Buaa, al fin termino esta hisotoria que se quedo inconclusa con los dos primeros capitulos. I'm Sorry!. Pero como ya he dicho, mi musa murió y cuando no hay inspiración y por muchas otras circunstacias, es lo que pasa. Pero bueno. He decidido terminar algunos de los que deje inconclusos hace años y este, a falta de un capitulo (El cual casi ya tenía escrito) ha sido uno de los ganadores.

Lo dicho, casi estaba terminado, asi que solo he tenido que corregir algunas cosas, cambiar otras que no me han gustado y darle un final. Espero que no desentone mucho, ya que fue escrito hace tiempo. Pero leyendo y tal, más o menos recorde lo que quería hacer y lo he podido terminar.

Pareja: SasuNaru

Propiedad: Estos personajes pertenecen al autor Masashi Kishimoto.

Advertencia: Lemon

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La apuesta. Fin

Dos años después

- Al fin solos - suspiró Sasuke cerrando la puerta de la habitación del hotel donde se prepararían para partir hacia su luna de miel - creía que ese maldito banquete no terminaría nunca - seguía hablando mientras se quitaba su elegante traje de novio - desde que dimos el "si quiero" que no nos han dejado ni un mísero segundo a solas. Mi puñetero hermano se encargó bien de ello.

Naruto se limitaba a sonreír mientras oía a Sasuke despotricar contra su hermano. Era verdad que desde que se casaron oficialmente no habían estado juntos ni un instante. Solamente cuando estuvieron sentados juntos en la mesa del banquete y durante el primer baile.

Pero eso no importaba, ya tendrían tiempo de estar juntos como tortolos durante el mes que duraría su luna de miel. Y tras el viaje, el resto de sus vidas. Para amarse y respetarse hasta que la muerte los separara.

Era muy feliz. Todo lo que en su día les desearon sus amigos, lo tenían, y mucho más. Y por fin hoy se habían casado. Los últimos de sus circulo de amigos. Ya que todos los demás ya habían pasado durante esos dos años por la vicaria.

Hoy daban comienzo a lo que seria su larga vida de casados.

Ya tenían las maletas listas para el viaje. Solo tenían que cambiarse la ropa de la boda por otra más cómoda. Pero al parecer Sasuke tenia otros planes, ya que se estaba acercando a el de forma insinuante y esa miradita de "Hagamos cosas perversas"

- Lo siento, Sasuke, pero no tenemos tiempo para eso. Sino nos damos prisa, el barco zarpará sin nosotros.

- Pero tenemos que consumar nuestro matrimonio, Naruto - lo abrazó por la cintura para empezar a besarle la nuca.

- Lo se, pero no tiene que ser precisamente ahora. Tendremos todo el tiempo del mundo cuando estemos instalados en nuestra suite a bordo de ese maravilloso crucero que nos llevará de luna de miel.

- Yo quiero hacerlo ahora - exigió el Uchiha como un niño pequeño sin soltarse del rubio.

- No seas cabezón, Sasuke - otra vez tendría que engatusarlo - si mueves ahora mismo tu precioso culito y te vistes, te prometo que cuando estemos a bordo del barco me encerrare contigo en el camarote y podrás hacerme todo tipo de cosas prohibidas.

Dicho y hecho.

- Mueve tu también el culo, Naruto, que no tenemos todo el día.

Ese soborno llevaba utilizándolo durante dos años y era tan infalible como la primera vez. Y antes de que tuviera tiempo de reaccionar, Sasuke se había vestido y tenia las maletas junto a la puerta mientras llamaba a un botones para que las llevara asta la limusina que los llevaría asta el puerto.

Naruto sonreía mientras el también se bestia. Que bien conocía a su marido. No había mejor manera que tentarlo con buen sexo para que hiciera todo lo que él quería y en tiempo record. Su fiel esclavo.

- Bien, ya estoy listo, podemos irnos.

Sasuke lo tomó de la mano y sacándolo de la habitación, lo arrastro asta el ascensor.

- Espero que toda la chusma...

- Invitados, Sasuke, no chusma.

- Lo que sea. El caso es que espero que se hayan largado ya. No pienso permitir que nos entretengan más.

Cuando llegaron abajo, el gran salón donde se había celebrado el banquete ya estaba vacío excepto por el personal del hotel, que se encontraba recogiendo los resto de la celebración.

- Bien, vía libre y un maravilloso mes por delante en el que estaremos solos. Todavía no puedo creérmelo - El moreno no podía bajarse de la nube de ensueño en la que estaba.

Salieron a la calle, donde esperaban sus padres y sus amigos.

- Vaya, creía que ya os habíais largado- gruñó Sasuke.

- Sasuke, no seas grosero - lo riñó Naruto mientras los dos iban a despedirse de sus padres.

