DEDICADO A MIS NECHANS: L.I.T Y LAMSI

SUMARY: Tres hermanas separadas por Orochimaru se unirán nuevamente gracias a Hebi y lograrán el nacimiento de nuevos amores.

Aviso: Este fic en realidad era solo para que lo leyeran dos personas, las cuales gracias a ellas este fic no existiría. Y por ello, no me paré en los detalles como hago normalmente. Obviamente alguno de los personajes estará bastante Occ, pero esto es un fic, y solo el creador es capaz de mantener la personalidad, y si además es un fic que contiene romance, imposible de crear un fic de este estilo a no ser que estén siempre callados.

Parejas: Sasuke x Sakura x Naruto; Itachi x Occ x Juugo; Gaara x Occ x Kankuro; Sasori x Occ x Kabuto; Shikamaru x Temari; Pein x Konan; Naruto x Hinata; Neji x Tenten.

Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, sino a su creador Masashi Kishimoto. Excepto los personajes de Aine (es de mi propiedad); Himeko (propiedad de L.I.T); y Hikari (propiedad de Lamsi)


-EL CLAN TSUKINO-

by: Atori


Capítulo 2:

Para cuando Sasuke regresó, advirtió como su equipo estaba completo pero también demasiado revolucionado para su gusto.

Estaba la hermana mayor junto a la mediana, la cual ya había despertado y otra que desconocía echándole en cara a la de anteojos que con la cara arrugada respondía a los ataques ofensivas que las tres hermanas empleaban contra ella. Suigetsu, como era de esperar, no hacía nada para pararlas, solo reía maliciosamente haciendo de vez en cuando muecas raras. Y Juugo tenía un rostro bobalicón y desconocido que le asustada, y que si se fijaba bien era dirigido para la mayor de las Tsukino.

-¿qué es lo que sucede aquí? –fue lo que primero preguntó.

Todos sin excepción se giraron a verle, Karin con un sonrojo notorio, Suigetsu con su picardía habitual, Juugo inexpresivo, Himeko ligeramente colorada, Aine con cierta molestia y Hikari con el rostro incrédulo.

-pues como no controles la lengua viperina de la gafitas esta, tendré problemas para ayudarte en tu venganza. –soltó Aine.

-hicimos un pacto y yo he cumplido mi parte.

-¡ja! –dijo Karin burlona.

-y Karin recuerda que ellas son más necesarias que tú, así que contrólate.

-¡ja! –le devolvió Aine.

-me parece que Ai-chan aborrece a la bestia de Karin, es comprensible. –acotó Suigetsu.

-¡deja de llamarme bestia! –dándole un puñetazo volviéndolo agua.

-oye chica, si es que eres mujer, pero pegándole demuestras que eres una auténtica bestia. –aportó Himeko.

-¿quieres recibir tú también? –enseñándole el puño.

-eso si puedes. –dijo la mediana en modo defensivo con una sonrisa arrogante.

-nechan… -dijo Hikari pensando en algo para detenerla- vamos, pasa de ella. Además que como dicen, mala hierba nunca muere. –mirando de reojo a la pelirroja.

-¡repítelo si te atreves mocosa!

-¡basta he dicho! –gritó Sasuke- movámonos de inmediato.

-ok jefe, se entiende. Estamos a dos pasos de tu querida villa que te traerá nostalgia.

-movámonos Suigetsu.

-oye tú, el creído. El chico ese me saca de la aldea de Suna donde estuve por años, me encuentro con mis hermanas que con la alegría de verlas, no sé que hago aquí y para terminar ni siquiera sé quiénes sois y porque tenemos que seguirte.

-estoy igual de la opinión de Hime-onechan. Onesan, ¿qué ha pasado? ¿Por qué estamos con ellos?

-pues…

-las explicaciones en otro lado, lejos de Konoha.

