El arte de usar excusas

El arte de usar excusas.

Cap. 4.

Entraron en restaurante vacilando cortamente, el lugar se veía esplendido con las pinturas antiguas colgando de la pared y la música clásica de fondo. Las mesas se alineaban magistralmente dejando un espacio libre en el centro, obviamente, como una pista de baile. Las personas que se encontraban disfrutando de su cena iban impecablemente vestidos de gala y los meseros llevaban un distintivo chaleco rojo junto con una camisa minuciosamente planchada. Sintiéndose un poco desaliñados fueron conducidos por un muy amable empleado a la mesa en el centro del local. Deidara comprobó con horror que era la ubicación más cara del lugar. Miró a Sasori esperando una contribución monetaria pero este, adivinando asombrosamente sus intensiones, rehuyó su mirada mientras se sentaba junto a Sakura. El rubio fue a parar al lado de Karin y miró el menú sin mucho interés mientras sacaba cuentas mentales de todo lo que tenía que ahorrar para reponer lo que pronto perdería.

La morena echó una mirada orgullosa a los comensales de las mesas adyacentes y, usando un tono más alto de lo usual, comenzó a pedir lo más caro de la carta. Deidara sentía como su billetera chillaba y se desinflaba con cada nombre de comida que pronunciaba su cita y casi se hecha a llorar cuando Karin continuó con la sección de postres. Sasori le dedicó una mirada de compasión a su compañero no muy seguro a querer repartir la extensa cuenta entre los dos, ya que sabia muy bien que si buscaban en su vacía billetera solo encontrarían unos centavos y algunos pases de autobús. Sakura dio un suspiro preguntándose si existiría una excusa en el mundo que pudiera librar al rubio de tener que pagar por todo eso, y también queriendo saber si era posible que después de esa noche Deidara desarrollara una extraña fobia a las citas.

Karin terminó su interminable lista de platos que comería justo cuando el rubio ya pensaba que tendría que gastar sus ahorros para su vejez en esa cena. Apiadándose de Deidara que se encontraba desfalleciendo sobre la mesa, los dos restantes pidieron un solo plato que resultó ser, por bondad divina, el más barato del menú. Por razones obvias, el rubio simplemente se decidió a pedir un vaso de agua mientras pensaba que eso aliviaría un poco los gastos de la noche.

-Deberías probar las carnes, Dei- exclamó melosamente Karin alzando la voz para que todos se enteraran que podían costear las carisimas carnes del menú- no te conformes solo con agua.

El joven la miró con incredulidad sin aceptar que fuera posible que ella no supiera la causa por la que no ordenaba algo decente de cenar. Observó el montón de comida capaz de alimentar a todo una nación tercermundista y abrió bien los ojos tratando de darle a entender sin palabras que eso le iba costar tanto como comprar un riñón en el mercado negro. La morena alejó sus platos al haber interpretando el gesto de Deidara como si este quisiera compartir la comida. Sasori se apresuró a sostener al rubio que parecía ejecutar una combinación entre desmayarse y darse de cabezazos contra la mesa.

Después de haber dejado todos los platos a la mitad, Karin comenzó un interminable parloteo sobre sus exquisitos gustos y su estricto régimen de bajar de peso mientras el rubio le seguía la conversación en un intento de que el ruido de sus tripas sea menos audible. Sasori bostezó ampliamente sin ningún tipo de vergüenza y continuó su charla con Sakura mientras observaba de reojo como su compañero mordisqueaba una planta de plástico tratando de aplacar su hambre.

La morena dio un bote en su asiento al escuchar la nueva tonada que interpretaba la banda musical en ese momento, se acercó lentamente a la oreja de Deidara y usando una voz sexy cargada de algunos ronroneos le susurró:

