Aquí les traigo el segundo capitulo de esta absurda historia… ¡que lo disfruten!

Orfanato Akatsukiano

Capitulo 2: Me llamo Pinocho errr… Sasori

– Pero yo no tengo nada que regalarte Konan – dijo Chugapino, es decir Zetsu, muy preocupado y triste

– ha no importa, no es necesario que…

– ¡No!, las verduras transgenicas como yo somos muy educadas y caballerosas especialmente con las zanahorias y también con las damas, así que toma esto como muestra de mi agradecimiento – le da un pedazo de pierna humana mordida y llena de sangre – la estaba guardando para la cena pero es mejor que la tengas tu, es de la mejor calidad y sabe muy buena

– oh muchas gracias, no tenias porque hacerlo... de hecho nunca me habían regalado nada – Se va saltando con la pierna mordida por todo el lugar tan feliz como una hamburguesa sin tomate

A unos cuantos metros de allí…

– Pues creo que si está muerto – dijo el niño marihuano de ojos rojos mientras que le tiraba piedras al cuerpo de Kabuto

– Tienes razón, sino supongo que ya hubiera despertado… hum

– ¡¡Oigan, oigan, tengo una idea!! – dijo el colchón sumamente emocionado

– ¿Cuál hum?

– Podemos vender este cuerpo a muy buen precio a la lechuga que esta por allá – apunto al lugar en donde estaba Zetsu – escuché rumores de que a esa verdura le gusta comer partes de humanos, así que podemos hacer un excelente negocio y ganar mucho dinero… ohhhh si dinero, dinerooooo – pone una cara como si estuviera teniendo un orgasmo

– ¿¿Y para que rayos quieres tener dinero si estamos encerrados en este orfanato hum??

– ¡¿Cómo que para que!?, ¡¿COMO QUE PARA QUE!?, COMO QUE PARA QUEEEEEEEEEEEE!! – agarra a Deidara del cuello y empieza a zangolotearlo como trapo viejo – ¡¿Qué no te das cuenta que el dinero lo es todo en esta vida!?, ¡¡gracias al dinero existes, gracias al dinero tienes dos piernas, gracias al dinero te embarazas, gracias al dinero puedes hacer popo!!

– pero yo…

– ¡Cállate aun no he terminado! – Le da una cachetada – ¡¡gracias al dinero sigues con vida, gracias al dinero existe Santa Claus, gracias al dinero hay mas dinero arrrrrgggghhhhhhh!! – Se tira al suelo, le sale espuma por la boca y le da un ataque epiléptico

– ¡Mira lo que haz hecho travestí australiano de (censurado)! – Dijo furioso el niño de 80 años señalando al colchón que se seguía retorciendo en el suelo – ¡¿Qué no te das cuenta que si este colchón muere ya no tendré a nadie a quien insultar en este orfanato de mala muerte?!

– No me importa y ya te había dicho que no era un travestí australiano hum ¬¬

– ¡Si, si eres y Jashin-Sama te castigará por tus pecados e insolencia! – le tira una cubeta de agua bendita en la cara y de pronto suena la canción del exorcista

– ¡Ahhhhhhhhhh mis ojos, no me veo nada, me he quedado ciego!, ¡¡ME HE QUEDADO CIEGOOO!! – Retrocede unos pasos y se cae en un pozo que estaba por allí cerca– AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

– Eso es a lo que yo llamo ser un idiota sin remedio, será mejor que me vaya de aquí antes de que la estupidez se me contagie – dijo el marihuano de ojos rojos mientras que se marchaba del lugar, claro no sin antes haber puesto una pose cool de revista porno

– ¡¡Auxilio, sáquenme de aquí hum!!

– ¡Ja ni lo pienses, nunca te sacaré!, sabía que Jashin-Sama te castigaría, el nunca me ha defraudado – Saca una foto de su bolsillo en donde sale abrazando a Jashin-Sama – ohhhhhh gran Jashin-Sama te amo, cuando sea grande quiero casarme contigo y vivir en un casa de rancho y ser feliz a tu lado castigando a la gente insolente como ese travestí australiano

– Gritando desde abajo del pozo – ¡¡no soy un travestí australiano!!

– Si, si lo que digas – mira su reloj – oh mira que tarde es, ya es hora de mis oraciones vespertinas a Jashin-Sama – se va de allí corriendo con una Biblia en la mano y un crucifijo en la otra

– ¡Oye no espera, no me dejes aquí!, esta muy oscuro y me da miedo, mucho miedo… y además huele feo y creo que hay cucarachas aquí abajo y lo peor de todo es que… es que… es que… – empieza a hacer un puchero – ¡¡CREO QUE ME HE DESPEINADO HUM!! – se lleva las dos manos a la cara y comienza a llorar y a gritar amargamente como si lo/la estuvieran violando

– ¿Pero que rayos son esos gritos? – dijo Kabuto quien sorprendentemente había sobrevivido a la caída del tercer piso y se encontraba levantandose del suelo confundido

– ¡¡Auxilio, es una emergencia… ME HE DESPEINADO HUM!!

Mientras tanto con la niña-periódico:

– ¡Mira, mira lo que me han regalado! – gritó feliz mientras se acercaba a un niño de pelo rojo que se encontraba cerca… bueno en realidad parecía mas un trozo de madera que se había fugado de una mueblería porque probablemente habían planeado hacer un escritorio con el...