Hikari frunció el cejo. Las presentaciones no estaban hechas, pero en la discusión que había mantenido con aquella Bitch como la denominaba, su nombre había salido a la luz y ciertas cosas que lo asociaba con que aquel pelinegro era el hombre de que su amiga-sensei estaba perdidamente enamorada.

-¿acaso te da miedo estar en Konoha? –preguntó inexpresiva acaparando la atención de todos que estaban confusos, no como Sasuke que había logrado trastocarlo por unos segundos- ¿dejaste algo que ahora te arrepientes? –volvió a cuestionar.

Observando que seguía dándole la espalda, imaginó que estaba en lo correcto en sus deducciones. Tras segundos de intenso silencio y sin ningún movimiento, fue Sasuke el primero en girarse lentamente con los ojos cerrados hacia la más pequeña de las hermanas para abrirlos y mostrar su temido sharingan.

-¡no lo hagas! –gritó Aine sabiendo lo que ocurriría.

Y Hikari se vio envuelta en el genjutsu de Sasuke donde se sentía en un lugar tétrico sin salida.

-¡Hikari! –gritó ahora Himeko sin saber muy bien lo que le estaba ocurriendo, pero sus ojos de par en par le decían que no estaba en ese mundo.

-¡he dicho que basta! –lanzando un shuriken contra el Uchiha que lo atrapó con demasiada facilidad al mismo tiempo que Hikari volvía en sí jadeante siendo ayudada por su hermana Himeko.

-no lo vuelvas hacer, sino tus hermanas y tú no volveréis al lugar de donde os saqué, sino a uno mucho peor. –devolviéndole el shuriken que rozó la mejilla de la mayor de los Tsukino quedándose paralizada por décimas de segundo para después quejarse de dolor aunque fuese una herida pequeña.

-¡Aine! –dijo ahora Himeko asustada al ver a sus dos hermanas derrotadas por aquel chico que ahora lo veía con malos ojos. Puede que fuera atractivo pero su interior estaba podrido.

-¡movámonos! –avanzando varios pasos seguido de una satisfecha Karin y un Suigetsu que miraba para atrás preocupado por las tres hermanas.

Las tres hermanas siguieron en su sitio con el orgullo bastante herido y sintiéndose más miserables de lo que su padre en el pasado decía de ellas.

Ese recuerdo fue unánime ya que las tres hermanas empezaron a sentirse molestas y angustiadas, así como deseosas de que aquel hombre volviese a la vida y matarle para vengar a su verdadero padre, aunque una de ellas, sin quererlo se había llevado la medalla arrepintiéndose por haber matado en el curso a todo su clan. Pero… ¿y después? ¿Qué había pasado después? Eso era algo que tenían en blanco y más Himeko y Hikari que no sabían como habían llegado a Suna y Konoha respectivamente.

-¿estáis bien? –las interrumpió Juugo mirando a las tres hermanas- perdonadle por favor, pero es que su venganza es lo más importante en su vida. Sufrió mucho por ello.

-¿y por qué estamos involucradas? ¿Qué pintamos nosotras? –preguntó Himeko.

Aine se giró a ver a sus hermanas realizó unos cuantos sellos y con los ojos cerrados, concentrando su chakra, extendió las manos hacia el frente emitiendo una luz azulada dirigida a cada una.

Terminado ambas hermanas quedaron confusas y una de ellas tenía un rostro marcado por la tristeza y decepción que a toda costa quiso no mostrar ante sus hermanas mayores.

-¿qué has hecho? –preguntó Juugo interesado.

-¿recordáis ya todo? –ignorando al chico grande.

-hai. –respondió Himeko- eso fue una técnica de devuelta de recuerdos, ¿cómo la has conseguido?

-Orochimaru me dijo que os borró vuestros recuerdos, no sé con qué propósito, así que mientras que estaba encerrada me dediqué a aprenderla.

-sin embargo, aún quedan algunos puntos en blanco. –siguió Himeko- por ejemplo, ¿cómo llegamos hasta Orochimaru?

