Hola a todos y gracias por esos maravillosos Review, antes de que lean el capitulo quiero invitarlos a leer mi otro fic (si la pareja Draco-Hermione les gusta) titulado "Entre Sedas" y también les anuncio que pronto publicara otro Fic de dos capítulos titulado "Un triangulo con vértices filosos" algo especial que espero les guste. A continuación la contestación de sus review.

AVISO: este capitulo es mucho mas candente que el anterior, aviso para no herir susceptibilidades.

laenamoradadeROGUE: Que gusto que te haya gustado, muchas gracias por tu comentario, y si te aviso como ya espero hayas leído que la calentura de Ron en este capitulo es mucho mayor.

oscarlos: Concuerdo contigo, las hormonas pueden ser sumamente traicioneras y atacan tanto chicos como a chicas, espero que este capitulo sea de tu agrado.

EuridiceGranger, carolina, Sara y Encalada: Gracias por review y sobre todo gracias por haberse tomado la molestia de leer el fic y dejar sus comentarios que son realmente valiosos para mi, perdonen la tardanza en la publicación de este capitulo pero he tenido que ultimar detalles de mi tesis de grado y he estado algo ocupada. Gracias por su apoyo.

Celina y ALEMAR107: estoy segura que este capitulo les aclarara la duda de si Hermione sabía o no sobre el problema de Ron. Mil gracias por sus comentarios y estan invitadas a leer si lo desean mi otro Fic (ENTRE SEDAS).

Musaga UsagiKou: Gracias por tu comentario y que gusto que te haya gustado la historia, espero que este capitulo te guste aun más que el anterior.

prexiozapottyweasley: Hola Angie, gracias por tu opinión, esta segunda y ultima entrega te aclarara la duda sobre si Hermione sabia o no sobre el problema de Ronald, en cuanto a tu fic, ya lo había y había dejado un review espero lo hayas encontrado, de hecho tu fic fue el que me dio la idea para hacer este digamos que fue una inspiración, y de igual forma espero que actualices pronto. Si lo deseas puedes leer mi otro Fic ENTRE SEDAS y el próximamente publicado UN TRIANGULO CON VERTICES FILOSOS.

Capuchina: hola y muchas gracias por tu comentario, de verdad que trato de esmerarme en la narración. Debo advertirte que este capitulo es mucho mas candente y subido que el anterior aunque creo que no demasiado, y si decides leerlo espero que sea de tu agrado y por supuesto que esperaré tu review.

grint eliloca: Gracias y mil gracias por tu comentario. El inicio del capitulo anterior es una conversación donde Harry deja ver sus recelos de Hermano por Hermione. En cuanto a la narración trato de llevarla de la siguiente manera.

Los diálogos y pensamientos van iniciados por un guión (-) luego va el dialogo o pensamiento correspondiente y al final va otro guión (-) que concluye la intervención, a veces en los pensamientos no van los guiones pero escribo expresiones como "pensó Ron, o meditó Hermione" de igual manera trato de hacer las pausas necesarias para que la lectura se haga entendible utilizando comas y punto y me ayudo mucho con las mayúsculas.

De todas maneras en este capitulo tratando de seguir tu consejo, separe algunos diálogos por párrafos, espero sea mas entendible y por supuesto espero tu comentario sobre la narración y sobre el capítulos. Gracias nuevamente por tu consejo y espero un nuevo review.

Niernath: probablemente haga un H/G como una secuencia de este, por ahora te invito a leer ENTRE SEDAS un fic D/H y uno que próximamente publicara de H/H/R, se titulara UN TRIANGULO CON VERTICES FILOSO, te espero por allá.

Raiju25: gracias por tu review y a mi también me gustan tus historias y por si te gusta la pareja Draco-Hermione te invito a leer mi otro Fic, ya va por el capitulo 5. cuidate y actualiza pronto tu historia.

luxx: Gracias y espero que este capitulo sea de tu total agrado, y por supuesto estaré pendiente de tu review.

