Esto se escribió para el cumpleaños de Ginny del 2009 en Amortentia. Los primero párrafos no son míos, son las pautas a seguir que las administradoras de la pag hicieron para que otros autores escribiéramos los drabbles (antes de los ***).

En mi caso esto fue lo que salió.

Visiten Amortentia . com . ar , tiene un poco de todo basado en Harry y Ginny.


El regalo más grande

Por: HuesosPotter

Todo sería más fácil si viviese en un pensadero, pensaba James mientras escuchaba que su hermana lloraba y lloraba por la noche reclamando su leche. Al menos así lo creía él después de que su mamá le leyera, "Penny y el pensadero principiante". Antes dormía la noche entera sin percatarse de que su hermanita tuviese pulmones capaces de albergar suficiente aire para inflar una piñata.

¡Por los pañales sucios de los bisnietos de Merlín! ¿Por que su papá no hacía algo para callarla? Era un auror, ¿no? Y con Al, como siempre nunca contaba. ¿Que nada lo despertaba? Ahora mismo dormía cómodamente con su pulgar en la boca y con su pequeñito trasero apuntando al cielo.

¡Ya...! Iría él en persona a hacerse cargo.

Caminó hasta su armario de donde sacó su varita de juguete y su colección de enchufes y calculadoras heredadas de su abuelo, todo lo guardó en una bolsa. Luego se quedó mirando a Al unos segundos meditando la manera más eficiente para despertarlo. No dejó pasar mucho tiempo, lo empujó con fuerza y Al abrió los ojos desorientado y molesto. Pero en el momento que vio a su hermano mayor listo para la aventura sus ojos crecieron como un par de platos.

-¿Dónde vas? - preguntó Albus con apenas un hilo de voz, ahora, lo que le faltaba era que su pequeño hermano llorara, pensó James.

Así que no le contestó, se inclinó a tomar sus cosas recolectadas y su varita -¿Vienes? - preguntó.

-Sip... - James se acercó a ayudarlo a bajar de su cuna, Albus tomó su osito de peluche, se sentía seguro aferrado a la mano de James y con su osito bajo el brazo.

Salieron de la habitación tratando de no hacer ruido, el pasillo estaba oscuro y en silencio, lo más extraño era que su hermana ya no estaba llorando, y la puerta de la habitación de sus papás estaba completamente cerrada, algo no estaba bien, sus papás nunca cerraban la puerta de su habitación.

-¿James? - preguntó Al.

-Shh, sígueme... - su hermanito se veía temeroso, así que lo tomó de la mano fuertemente entre la suya, empezó a caminar, pero la bolsa que llevaba le hacía imposible moverse. O tomaba la mano de Albus, o su varita o sus cosas.

No le quedó otra que dejar sus enchufes y calculadoras.

-James quiero a mamá..., ¿dónde vamos?, tengo miedo -

Un sonoro golpe se escuchó en la habitación de sus papás, espantando a ambos niños, seguido de una ligera risa procedente de la misma habitación.

-Los vamos a despertar... - escuchó decir a su mamá.

Algo sucedía, sus papás no se despertaban a esa hora, mucho menos su mamá, a menos que Lily llorara estruendosamente como era costumbre, y su hermana sólo había llorado por unos momentos, supuso que Kreacher, se había hecho cargo de ella.

Así que apuntó sigilosamente con su varita a la puerta de la habitación, quizás sus papás estaban en problemas y otras personas se habían transformado en ellos, quizás la gente mala que Teddy contaba en sus historias de miedo, habían atacado a sus papás. Quizás sus papás necesitaban ayuda.

Albus se pegó a él, mientras veía con cierto temor la habitación de sus papás, donde salían algunos ruidos raros.

-Tengo miedo James...-

Él también lo tenía, pero no lo iba a confesar, si sus papás estaban en problemas, su deber era cuidar a sus hermanitos. Colocó a Albus tras él, para protegerlo con su cuerpo mientras se acercaba a la puerta

-¡Dioses, me vas a matar! - susurró al parecer su mamá, su mami estaba en problemas, tenía ganas de llorar, pero si lo hacía Al se espantaría y la persona que estaba dentro los podría lastimar. ¿Dónde estaba su papá?

-Pero que manera de irte... ¿no, Amor?

¿Qué sucedía?, porque su papá no hacía algo, otros ruidos sordos se escucharon seguidos de una risilla de las personas que estaba en la habitación. James se limpió las lágrimas que salían de sus ojos, y apuntaba hacía la puerta esperando atacar.

Al lo jalaba de la camisa, observó a su hermanito, con la mano que sostenía a su osito estaba aferrado a la camisa de su pijama mientras que su otra mano estaba ocupada con el dedo dentro de su boca.

-James...-

-Shh...- trató de callar a su hermano que no dejaba de llamarlo y tirar de su pijama.

-¿Escuchaste eso?

-No...

¿Que iban a hacer?, los habían descubierto, debía de alejar a Albus, quizás si se escondían en la habitación de Lily junto con Kreacher o...

-Hay alguien afuera... -dijo la voz que se parecía a la de su mamá. -Harry, los niños -

Estaban perdidos, un ruido se escuchó, al tiempo que la puerta de la habitación se abría de golpe, espantándolos y sorprendiendo a la mujer que se parecía a su mamá, o ¿era su mami?

