La Leyenda de Zelda: El Secreto del Palacio Midoro

*Cómo se escribieron los secretos*

Parte 1: El inicio de todo

Les escribe el autor del fic titular, Triforce Deity (si querían saber mi verdadero nombre, deberán volverlo a intentar). Antes que cualquier cosa, quiero agradecer a todos quienes se tomaron el tiempo de leer mi fic, pues a pesar de los constantes retrasos, siguieron la historia fielmente hasta el final. Y contrario a lo que pueda pensarse, por dichos retrasos y la extendida duración del fic, escribirlo no fue una odisea, sino toda una aventura que recuerdo con mucho cariño.

Por ello, creo que la historia merece no sólo ser leída, sino también conocer qué inspiró su creación, y todos y cada uno de los elementos que la conforman, cosa que varios de ustedes, lectores, me han preguntado. Otros de ustedes no preguntaron nada, pero igual podría interesarles conocer lo que sigue; mientras que otros de ustedes ni preguntaron, ni querían saber nada más de la historia después de leerse los más de cincuenta capítulos. Empecemos, pues…

Sobre el autor (y su afición por The Legend of Zelda)

Triforce Deity (aún no hay nombre real para ustedes) tenía 22 años y portaba un sombrero de Ezlo al momento de la publicación de este escrito. Ha sido ávido fanático de los videojuegos desde que su padre cometió el grave error de regalarle un Sega Master System a la tierna edad de 2 años. No se ha despegado del pasatiempo desde entonces.

Su primer videojuego fue Alex Kidd in Shinobi World, que no tardó en dejar atrás cuando consolas como la NES y SNES cayeron en su posesión, volviéndose fanático de series como Super Mario Bros. y Mega Man, pero no mucho más que eso. Cabe mencionar que éste fue el pasatiempo que lo mantuvo alejado de buenos hábitos como los deportes de equipo y la lectura: solamente encontró confort en la individualidad de las artes marciales (que le contagiaron cierto entusiasmo por las peleas), y como muchos otros, su primer libro leído de principio a fin fue "Harry Potter y la piedra filosofal", cuya redacción amigable para lectores poco experimentados, pero sumamente detallada, le brindó un gusto, además de leer y escribir más, por la literatura fantástica y de aventuras.

Volviendo al tema de los videojuegos, Triforce Deity se mantuvo encasillado en las mismas series por mucho tiempo… Mega Man se volvió Mega Man X, y salvo por Mario y Luigi, pocos eran los personajes que le gustaba ver en pantalla a menos que estuvieran relacionados con una película o serie de TV de su interés. Todo eso cambió en el año 1999, cuando tenía 9 años..

Triforce Deity hojeaba una revista Club Nintendo (la mexicana) cuando se topó con una guía para obtener todas las fotografías del Ratón Fotógrafo en The Legend of Zelda: Link's Awakening DX, la reedición de la cuarta entrega en la serie The Legend of Zelda, para Game Boy Color. Las gráficas caricaturescas y simples, sobre todo en el caso de dichas fotografías, llamaron su atención, y compró el juego en cuanto pudo encontrarlo. Sin embargo, en un juego con limitado potencial gráfico como éste, se requería de un amplio dominio del inglés para seguir la historia, dominio que no tenía en esa época. Añadiéndole una dificultad bastante elevada (o al menos así le parecía en aquellos tiempos), Triforce Deity no tardó mucho en abandonar Link's Awakening DX, sin un solo ápice de conocimiento sobre lo que era The Legend of Zelda y su legado. Más conocedor de la serie y con mayor destreza en el idioma inglés, volvió a Link's Awakening DX años después y se convirtió en uno de sus juegos favoritos de la serie, pero esa es otra historia.

Como a muchos, el juego que contagió a Triforce Deity de la magia de The Legend of Zelda, fue el clásico Ocarina of Time. Quedó atrapado por su mundo cuando el mismo 1999, su vecino le mostró el juego una tarde, y tuvo suerte de recibirlo para Navidad gracias a su abuela. El carisma de los personajes, el mundo que parecía vivo, una trama nada compleja pero sí apasionante y perfectamente narrada, y la adicción por el combate perfecto y la resolución de las mazmorras inteligentemente diseñadas, lo convirtieron en uno de los mayores fanáticos de The Legend of Zelda que haya visto el planeta Tierra, dispuesto a comprar cualquier mercancía relacionada a esta serietieron en uno de los mayores fanesoluciecibirlo para Navidad gracias a mi en pantalla a menos que estuvieran relación a pesar de las súplicas de su agonizante cartera. Triforce Deity posee y ha jugado todos los juegos oficiales de la serie en al menos una de sus versiones, al menos una vez cada uno, y gusta de presumir su colección porque hace crecer su ego un poquito.

Entrándole al Fan Fiction

Con el fanatismo y conocimiento por The Legend of Zelda, y la afición por la literatura fantástica, Triforce Deity ya contaba con la teoría y la práctica que lo llevarían a escribir fan fiction. Pero la motivación, la inspiración, le vino de otra persona, una que ni siquiera conocía ni vería jamás.

Apodada "The Fairy", esta autora fue responsable de un fic llamado "Zelda: Majora's Mask", el cual, hay que decirlo, tenía numerosas fallas, como estar escrito a modo de guión teatral con faltas ortográficas de sobra, y un claro abuso de smileys. Pero le daba un giro al cuento de Majora's Mask, de otra forma sombrío: le añadía muchas gotas de humor y, de paso, tenía a Zelda acompañando a Link en su viaje por Termina. Dejando de lado que el fic era muy disfrutable, enseñó a Triforce Deity la posibilidad de usar la mitología, personajes y entornos de su serie favorita, y darles un nuevo giro con su estilo e imaginación. Así, a los catorce años de edad, emprendió su primer trabajo literario: "La Leyenda de Zelda: El Ejército del Mundo Oscuro", que sería secuela para Ocarina of Time y Majora's Mask. De ese trabajo existieron dos versiones, de las cuales ninguna fue concluida. Pero el legado que le dejaron fue importante, pues no dejaba de imaginar nuevas historias alrededor del universo de The Legend of Zelda… Sin embargo, no volvería a intentar escribir otra historia hasta varios años más tarde.

Y luego, Fire Emblem

Como seguramente fue el caso de varios, el primer contacto de Triforce Deity con la serie de RPG Tácticos de Nintendo, Fire Emblem, fue gracias a la aparición de Marth y Roy en el juego de peleas Super Smash Bros. Melee. Y de los pocos títulos de la serie que han llegado a América, el primero en picarle el interés lo suficiente para comprarlo, fue Fire Emblem: Path of Radiance, el tercero de la franquicia en lanzarse fuera de Japón (pero el noveno en aquellos lares), y que narraba la historia de Ike y sus mercenarios en la lucha por liberar su tierra, Crimea, de los invasores del país vecino, Daein. La historia y sus personajes, suficientemente profundos sin tener que llegar a la depresión (cosa que considera común en el género RPG), combinados con un juego dinámico y complejo, lo hicieron esperar con ansias por la secuela en cuanto fue anunciada.