- Seguramente os lo pasareis muy bien en el crucero, pero intentar acordaros de vez en cuando de darnos una llamadita ¿Vale hijo? - pidió Kushina Uzumaki a su rubio hijo mientras lo abrazaba con fuerza.

Naruto le devolvió el abrazo con entusiasmo.

- No te preocupes, mama. Os llamare tan ha menudo que te arrepentirás de habérmelo pedido - Naruto sonreía mientras soltaba a su madre y se volvía hacia su padre.

- Nunca nos cansaremos de tus llamadas, hijo - dijo Minato mientras también abrazaba a su único y amado hijo - Sasuke.

Se volvió hacia su yerno, que se había acercado para también despedirse, a la vez que Naruto se acercaba a Mikoto y Fugaku.

- Es un placer tenerte por fin en nuestra familia, Naruto - Fugaku le estrechó la mano con fuerza mientras le sonreía.

- El placer es todo mío, señor Fugaku - se volvió hacia Mikoto, la cual lo engulló en un fuerte abrazo.

- No sabes cuanto me alegra de que finalmente seas mi querido yerno.

- Y yo de que tú seas mi suegra. No voy a poder quejarme de que seas mala conmigo. Seguramente me ha tocado la mejor del mundo - Mikoto sonrió encantada.

- En eso te equivocas, Naruto - dijo Sasuke al lado de un sonriente Kushina - yo tengo a la mejor suegra del mundo.

- Pero mira que sois peloteros - todos rieron ante el comentario de Itachi.

- Bueno, es hora de irse o llegaremos tarde. Naruto, al coche - lo apremiaba Sasuke.

Y ante las prisas del moreno, se despidieron rápidamente de sus amigos, los cuales les desearon lo mejor para el viaje. Finalmente entraron en la parte trasera de la limusina y partieron con destino al puerto.

- Brindemos - Sasuke sacaba una botella de champan y dos copas de uno de los compartimentos de la limusina, le pasó una de las copas a Naruto y tras descorchar la botella, vertió el liquido ámbar y burbujeante en ambas copas - por una muy larga vida de felicidad, amor y sexo, por supuesto - sonrisa ladina por parte del moreno.

- No cambiaras nunca - lo regañó el rubio entrechocando las copas.

- Y aun así te gusto.

Bebieron de sus copas para después fundirse en un apasionado beso. Y siguieron besándose asta que la limusina se detuvo y una de las puertas fue abierta por el chofer, que carraspeo para llamarles la atención.

- Hemos llegado al puerto, señores

Se separaron. Naruto algo avergonzado por que los habían pillado y Sasuke con su típica sonrisilla de superioridad.

- Vaya, el viaje ha sido corto - salieron de la limusina y contemplaron el barco que los llevaría a su luna de miel.

- Es enorme - dijo el rubio impresionado.

- Pues que esperabas. Es un crucero de lujo. ¿O es que acaso te imaginabas una barquichuela?

- Por supuesto que no. Pero no se, algo más pequeño.

- No puede ser más pequeño. Es un crucero y por cojones tiene que ser grande.

- Ya salió don sabiondo - gruñó el rubio tomando su maleta de mano del maletero y enfurruñado, se dirigió hacia la zona de embarque, dejando al moreno atrás.

- Encárgate del equipaje - le dijo Sasuke al chofer - aquí tienes el número de nuestra suite para que las envíen allí.

- No se preocupe señor, me encargaré de todo. Que tengan un buen viaje.

- Muchas gracias - tomó también su maleta de mano y salió en pos del rubio, que ya esperaba para poder embarcar.

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- Esto no me gusta, no me gusta nada - decía un rubio algo enojado desde un coche ocupado por cuatro personas

- Quieres tranquilizarte, Deidi, cariño. No estamos haciendo nada malo.

- Perdona, pero yo creo que meterte de polizón en la luna de miel de tu hermano, si es hacer algo malo.

- Estoy de acuerdo - dijo cierto pelirrojo.

- No se de que coño os quejáis. Os pareció una buena idea cuando os propusimos una segunda luna de miel - dijo Sai volviéndose hacia los asientos traseros donde estaban los dos quejicas.

- Claro que si. Pero creo que se os olvidó el pequeño detalle de decirnos que era en el mismo puñetero barco en el que van Naruto y Sasuke - terminó gritándoles Deidara.

- Estoy de acuerdo - volvió a decir Gaara.

- ¿No sabes decir nada más? - preguntó Itachi.

- Para que molestarme.

El Uchiha se giro hacia Sai.

- No se como has podido casarte con semejante muermazo. Al menos espero por tu bien que sea excelente en la cama.

- Más que bueno, te lo aseguro.

- Sai - dijo Gaara con tono de advertencia.

- Es que es verdad - no podía evitar presumir de marido.

- Volviendo al tema. Si, puede que se nos olvidara el detallito del mismo barco, Deidi, pero míralo bien, es enorme. Hay pocas posibilidades de que nos vean y además me he asegurado de reservar habitaciones bien alejadas de la suya.

