? (Bueno... los cuentos eran algo más rosados y menos sucios... pero para Katie la escena era suficiente, además odiaba el rosado).

- ¿Por qué sonríes tú? - contraatacó Oliver mientras Katie se sonrojaba en sus brazos, había alzado premios, había alzado a otras personas, pero nada se sentía tan cómodo y tan reconfortante como sostener a Katie Bell en sus brazos, sin oponer resistencia alguna, sólo sonriendo, sin ser capaz de responder a la pregunta formulada. - Ven, vamos a las camarines y después vamos a la enfermería para que te vean eso. No me perdonaría si te pasa algo.

- ¿Por qué Oliver? - preguntó Katie una vez más. Necesitaba entender, necesitaba cualquier señal de que eso no era un sueño y que no iba a despertar con la almohada babeada a la mañana siguiente.

- Por... porque... - "porque descubrí que sin ti me muero". No. Esa sería la respuesta del príncipe encantador, y recordemos que estamos en otro cuento y que "el príncipe" no es otro sino Oliver Wood - porque me quedo sin cazadora para el partido contra Ravenclaw - fue su sincera respuesta.

Los dos comenzaron a reír. ¡Al diablo los príncipes, princesas, corazones y carruajes!, por Merlín, eran Oliver y Katie, eran guardián y cazadora, dos chicos con los pies escasamente puestos en la tierra, dos corazones unidos por una causa: Quidditch.

- Gracias por cuidar de mi Oliver- pronunció Katie una vez que sus risas se bajaron de intensidad. Era sincera, por primera vez mandó a la punta del cerro todos sus prejuicios con el capitán y agradeció.

- Alguien tiene que hacerlo - sentenció Oliver. Katie no entendió - Fred y George lo hacen con Angelina y Alicia, los gemelos, bah, pueden cuidarse solos, Harry tiene más de mil ojos puestos en su seguridad, sólo quedas tú - enumeró Oliver como si contase puntos.

- ¿Así que tomas el rol de padre? - preguntó irónica la rubia... lo que le faltaba, Oliver viéndola como la hermana pequeña.

- Digamos que de guardián - resolvió Oliver bastante convencido bajando a Katie quien ya pudo mantener el equilibrio por sí misma.

- Parece ser tu puesto vitalicio - comentó Katie pisando despacio, su tobillo aún dolía y de cierto modo extrañaba los brazos fuertes de Oliver.

- Espero que no - suspiró el capitán.

El corazón de Katie se aceleró y pudo jurar que mientras Oliver la sostenía, escuchó el suyo también. ¿Así que Oliver sí tiene corazón?. Escrutó sus maravillosos ojos pardos que centellaban más que en cualquier ocasión anterior. Humedeció sus labios, el momento sería perfecto ahora si Oliver...

Se quedó un buen rato mirándolo a los ojos, ambos sonriéndose, ambos deseándose... mas Oliver simplemente no atinaba a hacer lo evidente y Katie supo que debía actuar, más que mal, ella era la cazadora y él el guardián, vemos qué tan hábil era para no dejar entrar un beso.

Y sin aviso previo lo besó. Ella lo besó. Ella se acercó a él y juntó sus labios con los suyos. Fue un beso tímido, un beso inexperto de quien entregaba un beso por primera vez. Lentamente sus labios se separaron dejando entrar y jugar sus lenguas que se anhelaban desde hace ya tiempo y que se encontraban al fin.

Katie sintió que flotaba en el aire y se dio cuenta de que para volar no necesitaba una escoba. Y Oliver, bueno, Oliver se dio cuenta de que había algo que ansiaba aún más que un juego de Quidditch, alque que quería aún más que la copa de Hogwarts: a Katie, a Katie Bell.

- ¿Travesura realizada? - bromeó Fred mientras se encontraba apretujado junto a todo el resto del equipo en uno de los recodos de la cancha. A pesar de que escasamente soportaban la presión y el sepulcral silencio que habían mantenido hasta entonces, todos rieron entusiasmados y esperanzados con el espectáculo.

oOo Gryffindor versus Ravenclaw oOo

5 de febrero

Todo estaba a favor para que el equipo de Gryffindor derrotara a Ravenclaw en su carrera por ganar finalmente la copa de Quidditch. Harry por fin tenía su fenomenal Saeta de Fuego, a eso había que agregarle que el capitán estaba notoriamente feliz y confiado, al igual que Katie (y claramente el resto del equipo sabía la causa exacta). A todo eso había que además sumarle que el clima estaba hermoso, hacía un día fresco y despejado, con una brisa muy ligera.

En el camarín Oliver no comenzó su habitual discurso aburrido y que todos conocían más que de memoria, sino que los animó de forma sencilla y les recordó que tenían que vencer a Ravenclaw si querían hacerse aún la copa de las casas.

Cuando salieron al campo de Quidditch a Oliver Wood se le borró la sonrisa, Randolph Burrow estaba al lado de Davies, el capitán de Ravenclaw y lo miraba de modo que Wood no pudo entender, un revoltijo de emociones invadió su estómago y mirar los ojos almendrados del Ravenclaw sólo le dieron un motivo más para destrozar a Ravenclaw.

- Wood, Davies, daos la mano - ordenó madame Hooch. Oliver se adelantó y estrechó la mano de su símil del equipo de las ágilas. - Montad en las escobas...cuando suene el silbato... ¡Tres, dos, uno! - El equipo de Gryffindor despegó del suelo y tomaron altura, Randolph tomó la quaffle antes de que lo lograran las cazadoras de Gryffindor y se dirigió veloz hasta los postes.

