La televisión estaba encendida, mostrando un canal que yo no veía normalmente. La luz estaba encendida, su brillantez obstruyendo mis ojos. Las ventanas estaban abiertas, dejando que la luna iluminara el sofá. La habitación se sentía viva…

Aun así, no lograba sentirme cómodo. De hecho, podía escuchar el silencio por encima de la televisión, y mis ojos vagaban alrededor de la cocina, la habitación rodeada por la oscuridad.

¿Era extraño, no? Ver solamente lo que no deberías ver...

Suspirando, me cubrí más fuertemente con los cobertores, esperando que me protegieran del mundo y finalmente me permitiera dormir. Ya debería de estar dormido...

Ya que la habitación estaba viva...

Debería ser más fácil dormir con ruido que con la habitación en complete silencio. La televisión regresaba los sonidos que escuchaba en la recamara, y la luz me recordaba a aquella que pasaba por la pequeña abertura debajo de la puerta.

Pero aun así no podía dormir porque, incluso después de todo esto, no podía sentir presencias. Si, Ese era el problema.

Sacando un brazo de mi capullo de cobertores, lentamente lo subí para sobar mi frente, esperando que mi dolor de cabeza se calmara.

Después de todo, ya hacia dos semanas desde que había dormido adecuadamente. El cansancio tiende a crear Dolores de cabeza. Y tampoco ayudaba que mi cuerpo se sentía agotado...

Como deseaba que la maldita hada del sueño realmente existiera. Eso habría resuelto mi problema de inmediato.

...O tal vez debería regresar a los dormitorios. A pesar de todo, Había pagado por el lugar...

Pero, tan pronto como la imagen de Sasuke entrara en mi mente, me olvide de la idea. De verdad, debo estar más cansado de lo que creía, pensar que debería de regresar allá...

'Como si fuera una opción...'

Suspirando tristemente, apreté mas fuerte las cobijas y le rece a Dios que pudiera dormir un poco esta noche. 'Y no pensar en Sasuke...'

La realidad era una perra.

No puedo decir que no disfrutara poder hablar finalmente con alguien en clase.

Pero aun era tan extraño.

— Entonces camine hacia él, ¿y sabes lo que dijo?- Dijo Sakura, sentándose a mi lado, sus manos hacienda gestos mientras me contaba su historia.

-¡Dijo que él no traía dinero porque pensó que yo le estaba invitando!-

Sakura se escuchaba realmente furiosa. Era un poco...aterrador.

-Um...sí. Eso fue...muy grosero de su parte.-

-¿Grosero? ¡Fue completamente humillante!- Grito, aunque bajo el volumen de su voz al ver que unos estudiantes volteaban a verla.

-Es la ultima vez que le digo "si" a un apuesto desconocido.-

Yo asentí, bostezando. Esta acción la hizo alzar una ceja. -¿Soy tan aburrida?-

-¡No es eso, de verdad! Dije rápidamente, casi temiendo que no me creyera.- -Es solo que, Estoy realmente cansado. Ya van varias noches en que no he podido dormir bien.-

Era extraño ver como sus ojos cambiaban de enojo a preocupación. Aun así me hizo increíblemente feliz. -¿Oh...Sucede algo malo?-

Sentí como un nudo se formaba en mi estomago, pero aun si logre sacudir la cabeza en negación. Levantando mis ojos hacia ella, la vi meditando mi respuesta antes de decir. -De acuerdo...-

Viéndola checar el reloj, yo también revise la hora. Solo dos minutes antes de que sonara la acampana. -Tengo que preparar mis cosas para la clase,- dijo lentamente, sus ojos abandonando el reloj para mirarme. -¿Para la cena, quieres ir con Ino y conmigo?-

Era la primera vez que me preguntaba esto. Probablemente la sorpresa estaba escrita sobre mi cara y ella sonrió. Yo asentí rápidamente. -S-Si-

Ella asintió también y se dirigió hacia su puesto. Luego, vi a Ino entrar a la clase, saludando a Sakura para después dirigirse a su propio lugar, que era frente al mío. Entonces, al pasar a mi lado, me sonrió y también me saludo. -Buen día, Naruto.-

-B-buen día-, Dije tartamudeando, asombrado. Ella respondió a mi saludo con una sonrisa.

