Disclaimer: Sailor Moon no me pertenece, es de la gran Naoko Takeuchi.

El amor cura todas las heridas

Prólogo

Dos años antes, Buenos Aires.

Una chica rubia estaba sentada en la mesa de un bar, sosteniendo una rosa blanca en la mano. Había pedido un jugo mientras esperaba y pensaba "¿Para qué me habrá citado acá Seiya? No es ninguna fecha en especial, ni nuestro aniversario. Eso fue hace unos meses ya. Cuando me regaló este hermoso dije con su collar". Dio otro sorbo a su jugo "Ya es tarde. Hace media hora tendría que haber llegado. Además papá y mamá me esperan temprano ¿Dónde estás Seiya?"

Una hora después seguía esperando, ahora impaciente. Por tercera vez tomó su teléfono celular y llamó al de él, nuevamente no tenía respuesta.

Media hora después, el resultado era el mismo. Y ya era hora de volver a casa.

"Es la primera vez que me deja plantada. ¡NO! Él siempre me avisa si no llega a tiempo." Pensó, y de pronto sintió una mano posarse sobre su hombro.

Era su ángel guardián de 1,80 m, hombros anchos y cabello rubio corto.

Se agacho hasta su altura y la miró con sus profundos ojos azules "Bombón, yo…lo siento" Ella no le respondió, sólo se colgó de su cuello y comenzó a llorar.

Su Ángel la abrazó con dulzura, y sin decir más la ayudó a levantarse. Fueron caminando hasta el auto, y antes de arrancar sacó su celular, marcó y habló. "Hola Ikuko. Serena está conmigo, me la llevo a casa. Hablamos mañana." Cortó sin esperar una respuesta.

Manejó un rato y se detuvo en la puerta de una casita. "Sere, bombón, ya llegamos"

Serena se bajó del auto, levantó la vista y la vio a ella, la muñequita de su ángel guardián. Delgada, con su cabello aguamarina ondeado y los ojos del mismo color.

Le abrió los brazos y Serena corrió para refugiarse en ellos. E instantáneamente se largó a llorar. "Él ya no vendrá… ya no ¿verdad Michi?"

"Lo siento" fue la respuesta que recibió "se fueron esta tarde"

Michiru era una reconocida violinista. Su representante le había comentado, que el grupo Three Lights había recibido una propuesta que no podían rechazar. Viajar a Estados Unidos para comenzar su nueva carrera como grupo pop, y si todo salía bien, seguramente no volverían. Le contó a Serena.

"Él ni siquiera se despidió, sólo dejó esta rosa con el mozo para que me la diera" dijo Serena mientras miraba desolada la flor.

"Te juro que cuando lo tenga adelante, lo desfiguro" sentenció Haruka usando su tono 'nadie molesta a mi pequeña'.

Serena esbozó una sonrisa como respuesta, aunque era fingida. Haruka y Michiru la conocían demasiado bien para notarlo.

Pasaron las semanas y Serena seguía con la misma tristeza en su rostro.

Apenas comía, sólo porque la obligaban. No tenía ganas de hacer nada. Ni siquiera de empezar la facultad en la cual ya estaba anotada.

"Serena, hija, vas a perder el año si sigues faltando a clases" le decía casi diariamente su madre.

"mmm" era toda respuesta que salía de la boca de Serena.

Cada día que pasaba la preocupación de Ikuko aumentaba. Llamó a Haruka y Michiru, era la única opción. Ellas fueron inmediatamente a la casa de Serena.

"Sere, nosotras vamos a viajar algunos meses. Vendrías con nosotras ¿verdad?" le dijo Michiru con mucha dulzura

"mmm" contestó Serena como siempre.

"Suficiente. Ya no es una pregunta. Vos venís con nosotras. Prepará tus cosas. Nos vamos en una semana" dijo Haruka ya irritada, lo que hizo que Serena se sobresaltara.

"Perdón, ustedes no tienen la culpa" respondió Serena.

Haruka y Michiru sonrieron. Al fin tenían una respuesta distinta de un monosílabo.

"¿Dónde vamos primero? ¿Cuánto tiempo?" dijo Serena ya con otra actitud.

"Empezamos en el sur. Vamos a ver el glaciar. Llevate abrigo pero también ropa ligera. El tiempo de acá a seis meses va a cambiar. Y los lugares que vamos a visitar tienen climas muy variados" le respondió Michiru con satisfacción.

°O(¯'·.• •.·'¯)Oº

Un muchacho de cabello negro sostenía una rosa roja en su mano. La estrechaba contra su pecho mientras una gota salada se deslizaba por su mejilla.

Era el segundo día más triste de su vida.

Doce años después estaba en el mismo lugar… Pero esta vez, sí estaba solo.

"Gracias por todo tía. Por ayudarme a superar la muerte de mis padres, por ser mi familia, por enseñarme a ser un buen hombre. Y que llorar está bien, si sale del alma.

Pero también tengo que pedirte perdón. Perdón porque ya no voy a dejar que nadie entre en mi corazón como siempre me enseñaste. Tu partida me dolió mucho. Nuevamente estoy destrozado y no sé si pueda tolerar otra pérdida.

Sé que no vas a aprobar mi comportamiento cuando me veas desde arriba.

A partir de hoy habrá otro Darien.

Voy a dejar de salir con mujeres que no significan nada. Voy a enfocarme de lleno en mi carrera. Voy a hacer lo posible para evitar que otras personas tengan que pasar por lo mismo que yo, haciendo lo posible por curar a sus seres queridos, para no tener que despedirse.

No creo que suceda, pero si alguna vez cambio de opinión, vas a ser la primera en saberlo.

Te amo Tía y te voy a extrañar."

Se agachó y colocó la flor sobre la fría tumba. No volvería allí a menos que algo importante ocurriera.

Echó una última mirada a donde ahora descansaba tu tía y una última lágrima cayó de sus ojos.

Se prometió que sería la última.

Y con ustedes mi primer fic: El amor cura todas las heridas

Llevo meses de asidua lectora pero en estas últimas semanas se me dio por escribir… y yo que estaba convencida que no tenía la capacidad para hacerlo. Pero logré crear algo y lo quiero compartir con ustedes.

Agradecimiento: Suyi. Mi consejera, correctora, editora y porqué no, inspiradora. El leer sus fics hizo que me convenciera a escribir uno. Y ella siempre me ayuda a que salga lo mejor posible. Loca como yo y divertida. Realmente da gusto conocer gente así.

Dedicado a mi propio Mamo-chan. Él, que me enseña día a día lo que es el amor. A vos, mi vida, gracias por estos años juntos y tu apoyo hacia mi proyecto. TE AMO

Y al resto, espero que les guste mi historia, sale del corazón. Agradezco reviews y comentarios que, sin lugar a dudas, ayudan a mejorar.

Muacks

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