Capitulo 2 Deseo y Entrega

Ron tragó con dificultad, cerró los ojos y apoyó su cabeza en el espaldar del sillón. Una de sus manos descendió hasta posarse sobre su erección oculta bajos los lanillosos pantalones del pijama.

-Santo Merlín- gimió

Su cuerpo siempre respondía ante la imagen de Hermione desnuda, con su piel perlada por las gotas de agua salina que salpicaba su cuerpo tras chocar contra las rocas donde ella estuvo sentada, el recuerdo de su cuerpo, de los recovecos que formaban sus curvas lo incitaban al pecado, lo encendía y lo llevaba a un permanente estado de excitación que debía ser saciado o de lo contrario podría llevarlo a la locura.

Una de sus manos se introdujo bajo el elástico del pantalón del pijama. Sus dedos temblorosos liberaron la erección. Con su mano derecha, acarició su miembro y gimió al sentir la placentera sensación. Ron comenzó a mover su mano suavemente por la longitud de su erección, de arriba a bajo en un vaivén que se le antojaba absolutamente placentero, hundió a un más su cabeza en el espaldar del sillón y mordió sus labios para tratar impedir que el sonido de sus gemidos escapara de la garganta, aumentó la velocidad de los movimientos haciéndolos cada vez más frenéticos y desesperados, en su mente se dibujaban imágenes de todos sus deseos reprimidos, todas y cada una de las sensaciones que quería probar con Hermione, incluyendo el grandioso deseo de sentirla vibrar entre sus brazos y que gritara sus nombre rogando por una embestida más profunda y más rápida, en su mente escuchó su voz, en sus pensamientos sintió su piel, y en aquella fantasía la hizo suya, se proclamó único dueño de su cuerpo y de su corazón, apretó lo ojos con fuerza y dejó salir un pequeño sonido gutural que sonó extremadamente ahogado. Un sonido que claramente decía –Hermione -

Respiró con dificultad mientras intentaba retener con sus manos el fluido blancuzco que salía de su interior, el frió de la noche le afectaba al difundirse entre las gotas de sudor que vagaban libres por su cuerpo, con algo de dificultad se levantó de sillón buscando algún retazo de tela con la cual limpiar su humedad, la encontró en un mesa pequeña de ébano que hacia juego con los sillones, limpio las pruebas de su pecado y guardó cuidadosamente la tela para desecharla en cuanto tuviese oportunidad.

Se sentó nuevamente apoyando los codos sobre las rodillas y ocultando su rostro en las manos abiertas, una sola palabra embargaba su mente después de sus desfogues "Insatisfacción", sus manos le ayudaban a liberar la tensión pero no eran suficientes, necesitaba algo más, algo para callar su desesperados gritos de lujuria, necesitaba el cuerpo menudo y calentito de Hermione, necesitaba sus pechos para apoyar su cabeza entre ellos mientras dormía, sus brazos para que acunasen su cuerpo, sus perfectas piernas para recórrelas a besos y que con ellas lo envolviera en un travieso abrazo, necesitaba sus muslos para probar el sabor que se escondía en medio de ellos, sus ojos, para que lo dominaran cuando las sensaciones de placer impidieran que de su boca escaparan sonido alguno, pero sobre todo necesitaba sus labios, para que a través de ellos gritara su nombre y le expresaran después de alcanzar la gloria lo mucho que lo amaba y lo deseaba.

-Hermione – murmuró

-Dime

-¡HERMIONE!

-Shhh… ¡No grites! Despertarás a todos

Ron dio un respingo tan brutal, que el sillón junto con su cuerpo cayó de espalda proporcionándose un buen golpe en el costado derecho y en la cabeza. Allí de pie junto a él se encontraba la persona causante de todas sus frustraciones, envuelta únicamente en una camisa de los Chudley de Canon que le llegaba a medio muslo, permitiendo una excelente visión de sus bellas piernas y de sus curiosos y pequeños pies descalzos.

-¡Ron!- chilló Hermione mientras se acercaba angustiada hacia él

El pelirrojo que se había incorporado hasta quedar sentado retrocedió asustado al verla.

-¡Cálmate!- le dijo –¿Qué te sucede?