Podría haber sido la mejor mañana que había tenido oh si, nunca me había sentido tan feliz de estar en la escuela. Como dije, podría haber sido.

De no haber visto los ojos negros de Sasuke mirarme antes de regresar su atención hacia Ayu, quien lo beso rápidamente sobre los labios antes de salir de nuestro salón de clases. Era extraño que cada vez que los veía besarse, sentía este sentimiento de asco formándose dentro de mí. Aunque...también sentía algo de miseria. ¿De verdad estaba celoso de Sasuke?

Vi a Sasuke regresar mi mirada, levantando una ceja al darse cuenta de que lo estaba observando. Lo vi fijamente antes de decidir ignorarlo regresando mi Mirada hacia la pizarra.

'Maldito Sasuke...'

Después, cuando regrese a casa, saque unos videos del Viejo mueble de mi padre y me puse a verlos. .

El último había sido de mi primer cumpleaños. Era una memoria realmente linda de mi padre y yo, quien por accidente había hundido mi cabeza en el pastel. Sentí que mi Corazón se retorcía...

Mirando al patio desde la ventana, vi algunas cayendo de los árboles. Era, en una palabra, hermoso. Tome una naranja del refrigerador y abrí la puerta del frente para poder apreciar la vista desde afuera.

Tan pronto como salí, me rodeo un viento helado, pero decidí dejarlo así podía sentir como se erizaba mi piel ya que no tenía un abrigo puesto. Pero el frio también me hacía sentir cómodo. Me dejaba sentir de Nuevo el momento.

Normalmente, en enero, mi padre y yo nos sentábamos afuera y veíamos la hermosa caída de las sakuras, y él me contaba de sus viajes al extranjero y yo le hablaba de mis días en la escuela mientras comíamos naranjas. Lo hacíamos cada año.

Había sido como una tradición.

Pele la naranja y empecé a comerla, lagrimas formándose en mis ojos. Las palabras clave eran había sido. Ya no tenía a alguien con quien hacerlo. 'No tengo a nadie, punto.'

Era en estos tontos momentos en que deseaba tener a alguien que me consolase. Alguien que me dijera que todo va a estar bien; alguien que escuchara mis quejas sin interrupción...solo...alguien que estuviera a mi lado.

'Si, claro. Como si Dios fuera a escuchar al fin mis quejas...'

Sollozando, trate de secar mis lágrimas pero seguían saliendo de mis ojos. Dejándolo así por el momento, junte mis piernas con mi estómago enredándolas con mis brazos. No quería estar solo. Quería estar rodeado de personas, sentir su presencia en vez de solo la mía. O queria...

Quería regresar...

Suspirando con tristeza, seque mis lágrimas de nuevo. -Soy tan estúpido.-

-No lo discuto.-

Todo mi cuerpo se congelo en el momento que escuche esa voz. Su voz.

Al voltear, vi a Sasuke recargado contra un poste, mirándome en forma extraña. -¿¡Sa-Sasuke!?-

No podía creerlo. ¿Porque estaba aquí?

Y esas palabras escaparon de mi boca. -¿Qué haces aquí?-

El suspiro antes de sentarse a mi lado, dejando una buena distancia entre nosotros. Sus dedos tamborileaban nerviosamente el piso de madera, antes de hacer contacto visual conmigo. -Lo siento.-

Me invadió la sorpresa. Después de todo, nunca imagine que él se disculparía. Me había parecido que el prefería olvidarse de nuestro conflicto ya que así finalmente podría tener la habitación solo para él.

-Uzumaki,- Le escuche decir, antes de respirar profundamente, "-Regresa al dormitorio.-

¿Lo decía en serio? De verdad quería que yo regre- Oh un momento. Sabía la razón.

