Y aca otra loca idea mia, no se de donde salio.. ah si, de la cosa a que llaman cerebro oh si.. como sea, esta dia se me ocurrio cuando, em. como explicarles... me paso a mi y listo, pero sin el romance que llegara mas adelante, Por cierto... Lean despues les diogo..

Barnie y sus amigos... digo... Inuyasha y sus amigos no me pertenecen... (o si?) ejem, mejor los dejo de joder con esto... lean.. :)

Cáp. 1: El plan...

-pero¡tú tuviste la culpa de que nos mandaran a los dos a retención! –objeto una muchacha de cabello azabache.

-Yo no tengo la culpa de que tú coquetees con el hijo de la directora –dijo con despreocupación un muchacho de cabello largo y plateado.

-¡Pero no hacia falta que me pegaras con la cartuchera por la cabeza! –estallo la morocha acercándose amenazadoramente al peliplateado.

-Era para avisarte y despertarte de ese sueño obsceno que tenias, además, si no te despertaba la directora te vería dormida y te daría un castigo de cien años… -excuso cruzándose de brazos y mirándola de reojo. La morocha apretó sus puños.

-¡Yo no pienso cosas obscenas! –dijo ofendida, cruzándose de brazos y volteándose, dándole la espalda.

-¿A no? –Pregunto sarcástico –Kouga, te amo… hazme tuya… -imitaba la voz de la muchacha quien se giro con la boca abierta.

-¡Maldito idiota! –grito con sus fuerzas pegándole por el hombro.

-¡Ey¡Abusiva¡¡Te aprovechas de mí por que sabes que yo no soy capaz de pegar a las mujeres!! Eres una maldita loca –estallo el muchacho. La joven se giro con los labios fruncidos.

-¡Púdrete! –exclamo, quiso hacer dos pasos pero algo la detuvo. Miro su muñeca, que estaba siendo tironeada por algo. Se giro y noto como el miraba su mano asombrado, ella lo imito y…

¡¡aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!

El joven se tapo los oídos con sus manos, haciendo que por obligación ella se acercara mas a el.

-¡Cállate, loca! –le grito.

Tres horas antes…

dos amigos caminaban tranquilamente hacia la preparatoria. Uno de ellos tenía cabello largo plateado y ojos dorados. Mientras que el otro tenía el cabello corto negro y ojos azabaches.

-Así que por fin te diste cuenta que te gusta Kagome…

-No me gusta –contradijo el de pelo plateado.

-Dime una buena excusa del por que no…

-Estoy con Kikio y la amo –afirmo.

-No –contradijo el de ojos azabaches –Estas con Kikio por que se parece a Kagome físicamente y como te gusta tanto te imaginas a Kagome en ella –sentencio convencido.

-¿Así? –pregunto enarcando una ceja.

-Claro, es obvio…

-Escucha, Miroku…

-No. Escúchame tu Inuyasha, si yo digo que te gusta Kagome es por que así lo es¿Entendiste? –replico serio. Inuyasha suspiro y rolo los ojos.

-Lo que digas…

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-¡Puedo volar! –exclamo emocionada una joven de cabello azabaches. En su rostro tenia una esplendida sonrisa y sus ojos marrones brillaban como los de una niña cuando le dan un regalo. Sintió un cosquilleo en sus pies a causa del vértigo, pero no le importaba, por que ella volaba y no caería.

Estaba en la terraza de un edificio de treinta pisos. El viento soplaba con violencia y las nubes grises se asomaban por el horizonte, pero a ella no le importaba, ella estaba feliz. Sus pies comenzaron a moverse con rapidez, estaba llegando a la orilla, ya casi llegaba y…

-¡Kagome!

Sus pies no pararon al escuchar su nombre, y entonces, cuando llego y salto…

¡PAF!

-aauuu –gimió sobándose la cabeza, se había caído del suelo –Maldito sueño –mascullo molesta.

-¡Kagome llegas tarde! –grito eufórica su madre. Rolo los ojos mientras suspiraba.

-¡¡Siempre dices lo mismo y llego media hora antes!! –le devolvió ella de mal humor.

-¡No¡Esta vez es de verdad¡¡Me quede dormida!! –Kagome abrió los ojos sorprendida y se arrastro por el suelo hasta el escritorio, agarro su celular y miro la hora…

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Sonrió emocionado al ver a su novia acercarse a el. Escucho como su amigo suspiraba y se iba, dejándolo solo, por fin, con su amor.

-Hola mi vida –saludo ella colgándose de su cuello y aplastando su cuerpo con el de el.