El rostro del menor de los varones Weasley pasó por tantas tonalidades que Hermione tenía razones de sobra para preocuparse, se inclinó al lado del pelirrojo y acarició su cabello del lado donde ella creía que había recibido el golpe.

-¿Estas bien?- le preguntó al cabo de unos segundos en los cuales Ron no había dejado de verla con ojos aterrados. -¿Ronald?- insistió la joven ante su mutismo

-Si, estoy bien ¿Qué se supone que haces aquí? – quiso saber el pelirrojo

-Tu me invitaste a La Madriguera ¿lo recuerdas? Para pasar una navidad juntos – respondió Hermione con una sonrisa burlesca

-Me refiero al cobertizo – enfatizó Ron frunciendo el entrecejo

Hermione le sonrió dulcemente y le instó a levantarse tomándolo por un brazo y halando de él hacia arriba -Lo se – le respondió

Suavemente, como si de un niño se tratase, sentó a Ron en el sillón que él había acomodado segundos antes y luego ella se sentó sobre su regazo de forma que sus piernas desnudas colgaban a un lado. Apoyó todo su torso sobre el cuerpo del joven ocultando el rostro en su pecho. Ron la rodeó con sus brazos y descansó la mejilla derecha sobre la coronilla de la joven.

-¿Por qué no estas descansando? Hoy tuviste que preparar muchos pedidos de Sortilegios Weasley y llegaste muy cansado – le dijo suavemente Hermione.

-No puedo dormir – respondió con simpleza -¿Y Tú?

Hermione levantó su torso hasta que sus ojos quedaron a la misma altura que los de Ron –Escuche un ruido y desperté, luego vine aquí porque pensé que el sonido provenía de este lugar -.

Ron tragó con dificultad y el frió de la angustia se instauró en su corazón -¿Hace cuanto tiempo estuviste deambulando por ahí?- preguntó. Hermione tensionó su cuerpo y evitó la mirada de Ron.

- No titubees, cuando lo haces es por que algo escondes – afirmó el pelirrojo

Hermione lo miró directamente a los ojos y suspiró profundamente antes de decir: -Te vi – Sentada sobre el regazo del pelirrojo pudo notar como el cuerpo de este se ponía rígido como una tabla.

-¿A que te refieres? – preguntó inseguro.

-Te vi mientras… te tocabas – le soltó con timidez.

La temperatura corporal de Ron descendió unos cuantos grados y un insaludable tono azul coloreo la piel del joven Weasley.

-¡Ronald, tranquilo…no estoy enojada!, ni pienso que eres un pervertido. Ron no te enojes conmigo por espiarte – exclamó Hermione.

Pero lejos de enojarse Ron estaba aterrado, y sumamente avergonzado. Miles de pensamientos se agolpaban en su mente –"Lo había descubierto, ¿Qué pasaría ahora?, ¿Cómo explicar su conducta?, ¿Cómo exponerle a la mujer que amas que su cuerpo y todo su ser es un detonante para su libido?".

-¿Ron?, estas enojado – preguntó con inquietud Hermione.

-Lejos de enojarme, estoy muy apenado – contestó ocultando su rostro con una de sus manos.

-No tienes porque – escuchó Ron que le decía la castaña, Apartó su mano y vio que exhibía aquella sonrisa coqueta que tanto lo enloquecía.

-Dime ¿En que pensabas cuando lo hacías? –preguntó Hermione mientras señalaba el bulto semi escondido en la prenda inferior del pijama.

Ron lució una sonrisa ladeada y contestó con simpleza – En ti, desnuda en la playa aledaña al El Refugio.

Hermione lo miró incrédula, intuía muchas cosas pero ninguna de ellas le había llevado a pensar que Ron la había visto en aquella ocasión.

