Capítulo I: La venganza

Flash Back

-¡Petrificus totalus!

Sin previo aviso, Malfoy apuntó con su varita a Harry, que al instante quedó paralizado, perdió el equilibrio y, con un doloroso golpe que hizo temblar el suelo, cayó casi a cámara lenta a los pies de Malfoy. Quedó encima de la capa invisible, con todo su cuerpo expuesto y las piernas encogidas. Aturdido y paralizado, a duras penas logró mirar a Malfoy, que sonreía de oreja a oreja.

-Ya me lo imaginaba -se burló este- He oído el golpe que Goyle te dió con el baúl. Y cuando Zabini regresó me pareció ver un destello blanco...

Sus ojos se detuvieron un instante en las zapatillas de Harry.

-Supongo que fuistes tú quien atascaba la puerta cuando entró Zabini – Se quedó mirandolo-.

No has oido nada importante, Potter. Pero ya que te tengo aquí...-Y le propinó una fuerte patada

en la cara.

Harry notó cómo se le rompía la nariz, salpicando de sangre por todos lados.

-Esto es de parte de mi padre. Y ahora vamos a ver...-Sacó la capa de debajo del indefenso

cuerpo y se ocupó de cubrirlo bien- Listo. No creo que te encuentren hasta que el tren haya

regresado a Londres -comentó con tranquilidad- Ya nos vemos, Potter...o quizá no.

Y dicho esto, salió del compartimento, no sin antes pisarle una mano.

Fin Flash Back

Harry estaba tendido sobre su cama, en la que tantos años habia dormido en Hogwarts, una vez más.

Recordar el encontronazo con Malfoy en el tren cambió su pensamiento repentinamente. Hagrid se iba a molestar; ni Ron, ni Hermione ni él iban a continuar con su asignatura, Cuidado de Criaturas Mágicas. Es el año de los ÉXTASIS y se tenian que centrar en las asignaturas básicas para el respectivo trabajo que pensaban realizar cada uno fuera de Hogwarts.

Recordando de nuevo la pata de Malfoy se quedó dormido sintiendo intermitentes punzadas en la nariz.

Al día siguiente Harry y Ron se levantaron puntuales y tras prepararse bajaron al Gran Comedor, allí Hermione regañaba a unos alumnos de 2º que pretendian hacer comer caramelos longuilinguos

a unos inexpertos alumnos de 1º. Cuando Harry y Ron llegaron junto a ella, esta se giró hacia ellos con una sonrisa.

-Ah, hola chicos -dijo amablemente-.

- Deberias relajarte un poco, Hermione -dijo Ron- tan sólo son bromas -dijo refiriendose al comportamiento de los alumnos-.

-Relajarme dices?? -contestó Hermione asombrada- Ronald, te recuerdo que tu también eres prefecto, deberias ser más responsable – le regañó-.

Mientras los tres se sentaban en el banco de madera de la mesa de Gryffindor, Harry sonreia alegre de volver a escuchar las discusiones de Hermione y Ron, de volver a estar en Hogwarts un año más.

El desayuno transcurrió deprisa tan sólo con seguir la discusión de Hermione y Ron.

El día fue completo para ser el primero; Snape no se cansó de mandar trabajos sobre los hechizos no verbales; mientras que McGonagall y Flitwick preferian que los alumnos practicaran los hechizos en clase, aunque mandaron algún trabajo que otro; con Slughorn, a sorpresa de muchos, Harry iba bastante bien, ya que tener la ayuda del libro del Príncipe Mestizo es un gran apoyo; En Herbología, con Sprout, trabajaban con plantas cada vez más peligrosas, como la Tentacula Venenosa, que más de una vez agarraba por sorpresa por atrás.

Cuando Harry, Ron y Hermione estaban en la sala común, ya vacía por lo tarde que era, terminando con los trabajos que tenian que entregar mañana, Hermione miró a Harry algo preocupada.

-¿Cómo tienes la nariz, Harry? -dijo mirandole donde Malfoy le había propinado la patada-.

Harry que escribia ya la última frase del trabajo de DCAO de Snape, alzó la vista hacia su amiga.

-Creo que bien...al menos no se me ha hinchado -dijo algo indiferente-.

Hermione asintió, algo indecisa por la contestación de su amigo, y volvió a bajar la vista hacia el pergamino del trabajo de Encantamientos.

Ron, cansado, terminaba a duras penas el trabajo de Snape.

Cuando sintió que sus ojos y su sentido de la razón no daban para más guardó sus cosas en la cartera y se levantó de la silla.

-Yo no sé vosotros, pero yo ya no doy para más. Me voy a la cama – dijo entre un bostezo-.

Harry y Hermione asintieron e imitaron a su amigo, Hermione se despidió de ellos y se perdió en la escalera que daba al dormitorio de las chicas. Harry y Ron subieron por la de los chicos y tras ponerse el pijama se metieron en la cama y se quedaron dormidos.