-Vamos a bailar-

El rubio despertó como de un transe de exorcismo y volvió los ojos extasiado hacia Karin completamente emocionado por la forma en que esta lo miraba mientras se pasaba la lengua por los labios. Sasori observó asombrado la escena mientras trataba de adivinar porque la nueva canción había "encendido" de esa manera a la morena. Deidara sintió un ligero hinco en la nuca y se volvió para encontrarse con los ojos de Sakura que parecían lanzarle una especie de rayos X invisible y frunció el entrecejo. La joven hizo una mueca corta al rubio aprovechando que Karin se arreglaba la falda dispuesta a salir a bailar. Deidara se encogió de hombros confundido tratando de entender el mensaje que le quería dar. Sakura suspiró exasperada y gesticuló una palabra mientras hacia señas con las manos. El rubio negó con la cabeza sin comprender pensando que seria más fácil si ella codificaba el mensaje en clave Morse o si se lo escribiera en braile. Después de dar un suspiro desesperada, la muchacha sacó un bolígrafo de su bolsillo y tomó una servilleta, luego lo hizo una bolita y se lo lanzó al rubio. Para la mala fortuna de Deidara, el papel cayó picándole el ojo e hizo que derramara un poco de su agua sobre la mesa. Miró a Karin cautelosamente y se sorprendió al ver que esta no se había percatado de nada demasiado ensimismada en planchar su falda con las manos. Desenrolló la servilleta y leyó la única palabra que se encontraba escrita: "excusa".

El joven alargó los labios susurrando un suave "oh" de entendimiento y suspiró resignado mientras evitaba abrir el ojo dañado. La morena juzgó que su vestimenta se veía lo suficientemente presentable como para salir a bailar y se volvió hacia su cita impaciente esperando que se levantara.

-Lo lamento, no puedo bailar- replicó Deidara moviendo la cabeza negativamente.

- ¿Por que?- preguntó Karin anonadada.

El rubio se quedó de piedra mientras trataba de entender porque no había pensado en una buena excusa antes de mandarse con tremenda estupidez. Después de unos cortos segundos en los que la morena hacia sonar sus zapatos impaciente por la respuesta y Sasori miraba la situación mas que confundido, Deidara decidió llevar a cabo un estratégico plan. Moviendo ligeramente el codo hizo caer el tenedor al suelo. Con una carcajada que sonaba por todos lados como "que torpe soy" se agachó y se metió debajo de la mesa simulando que buscaba el escurridizo cubierto.

Con la rapidez de un rayo sacó el libro marrón de su bolsillo y lo ojeó hasta llegar al apartado: "excusas que puedes usar en una cita". Entrecerrando los ojos debido a la poca luz leyó la primera oración de la lista que se encontraba bajo el titulo "excusas para no bailar", se levantó con una sonrisa de disculpa y encaró a Karin.

-Es por mi religión- explicó cortamente sintiendo que se ruborizaba bajo la mirada de incredulidad que le lanzaba Sasori.

- ¿De que religión eres?-preguntó interesada la morena mientras Sakura se volteaba para ocultar su sonrisa.

- Yo soy…yo soy…- exclamó el rubio tratando de pensar en una religión que fuera lo suficientemente extraña para prohibir algo así- Jashinista.

- ¿Y te prohíben bailar?- preguntó Karin cada vez más sorprendida.

- Si, es una de las reglas que…- explicó Deidara siendo conciente que su compañero pelirrojo se había quedado con la boca abierta- que…le fueron entregadas al…profeta... Hidan en el monte de Namekusei en…la ciudad perdida de la Atlántida- culminó la última parte rápidamente como creyendo que seria mas creíble si lo hiciera de esa manera.

Sakura creía que si aguantaba la risa por más tiempo terminaría explotando o algo parecido, así que optó por refugiarse en el baño a carcajearse todo lo que quería. Sasori miró sin entender dando gracias a dios que fuera lo suficientemente serio para guardar la compostura en este tipo de situaciones en las cuales un hombre normal habría cedido ante lo gracioso del momento. Deidara estaba perfectamente conciente que cualquier persona que supiera algo sobre él (como Sasori) o estuviera al corriente que esa era una prueba (como Sakura), se habría dado cuenta de la gran mentira que acababa de salir de sus labios, pero, para su suerte, Karin era una nueva conocida por lo tanto esa excusa era lo suficientemente "buena" para que no sospechara nada, a menos que fuera una erudita en el campo de las religiones, Dragon Ball o la historia de la mítica ciudad de la Atlántida.

La morena se volvió a sentar un poco contrariada cosa que calmó al rubio al darse cuenta que no había sido descubierto. Sakura volvió un poco más calmada pero con el semblante de haber tenido una buena sesión de risa, cosa que dejo a Sasori completamente desorientado.

El resto de la velada pasó entre las explicaciones de Deidara acerca de lo que prohíbe su religión a pedido de Karin que parecía muy interesada en saber sobre el tema. Sasori escuchaba curioso como su cita le contaba la razón por la cual su compañero había estado tan extraño toda la noche y, al terminar, dejó ver su escepticismo en que su amigo llegara a ser un gran maestro de las excusas.