-Aquel día Harry se hallaba en uno de sus taciturnos paseos en solitario, Bill había ido a La Madriguera y Fleur preparaba los guisos para la cena de esa noche, Dean y Luna hablaban musitadamente en el porche delantero de la casa y no sabia donde te encontrabas. Salí intrigado en tu búsqueda, caminé por los setos de cerezo que cubrían la parte oeste de El refugio, deambulé por el jardín trasero de la casa y se me asomé a los arbustos de espina de limón Zulia que delimitan la propiedad de Fleur y Bill, pero no logré encontrarte. Dean y Luna me dijeron que te habían visto bajar por el camino que va a dar a la playa. Me dirigí hasta allí y te vi, fue lo más erótico y hermoso que he visto en mi vida, estabas desnuda sentada sobre los riscos cercanos a la playa, solo te vi la espalda en ese momento pero no te imaginas lo que sentí… Yo me volví loco.

Ron detuvo su relato y observó detenidamente a Hermione, sus ojos y su sonrisa le alentaron a continuar.

-Luego, te levantaste y pude observar tu, y no te enojes, perfecto trasero – Hermione rió suavemente.

-Te lanzaste en picado y jugaste por una media hora con las olas del mar, cada vez que brincabas podía ver algo de tus pechos – Ron se sonrojó pero Hermione lo instó a continuar el relato.

-Después saliste del mar, yo me escondí detrás del inservible bote anclado en la playa ¿lo recuerdas? – El pelirrojo vio como Hermione asentía nuevamente en silencio.

-Allí pude ver claramente tu cuerpo, tus pechos y tu…toda, te contemple totalmente desnuda – Ron esperó algún reclamo o queja pero solo recibió un leve y cariñoso apretón en las manos.

-Te sentaste en la arena viendo hacia el infinito mar azul, yo miraba tu perfil, pero distinguía la flamante sonrisa que exhibías en tu rostro, estabas feliz, se te notaba, las olas del mar llegaban a la playa y se enredaban en tus piernas, observaste las olas por unos minutos y luego recostaste tu cuerpo cerrando los ojos, abriste las piernas, el mar golpeaba tu interior con ímpetu y tú parecías tan plena, en aquel momento sentí celos del mar, y aun los siento creo que el te hizo el amor primero que yo.

Hermione sonrió y le miró dulcemente pero no negó nada. – Antes de regresar a la casa, - Continuó Ron - Debí autosatisfacerme, pensaba en ti y en como me hubiese gustado ser mar en ese momento y embestirte con fuerza hasta lo mas profundo, saborear tu piel y tocarte. Desde entonces lo hago y siempre pienso en ti, solo en ti. – finalizó el Weasley

Hermione lo observó en silencio por unos segundos y luego sonrió –¿Recuerdas la conversación que tuvimos cuatro días atrás al llegar a El Refugio después del ataque de la Mansión Malfoy?- dijo la joven bruja.

Ron asintió - Lucias pálida y débil, llevabas los ojos cerrados y la frente perlada por el sudor y tus labios tiritaban con insistencia. Te pegunté como te encontrabas pero no me respondiste, mantenías los labios y lo ojos cerrados, aparté un mechón de cabello que ocultaba tus ojos y te tendí en la cama que Fleur me indicó.

-Temblabas ese día Ron – susurró Hermione

-Aun no me había recuperado de todo lo que sucedió en la Casa de Malfoy – le confesó

-Me preguntaste nuevamente cómo me encontraba – prosiguió la castaña

- Y lloraste aforrándote a mi camisa y con tu rostro pegado a mi pecho, temblabas con cada sollozo y aunque tratabas de evitarlo se notaba tu gran angustia, te disculpaste por tu llanto y yo te dije que no debías hacerlo, todos habíamos sentido miedo pero tú a pesar del dolor y el desasosiego habías estado sencillamente increíble

-Te dije que era un cobarde Ronald – prosiguió Hermione

- Y yo te reconforté – le contestó – sequé tu rostro con mis manos y aproveche para acariciarte, bese tu mejilla muy cerca de tus labios y me quedé quieto por unos segundos disfrutando todas las sensaciones

-Esa noche estuvimos muy cerca de la muerte

Ron la miro fijamente –Si – Contestó con simpleza

-Te hable de las cosas que deseaba hacer y aun no había hecho y del profundo terror que me causaba morir sin llevarlas a cabo, nos quedamos en silencio por un momento escuchando las olas del mar y entonces te dije …..-