-Está bien Solo dile a Iruka-sensei que estoy bien aquí,- Le dije, viendo al cielo para evitar su mirada. -Estoy bien.-

Era irónico que esa frase sonara mas como que estaba tratando de convencerme a mi mismo que otra cosa. De cualquier forma Sasuke podría dejarlo así.

-Claro que estas bien.- Dijo Sasuke sarcásticamente, su voz sonaba molesta. Bueno, Tal parece que no lo dejaría así después de todo. -Estas ojeroso, pareces un zombie en clases, y ahora estas llorando. Por supuesto que te encuentras bien.-

Sentí la molestia construirse lentamente en mi estómago pero decidí ignorarlo. -¿Eso es todo?- Dije, mirándolo, esperando no sonar demasiado enojado. -Porque, si es así, puedes irte. Ya te he dicho que estoy bien para que puedas ir y reportárselo a Iruka-sensei; darle un poco de tranquilidad a su mente.-

Tachen eso, yo había sonado molesto; aunque me lastimaba más que él estuviera aquí solo por Iruka-sensei. 'a el no le importa.'

Yo ya sabía esto, pero me lastimaba el confirmarlo. No dijo nada así que lo tome como la señal para despedirlo. -No olvides cerrar la puerta al salir.-

Después de todo, No había otra forma de ingresar a la casa. 'Mañana iré a comprar otra cerradura.'

Cuando estaba a punto de cerrar la puerta, el puso su pie entre la puerta y la pared. Viéndole de arriba a abajo, casi sentía ganas de gritar. -¿Que sucede?

Le vi lamer sus labios, sus ojos dejando los míos por un segundo, antes de regresar el contacto visual, -No te vayas. Quiero hablar.- Su voz sonaba casi...amable...

Suspirando, volví a abrir la puerta y me senté a su lado. Esta vez, el espacio entre él y yo era menor que antes. Probablemente nos separaban solo dos manos de distancia.

-De que quieres hablar, Uchiha?-

-Yo—sabes...- Comenzó, antes de suspirar con desesperación. -Es extraño...tener que ver esas películas solo...-

¿Me estaba engañando mi mente o Sasuke me estaba pidiendo en una forma muy rara que regresará al dormitorio porque se estaba sintiendo solo?

'Y él no es el único...'

Observándolo, lo vi mirar a cualquier parte excepto hacia mí, sus dedos golpeteando la mesa. Eso significaba que estaba nervioso.

Sentí las comisuras de mis labios moverse hacia arriba, alegría expandiéndose en mi pecho. Sasuke quería que regresara al dormitorio con él y no era por obligación o por Iruka-sensei...

Era porque él me quería ahí.

-Hey,- le dije, mi voz sonaba bastante tranquila a pesar de sentir que iba a estallar de alegría o pánico, -¿Quieres naranjas?

Vi los ojos de Sasuke vagar un poco antes de asentir lentamente. Corrí rápidamente a la cocina y traje una bolsa llena de naranjas. Tomando una, se la di a Sasuke. -Ten.-

Pienso que probablemente estaba confundido por mi actitud pero por el momento no me importo. Aunque era obvio que esperaba una respuesta...

-Sabes…- Dije, pelando mi naranja. -A pesar de que me gustan las naranjas prefiero las rosetas de maíz.-

Y probablemente entendió ya que vi una pequeña sonrisa marcándose en sus labios. Es tranquilizador el saber que no tienes que decir las palabras. Solo interpretarlas...

-¿Es hermoso, no?- Escuche decir a Sasuke, su mirada sobre las sakuras cayendo de los arboles mientras comía su naranja. Sentí algo tibio en mi estómago y casi me dieron ganas de llorar nuevamente.

-Si, lo es.-

Era la primera vez que llevaba a cabo esta tradición sin mi padre. Pero también era la primera vez que lo hacia con alguien mas. A diferencia de mi padre, Sasuke no hablaba; sin embargo, el silencio era cálido y reconfortante. En ese momento, por alguna ridícula razón, Pensé que Sasuke podría llenar perfectamente el espacio que mi padre había dejado.