-eso es algo que yo tampoco sé. Hika, estás muy callada.

-gomen, gomen. –disculpándose nerviosa- es solo que la impresión de lo sucedido lo que me dejó sin habla.

-ey linduras, vamos que aquí el jefazo se está estresando. –dijo Suigetsu en la distancia.

-por el camino os contaré el motivo porque estamos con ese arrogante y la piosa esa.

-por lo menos el matón este parece más amable, por no decir del otro raro que parece ser muy gracioso. –dijo Hikari volviendo a ser la misma.

-concuerdo contigo. –dijo Himeko riendo.

-ajá. –finalizó Aine con una mano en la mejilla herida donde un resplandor verde emanaba de ella para curarla impresionando más a Juugo.

O.o.O.o.O.o.O

Mientras tanto, en otra parte muy lejana, los pocos miembros que quedaban del Akatsuki, extraían el nuevo bijuu que minutos atrás el nuevo equipo compuesto por Deidara y Tobi habían capturado, aunque más bien había sido Deidara el que se llevaría las medallas ya que, para variar, Tobi huía por patas.

Una vez terminado el proceso, el líder del Akatsuki, más conocido como Pein se había retirado sin sospechar lo que algunos querían para su conveniencia, aunque no fuera contra él.

-solo nos queda el bijuu de nueve colas y el de ocho. Me encargaré yo mismo de traer el bijuu de ocho… sí.

-un momento Deidara, sabes perfectamente que el cupo es un bijuu por cada uno. Y el de ocho me corresponde a mí.

-¿no me hagas reír… sí? Itachi y tú no hacéis gran cosa que no sea pasearos por ahí.

-… -mirada de reojo del Uchiha hacia el artista.

-Deidara no intentes ganarte el odio de todos, ¿quieres? –espetó Sasori.

-vamos, ¿no me digas que sigues molesto porque abandoné a tu primo Kazuzu cuando capturamos el bijuu de una cola? Sí… Además, hizo un favor al librarnos de vuestra querida abuelita Chiyo.

Enfurecido, la cola de Sasori fue directa hacia Deidara que la esquivó de un salto.

-uff, será mejor irse hasta que las aguas se calmen… sí… Tobi, en marcha. –desapareciendo en una nube de humo.

-¡joooooooooooopé! –sin muchas ganas de trabajar, pero igualmente le siguió.

-ese chiquillo imprudente. Me desespera. –comentó Sasori al borde de la histeria con los tres Akatsukis que restaban- Maldigo el día en que lo ingresaron como sustituto de Hikari. Ella al menos no iba por su cuenta.

-ahh, la pequeña Tsukino. Hacía tiempo que no escuchaba sus nombres. Desde que Orochimaru las raptó.

-olvidémonos de ellas. Además, están muertas. No tiene sentido pensar en gente que ya no está en este mundo. –dijo Itachi con una mirada glacial con su sharingan puesto como siempre.

-eso le costará la vida a Orochimaru. Es una pena, que sea el líder quién quiera matarle.

-es que raptarle sus pupilas para tener el 'Yamigan' y después matarlas fue retarle descaradamente. –aportó Kisame.

-Orochimaru ha muerto. –interrumpió el cuarto Akatsuki que estaba presente que era ahora la única mujer en la organización y ocupaba la mano derecha de Pein- Sasuke le ha matado.

-… -sorpresa para Itachi que miró a Konan buscando algún indicio de que fuese una mentira, aunque en ese lugar, puede que abundasen las desconfianzas y las traiciones pero no algo tan primitivo como las mentiras.

-vaya, solo espero que Pein no le guarde rencor al pequeño Uchiha. Sería un problema para ti, ¿no Itachi-san?

-escuchadme atentamente. Os voy a encargar una misión que no tiene nada que ver con los bijuu. Y no es la voluntad de Dios, ni de Pein, sino mía. Quiero que indaguéis en las guaridas de Orochimaru y busquéis pruebas contundentes de que las tres hermanas Tsukino están muertas.