– ¿Quién eres tu?

– Ah yo soy Konan, llegue también en la mañana junto contigo y los otros 8 niños

– Ummm… ¿Y porque estas usando un vestido hecho de periódicos viejos, acaso eres tan pobre que no tenías dinero ni para ponerte algo decente?

– Emm, bueno lo que pasa es que yo hago todo con periódicos… mi ropa, mis zapatos, mi cepillo de dientes, mis calzoncillos, mi pijama, mi almohada, mi flor de la cabeza, mis calcetines y todo lo que uso esta hecho con periódicos

– Eres una niña rara, deberías aprender de mí que yo hago todo con madera, es mucho más artístico y duradero porque a la madera no le afecta el agua

– Emm bueno si, lo que sea… eso no es tan importante, lo que quería enseñarte era… ¡Esto! – le muestra la pierna mordida y llena de sangre que ya hasta se estaba pudriendo

– ¡Oh por dios aleja esa asquerosidad de mi! – dijo el pobre trozo de madera apunto de salir corriendo del susto y del asco

– No es una asquerosidad, es el regalo que me dio Chugapino, y esta pierna mordida significa mucho para mí porque es el primer regalo que me han dado en toda mi vida y por eso jamás me desharé de ella – abraza fuertemente a la pierna – hasta me bañare y dormiré al lado de ella

– Eso sería demasiado antihigiénico

– ¡Claro que no!, lo que pasa es que tienes envidia de que Chugapino me haya regalado algo tan hermoso y a ti no!

– Ni siquiera se quien rayos es ese tal Chugapino del que tanto hablas

– Su nombre real es Zetsu, pero yo le digo Chugapino de cariño, y es una verdura mezclada entre una lechuga y un pepino que vive en una maceta y es muy agradable, aunque creo que es muy sensible cuando lo confunden con otras verduras, así que nunca le digas que parece un aguacate o una coliflor porque podría enojarse

– Ya veo…

– ¿Oye y que es eso que traes allí en la mano?

– ¡Nada! – esconde atrás de su espalda un cuento de Pinocho que estaba leyendo

– ¿Cómo que nada?, déjame ver

– ¡No!, ¡aléjate de mi y déjame solo!

– Oh vamos no va a pasar nada malo si lo veo

– Claro que si… te burlaras de mí

– No me burlaré

– Si, si lo harás

– ¡Que no!

– ¡Que si!

– ¡¡Te digo que noooooo!!

Después de cómo veinticatorce minutos, la niña-periódico logró convencer al trozo de madera de que no se burlaría de el a base de severas torturas como cosquillas en los pies

– Esta bien, esta bien tu ganas – le enseña el cuento – estaba leyendo por centésima vez en el día mi cuento favorito de Pinocho y antes de que te rías quiero decirte que Pinocho es mi ídolo, mi superhéroe, mi modelo a seguir, mi espíritu, mi Dios, mi ángel de la guarda, mi amante, mi futuro hijo, mi suegra, mi mundo y mi universo, y yo sin Pinocho no existo y no soy nadie mas que un trozo de madera perdido, sin camino y sin un objetivo en esta vida cruel y despiadada…

– O.o… tengo la ligera sospecha de que te gusta mucho Pinocho

– Si… cuando yo sea grande quiero ser como el y… casarme con el

– ¿Qué?... ¿Y hace un momento decías que yo era una niña rara??, ¡eres mucho mas raro tu!

– Me han dicho eso tantas veces que ya hasta perdió el sentido

– Oye por cierto, ya me contaste la mitad de tu vida y aun no se tu nombre, ¿Cómo te llamas?

– Me llamo Ori... Sasori – imita también las poses cools de Itachi – pero como no me gusta y odio ese nombre que no tengo la mas mínima idea de porque mis padres me lo pusieron, puedes llamarme Pinocho igual que mi ídolo

– Muy bien, entonces te llamaré "Pinocho igual que mi ídolo"

– No, no, llámame solamente Pinocho

– Ok, entonces serás "Solamente Pinocho"

– ¡No!, ¡nada más Pinocho!

– Umm de acuerdo, te llamaré "Nada más Pinocho"

– ¡Nooooo!, ¿¡Qué es lo que te pasa niña, porque no entiendes lo que te digo!?, ¡solo dime Pinocho!

– ¡Que niño tan indeciso eres!, me gustaba mas el otro pero de acuerdo, serás "Solo dime Pinocho"

– Esto es inútil u.u – dijo el trozo de madera resignado


¿Podrá el/la travestí australiano salir de ese pozo, y lo mas importante, podrá volver a peinarse de tal forma que viole las leyes de la física?

¿Podrá el colchón recuperarse de su ataque epiléptico?

¿Cuándo sea grande podrá el niño de 80 años vivir junto con Jashin-Sama?

¿Podrá el trozo de madera casarse con Pinocho?

¿Qué clase de niños extraños faltaran de salir en el fic?

¡Todo esto y más en los próximos capítulos, no se lo pierdan!


Antes de irme quiero agradecer a las personas súper mega geniales que dejaron review en el cap anterior y decirles que pronto continuaré también el fic de la carrera del millón. Ha por cierto, los reviews los contestaré todos y cada uno de ellos por mensaje privado n.n… y bueno recuerden que Konan los estará vigilando con sus periódicos viejos…