Red de mentiras: Revelaciones.

Desclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece.

Alec despertó bastante temprano a la mañana siguiente, y, suponiendo que su abuelo y Snape todavía estaría durmiendo, se dirigió sólo a la cocina, no estaba seguro si tenia permitió regresar a la sala común aún. Después de la visita del fantasma y de Snape, había sido capaz de volver a caer en una tranquilidad y descansar hasta hace aproximadamente una hora cuando una pesadilla lo despertó. Afortunadamente no había nadie inquietante, pero él había decidido levantarse, ya que no había sentido en arriesgarse con otra desagradable pesadilla.

Estaba bebiendo de su caliente taza de té cuando la puerta de la cocina se abrió y su abuelo entró, todavía abotonándose su túnica. El anciano parecía sorprendido de ya verlo levantado, no dudaba de que Snape ya le había contado acerca de su supuesta pesadilla.

Harry trató de ignorar los sentimientos de culpabilidad por mentir a ambos hombres, pero realmente no pensaba que pudiera contarles la verdad.

"Te levantaste temprano"

Alec asintió levemente y miró como el propio director se servía una taza de té del mismo recipiente del cual él había tomado.

"¿Te sientes bien?"
El joven lo miró un poco sorprendido, pero luego asintió de nuevo. "Estoy bien, abuelo, pero me desperté de nuevo y no pude volver a dormir"

Dumbledore frunció el seño. "¿Otra pesadilla?"

Alec ni siquiera contesto esa pregunta y sólo se centró en la taza vacía en frente de él. Vio que Dumbledore estaba a punto de hacerle otra pregunta cuando Snape entró en la cocina.

El chico le sonrió un poco al hombre, tratando de ocultar la sensación de alivio que corrió a través de su cuerpo. Si el director lo noto, no lo menciono, e instantáneamente se giró a su profesor.

"Otro en levantarse temprano; ustedes realmente deberían descansar más ahora que tiene la oportunidad"

Snape lo dio una mirada ligeramente feroz. "Eso es irónico viniendo de ti, Albus"

El anciano levantó una ceja. "Yo ya te había dicho que tenía una reunión, Severus"

Alec frunció el seño ligeramente, secretamente había esperado que se le permite pasar la mañana con su abuelo. Había pasado un tiempo desde que habían sido capaces de simplemente sentarse y charlar un poco. Esta vez, el anciano notó la expresión en el rostro del adolescente y se levantó para abrazar al niño desde atrás.

"Lo siento, Alec, sé que ha pasado un tiempo desde que tuvimos la oportunidad de pasar algún tiempo juntos"

El joven sacudió la cabeza y trató de sonreírle al viejo hombre. "Está bien, abuelo, sé que estás muy ocupado"

Dumbledore suspiró, pero dejarse tomar un descanso; él no podía hacer nada al respecto de todos modos. Aun así, se prometió a sí mismo que haría algo de tiempo para el niño durante la semana. Por un momento, consideró que contarle a Alec, pero el hecho de quedarse no era posible, y eso podría herir aún más al muchacho. Viendo que estaba haciéndosele tarde, Dumbledore se movió de detrás de Harry después de apretar suavemente sus hombros y dejó a la cocina asintiendo en despedida a Severus.

Una vez que el director abandonó la habitación, Alec se giró a ver a su profesor. El hombre le sonrió ligeramente, esperando a que le hablara.

"Tío Severus..."

El hombre le asintió. "¿Sí?"

"¿Puedo volver a la sala común?"

El hombre sacudió la cabeza ligeramente y dio un sorbo a su taza de té. "No te he visto mucho la semana pasada, pensé que te gustaría venir conmigo a las mazmorras y jugar una partida de ajedrez o preparar una poción"

El rostro de Harry se aclaro al instante, y sonrió brillantemente. Sabía que de pasársela con Snape significaría que probablemente no estarían en condiciones de obtener el libro que Lady Ravenclaw quería, pero ella tendría que entender.