Lee Jordan, el narrador oficial no ofrecía muchas noticias del partido ya que se dedicó la mitad del tiempo a elogiar la afamada Saeta de Fuego que montaba Harry orgulloso. Mientras tanto, Randolph intentó convertir, pero fue parado en seco por un imponente Oliver Wood que no iba a permitir que "el feúcho" convirtiera en uno de sus aros. Oliver lanzó la pelota a Katie casi sin pensarlo.

- Gryffindor tiene la pelota. Katie Bell se dirige a la meta... - relató Lee luego de una reprimenda de McGonagall. Katie consiguió el primer tanto del partido y las gradas de Gryffindor estallaron en vítores. Harry se lanzó en picada una vez que vio la pequeña snitch cerca del suelo, mas una bludger se interpuso en su camino. El partido siguió su curso y Gryffindor se puso rápidamente a la delantera.

-... ¡Gryffindor gana por ochenta a cero! - chillaba Jordan emocionado.

Ravenclaw jugaba a la defensiva, pero eso no les impidió convertir en tres ocasiones, disminuyendo la ventaja de los leones.

Oliver estaba nervioso, todos habían jugado excelente, pero necesitaban ganar con mucha diferencia, Harry debía coger la snitch ahora mismo. El buscador se dirigió con prisa a los aros de Gryffindor y se paró cuando la buscadora del equipo contrario, Cho Chang, le bloqueó la pasada.

- ¡Harry!, ¡No es el momento para portarse como un caballero! - gritó el capitán. - ¡Si es necesario, tírala de la escoba! - añadió salido de sus cabales. Las chicas abrieron la boca ante tal comentario... nunca iba a dejar de ser "tan Wood".

Los cazadores de los equipos rivales peleaban codo a codo la quaffle y Oliver sentía una extraña molestia cuando Katie se acercaba demasiado a Burrow. Y entonces fue cuando sucedió. Harry aceleró la saeta como nunca, al mismo tiempo tres figuras encapuchadas aparecían desde una esquina de las gradas, el chico que vivió lanzó algo blanco y brillante por su varita y en menos de una abrir y cerrar de ojos cogía magistralmente la snitch.

Se oyó el silbato de madame Hooch dando por finalizado el partido. Al segundo siguiente todos se abalanzaron sobre Harry que aún tenía la snitch cogida en su puño derecho.

- ¡Ese es mi valiente! - exclamaba Wood una y otra vez, no cabía en sí de felicidad - 230 a 30, ¡200 puntos de diferencia!, una victoria aplastante contra Slytherin y la copa es nuestra chicos - exclamó feliz, abrazando al equipo, ¡cuanto quería al equipo!.


Hola!! Aquí va el penúltimo capítulo de mi fic que me ha costado un mundo!! espero que haya valido la pena :)

Este fic está dedicadísimo a Embercita, y desde Santiasco le mando un beso enoooorme a donde quiera que esté ahora! te quiero mil amiga!! (oye, y no cualquiera puede decir que tenga un fic de más de 50 páginas dedicada y hecho absolutamente para ti, sabes que lo mio son los Dramiones ;) )

Se aceptan bludgers por la cabeza y les pido que si no me han dejado un rr lo hagan ahora porque será el último capítulo que los podré respodner :( siempre me da penita acabar con los fics.así que: no es tan difícil, apretad el botoncito Go okis??

Gracias a todas las que apoyaron mi fic "De porqué Hermione Granger odiaba la primavera" que ha sacado un bellísimo tercer lugar en el reto, miiiiiil felicitaciones a Andy182 que ganó el reto y que lo merecía absolutamente, su fic "Aún eres el amor de mi vida" está absolutamente recomendado.


Ahora tengo que agradecer millones a: RociRadcliffe (gracias por tu rr bella! y sip, Oliver es un cabezotas, celópata, despistado, pero es absoluta y completamente sexy y me estoy enamorando perdidamente de él! espero que este capítulo en que fue mucho más sensible te haya gustado igual, besos!); Ceciss (le achuntaste perfectamente, ya era la hora de condimentar el fic con un poquito de romance.. aunuqe igual se me hace un poco complicado ya que es un fic corto, espero te haya gustado ese pequeño roce de este capítulo, gracias por leer!! besitos!); Abril (jajjajaja noooo, no te tiñas, al menos nostras las morenas -ejem, asumiré que lo eres- tenemos cerebro, además, Edward Cullen las prefiere -me encanta esa frase que se la vi a alguien en el avatar- me alega verte de buen humor! y arriba las morenas!!); Hermi88 (Hermi, espero que te haya gustado, al menos ya hubo un pintita de romance por aquí y además ahora Oliver al menos admitió que no para de pensar en Katie, rayos, yo quiero un capitán igual!! espero tus comenbtarios, muchas gracias, kisses!!); Ginna Isabella Ryddle (sip, ya era hora de que Oliver atinara, aunque en este cap ha sido Katie la que ha llevado la delantera, es que a veces el amor es demasiado lento, ¿por qué sentarse a esperar?, espero que te haya gustado la pincelada de romance, besos!!); :Dani: (bella!! siempre apoyándome en todos mis fics, mil gracias!!, viste, ya era hora de que Oliver atinara a hacer algo, auqnue de todos modos lo amo despistado, yo no tengo ningún problema en tomar la iniciativa como Katie, espero te haya gustado ese pequeñín beso, te mando a ti también besos y abrazos de oso!); Ly-Draco (Ly, don't worry, lo subí rápido así que creo no metendrás que perseguir, así que leyendo en inglés?? uuuf! espero que al menos haya valido la pena! después me lo recomiendas, ojalá te haya gsutado este Oliver más sincero, besotes para ti!); Olive&Oliver ( al fin Oliver atinó a algo en este capítulo!!, será despistado pero igual es hombre e igual tiene un corazón que late con alguien con nombre y apeliido: Katie Bell, yo tb amo a esta pareja ahora, besos!).