-Que deseabas bañarte desnuda en el mar –le dijo Ron con voz ronca

-Entre otras cosas – respondió la castaña - Fleur entró en ese momento cargando una pequeña cubeta con paños húmedos y secos, además de frascos de ámbar etiquetados. - Debes teneg una hoggible hegida en el muslo izquierdo – dijo Hermione tratando de imitar el acento francés de Fleur

-Si – dijo Ron con una sonrisa – Y a mi me dijo "Hagy ya esta aquí Gon" claramente quería que me fuera – añadió el pelirrojo

-Y Bajaste a ver a Harry – le dijo acariciando una de sus mejillas

Lanzaron una conjunta risa de añoranza y un cómodo silencio se apodero de la instancia envolviéndolos cada uno en sus propios pensamientos y emociones.

- Sospechaba que lo hacías – le soltó Hermione de pronto a Ron

-¿Sospechabas? – cuestionó aturdido

-Que… te tocabas – le contestó con confianza. Hermione se levantó y caminó insegura por el cobertizo, sus ojos observaban el avance de sus pies desnudos y sus manos unidas se movían inquietas. – Desde hace mucho tiempo noté tu permanente estado de excitación, por tus abrazos posesivos, tus besos cargados de deseo, tus caricias ardientes que me brindaban una sensación de calor, tu mirada que me desnudaba y tus ojos que reflejaban deseo. Pero sobre todo – la castaña detuvo su monólogo y con paso que no pretendía ser provocador pero que lo era para Ron, caminó hacia él para luego sentarse nuevamente en su regazo pero esta vez sus piernas quedaron a los costados de la cadera del pelirrojo.

-Sobre todo he notado esto – Hermione descendió una mano aprisionando la semi erección de Ron sobre el pantalón. El menor de los varones Weasley no pudo ahogar el profundo gemido que salio de su garganta. –Yo he sentido lo mismo – continuó la castaña murmurando al oído de su enloquecido novio

Ron tragó con dificultad y le preguntó con voz terriblemente ronca -¿Por qué no me lo habías dicho?

-Me sentía insegura y no sabía realmente como tomarías una iniciativa de mi parte, no deseaba que pensaras mal de mí – respondió la joven bruja

-Si lo hubiésemos hablado, me habrías evitado tantas frustraciones –le dijo mientras se acercaba a los apetitosos labios de Hermione. La besó con toda la pasión y desenfreno contenidos, acarició sus labios, primero el superior y luego el inferior, abrió su boca con la lengua y acarició su interior succionando y saboreando, mordió los labios y trazó un camino de besos desde ellos, pasando por su mandíbula hasta bajar al cuello. La escuchó gemir, llevó sus manos que habían permanecido posadas en su cintura hasta su espalda y la acarició de arriba a bajo sobre el pijama de los Chudley de Canon, luego las posó en sus caderas y bajo tímidamente hasta su trasero, la sorpresa que lo invadió no le permitió seguir con el beso.

-Hermione – dijo ahogadamente contra los labios de la castaña -¿Estas desnuda?

La castaña se separó de el un poco y con voz anhelante le dijo: - Compruébalo tú mismo.

Hermione elevó su cuerpo mientras tomaba una de las manos de Ron para guiarla suave y tímidamente a la concavidad que se abría entre sus muslos. Ron tocó sumiso aquel retículo de piel que nunca antes había sentido, y gratificante fue sus sorpresa al hallarlo totalmente húmedo, masajeó delicadamente de arriba abajo deleitándose ante las sensaciones que el rostro de Hermione exhibía, luego se detuvo en aquel botoncito que una vez tocado había encendido el libido de la castaña, lo estrujó, haló y provocó a antojo.

-Introduce tus dedos Ron – escuchó que le decía Hermione con voz queda.

Lentamente movió sus dedos en busca de la entrada al sexo de su novia, cuando la halló posó el índice en la entrada y empujó suavemente. Hermione se apoyó en sus rodillas y abrió lo más que pudo las piernas. Ron entraba y salía cada vez más rápido del interior de la joven quien luchaba por retener los crecientes gemidos que inundaban su ser.

