Verano

Después de aquella despedida entre Severus Snape y Lily Evans al terminar su último curso en Hogwarts, el tiempo no pasó especialmente rápido como Severus creyó en un principio, era mayor de edad ahora y podía salirse de su casa cuando él quisiera, pero tenía que hacer algo antes de salir de ese lugar que le traía muy malos pero a la vez excelentes recuerdos, como el día en el que conoció a una Lily muy pequeña aún y ajena a todo lo relacionado con su mundo.

Era el verano de 1979, hacia ya un año desde que ambos se habían graduado de Hogwarts, ese enorme castillo que los protegía del peligro que se hallaba fuera de él. Lily Evans como era de esperarse, había regresado a su hogar a lado de sus padres, pero no por mucho tiempo porque para ese entonces ella ya había comenzado a salir con James Potter, situación que Severus ignoraba completamente; hasta que un día, decidió ir a despedirse una vez más de la chica, antes de partir definitivamente de su casa, para iniciar una vida sólo, lejos de los problemas entre sus padres.

Ese día, Severus estaba esperándola de pie junto a un columpio, pues sabía que a diario ella salía a dar un paseo aunque fuese sola, pero ese día él ignoraba que iría acompañada de la persona que más aborrecía en el mundo. James Potter. Aquel chico engreído que se encargaba de molestarlo siempre que tenía oportunidad, para Snape, James seguía siendo el mismo chico molesto, pero, sin duda alguna él había cambiado mucho desde que recibió su premio anual por su excelente desempeño en el colegio junto con Lily. Ambos se lo merecían, pero desde luego para Severus, Potter, no merecía ni la mitad de ese premio.

Al parecer ambos sostenían una conversación muy amena, tomados de la mano mientras se dirigían al lugar favorito de la infancia de la pelirroja. Cuando de un momento a otro la chica pudo distinguir una silueta alargada color negro "Es Sev" fue lo que pensó inmediatamente la chica muy preocupada, pues desconocía la reacción de ambos chicos al encontrarse nuevamente.

- Hola Sev – Saluda la chica con un dejo de nerviosismo en su voz mientras soltaba la mano de James quien al acto disminuyó el paso.

- Evans – Responde observando a la chica fría e inexpresivamente. Su mirada combinaba con su voz, él nunca había sido capaz de hablarle de tal forma, y como consecuencia Lily se sorprendió mucho, pero no podía enfadarse con él como lo habría hecho hace unos cuantos años atrás. Sabía que después de verla a lado de James tomada de la mano, él se sentiría herido y con mucha razón, pues él había convivido muchas experiencias con ella, pero ese apenas había sido el primer golpe que recibiría ese día.

- ¿Qué te trae por aquí? – Decide preguntar Lily después de un largo periodo de silencio, un poco más segura pero su nerviosismo aún era latente.

- Me voy de la casa de mis padres, y quería despedirme pero… - Antes de terminar con su frase, dirige la misma mirada fría e inexpresiva a James, quien estaba de pie unos cuantos metros detrás de Lily y le dirigió la misma mirada, inexpresiva.

- Sev, sabes que aún te considero mi mejor amigo y… y… - Ella sabía lo que vendría a continuación, pero si no se lo decía ahora, ya no podría decírselo en un futuro así que guardó silencio y suspiró – Sev, yo te quiero mucho y… debes saberlo… yo… - Otro suspiro hizo que ella callara pero no se demoraría más, no debía - … yo… estoy saliendo con James y pronto nos casaremos – Estas últimas palabras las dijo demasiado rápido que temió no haber sido escuchada así que desvió rápidamente su mirada de aquellos ojos negros para posarla sobre algún punto del lugar en el que se encontraban.

Snape guardó silencio y sin mirar a Lily solo asintió lentamente con su cabeza para después darse media vuelta decididamente y regresar al que será muy pronto su antiguo hogar; emprendió lentamente su camino pero fue interrumpido por la voz de la pelirroja, así que paró en seco, pero sin volverse completamente, solo hizo un gesto con su cabeza indicando que la escuchaba.

