Disclaimer: Para no matar mi tradición, ésta es una traducción, de Mothers, así que todo el crédito va para la autora. Pueden encontrar el link del fic en inglés en mis favoritos.

N/T: Qué rápido ha llegado el final T.T Como despedida de este fic, aprovecho de darle millones y miles de gracias a Okashi Minako, mi beta en este fic. Te voy a echar de menos, ya encontraré algo más para traducir ;D. Obviamente también toneladas de gracias a la autora, Winterlude, que sin ella esto no existe ni por asomo. Y especialemente muchas gracias a todos los que dejaron reviews :3 Intenté responderlos todos, pero a los que no les contesté, que sepan que los aprecio infinitamente :D Se me hizo corto el fic. Espero que lo hayan disfrutado :)

¡Feliz Día de la Madre!

Madres
Autora: Winterlude

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Ginny Weasley-Potter amaba a sus hijos.

Algunas veces se preguntaba por qué los amaba tanto.

Amo a James porque es alegre y leal y protege a sus hermanos.

Amo a Albus porque es tímido, modesto y valiente.

Amo a Lily porque es dulce, amable e inteligente.

Pero se dio cuenta que los amaba simplemente por lo que eran. Sus hijos.

Era el tipo de amor que algunas veces la asombraba. Era tan fuerte y poderoso.

Pensó que eso podría protegerlos por siempre.

"Siento lo mismo" le dijo Hermione un domingo en La Madriguera. "Siento como si nada malo pudiera pasarles nunca. Pero luego pienso en tu madre, o en la de Cedric Diggory o en la de Colin Creevey… ellas perdieron a sus hijos. Debe ser un dolor terrible."

"Si algo como eso le pasara a mis hijos… Creo que me moriría" dijo Ginny, temblando.

"No, no mueres" dijo una voz.

Ginny y Hermione se dieron la vuelta y vieron a Molly entrar al cuarto.

"Mamá…"

"No mueres. Sólo continuas viviendo día tras día. Pero ya no es vida, la verdad. Te despiertas, cocinas, comes, duermes. Pero no ríes, no sonríes. Pierdes toda tu felicidad y alegría."

"¿Y entonces?" le preguntó Ginny, secándose una lágrima.

"Y entonces un día te despiertas, ves el sol y sonríes. A la siguiente semana ves algo gracioso y sientes ganas de reírte. Sabes que nunca será lo mismo. Sabes que tú nunca serás la misma. Pero la vida sigue. Fred habría deseado que yo, que nosotros, siguiéramos adelante, que viviéramos. Entonces, eso es lo que intento hacer, día a día. Hacerle honor a él viviendo, riendo, siendo feliz."

Molly observó a las dos mujeres.

"Ustedes son la primera generación de madres que cuando no encuentran a sus hijos en sus camas no tienen miedo de que hayan sido raptados por mortifagos. Son la primera generación de madres que no tiene miedo de encontrar la Marca Tenebrosa sobre su casa al regresar a su hogar. Son la primera generación de madres que no tiene miedo de perder a sus hijos en cualquier momento".

"Tenemos suerte" suspiró Ginny.

"Pero el hecho de que tengan una vida feliz y pacífica no quiere decir que son menos fuertes de lo que eran las madres en la guerra. Pero tienen tanta suerte de que nunca tendrán que emplear su amor para proteger a sus hijos," dijo Molly.

"Eso es cierto… Yo no tengo que hacer grandes cosas. Simplemente me quedo con mis hijos, reímos, dibujamos y bromeamos, hago pasteles y jugamos al Quidditch. Les relato cuentos de hadas y me quedo cuidándolos cuando se enferman. Sin la tristeza o el miedo."

"Sí, igual que yo" dijo Hermione.

Molly miró a las dos mujeres, sonriendo.

"Ustedes dos serán estupendas madres."

"No soy estupenda. Te lo dije. No hago grandes cosas. Simplemente... Soy simplpemente una mamá."

"Todas las madres son estupendas, cariño, y tú eres estupenda también. Eres estupenda porque eres una madre. Y como madre posees un amor extraordinario hacia tus hijos. Como madre tienes un poder y fortaleza que no tiene igual en el mundo."

"Al final todo se trata del amor, ¿no es así?" preguntó Hermione. "Es el amor lo que nos hace fuertes. Es el amor lo que nos hace estupendas"

"Eso es exactamente a lo que me refería" dijo Molly.

En ese momento las tres mujeres escucharon ruidos viniendo del jardín.

"Que…" dijo Hermione.

"¡Mamá! ¡Mamá!" gritó un niño, corriendo a la habitación.

"¡James! ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas en casa" dijo Ginny, mirando a su hijo de diez años.

"Papá nos trajo, él…"

Al instante, Harry entró seguido de Lily y Albus.

"Lo siento, Gin, pero se estaban aburriendo en casa…" dijo sonriendo.

"Oh, no, estoy feliz de que estén aquí" dijo ella.