-Hola mi amor –devolvió el dulcemente para luego besar sus finos labios pintados con un brillo rosado. Se separaron e Inuyasha pasó un brazo por sus hombros mientras comenzaban a caminar.

-Nee… Inuyasha… -la llamo ella con su voz dulce. El la miro -¿Tu y Kagome son buenos amigos? –le pregunto inocentemente. El asintió -¿Y que tan buenos son?

Inuyasha la miro sin entender.

-¿A que te refieres?

-Etto… ¿Ustedes antes fueron novios o algo así? –le pregunto con un toque de celos y molestia. Inuyasha se sorprendió por la pregunta.

-No. ¿Por qué preguntas?

-Es que… bueno, cuando ustedes están juntos.. es como si… bueno… yo y tus amigos desapareciéramos y solamente existan ustedes dos, es que… se pelean y… tu al igual que ella no pueden vivir sin estar juntos y eso es…

Inuyasha la interrumpió.

-Somos amigos desde la primaria, y siempre nos molestamos y cuando no estamos peleando es como si fuera extraño, solo eso –aclaro. Kikio asintió y se aferro aun más al costado de su novio.

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Miroku suspiro con resignación al ver a la pareja besarse una vez más antes de entrar a la preparatoria. Miro de reojo a la castaña quien miraba su celular constantemente.

-¿Qué pasa Sango? –le pregunto intrigado al verla preocupada. La castaña le sonrió y guardo el celular en su bolsillo trasero.

-Kagome no llega –respondió con un suspiro.

-Se habrá quedado dormida –tranquilizo –Por cierto… ¿Tu opinas lo mismo que yo?

-¿Sobre que? –pregunto frunciendo el ceño.

-Sobre Inuyasha y Kagome –contesto.

-Pues… según Kagome lo ve como su hermano y según Inuyasha como su amiga, no se a que pretendes que lleguen… -dijo irónica.

-¿A ser novios?

-No lo se… viven peleando –respondió dudosa.

-eemm… creo que tengo una idea –comento con los ojos azabaches brillosos. La castaña enarco una ceja intrigada.

-¿Cuál? –pregunto. Miroku sonrió ampliamente y se acerco a la castaña…

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-¡Mierda! –exclamo esquivando una camioneta que pasaba a toda velocidad por la ruta –Malditos camioneros –mascullo entre dientes. Miro el semáforo y cuando se puso en rojo corrió hasta el otro lado para continuar con su carrera hasta la preparatoria.

Choco con un par de personas, pero aun así no se detuvo a mirar si estaban lastimados, o algo por el estilo. Trago saliva mientras sentía que sus piernas no daban más, las sentía como adormecidas, pero no pararía, además, solamente faltaban dos cuadras…

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-Que raro Kagome… -murmuro Kikio preocupada. Inuyasha la miro de reojo –Siempre sabe llegar temprano… -continuo.

-Se habrá quedado dormida, no te preocupes por esa mocosa –dijo el tranquilamente. Kikio lo miro con reproche -¿Qué? –Pregunto exaltado -¿Desde cuando eres amiga de esa chiquilla? –pregunto interesado.

-Desde que me di cuenta que seria una forma de acercarme mas a ti –respondió.

-Pero si soy novio tuyo desde mucho antes que tu conocieras a Kagome –contradijo.

-Pero si estoy con Kagome tú te acercas a mí –puntualizo. Inuyasha medito su respuesta y luego suspiro.

De repente la puerta se abrió la puerta, dejando ver a una Kagome agitada, con las mejillas rojas y la frente sudada.

-¡Siento llegar tarde! –se disculpo entrando. El profesor la miro con reproche –Me quede dormida –excuso rápidamente antes que el profesor la reprochara.

-Muy bien señorita Higurashi, siéntese –dijo suspirando el profesor. Kagome asintió y se sentó aun lado de Sango, dejando caer todo su cuerpo en el pupitre.

Las clases continuaron con normalidad, cuando su respiración había vuelto a ser la misma había saludado a sus amigos, menos a Kikio, quien quedo con la mejilla colgando. Ella no era su amiga y si Kikio la consideraba a ella, pues... que se joda. Torció el gesto al recordar el abrazo de oso de ella.

-Kagome –murmuro Sango. Ella la miro mientras se abanicaba con un papel –Inuyasha esta enamorado de ti –Kagome quedo muda sin saber que decir y con sus ojos abiertos como platos.

¿Inuyasha enamorado de ella¿Inuyasha?