Juntos decidieron que había llegado la hora de marcharse y las muchachas fueron juntas al baño mientras Deidara se enrumbaba a la caja a preguntar si podía pagar en cuotas. El pelirrojo al verse solo sacó su celular, marcó un numero rápidamente y hablo por unos segundos. El rubio llegó a la mesa y observó a su amigo dar un suspiro de resignación mientras guardaba el teléfono en su bolsillo.

-¿Problemas?- preguntó mientras se guardaba una billetera completamente vacía.

-Algo así- respondió nostálgico Sasori- es que se suponía que hoy iba salir con ella, pero tu me obligaste a venir- terminó con reproche.

Deidara sintió una punzada de culpa y lo miró sin saber que decir. Abrió la boca para susurrar una torpe disculpa pero fue interrumpido por la llegada de las chicas. Salieron del lugar con rumbo al apartamento de Karin. Sasori se disculpó diciendo que tenía que ir a otro lugar y se marchó dejando al rubio encargado de llevar a las muchachas.

Llegaron a un edificio y subieron las escaleras con rumbo al tercer piso. Después de despedirse de Sakura y antes de entrar a su apartamento, Karin se volvió hacia Deidara y le dijo alegremente:

-¿Me das tu número de teléfono?-

El joven abrió la boca para contestar pero captó las miradas de la joven de pelo rosa y entendió el mensaje, había llegado el momento de actuar otra vez. Sabiendo que esta ocasión le seria imposible buscar una forma de abrir el libro, decidió decir la primera excusa que se le vino a la cabeza.

-No tengo- respondió bastante apenado- es que las ondas telefónicas hacen mal al cerebro- explicó con un ligero rubor, al ver la expresión de la morena agregó- pero puedes contactarte conmigo a través de Sakura.

Karin lo miró extrañada y entró a su hogar frunciendo un poco el seño. Deidara acompaño a Sakura a su apartamento que estaba un piso mas arriba. Subieron bastante alegres conversando sobre la velada. Por haber gastado mucho y al final no haber conseguido quedarse con la chica, el rubio estaba bastante decaído. Llegaron a la puerta y Sakura se volvió hacia el con un extraño brillo en los ojos.

-Felicidades, pasaste la primera prueba- lo felicitó la joven mirando con una sonrisa a Deidara que no dejaba de festejar.

- Sabia que lo lograría- respondió el rubio con orgullo inflando el pecho.

- Bueno, me voy- se despidió Sakura dándole un beso en la mejilla algo sonrojada.

El joven la miró sorprendido mientras sentía que su cara estaba en llamas. Vio a la muchacha entrar a su casa y el bajó las escaleras despacio como en trance. Salió del edificio, miró el cielo y se tocó la mejilla con una sonrisa. De pronto la noche se veía mucho más bonita.

Mis más sinceras disculpas por haberme tardado en actualizar.

Juro que el próximo capitulo lo subiré más rápido.

A pedido de una voz en mi conciencia voy a contestar los reviews XD.

Akiko-chan94: Hola, gracias por tu review. En serio te pasa lo mismo que Deidara, vamos seguro que eres mucho mejor inventando excusas, nadie es tan malo como él. Muchas gracias por leer.

M2M: Hola, pues si esa fue una gran estrategia, nadie me puede decir que nunca ha caido en esa trampa . Muchas gracias por leer y por tu review.

Toyiii: Hola, que bueno que te gustó el capitulo. No te preocupes en que poner en los Review me vasta con que pongas que pongas lo que piensas (que te ha gustado o que está malísimo) para que esté feliz. Gracias por leer y por tu review.

Oo.Sakura-sama.oO: Hola, vaya que me tarde escribiendo tu nick . Así que no te gusta Karin, bueno no te apenes a muchas no le gusta, en lo personal me parece una chica algo simpática pero por el comportamiento…mejor lo dejo ahí. Gracias por leer y por salvar árboles .

Rilka: Hola Rilka-chan, espero que te hayas divertido en tu viaje a la playa (¡waa que envidia!), no voy a la playa desde hace meses, estoy perdiendo mi bronceado . No te preocupes me gustan tus locos review. Pues si estoy un poco ecologista últimamente, que bueno que me apoyes . Muchas gracias por leer y por salvar a los gatitos y árboles.

Bueno me despido chicos y espero que sigan mandando reviews o les enviare a todos cartas bomba XD.

P.D: Un centímetro de la capa de ozono es destruida cada vez que no dejas review. No seas malo y salva a la humanidad.

Liari-Zero