-¡Ron! – Gimió la joven -¡Necesito…Necesito… decirte! – Ron continuaba su tarea de entrar y salir con su dedo del interior de la castaña, no pretendía parar, si Hermione quería decir algo tendría que decirlo mientras sus ahora dos dedos la embestían.

-¡Ah! –Exclamó la joven - ¡Vamos… por favor… vamos… a otro… lugar! – El cuerpo de Hermione que se movía arriba y abajo al ritmo de las veloces arremetidas de los dedos de Ron, cayó sin ganas sobre su pecho cuando el pelirrojo se detuvo.

-¿Dónde? – preguntó el chico mientras su respiración se tornaba discontinua.

-A mi habitación – contestó Hermione –Deseo que me hagas el amor esta noche Ronald – prosiguió con la voz contorsionada por la excitación.

-No podemos ir allí Hermione, Ginny duerme contigo, no se tú pero mis fantasías no incluyen público. – contestó Ron con voz temblorosa

-Ginny esta con Harry – Y antes que Ron pegara el grito en el cielo lo besó con pasión – Escuchamos la pequeña discusión que tuviste con Harry y si, si vi cuando entraste en mi habitación, Yo desperté a Ginny, yo la convencí para que me ayudara y fui yo la que le pedí que entretuviese a Harry para que tu y yo pudiésemos estar juntos, Ron por favor tu hermana también tiene derecho y yo no aguantó más el deseo que siento por ti.- le confesó con la cargada de desespero

Se besaron nuevamente acariciándose por encima de las telas. Ron cargó a Hermione por todo el trayecto hacia la habitación logrando olvida por completo que Ginny y Harry se encontraban en el cuarto de en frente. Entre besos y trompicones, caricias y jadeosos lamentos se adentraron en la habitación cerrando la puerta e insonorizando el lugar con un hechizo. Cayeron como peso muerto sobre la cama, el cuerpo de Ron recaía sobre el de Hermione.

-Hay algo que siempre he querido hacer – le dijo con ansiedad el pelirrojo. Posó sus labios sobre uno de los tobillos de la joven, mientras que una mano se ocupada de acariciar la otra pierna, con besos y caricias anhelantes continuó haciendo camino hacia la deseada y húmeda intimidad de su joven compañera. Con sus labios cubrió la anatomía de Hermione, deseando más…anhelando más.

-Dios… -farfulló Hermione.

Ron jadeó y se aferró a los muslos de la joven enterrando sus dedos en la atrayente carne con suavidad y firmeza. Pronto empezó a sentir como del interior de la joven brotaban fluidos que le producían un extraño pero agradable sabor, sintió un creciente desespero por succionar todo el líquido que pudiese obtener por lo que enterró a una mas su rostro en la anatomía de Hermione. Se atrevió a usar su lengua introduciéndola en el interior de la castaña, quien en medio de su excitación murmuraba cosas que le eran inentendibles.

Hermione haló por el cabello rojizo de Ron instándolo a hundirse más en su interior. La lengua de Ron invadió aún más intimidad y la joven bruja ahogó un grito. -¡Oh, Ron-Ronald!... Ah, así,… más fuerte…más rápido - musitaba ella empujando la cabeza de Ron entre sus muslos.

Ron sonrió por unos segundos, deteniendo los besos y las embestidas de su lengua al notar como la joven abría aun más sus piernas y levantaba un poco las caderas brindándole más comodidad.

Hermione gimoteó sonando sumamente sofocada. Con suaves lengüetazos la hizo gemir extremadamente alto, y con movimiento travieso en su interior la hizo gritar su nombre, como en sus fantasías. Luego salió de su interior para tomar el curioso botoncito entre sus labios y chuparlo, consiguiendo que Hermione lanzara un ronco y fuerte jadeo que lo impresionó. Bajó nuevamente hasta la entrada del sexo de la castaña y se enorgulleció al encontrarla húmeda, considerablemente húmeda.