- No lo suficiente, seguro y por si se te había olvidado, en lo referente a ti, Sasuke es un detector con patas y cuando nos encuentre seremos comida para tiburones por haber osado interrumpir su luna de miel con Naruto.

- Una de las cosas que más me gusta de ti es tu desbordada imaginación - se rió Itachi, inmune ante el peligro que podrían correr si por casualidad Sasuke los descubría - y ya no podemos echarnos para atrás - miró hacia la zona de embarque - ya no están. Es nuestra oportunidad.

Salieron del coche e hicieron bajar al par de gruñones. El equipaje ya estaba en el barco, se habían encargado de ello antes de que la pareja de recién casados saliera del hotel. Así que tomaron a sus parejas de la mano y los arrastraron hacia la zona de embarque.

- Ah, es un camarote maravilloso. Es tan grande cómo un apartamento - decía Naruto emocionado tras haber revisado toda la suite.

- Lo mejor para nuestra luna de miel. Y esa cama enorme - dijo señalando la susodicha donde Naruto estaba tumbado - ideal para consumar nuestro matrimonio.

- No me apetece - dijo el rubio poniendo mala cara. Aun estaba enfadado por lo acontecido antes de que embarcaran.

Sasuke lo miraba seriamente.

- ¿Cómo dices?

- Lo que oyes. Que no me apetece follar. Así mejor.

- Me lo habías prometido, Naruto ¿Vas a faltar a tu palabra?.

- Pues esta vez si, mira tu por donde - se levantó de la cama y tomando al moreno de un brazo lo arrastro fuera del camarote - si estas tan necesitado, te aconsejo que te des una vuelta, para ver si así se te bajan un poco las calenturas.

- No me digas que todo esto viene por lo que te dije del barco ¿Cómo puedes estar enfadado por semejante ton...

No terminó la frase, ya que el rubio le había cerrado la puerta en las narices.

- Vaya mierda. Que bien empezamos nuestro matrimonio y luna de miel. Aun que rezare para que la reconciliación sea tan placentera como muchas otras.

Se metió las manos en los bolsillos y decidió ir a reconocer un poco el barco, ya que estaba seguro de que por mucho que insistiera, Naruto no le abriría la puerta hasta que se le bajaran un poco los humos y su llave se la había olvidado dentro debido a lo apresurado de su salida.

Recorrer el barco de proa a popa le llevo sus buenas dos horas largas. Todo el era un autentico lujazo. Tenia absolutamente de todo. Era como una gran hotel flotante.

Asta habría jurado ver a su hermano, Deidara, Sai y Gaara en la cubierta, pero como eso era imposible, además de que había sido visto y no visto, se olvidó del asunto.

Tras recorrer varios pasillos, por fin llegó a la zona donde se encontraba su camarote. Seguramente Naruto ya se abría calmado y por fin, finalmente podrían hacer el amor apasionadamente. Se moría de ganas. Llegó hasta la puerta y llamó. Se oían los pasos del rubio en el interior y poco después la puerta se abría con brusquedad. El rubio estaba vestido de etiqueta. Si, estaba como un tren, pero el habría preferido encontrarlo desnudo. Parecía ser que tampoco consumarían el matrimonio en ese momento.

- Ya era hora de que parecieras - tomó al moreno de la mano y esta vez lo arrastró al interior de la habitación - tenemos que bajar a cenar en veinte minutos, así que ya puedes mover tu trasero e ir a ducharte y vestirte. Te he dejado la ropa encima de la cama. Espabila - sin más, lo empujó en dirección al baño y cerro la puerta tras el.

Resignado, Sasuke se duchó a toda velocidad y se lavó también el pelo. Terminó de arreglarse y pasó a la habitación para vestirse con la ropa que le había preparado su marido. Una vez listo, volvió al gran salón, donde Naruto lo esperaba paseándose de un lado a otro, mirando el reloj cada dos por tres.

- Ah, ya era hora. Solo nos quedan cinco minutos y sino llegamos a tiempo no cenaremos.

- ¿Es que hay hora para la cena o que?.

- Pues si y no solo para la cena, para el resto de comidas también. Lo pone en las normas del barco.

Afortunadamente llegaron justo a tiempo y tras darles la bienvenida, un camarero los llevo hasta una mesa al lado de una ventada por la cual entraba una agradable brisa marina. Les dieron la carta y el camarero espero pacientemente justo a la mesa a que hicieran su pedido.

- A mi puedes traerme la langosta, gracias - Dijo Naruto. Le entrego la carta y espero a que Sasuke también pidiera.

- Lo mismo para mi también, gracias y para beber tráenos un vino tinto.

Tras la marcha del camarero con sus pedidos, Sasuke decidió tantear un poco el terreno, ya que con las prisas no había podido averiguar de que humor seguía el rubio.

