Titulo: Betrayed (Traicionado)

Autora: Akasha (es decir, yop P)

Resumen: Harry es acusado de asesinato y condenado a Azakaban. Y aunque muera en ese agujero, piensa vengarse de todos los que le volvieron la espalda. Como un espectro, lo que queda de su espíritu abandona Azkaban cada noche para atormentar a quienes le traicionaron.

Disclaimer: por desgracia, los personajes, escenarios, etc. que aparecen en este fic no me pertenecen...sino sería multimillonaria ¬¬


Harry observaba la pared con gesto vacío.

Tiempo atrás había sido blanca, pero años de suciedad, mugre y abandono le habían dado un color marrón pastoso, casi negro en algunos trozos, tirando a ocre en otros. Cuando un prisionero ha pasado el tiempo suficiente en una celda, mirando fijamente a la pared, podía ver rostros horribles y acusadores gritando desde las repugnantes manchas. Otras veces era el prisionero el que gritaba, su rostro retorcido en una mueca de dolor, pérdida y delirio.

Tenía frío.

No debería tener tanto frío aún; quedaban al menos dos horas hasta que los dementores hiciesen su ronda...¿no era así?

Harry estaba helado; no era el frío de los dementores el que le consumía; no, este frío no sólo le penetraba en los huesos sino que le paralizaba el alma. Éste frío no provenía de las terroríficas criaturas; emanaba del proverbial puñal helado que sus propios amigos le habían clavado por la espalda.

¿Cómo podían haberle creído capaz de tal crimen?

¿Cómo podían haberle abandonado así? ¿Testificado en su contra?

¿Cómo podían haberle condenado a ese infierno de hielo?

Poco a poco Harry dejó de sentir frío.

Mientras yacía entumecido en el suelo de su celda, encerrado entre esas cuatro paredes, los rostros acusantes pasaron de ser los de sus amigos y familiares a ser el suyo, gritando una y otra y otra vez en desesperación, y de pronto Harry sintió algo que nunca pensó que volvería a sentir.

Calor.

La ira ardía dentro de él, incinerándole. Contra todos los que le habían abandonado. Contra todos los que le habían traicionado.

-Contra todos ellos.- aulló Harry, su voz sobrepasando su propia celda y los gritos de los demás prisioneros, sus labios curvados en una mueca feroz. Azkaban quedó en silencio por unos instantes. Ni siquiera los más perturbados de los convictos se atrevieron a musitar una palabra, mientras un escalofrío de aprensión recorría sus cuerpos.

Tendría su venganza, aunque tuviese que ser desde Azkaban.

Había un motivo por el que le habían condenado.

Era un mago poderoso.

Uno de los más poderosos jamás vistos.

Pronto descubrirían porqué uno nunca debe enfadar a un mago poderoso.

Y pronto desearían no haberse cruzado en su camino.


R&R?