- Eres mía, solo mía - le dijo en medio de un arranque de desenfreno que lo llevó a hundir su lengua lo mas profundo que su elongación le permitía embistiéndola con fuerza y rapidez, aquel loco ataque logró que Hermione se viniera de inmediato.

La joven castaña jadeaba y temblaba con desesperación, su pecho subía y bajaba al ritmo de su entrecortada respiración. Ron se incorporó y se apoyó suavemente sobre el cuerpo ardiente de la joven, posó los labios sobre los de ella y la devoró con un pasional beso.

Esa noche muchas de las fantasías de Ron y Hermione se hicieron realidad.

Cuando despertaron, las luces del alba se hallaban altas en el cielo, Hermione pensó que era una suerte que la Señora Weasley no hubiese venido a llamarles, trató de moverse pero Ron descansaba su cabeza sobre su desnudo pecho y una de sus manos abrazaba posesivamente su cintura. Sonrió con ternura al verlo allí, tan dulce y tierno cuando hasta hace unas pocas horas había descubierto su lado salvaje y atrevido… ¡Y le había encantado!

-Ron – lo llamó suavemente, pero el pelirrojo no reaccionó

-Ronald – insistió segundos después acompañando el llamando con suaves sacudidas. Que después de unos segundos lograron despertar al pelirrojo.

La mezcla de felicidad y plenitud que irradiaban los ojos de Ron la hizo sentir inmensamente feliz, se besaron acariciando sus desnudos cuerpos, se susurraron traviesas palabras al oído que los hicieron lanzar tontas y nerviosas sonrisas.

-Es hora de levantarnos – le dijo Hermione a Ron. El pelirrojo hizo un puchero y se escondió bajos las mantas azuladas de la cama.

-Ron… - Insistió Hermione –Tu madre…

Pero no pudo seguir, su travieso novio se había abierto camino debajo de las sabanas hasta su boca se alojó sobre unos de los ahora erectos pezones de la joven, adueñándose de él, empezó a chuparlo con picardía y desenfreno mientras una de sus manos hurgaba el interior de la joven, dos de sus dedos se adueñaron de su sexo, entrando y saliendo con insistencia. Hermione gritó fuertemente consiguiendo que Ron sonriera con suficiencia.

-¿Aun quieres que me vaya? – le preguntó apartando su cabeza del pecho de la joven para mirarla con intensidad.

-No… - suspiró jadeantemente la castaña – pero es necesario.

Ante la repuesta, Ron dejó caer descuidadamente la cabeza entre los pechos de la joven y continuó con el vaivén de sus dedos traviesos en su interior. Los jadeos y temblores de Hermione aumentaban con increíble rapidez.

-De acuerdo – dijo Ron. Dio dos fuertes embestidas más y extrajo sus dedos del interior de la castaña para luego levantarse y vestirse con rapidez dándole la espalda.

-¡Ron! – le grito Hermione presa de la frustración en la que Ron la había dejado. El pelirrojo giró sobre si y la observó inocentemente.

-¡No puedes dejarme así! – le dijo con desespero.

Ron lanzó una sincera carcajada ante la frustración de su amiga, novia y ahora amante. Completamente vestido, apartó las mantas que cubrían el cuerpo de la joven y se subió nuevamente en la cama quedando frente a ella, apoyó sus rodillas en el colchón y con sus manos abrió lo más que pudo las piernas de Hermione.

-Tus jugos son míos, me encantan, eres sencillamente deliciosa. – le dijo antes de enterrar el rostro entre sus piernas y beber hasta saciarse.

Minutos después una radiante Hermione se encontraba envuelta en los brazos del pelirrojo, vestida con la camisa de Chudley de Canon, y apoyada en la punta de los pies besando con ímpetu los labios de Ron.

-Umhg… -

Harry y Ginny habían aparecido por la puerta de enfrente tomados de la mano, completamente despeinados y luciendo visibles ojeras que no lograron opacar la felicidad que irradiaban. Hermione y Ron detuvieron el beso en cuanto escucharon el carraspeo emitido por Harry, sin embargo no soltaron el abrazo y Hermione apoyó su cabeza en el pecho de Ron.