- Naruto, respecto a lo de nuestra discusión...

- Olvídalo - el moreno lo miró sorprendido. Naruto sonreía - cuando lo pensé detenidamente, me pareció una soberana tontería y que tampoco esta bien empezar nuestro matrimonio con una discusión.

- La próxima vez intentare no ser tan sabiondo.

- Ah, pero me gusta que lo seas, aun que la gran mayoría de las veces me saques de mis casillas.

Se rieron con cariño y se inclinaron sobre la mesa para poder besarse. Se separaron al rato al ver que el camarero traía sus pedidos.

Les coloco las exquisitas langostas delante y procedió a descorchar la botella para después servir el liquido en sus copas. Mientras el camarero los atendía, Sasuke, por el rabillo del ojo le pareció ver, por segunda vez ese día, a su hermano, Deidara, Sai y Gaara. Se giró para poder ver mejor y se inclino hacia tras en la silla, ya que el camarero le tapaba bastante. Y tanto se inclino, que acabó cayéndose al suelo.

- ¡Sasuke! - gritó Naruto preocupado e incorporándose de golpe.

- Señor ¿Se encuentra bien? - el camarero que los atendía y varios más acudieron en su ayuda

Sasuke se levantó del suelo mientras echaba una ojeada por todo el restaurante. Ni rastro de quienes había creído ver. ¿Otro alucinación?.

- Si, me encuentro bien. Ha sido culpa mía por inclinarme así sobre la silla.

Una vez sentado nuevamente a la mesa, ambos se pusieron a degustar su cena

- ¿Estas bien, Sasuke?- Naruto seguía algo preocupado - ¿Ha quien as visto? Parecías buscar a alguien.

- No te preocupes, amor. Me pareció ver a alguien conocido, pero seguramente me he equivocado.

- ¿Seguro?

- Si - afirmó acariciándole la mano que el rubio tenia sobre la mesa, mas cerca de él.

Olvidando el pequeño percance, cenaron con tranquilidad y hablaron de todo lo que harían ese mes y también de las ciudades que visitarían cuando el barco echara ancla, ya que esos grandes barco tenían por costumbre detenerse en varios puertos durante la travesía.

Cunado se terminaron la langosta, pidieron una deliciosa tarta de Wisky de postre. Mientras esperaban, Sasuke sintió que algo le rozaba la entrepierna. Miró al rubio, sorprendido, pero este se encontraba mirando por la ventana hacia el mar que se extendía ante ellos. Seguramente habría sido un accidente del rubio al cruzar las piernas o algo, así que no le dio más importancia. Pero por segunda vez, algo le rozó la ingle y esta vez ese algo no se aparto de dicha zona, es más, hizo presión sobre su miembro, acariciándolo.

Volvió a mirar al rubio, que seguía con su contemplación del mar, pero con una sonrisilla en la cara. Así que el rubio quiere jugar. Metió las manos bajo la mesa, se abrió los pantalones e introdujo una mano en su boxer, sacando su miembro de la prisión de tela. Cogió el pie del rubio y lo posó sobe su carne caliente. Naruto hábilmente empezó a acariciarlo de arriba bajo y estrujándoselo como podía con los dedos del pie.

Sasuke mantenía los ojos cerrados y gemía bajito mientras recibía tan hábiles atenciones de su marido mientras cenaban y en un restaurante abarrotado de gente.

- Aquí tienen el postre, señores.

Sasuke abrió los ojos de golpe a la vez que Naruto quitaba el pie de su hombría. Habían estado tan a lo suyo que se olvidaron completamente de que aun les faltaba el postre.

- Gracias - dijo Naruto algo nervioso.

Sasuke sonrió y en un plis se termino la tarta, miro a su alrededor para asegurarse que nadie miraba en su dirección y se metió bajo la mesa.

- Sasuke ¿Se puede saber que haces? - preguntó el rubio atragantándose en el proceso con la tarta - ¿No iras hacer lo que creo que vas hacer, verdad?

- Tu me has provocado - se oyó bajo la mesa.

Inmediatamente, Naruto sintió como Sasuke le desabrochaba los pantalones y le sacaba el miembro del interior de los boxer, para seguidamente metérselo de lleno en la boca, como segundo postre.

Naruto soltó un gemido que sonó ahogado al tener la cuchara metida en la boca. En cada gemido, se aseguraba de llevarse una cucharada de tarta a la boca, para que se oyera lo mínimo y que la gente pensara que simplemente estaba disfrutando del rico postre. Pero una vez terminada la tarta, no tenia ni idea de que hacer para que no se oyeran sus gemidos, así que tomo un trozo de pan que había sobrado y empezó a metérselo en la boca frenéticamente. ¿Por qué Sasuke tenia que ser tan condenadamente bueno en lo que hacia?.

- Sasuke ¿Quieres parar de una vez? Viene el camarero.