-¿es que piensas que están vivas? –preguntó Sasori con un brillo especial en sus ojos.

-solo se han escuchado rumores, no hay nada seguro. –dijo Konan.

-ellas están muertas, o por lo menos una de ellas está. –aseguró Itachi marchándose de aquella tétrica cueva.

-no entiendo porque lo dice con tanta convicción. Sé que estuvo con una de las hermanas cuando las secuestraron, pero no vio como la mataban. –dijo Konan confusa.

-es el colgante. –contestó Kisame.

-¿qué colgante? –preguntó Sasori.

-el que tiene puesto, según sé, lo hizo Aine y lo encontró tirado en el suelo el día de su secuestro.

-creía que consideraba a Aine como una chiquilla impertinente.

-pues su carácter se volvió más frío desde que Orochimaru la raptó, lo mismo te pasó a ti con Hikari, Sasori. –dijo Kisame con una sonrisa malvada.

-hn. –bufó molesto.

-ya es suficiente. Cumplid la misión antes de que Deidara regrese con el nuevo bijuu.

-¡hai!

O.o.O.o.O.o.O

En Suna, mientras tanto, el Kazekage reunía a todos sus fieles shinobis así como a sus dos hermanos mostrando una preocupación que era digna de ver.

-quiero que la traigáis de vuelta, y vigilad que siga sana y salva. –amenazó a los shinobis quién habían tragado saliva.

Con la ira encendida, dio la media vuelta yendo hacia una dirección seguido de su hermano mayor.

-oye Gaara... Gaara, espera… -observando como su hermano caminaba a grandes zancadas sin detenerse- sé que te sientes desesperado por la repentina desaparición de Himeko pero…

-¡cállate! –murmuró entre dientes mirándole con profundo odio.

-pero Gaara…

-¡que te calles he dicho! –perdiendo la paciencia cogiéndole por el cuello de su traje- ¡tú…! ¡Tú tenías que haber estado con ella! ¡Ella ha desaparecido por tu culpa!

-pero Gaara… -nervioso- si Himeko estaba contigo antes de desaparecer… -los ojos de su hermano se volvieron en unos que reflejaban locura creyendo que lo estaba acusando- no… no quiero decir lo que piensas… es solo que… considero injusto que me eches la culpa cuando Hime-chan estaba contigo…

Más furioso lo lanzó contra el suelo, donde Kankuro se quejó de dolor en su trasero y posar los ojos en su hermano pequeño.

-no vuelvas a llamarla así ante mi presencia. –amenazó para proseguir con su camino.

Kankuro sudaba frío y se hacía una buena nota mental sobre los celos tan notorios que su hermanito sentía.

Pues era consciente que entre ellos y aquella chica había un triángulo amoroso donde los implicados sufrían a su manera por el amor no correspondido.

-sé que ella me ama, pero… no puedo corresponderla porque no siento nada especial. Pero si le digo lo que pienso, Gaara me matará. Y de la otra manera también. Y si no aparece, Gaara me matará; y si vuelve volvemos al punto de partida. ¿Qué hago? ¿Qué puedo hacer? –encontrándose en un laberinto sin salida.

CONTINUARÁ…


Notas de la autora:

Tres semanas después, la actualización que me ha sorprendido como ha pasado el tiempo. De no ser porque lo tengo apuntado, no me habría dado cuenta.

Bueno, lo mismo que capítulos anteriores, dentro de tres semanas la actualización y si tiene aceptación, pues será menos y blablabla.

Y respeto a lo que había dicho sobre lemon sasusaku en este fic, solo contaré los votos que hay en la encuesta de mi profile.

A los que siguen mi nuevo fic, Unmei, os doy la noticia de que estará actualizado antes del 14 o el mismo 14 de este mes.

Muchas gracias por vuestros reviews.

'Atori'