-Buenos días – dijo Ginny con timidez

-Hola Ginny –respondió Hermione en tono pícaro.

Ron y Harry no añadieron una palabra, sus entrecejos estaban fuertemente fruncidos y se miraban uno a otro como si de una lucha se tratase.

-Vamos Hermione – le dijo Ginny a la castaña para después arrástrala hacia el interior de la habitación y cerrar la puerta tras de si.

El silencio se apoderó del pasillo y los jóvenes se envolvieron en una lucha de miradas y de auto raciocinios -Tú no preguntas, Yo no pregunto – sentencio después de unos momentos Ron. Harry asintió con el entrecejo aun fuertemente fruncido, y en una complicidad silenciosa entraron a la habitación que les correspondía.

Una hora después Ron bajaba las escaleras de La Madriguera completamente aseado, relajado y listo para un buen día, caminó hacia el cobertizo y con un hechizo de varita quemó el tieso retazo de tela con que se había limpiado la noche anterior. Ingresó nuevamente al interior de casa encontrándose con su madre y padre, saludo con beso en la mejilla a la Sra. Weasley y un fuerte abrazo Sr. Weasley. Paseó los ojos por la estancia pero era obvio que Hermione no estaba en ella.

-En la cocina hijo – le dijo suavemente la Sra. Weasley. -¿Podrías ayudarla con la avena y el beicon? – preguntó la matrona de los Weasley.

Ron asintió y caminó decidido hacia la cocina abriendo silenciosamente la puerta. Hermione se encontraba en ella moviendo sus brazos a lo largo del mesón preparando cariñosamente lo necesario para el desayuno, observó su trasero enfundando en una modesta falda blanca mientras pensaba en las cosas que habían hecho la noche anterior, se acercó a paso silencioso y rodeó su cintura con los brazos, escondiendo su rostro en el recoveco del cuello. Hermione dejo escapar una pequeña y tímida sonrisa.

-Nos pueden ver – comentó con picardía

-Que lo hagan, ¿Crees que me importa? – preguntó Ron.

-A ti no, pero a mi si – prosiguió la castaña mientras daba vuelta en medio del abrazo – Me importa mucho lo que tu madre piense de mi.

Ron sonrió de manera sincera – Mi madre te adora, pero…- dijo mientras retiraba sus manos del cuerpo de Hermione y las alzaba en señal de alto.

-Tampoco quiero que te alejes de mi –espetó la joven mientras jalaba a un satisfecho Ron por la manga del jersey beige que llevaba puesto.

Ron soltó una alegre carcajada -¿Quién te entiende? – le preguntó. Hermione hizo un puchero y lanzó un suave golpe en el pecho del pelirrojo quien la abrazó por la cintura nuevamente.

-Te propongo algo –le dijo Ron - ¿Qué te parece si después de año nuevo nos vamos tu y yo solos durante los próximos seis días libres que nos quedan a algún hermoso lugar cerca del mar?

A Hermione se le iluminaron los ojos -¿Tú y yo?- preguntó. – ¿En un lugar cercano al mar?-. Ron asintió. - ¡Me encanta! – exclamó mientras se colgaba del cuello del joven.

-Serán nuestras primeras vacaciones justos, y solos – le dijo Ron

-¿Por qué el mar? –quiso saber Hermione aunque intuía la respuesta.

Ron interrumpió el abrazó y la miró directamente a los ojos. –Porque quiero hacerte el amor en el mar, sobre las rocas, en la arena, en la playa, voy a demostrarte que soy mejor que cualquier mar del mundo – respondió con ímpetu.

-Tonto – dijo Hermione –Ya lo demostrarte.

Y Con mucha suavidad y ternura lo beso en los labios, mientras varios "Te amo" se escuchaban en el lugar.

--Nox--

Con este segundo capitulo concluye la historia, ojala les haya gustado. Una y Mil gracias por sus comentarios y no olviden que están cordialmente invitados a leer mi otro Fic Entre Sedas…

Espero con ansias sus comentarios.

Nos leeremos próximamente...

LilythWH