Pero el moreno no se dio por aludido y siguió chupándosela bajo la mesa y cada vez más rápido.

Naruto apenas podía contenerse, gimió algo más alto, cuando noto como su miembro era estrujado con fuerza, haciendo que la gente y el camarero, que acababa de llegar junto a la mesa, lo mirasen extrañado.

- ¿Se encuentra bien, señor? - preguntó solicito el camarero.

- Si, muy bien, gracias. Es que tengo calor - se rió nerviosamente mientras se abanicaba furiosamente con una mano.

- ¿Desean algo más?

- No, eso es todo. Muchas gracias.

Cuando se hubo marchado el camarero, se recostó sobre la silla y metiendo las manos bajo la mesa, agarró la cabeza morena y se dispuso a disfrutar del momento. Ya que ese pervertido le había hecho pasar un buen apuro, al menos que mereciera la pena el mal rato pasado, temiendo a ser descubiertos.

Sasuke era tan hábil, que vio su final próximo, así que sacó apresuradamente una mano de bajo de la mesa, tomó la servilleta para llevársela a la boca y acallar el sonoro gemido que soltaba segundos después mientras su cuerpo se convulsionaba debido al orgasmo. Cuando finalmente se relajó, quedó desmadejado sobre la silla, completamente relajado. Sintió que Sasuke se encargaba de su zona baja y luego volvía a cerrarle los pantalones.

- Dime cuando puedo salir.

El rubio miro a su alrededor y comprobaba que nadie miraba en su dirección.

- No mira nadie, puedes salir.

El moreno salio apresuradamente de bajo de la mesa y se sentó, mirándolo con una sonrisa prepotente, marca de la casa.

- Sabia que eras un pervertido en toda regla, pero no hasta tales extremos.

- Eso te pasa por haberme provocado. Has obtenido tu justo merecido - dijo relamiéndose los labios con gula.

- Bien, por ahora. Pero ya me vengare. En nuestra habitación.

Se levantaron de la mesa y cogidos de la mano, salieron del restaurante, deseosos de llegar cuanto antes a su destino.

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- Joder, este puñetero barco es enorme. Deberían habernos dado un mapa o algo para poder saber donde coño estamos - protestaba Itachi, mientras él y Deidara iban caminando por un largo pasillo.

- ¿Y que esperabas? Es un crucero. Normalmente siempre son grandes - le respondió el rubio, el cual iba cogido de su brazo.

- ¿A si? Pues por culpa de que sea tan grande, es que me he perdido- dijo como si nada.

Deidara lo miró amenazador.

- ¿Qué te has perdido? ¿¡Pero como es posible!

- Es que estos pasillos son todos prácticamente iguales y pues eso… me he perdido.

- Maldita sea Itachi, los tuyo no tiene nombre. Y me daría igual si no nos hubiéramos perdido en el mismo puñetero barco en el que viajan tu hermano y Naruto.

- Venga, Deidi, no te pongas así, seria demasiada coincidencia que vinieran por aquí para ir a su habitación ¿No te parece?.

Deidara no tubo tiempo de replicar, ya que justo en ese momento llegaban Sai y Gaara, los cuales se habían entretenido más atrás, corriendo como locos.

- Parece imposible, pero Naruto y Sasuke vienen en esta dirección y si no nos damos prisa, nos pillaran.

- ¿Qué decías de que seria demasiada coincidencia, Itachi? - preguntó Deidara, fulminándolo con la mirada.

- Tenemos que escondernos, están apunto de llegar - apremiaba Gaara mientras miraba hacia atrás por si los veía aparecer.

- Metámonos en esta habitación - Itachi saco una tarjeta de su cartera y empezó con sus intentonas de abrir la puerta.

- Eso solo funciona en las películas y además, es delito meterse en una habitación ajena - gruñía Deidara, pero a pesar de sus palabras, ayudo a Itachi a abrir la puerta.

- Solo será hasta que pasen - oyeron un clic y la puerta se abrió milagrosamente - vaya, ha funcionado. Soy un genio - sonreía Itachi con prepotencia.

- Muy bien señor genio, mueva su trasero y entre en la habitación de una vez - Sai los empujó a todos dentro y cerro la puerta tras él, para después pegar la oreja a la puerta y escuchar.

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- Sasuke aquí no. Nos veran - decía Naruto pero sin el menor intento de apartar al moreno de su persona, ya que desde que había salido del restaurante y mientras subían hasta su habitación, no había parado de acariciarlo y besarlo.

- Da igual - decía el moreno entre beso y beso - que nos vean - lo beso con fuerza en el cuello hasta dejarle una marca - así sabrán cuanto nos amamos.

- Y que no podemos quitarnos las manos de encima - afirmo Naruto sonriente abrazando con fuerza a su marido.

- Eso también - le acaricio tiernamente la mejilla - corramos hasta la habitación el resto del camino. Lo que tengo pensado hacerte si que no podemos hacerlo en el pasillo.

