Muerte y despedidas

Gracias por ayudarme a escribir algo tan hermoso.

Ha sido un placer- Contestó para luego abrazarla apasionadamente y cubrirla de besos. Su tierna piel de mujer niña lo volvía loco.

Esa misma noche antes del amanece, visitaron el viejo cementerio, y depositaron un hermoso arreglo de flores en lo que fuera la supuesta tumba de Alice.

Jasper la abrazó, y los decidieron que lo mejor era regresar al lado de su familia. Era suficientemente doloroso para Esme no tener a Edward cerca, y ninguno de los dos quería hacer más grande aquel dolor alargando su ausencia.

La nueva casa de los Cullen, era muy distinta a la que habitaban en Forks, y no era porque fuera más pequeña o grande, el cambio radicaba en que la familia ya no estaba completa, en la casa había un vacío que nadie podía llenar.

Rosalie fue la única que los recibió, pues los demás habían salido de caza. Alice no deseaba comentar mucho sobre lo descubierto así que se limitó a comentar los más básicos detalles. A Rosalie tampoco le importaba mucho su historia así que fue sencillo deshacerse de sus preguntas.

La pareja decidió subir a su habitación, donde Alice guardó el diario dentro de la caja su vestido de novia. Jasper volvió a abrazarla por la espalda y todo era perfecto hasta que ella se pasmo, él sabía que significaba eso, pero jamás había sentido tanta tristeza emanada de su amada como en ese momento.

- Alice ¿qué has visto?, ¿Edward está bien?

-Él está bien, pero ella ha muerto. – Dijo en un leve susurro derrumbándose en el suelo y sosteniéndose la cabeza en la espera de algo más.

-¿Quién ha muerto?- Preguntó él preocupado.

-Bella, ella se ha tirado de un acantilado- Declaró ella con profundo dolor- Le prometí a Edward que dejaría de ver su futuro, pero si no hubiera cumplido esa promesa ella estaría viva. Es mi culpa Jazz.

Jasper no tenía las palabras para consolarla, así que se limitó a abrazarla y esperar que su pequeña crisis terminara.

-Debo apoyar a Charlie. Él no podrá soportarlo sólo. Necesito ir a Forks.

-¿Estás segura?, ¿Qué pasará con Edward?

-Edward no debe enterarse hasta que todos estemos juntos para apoyarlo. Tú quédate aquí y explícales la situación. Debo partir en seguida.

—No quiero que te vayas, Alice —declaró celosamente Jasper.

—Yo tampoco quiero marcharme —le aseguró Alice a su amor—. Debo irme —dijo—. Mi corazón me lo exige.

—Cuidad de él —le dijo en un tono severo.

—Descuida, permaneceremos juntos —contestó Jasper—. No comprendo por qué no puedes quedarte con nosotros.

—Ella era mi amiga, le fallé. Lo menos que puedo hacer es apoyar a su padre— Volvió a insistir Alice quien al mirar a Jasper sintió que le detenía un profundo y doloroso amor.

No podía quedarse por más tiempo. Se mordió la lengua para que sangrara y, volviéndose hacia él, presionó sus labios entreabiertos contra los suyos para que su sangre pasara a su boca. Cuando lo besó, Jasper se estremeció y la abrazó con más fuerza. Alice tomó su billetera, las llaves del Mercedes de Carlise ,y así sin mayor demora partió a Forks.