-James, Albus... -

-¡Mami! - gritó Al, tratando de acercarse a la que creía su mamá, pero James no lo permitió. -Suéltame, James-

-¿James? - preguntó la mujer que se parecía a Ginny Potter.

-No eres mi mamá...-

-¿James de que hablas?, yo soy tu mamá.-

James se limpió las lágrimas con la mano que sostenía su varita -no... no, ¿donde está mi mamá?-

Ginny no trató de acercarse, sabía o mínimo se imaginaba por donde iba el asunto. Le hizo una seña a Harry, que esperaba que éste entendiera.

-James, ¿por qué piensas que no soy tu mamá?

-Te ... escuché... te escuché decir que te iban a matar... -

Una tos se escuchó en el fondo de la habitación, observó a su papá que se golpeaba el pecho para no ahogarse.

-Papi...- gritó Albus, esta vez James no lo pudo detener, cuando salió corriendo hacia su padre, quien lo tomó en brazos y se acercó al marco de la puerta donde se encontraba Ginny y James.

Ginny observó a Harry, quien tenía una sonrisa algo torcida, se veía apenado, pero logró disimular. Ginny suspiró fuertemente, mientras se arrodillaba para quedar al nivel de su hijo.

-James...

-¿Eres mi mami?

Ginny le dio una sonrisa mientras afirmaba lo que James ya sabía. - Ven aquí... - se arrojó a los brazos de su mamá rodeándola con sus pequeños brazos, también rodeó la cintura de su mamá con sus piernas mientras ésta se lo acomodaba en la cadera.

Albus se estaba quedando dormido en los brazos de su papá, se sentaron al borde de la cama que estaba más alborotada que lo normal, que por suerte, ninguno de los pequeños notó, Ginny limpió las lágrimas de James, dirigiéndole una mirada cómplice a su marido.

James se acomodó en el regazo y en los brazos de su mamá, apoyo su cabeza en el pecho de ella, tenía tantas ganas de hacer lo que estaba haciendo su hermano, chupar su dedo y quedarse dormido junto a sus papás, desde que Lily había llegado a casa, ya no dormían como antes lo hacían en la cama de sus papás.

-¿quieres preguntar algo James? - se aventuró Ginny a preguntar, nunca imaginó que tendría ese tipo de conversación con su hijo de 5 años.

-¿Por qué estaba cerrada la puerta?

-Tú papa y yo no queríamos despertarlos... -

-¿Por qué?

-bien... por... Harry... ayúdame... ¿por que?

-ehh... - Harry le dirigió una mirada de desesperación. Ella no iba a caer sola, pensó Ginny, había sido culpa de él, por adelantar su regalo de cumpleaños. -ehh... James, ¿recuerdas que cuando vienen todos tus primos, no les gusta que entren las niñas a la casa del árbol? - Harry esperó que James dijera que si, cuando este lo hizo continuó - es lo mismo, tu mamá y yo, queríamos... ehh, queríamos jugar también... y... y... me perdí...bueno, el caso es que no queríamos molestarlos a ustedes...-

Tal respuesta pareció convencer a James, pero no estaba preparado para la siguiente pregunta de su hijo.

-¿A que jugaban?

-Ehh.. - Harry se volvió a atorar con una ligera tos, Ginny le frotó la espalda y la tos cedió. James esperaba su respuesta y por la sonrisilla de su esposa, no iba a prestar mucha ayuda.

-Si Harry, ¿a qué jugábamos? -

-ehh.. mmm... ¿calabozos y dragones?...

Ginny no pudo aguantar la carcajada, Albus se removió en los brazos de su papá mas no se despertó. James, no entendía la risa de su mamá, pero si entendió la explicación de su papá, los dragones se comían a las fichas del tablero, uno podía morir en el juego y por eso uno perdía. Supuso que su papá había ganado la partida.

-James, ¿qué hacían afuera de la cama? -Preguntó Ginny

-ehh... yo... nosotros... quería que fuera sorpresa... por tu cumpleaños... tu regalo..., pero ya no se va a poder porque ya te despertaste y... y ... ¿mami, estás llorando?. ¿Por qué lloras?..

Una risa nasal salió de Ginny, mientras besaba la cabeza de su hijo.

-James, no importa el regalo, ¿sabes por que?

James movió su cabeza

- ¿no?

-Nop

-Porque el regalo más grande que tengo, son ustedes cuatro, tu James, Albus y Lily... para mi no hay mejor regalo que ustedes... - James se abalanzó para abrazar a su mamá. Ginny lo abrazó y lo apretó contra su cuerpo, el pequeño se acomodó con su cabecita en su hombro, suspiró, se sentía tan cansado que sólo quería dormir con sus papás, en el lugar más seguro del mundo para él, los brazos de sus padres.

Ginny observó a Harry quien la observaba con un brillo especial en esos ojos verdes que tanto amaba - Mi regalo más grande eres tú, sin ti, todo esto no hubiera sido posible... -

Harry se acercó para besarla, era un beso cálido, lleno de amor y de una felicidad infinita. No había regalo más hermoso que el que les había dado la vida. Su propia familia, con la persona que amaba, que siempre había amado y siempre amaría.


Jor, Bita, Jazu, SALUDOS desde México. Las quiero corazones!