Riendo como niños, corrieron el resto del camino. Una vez ante la puerta de su habitación, Sasuke saco la llave para meterla en la cerradura…

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Los cuatro integrantes se echaron hacia atrás. Simplemente no podía ser, justo habían tenido que meterse en la habitación de la pareja feliz. No podían creérselo.

- Maldita sea Itachi, juro que si salimos de esta sin que nos pillen estarás sin mojar el resto de tú vida - le gruño Deidara por lo bajo a su marido.

- Toda mi vida sin mojar, Deidi, eres muy cruel - solo de pensarlo le entraban los sudores.

- No es hora de discutir - les llamo Sai la atención - tenemos que escondernos.

Los cuatro salieron en estampida para buscar algún sitio adecuado donde ocultarse sin que pudieran ser descubiertos.

- En el armario no - Deidara tomo a Itachi del brazo sacándolo de allí - y si quieren coger algo de ropa. Eres tonto Itachi.

Se quedaron todos paralizados al oír que la puerta se abría y pudieron oír las risas de la pareja en el pasillo.

- ¡Bajo la cama! - dijo Sai y todos en tromba se metieron a trompicones bajo la gran cama de matrimonio. Estaban algo apretujados, pero al menos no se les veía, ya que una colcha que llegaba asta el suelo, cubría la cama.

Itachi junto sus manos como si fuera a rezar y susurro.

- Que se lo monten en el salón, dios mío, que no se lo monten en la cama.

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- Vamos a la habitación - apremiaba Sasuke entre beso y beso y en procesos de desnudar a Naruto.

- Si, mi amor - gimió el rubio mientras se dejaba besar y quitar la ropa, a la misma vez que el empezaba a desnudar al moreno.

Llegaron a la habitación y a los pies de la cama dejaron caer el resto de la molesta ropa. Se abrazaron ya desnudos y se dejaron caer sobre la cama.

- Naruto, olvidémonos de los preliminares, por que juro que si no te poseo ahora mismo, me volveré loco. Acabare violándote.

Abrazo al rubio más fuerte contra su cuerpo, como si quisiera fusionarlo con él. Le besaba el cuello mientras sus manos le acariciaban las nalgas.

- Dudo mucho que fuese violación, por que tendrías mi consentimientos desde el principio.

Tomo el rostro del moreno, apartándolo de su cuello. Le paso la lengua por los labios sensualmente. Sasuke tomo esa lengua juguetona con sus labios y la chupo a placer. Mientras, pudo sentir como las manos de Naruto se dirigían a su trasero, acariciándolo. Le separo las nalgas y empezó a pasar un dedo por medio de ambas asta llegar a su entrada e introducir un dedo que lo llevo casi al limite del orgasmo. Se separo de inmediato, no queria correrse en otro sitio que no fuera en el interior del rubio. Naruto le sonrió malicioso y sabiendo lo que él quería, tumbado de espaldas sobre la cama, separo las piernas para él, exponiendo son sonrosada entrada.

- Que imagen tan provocativa - el moreno se relamió los labios.

- Seria más provocativa, contigo dentro de mi. Fallándome duro - lo tentó aun más con sus palabras.

Sasuke apoyó una rodilla en la cama y poco a poco se fue deslizando sobre ella hasta posicionarse entre las piernas del rubio. Lo tomo por las nalgas y lo coloco en la posición deseada para poder penetrarlo.

- Así que lo quieres duro, eh - de una sola estocada se introdujo en ese agradable calor.

Naruto arqueo el cuerpo al sentirlo en su interior, clavándole las uñas al moreno en los brazos.

- Si, duro, Sasuke. Eso es lo que quiero ahora - lo miro intensamente con esos ojos azules, irresistibles para él.

- Sera un placer complacerte - acerco sus labios a los del rubio y le robo un pasaionado beso, que este no tardo en correponder. Mientras, Sasuke empezo a moverse en su interior.

Se lo hizo duro, tal como Naruto le había pedido. Entraba y salia de él sin pausa, sin pararse entre una penetración y la siguiente.

El cuerpo de Naruto se iba perlando con una fina capa de sudor debido al ejercico y el placer que sentía. Se arqueba sobre la cama, pidiendole más y más a Sasuke. Rodeo las caderas del moreno, aprisionandolo contra su cuerpo, pidiendole que llegara más ondo detro de él. Con sus manos, acariciaba el cuerpo de un sudoroso Sasuke, cada vez que lo penetraba. Era magnifico verlo y Naruto no se perdió ni un detalle. Como este cerraba los ojos y los abria intermitentemente debido al placer. Como llevaba una de sus manos hacia sus nalgas para arquearlo más y llegar mas profundo en su interior. Como se mordisqueba el labio inferior con los dientes. Todo un cupo de imagenes de lo más eroticas.