Ellos dos hicieron su camino a las mazmorras con Harry manteniéndose cerca del Profesor de Pociones. Todavía era temprano, así que para alivio de Harry no se toparon con ninguno de los estudiantes de Slytherin.

Una vez en la habitación de Severus, el hombre llamó a un elfo domestico para pedirle algunas galletas y chocolate caliente mientras Harry acomodaba el juego. Ellos jugarían silenciosamente en su mayor parte, con el Profesor de Pociones haciendo preguntas sobre la escuela de vez en cuando. El tiempo voló rápidamente y antes de que Harry lo notara, se dirigían al Gran Salón para el almuerzo. Después de despedirse de su profesor, Harry se dirigió hacia su propio asiento a la mesa de Ravenclaw. Todo el mundo le miró intensamente, haciéndolo sentir extremadamente incómodo, pero afortunadamente, Lan se pego a él y le distrajo con su charla y sus preguntas.

El almuerzo se terminó más rápido de lo que había esperado, y después de que terminara, Harry salió con Lan y otros dos primeros años. No sabía si su tío había querido volver a las mazmorras con él, pero decidió que era el momento de ir en busca de ese libro del que Rowena le había hablado. Uno de los estudiantes más avanzados insistió en que debería ir a ver la biblioteca, ya que no había tenido la oportunidad de hacerlo todavía, y Alec sólo fue con ellos, con una divertida sonrisa en sus labios. Una vez allí, Alec rápidamente se separó de los otros primeros años de Ravenclaw, diciendo que él ya sabía donde estaba todo y que iría a buscar uno de los libros y esperar por ellos en una mesa. Los demás parecieron aceptarlo y lo abandonó para explorar la enorme biblioteca.

Por su parte, Alec se detuvo por un momento, considerando donde podría estar el libro.

Finalmente, con desgana se dirigió a la parte de adivinación de la biblioteca. Mirando a través de las estanterías, suspiró fuertemente, parecía que ni iba a ser fácil de encontrar el libro, y ni siquiera podía ir y preguntar a Madam Pince sobre él. Con el ceño fruncido, Harry estaba a punto de ir a otra sección cuando su mirada cayó en el último rincón. Ahí estaban varios libros antiguos y polvorientos y a su placer encontró que hablaban de la mente.

Habiendo encontrado la sección correcta, era cuestión de minutos antes de que encontrara el libro correcto. Usando su varita mágica, cambio las cubiertas del libro por unas que eran de pociones, y se traslado de nuevo a la parte principal de la biblioteca. Una vez allí, se sentó con su libro y lo abrió cuidadosamente.

Él había estado absorto en el primer capítulo del libro, que sólo hablaba de los diferentes tipos de artes mentales, cuando sintió que alguien se paraba a su lado. Marando por encima de su libro, tuvo que reprimir un gemido cuando vio a Malfoy parado cerca de él, obviamente forzando una sonrisa en sus labios.

"Hola chico"

Forzándose a suprimir el impulso de maldecir al muchacho, le sonrió un poco. "Hola"

Su mente se mantenía recordando que si hubiera sido capaz de ser amable con Snape, podría tratar de hacer lo mismo con Malfoy. El otro chico giro so cabeza un poco y trató de forzar su sonrisa un poco más. "Siento lo que paso el otro día en el tren, mis amigos y yo no pretendíamos molestarte"

Si no estuviera tan seguro de que el otro chico quería algo de él, podría haberse caído por el shock. En lugar de eso, regreso su mirada al libro y sacudió la cabeza ligeramente. "No fue tu culpa, no necesitas disculparte"

Desde la esquina de los ojos, vio a Malfoy relajar la postura y la sonrisa un poco y ser un poco más natural. "¿Te importa si me siento contigo?"

Alec se encogió de hombros, aun cuando en su interior deseaba decirle que se fuera al infierno. El otro joven tomo el pequeño gesto como una invitación y se sento en el asiento frente de él. Trato de ignorar al Slytherin, Harry siguió con su lectura, sólo para ser interrumpido por la voz del muchacho.