- ¿No dirás nada? – Pregunta ella con temor y observándolo fijamente.

- Ignórame. Los últimos años lo has hecho bastante bien – Fue lo último que pronunció Severus sin dirigirle la mirada a Lily antes de retomar su camino.

- ¿¡Ignorarte!? ¿Crees que si te ignorara te habría dicho algo sobre esto? – Responde la chica ahora ofendida ante tal comentario de Snape, quien simplemente se limito a continuar con su camino ignorando completamente todo lo que le decía la pelirroja

Lily trataba de reprimir lágrimas que amenazaban con salir, pero no pudo más y un par de ellas salieron, lloraba de coraje hacia el chico "¡Ignorarlo! ¿Cómo…? Yo siempre…" Se decía una y otra vez interiormente, aquellas frases incompletas… no lo podía creer, ella siempre se preocupaba por que él estuviera bien, además, ella no tenía la culpa de lo que había sucedido, pero tampoco lo culparía a él. Así que se quedó llorando en silencio con la cabeza gacha, hasta que sintió las cálidas manos de James sobre sus hombros; sin duda él quería transmitirle su fortaleza, darle un poco de consuelo en este momento difícil, pues a pesar de todo Severus Snape era su mejor amigo de la infancia.

Mientras tanto Snape continuaba con su camino sin mirar atrás y con la cabeza erguida, su mirada había perdido su brillo habitual, todo se había vuelto oscuro para él, pero sabía que aún debía protegerla, no podía permitir que algo le pasara mientras luchaba con Voldermot porque bien sabía que cumpliría su promesa de luchar con él. Cuando llegó a casa, su padre estaba ahogado de borracho, siempre bebía después de haber golpeado a su madre, aquella escena ya era normal para Severus: Su madre llorando desconsoladamente en su habitación y su padre tirado en un sillón con una botella del alcohol más corriente tirada a sus pies.

El chico con un leve movimiento de su varita hizo alzar todas sus pertenencias colocándolas en un enorme baúl y sin siquiera despedirse salió de la pequeña casa y repentinamente desapareció.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Pasados los años, Severus jamás pudo olvidar ese verde intenso en los ojos de Lily, aquel rojo en su cabello, el brillo en su sonrisa, la sensación que le provocaba estar cerca de ella. Pero con el mismo paso de los años aprendió a vivir sin ella, sin su Lily, pues a pesar de la promesa que se hizo al unirse a las filas de mortífagos, nunca pudo olvidarla. Tampoco podía olvidar el castigo que tuvo que pagar al ser partidario del Señor Oscuro.

Y con el mismo paso de los años, al conocer a su hijo Harry Potter, se había propuesto odiarlo de la misma forma que odiaba al padre del chico, pero no podía, no sabiendo que era hijo de la mujer a la que había amado desde que eran niños, siendo él ahora miembro de la Orden del Fénix su único objetivo era protegerlo pero no de la misma forma que pretendió proteger a Lily; esta vez sería más cuidadoso en no cometer errores y así ayudarlo a vencer a Voldemort, pues de esa forma podría vengar la muerte de Lily Potter.


Hoola!

Bueno esta fué la última viñeta de este Reto, a decir vedad disfruté mucho escribir una historia considerablemente
larga sobre esta pareja que tanto me gusta, espero que le la hayan disfrutado tanto como yo , en especial esta viñeta fue
la que más me gustó, no sé, siempre he visto a Lily y a Severus enamorados pero por parte de Lily no por mucho tiempo
siempre los termino separándolos, como pasó en verdad pero pues al menos me queda la esperanza que hubo algo más que amistad jeje.

Muchísimas gracias a Viri Malfoy, quien me ayudó bastante en la mejora de mi redacción que me falla
bastante aún y bueno espero que me hagan saber su opinión, al final decidí hacerlo lo más cannon posible porque sé
que me salí mucho de lo que en verdad pasó pero como lo dije antes, traté de no spoilear tanto a quienes no han leído el último
libro de la Saga de Harry Potter.

Con cariño.
Eren Lovett