La cama se movia y chirriaba, apesar de su gran tamaño. Asi de intensa era la pasión de ambos.

- Ahora, Naruto - Gimió Sasuke - Corramonos juntos

Naruto asintió, sitiendo como el climax estaba cada segundo más cerca. Con unas cuantas embesitas más, pudo sentir como Sasuke se colvulsionaba en su interior y se vaciaba por completo dentro de él, a la vez que su propio semen era espulsado sobre su pecho y el de Sasuke.

Una vez llegados a la cima, ambos cuerpos iban relajandose poco a poco. Sasuke se dejo caer pesadamente sobre Naruto, aun dentro de él. A este no le importo, era agradable sentir su peso encima. Le acarició la espalda sudorosa, mientras decir.

- Ha sido increible - Murmuro Naruto contra el oido de Sasuke - Le mejor consumación posible.

Sasuke sorió contra su pecho.

- Y las que nos quedan - levanto la cabeza de la comoda almohada que era el pecho del rubio y lo beso tiernamente en los labios.

- Contigo, estoy seguro - rió el rubio.

- ¿Qué tal un baño juntos? - preguntó Sasuke

- Me encantaría

Ambos se levantaron de la cama y desnudos, se dirijieron al cuarto de baño para una segunda ronda, bajo el agua.

- ¿Cómo lo quieres esta vez? - Sasuke sonreía ladinamente

Naruto le echo los brazos al cuello y le dijo:

- Esta vez te dejo elejir - respondó, cerrando la puerta del baño con el pie.

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- Se lo han montado en la cama - dijo Itachi como si tal cosa, ganadose tres miradas fulminantes.

- No hace falta que nos lo recuerdes - gruñó Deidara - Los putos muelles de la cama me han estado golpeando todo el rato y se me ha enrredado el pelo en ellos.

- Lo siento Deidi - Itachi, presuroso, empezo a soltar los cabellos rubios que se le habia enrredado en los muelles.

- Sera mejor que salgamos de aqui antes de que vuelvan del baño - dijo Gaara

- ¿Y que cuando estemos saliendo, nos pillen? ¡Ni hablar! - Sai negaba con la cabeza - tendremos que aguantar aqui debajo... toda la noche, me temo.

Todos se giraron a mirarlo sospechosamente.

- ¿Te has puesto cachondo, verdad? - Le pregunto Gaara.

- ¿Y quien no? - miro a su marido - Tú tambén, no lo niegues.

Gaara no pudo evitar enrojecer, ya que lo dicho por Sai, era cierto.

- Si, todos estamos como palotes - Dijo Itachi sin verguenza alguna - No hay duda de que esos dos saben como montarselo.

- Pero toda la noche aqui debajo - Deidara parecia alarmado - si son como nosotros en nuestra primera noche de casados, estaran toda la noche follando.

- Como mucho.

- ¡Mierda! ya no podemos salir - Gruñó Gaara a los demás - ya salen del baño.

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- No se como me gusta más que me hagas el amor - decía Naruto mientras ambos regresaban a la habitación tras su sesión amatoria en el baño - Fuerte y duro o delicada y suavemente.

- Soy bueno en ambas.

Naruto se rió ante tan arrogante afirmación.

- Te lo tienes muy creido.

- No te quejes, ya que el que se beneficia de mis artes, eres tú - afirmo sus palabras llevando sus manos al trasero respingón del rubio y acariciandoselo.

- Muy bien - Naruto se subió una vez más a la cama y se coloco a cuatro patas sobre ella - demuestrame una vez más lo buen amante que eres.

Lo hicieron toda la noche, hasta que sus cuerpos no pudieron más y calleron agotados sobre la cama revuelta.

Ya por la mañana, decicieron levantarse y salir a pasear juntos por le barco. Tendrían más tiempo para amarse esa misma noche.

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- Tengo sueño - murmuro Itachi

- Me duele todo - dijo Deidara

- Estoy duro

Gaara se limito a fulminar a su marido y es que después de la noche pasada, poco más podia hacer o quería hacer.

- Sera mejor que nos vayamos. Antes de que les de por volver y tener otra sesión de sexo - dijo finalmente el pelirrojo.

Todos estubieron más que de acuerdo con esa opinión y como pudieron se arrastraron fuera de la cama. Llegaron a la puerta de salida y echando un vistazo fuera, vieron que no había nadie en el largo pasillo. Salieron presurosos de la Habitación.

Fueron en la dirección contraria por la que habían llegado la noche anterior, ya tan lejana. Tomaron la esquina del pasillo y se dieron de bruces con el mismisimo Sasuke.

- Mierda - solto Itachi

Una vez repuesto de la sorpresa inicial, Sasuke los miraba echo una furia.

- ¿¡Pero que coño haceis vosotros aquí! - les gritó

- Dejame que te lo explique, Sasuke - Deidara intento apaciguar a su furioso cuñado - Fue idea de Itachi

Su marido lo miro con la boca abierta.