Se giro a encararlo, el la miro con sus ojos dorados entre abiertos y disimuladamente bostezo. Kagome frunció el ceño y se giro nuevamente, no, el no estaba enamorado de ella.

-Sango, deja de decir estupideces –reprocho molesta Kagome. Sango rió por lo bajo.

-Por lo menos soñaste un momento con sus besos –bromeo. Kagome la miro fulminante -¿Qué? –dijo levantando sus hombros.

-Por mas verdadero que sea, a mi jamás me va a gustar Inuyasha –afirmo orgullosa y cruzándose de brazos.

-No te creo –contradijo sonriendo. Kagome la miro de reojo y murmuro un leve 'hpm'

La hora pasaba lenta y aburrida, el calor sofocante hacia que los alumnos se abanicaran con desesperación con el abanico de papel que se había echo. Mientras que el profesor estaba como si nada, explicando cosas que a nadie le interesaba. Bostezo mirando a la ventana, maldito sol… odiaba los días soleados.

-Disculpe profesor –lo interrumpió entrando un muchacho. Kagome levanto rápidamente su cabeza al escuchar su voz y a las malditas chicas suspirar por el. Ahí estaba Kouga, el hijo del director. El tenía el cabello caoba y ojos verdes bien claritos, mientras que su piel era morena.

Se mordió el labio inferior cuando el la miro y le sonrió. El levanto su mano derecha, saludándola, ella iba a ser lo mismo cuando un golpe la hizo bajar su cabeza levemente. Se giro molesta, encontrándose a Inuyasha riendo como loco.

-Me puedes decir... ¿¡Que demonios te sucede!? –grito exaltada levantadote. El en cambio, no dejo de reírse -¡Maldito imbesil! –le grito pegándole con un libro en la cabeza.

-¡Vallan por un reporte los dos!

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Ambos se miraron de reojo y rápidamente se esquivaron. Estaban molestos, furiosos el uno con el otro. El, por que ella le pego con el enciclopedia por la cabeza. Y ella, por que el le tiro con la cartuchera de Miroku en la nuca.

-Idiota –refunfuño entre dientes cruzándose de brazos. El la miro molesto.

-Tu tuviste la culpa –sentencio para comenzar a caminar hacia el patio de la escuela. Ella con la boca desencajada lo comenzó a seguir.

-¿¡Que yo tuve la culpa!? –pregunto incrédula. El no respondió -¡Tú me pegaste!

-¡Tu igual! –culpo girándose y quedando frente a frente.

-Tu empezaste –dijo acercándose mas a el.

-Y tú la seguiste

Ella se dio cuenta que el era mas alto que ella y el se dio cuenta que era una niña frágil a comparación de el. Se miraron a los ojos amenazadoramente.

-pero ¡tú tuviste la culpa de que nos mandaran a los dos a retención! –objeto Kagome apuntándolo con su dedo.

-Yo no tengo la culpa de que tú coquetees con el hijo de la directora –respondió con despreocupación.

-¡Pero no hacia falta que me pegaras con la cartuchera por la cabeza! –estallo la morocha acercándose amenazadoramente al peliplateado.

-Era para avisarte y despertarte de ese sueño obsceno que tenias, además, si no te despertaba la directora te vería dormida y te daría un castigo de cien años… -excuso cruzándose de brazos y mirándola de reojo. La morocha apretó sus puños.

-¡Yo no pienso cosas obscenas! –dijo ofendida, cruzándose de brazos y volteándose, dándole la espalda.

-¿A no? –Pregunto sarcástico –Kouga, te amo… hazme tuya… -imitaba la voz de la muchacha quien se giro con la boca abierta.

-¡Maldito idiota! –grito con sus fuerzas pegándole por el hombro.

-¡Ey¡Abusiva¡¡Te aprovechas de mí por que sabes que yo no soy capaz de pegar a las mujeres!! Eres una maldita loca –estallo Inuyasha. Kagome se giro con los labios fruncidos.

-¡Púdrete! –exclamo, quiso hacer dos pasos pero algo la detuvo. Miro su muñeca, que estaba siendo tironeada por algo. Se giro y noto como el miraba su mano asombrado, ella lo imito y…

¡¡aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!

Y emm.. ¿Q les parecio? Horrible? deja un rewiend !! genial? deja un rewiend!!! espantoso y quieres q lo elimine antes de q te contagies de una enfermedad contagiosa x leer este finc? deja un rewiend!! el sabado actualizo todooo!!!
baeeh..
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