"¡Mamá!" gritó James. "¿Podemos jugar Quidditch? ¿Podemos jugar Quidditch? ¡Papá dijo que si tú querías podíamos jugar todos juntos!"

"Sí, ¿por qué no?" respondió sonriendo ampliamente.

"¡Sí! ¡Sí!" exclamaron los tres niños.

"Vayan a buscar las escobas, saldré en un segundo"

Ginny le devolvió la mirada a su madre y a Hermione.

"Parece que tengo que ir. ¿Quieres venir, Hermione?"

"Sabes que odio el Quidditch, Ginny. Me quedaré aquí con tu madre" respondió sonriendo.

"¿Mamá?"

"Cariño, ¿estás bromeando?" dijo Molly.

Ginny sonrió abiertamente y se dirigió hacia el jardín.

Estaba pensando en Ursula Diggory, a la que había conocido un par de años atrás. Ella la había mirado a los ojos y le había dicho: "Extraño a Cedric todos los días. Todavía estoy tan orgullosa de mi hijo".

Estaba pensando en Lily Potter. En la mesita de noche de Harry había una fotografía de su madre abrazándolo fuertemente. Cada vez que Ginny la veía siempre recordaba que Lily había dado su vida por su hijo. Por Harry. Por el hombre que Ginny amaba.

Estaba pensando en Jane Granger: Hermione le había contado que ella nunca había perdido toda su memoria a pesar del perfecto encantamiento que conjuró ella. "Una madre nunca puede olvidar a su hija" Jane había dicho.

Estaba pensando en Petunia Dursley. Harry había recibido una carta de ella unos cuantos años atrás. Él la había leído y luego la había tirado. Dos horas después la había recogido nuevamente. "Al fin y al cabo ella era como mi mamá, ¿sabes?" le dijo a Ginny. "Sólo quería proteger a su hijo. De la manera equivocada, pero solamente trataba de protegerlo".

Estaba pensando en Dora Lupin. Cada vez que Ginny veía al pequeño Teddy riendo quería decirle: "Tu madre murió para que pudieras reír y ser feliz, Teddy, ¿sabías eso? Ella quería desesperadamente que tuvieras una vida alegre y libre, incluso sin ella".

Estaba pensando en Alice Longbottom: "Ella no me reconoce, no sabe quién soy" le había contado Neville una vez. "Pero… No lo sé… Cuando ella me ve, sonríe. Quizá una diminuta parte de ella sabe que soy su hijo."

Estaba pensando en Andromeda Tonks. Una vez ella había ido a recoger a Teddy después de pasar toda la tarde con James y Albus. Había visto al niño riendo y cambiando el color de su cabello a fucsia y había suspirado: "Él es como su madre. Es como mi hija. Es como Nym… Es como Dora"

Estaba pensando en Narcissa Malfoy: "Ella salvó mi vida" dijo Harry unos días después de la Batalla en La Madriguera. "Traicionó a Voldemort y a sus compañeros. Todavía me pregunto por qué hizo eso". Molly lo miró: "Porque es una madre, Harry. Como yo o como tu mama".

Estaba pensando en Julia Creevey. La había conocido en el funeral de Colin."Lo siento, Sra. Creevey. Conocía a Colin. Éramos amigos," dijo Ginny. "Era tan valiente..." susurró la mujer. "Sí, lo era" respondió llorando Ginny. "Nunca lo comprendí realmente…" suspiró la mujer. Ginny no supo qué decir. "Pero lo amaba. Y él me amaba también. Eso es lo más importante, ¿no es así?" dijo la mujer mirando a Ginny. "Sí, lo es," respondió ella.

Estaba pensando en Minerva McGonagall. Recordaba cuando ella había asistido a su boda. Minerva había mirado fijamente a Ginny y a Harry y les había dicho: "No soy madre. No soy su madre. Pero ustedes son como hijos para mí". Ginny había sonreído. Harry había mirado a la ex-profesora y dijo con voz grave: "Gracias, profesora. Gracias por… simplemente por estar ahí cuando todos los demás no estaban".

Estaba pensando en todo ese amor de madre. El amor de todas ellas, que era una de las fuerzas más poderosas del mundo.

Estaba tan inmersa en sus pensamientos que ni siquiera notó a Harry bajar de su escoba e ir hacia ella.

"Ginny, ¿estás bien?"

"Yo… sí, todo está bien. Sólo estaba… pensando" respondió ella.

"¿En qué pensabas?"

Ginny observó a los tres niños surcando el cielo y riendo felizmente, persiguiéndose unos a otros en la soleada tarde.

"Estoy pensando en cuanto amo a mis hijos"

Harry sonrió ampliamente.

"¿Vienes?" dijo él, subiéndose a la escoba.

Ginny asintió.

"Y sólo para nosotros," gritó Harry, tratando de imitar la voz de Lee Jordan, "la increíble Ginny Potter, la ganadora de tres Copas de Campeonato del Quidditch Británico, y…"

"¡Mamá!" rieron los tres niños felizmente viendo a su madre montar su escoba.

Ginny sonrió abiertamente y voló hacia ellos.

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