- ¡Seras traidor!

Sasuke lo fulmino con la mirada.

- Por que será que eso no me sorprende.

- Tengo una buena explicación. Te lo juro.

- ¡Me da igual cuales sean tus explicaciones! parece que siempre tienes que joderme de alguna manera.

- ¿Como tu jodiste anoche? - Itachi se tapo la boca cuando se dió cuenta de lo que habia dicho.

Sasuke lo miro sospechosamente.

- ¿Y como sabes tu eso? - Sasuke empezaba a temerse lo peor - ¿Por que venis del pasillo de nuestra habitación? ¡no me digas que...! ¡no será...! - tomo a su hermano por la pechera de la camisa que llevaba puesta - ¡Sucio pervertido!

- No pudimos evitarlo, nos atrapasteis cuando intentabamos evitaros - se esforzaba por explicar Itachi, pero sin que Sasuke le hiciera caso.

Sasuke estaba mortalmente furioso, por que el estupido de su hermano y el resto de idiotas, los habian oido a él y Naruto mientras lo hacian en su noche de bodas. Solto a su hermano de un empujon. Le cogio la cartera y le quito la llave de su habitación en el barco. Posteriormente hizo lo mismo con la se Sai. La miro y vio que eran contiguas una con la otra. Genial para lo que tenia planeado. Ignorando al grupo, dio la vuelta por el pasillo que había recorrido para volver a su habitación y tomo el primer ascensor que encontró.

- ¿Cómo es que Sasuke parece saber donde estan nuestras habitaciones con solo mirar la llave? - le pregunto Deidara mirandolo sospechosamente.

- Se me paso con los nervios - se rió tontamente.

- Se acabó, estaras sin mojar un mes.

- ¡Qué cruel!

Sasuke los ignoró durante el trayecto en ascensor. Cuando se habrieron las puertas del mismo, fue en dirección a los números de habitación que marcaba en las llaves.

Encontro las maletas en la habitación, aun por deshacer. Las cogio y sin ningun miramiento, las tiro por la ventana.

- ¡Pero que haces! - gritó Itachi acercandose presuroso a la ventana, para ver como sus maletas flotaban en el mar, alejandose ya del barco

Sasuke lo ignoró y con la otra llave en la mano se dirigió a la otra habitación, para que Gaara y Sai vieran que hacia lo mismo con sus maletas.

Seguidamente los fulmino a todos con la mirada.

- Supongo que ahora vuestro viaje se limitara a vestir y lavar todos los días la ropa que ya llevais puesta. Tampoco puedo impedir que compreis algo en el barco, pero no importa - sonrio maliciosamente - supongo que los pasaportes estaban en las maletas - los otros lo miraron asombrados, ya que al parecer no habian caido en ese detalle - eso os impedira bajar en ningun puerto internacional - les arrojo las llaves - que tengais una feliz travesia.

Y sin más, salio de la habitación y los dejo alli con las bocas abiertas.

- Estamos atrapados en el barco, sin ropa, sin poder bajar hasta que volvamos a casa - Deidara no podia creeselo - ¡Mejor que sean dos meses, Itachi!

- No me castigues más, Deidi. Creo que esto es más que su ficiente.

- Sasuke es muy vengativo - Dijo Gaara dejandose caer en la cama de sus habitación, en la cual se hallaban todos.

- Ja ja - Sai seguia mirando como sus maletas se iban alejando más y más del barco - Vengativo es quedarse corto. Ropa, podemos comprar algo, pero sin pasaporte, lo tenemos crudo para salir de aquí.

Todos soltaron un sentido suspiro.

- Feliz segunda luna de miel.

Itachi se gano nuevas miradas fulminantes. ¿Cuantas iban ya?.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

- ¿Por qué has tardado tanto, Sasuke? - le preguntó Naruto cuando lo vio acercarse a él sobre cubierta.

- Algunas cosillas que se me han presentado en el camino y he tenido que arreglar - el rubio lo miro estrañado - Nada importante y de lo que nos tengamos que preocupar - le dijo.

- Bueno - Naruto decició olvidarse del asunto - entonces ¿Qué tal si seguimos disfrutando de nuestra luna de miel?

Sasuke le dió un beso en los dulces labios.

- Nada me gustaría más - lo abrazó por la cintura, para apretarlo contra su cuerpo - y también empecemos con la que estoy seguro será una larga y feliz vida de casados. Juntos.

- Eso no se duda, Sasuke - Naruto lo estrecho a su vez contra él - Eso no se duda.

Fin

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Pues eso es todo, finalizado ¡Por fin!. Y es que cuando la inspiración escasea, cuesta una barbaridad escribir algo decente. Menos mal que este lo tenía ya casi hecho, que sino, aun seguiría inconcluso en mis carpetas muerto del asco y sin esperanzas de ver luz...

Bye