"No pareces tener muchos amigos, pensaba que el nieto de Dumbledore estaría siempre rodeado de gente"

Alec no se molesto en mirar hacia arriba. "Prefiero estar en lo mío, y no necesito muchos amigos, siempre y cuando los que tenga sean verdaderos amigos"

El Ravenclaw escucho al otro muchacho bufar. "¿Consideras a la niña Creevy una verdadera amiga? Ella sólo es una sangre-sucia"

Esta vez Harry no levanto la cabeza, no porque quisiera ignorar al otro muchacho, sino más bien porque no quería que viera la ira que irradiaba de sus ojos. Incluso con su enojo, mantuvo su voz calma y suave; que había sido adquirida a través de los últimos meses. "No veo que tiene eso que ver con ser un buen amigo"

Cuando el muchacho rubio no contesto, finalmente levanto la mirada y sus brillantes ojos azules se encontraron con los grises del otro. Antes de que pudiera preguntarle lo que estaba pasando, el Slytherin suspiro como si estuviera exasperado.

"Sin duda, tu abuelo te ha dicho que los sangre sucia son inferiores a nosotros, que sólo son una perdida de tiempo y de lugar. Hay que deshacerse de ellos antes de que nos debiliten"

Por un segundo, Harry tuvo el impulso de abandonar su fachada, maldecir a Malfoy y mandarlo al infierno, pero rápidamente tomo el control de si mismo y decidió tomar el otro curso de acción. Poniendo su expresión más dulce, miro intensamente al otro adolescente. "¿De verdad? ¿Crees realmente hacer todo lo que esta en tu poder para deshacerte de ellos?"

Alec vio la sonrisa complacida en el rostro del otro joven y tuvo que controlar su propia risa. El Slytherin asintió gravemente. "Si, me gustaría hacer todo"

Alec amplio su sonrisa alegremente mientras por dentro se estaba riendo. "¡Eso es maravilloso! Voy a decirle a mi abuelo que quieres ayudarlo a matar a Tú-Sabes-Quien, después de todo, ¿el líder de los sangre-sucia, no es él?"

La dulce sonrisa de Alec cambió a una maliciosa como la que tenía el rubio apretado en sus dientes. "No, Voldemort pelea por la supremacía de los pura-sangres"

Alec coloco una mirada confusa en su rostro. "Pero, ¿por qué tendría que hacerlo cuando el mismo es un sangre-sucia? No entiendo..."

Harry miró con deleite como el rostro de Draco perdía color y por un segundo la mirada del rubio parecía confundida antes de fruncirle el seño. "¡Eso es mentira! ¿Quién te dijo esas tonterías?"
Alec parpadeo, su mente corría rápidamente. "Mi abuelo me dijo, me contó que le enseñó a Quién-Ti-Sabes cuando fue a Hogwarts. Dijo que realmente se llama Tom Riddle y que tenía que permanecer en un orfanato, porque su madre había muerto en el parto, y su padre les había abandonado cuando él se enteró que su madre era una bruja"
Harry pudo ver cómo Draco apretó la mano que se había dirigido a su varita, y se pregunto si el otro chico iba a atacarlo. Dentro de él, una pequeña parte de Harry, confiaba en que lo hiciera, a sabiendas de que Dumbledore tomaría duras medidas para quien lo hiriera. Otra parte de él se forzaba en recordarle que Draco todavía podría cambiar de lado, aunque sonara imposible. Afortunadamente, nunca encontraron lo que habría sucedido, porque sólo entonces el profesor Snape apareció a su lado.

Dirigió un fugaz vistazo a Harry, que centró su atención en su alumno. "Señor Malfoy, si podía venir conmigo, por favor, hay algunas cuestiones que necesito hablar con usted y los otros prefectos".
Draco libero su puño y asintió ligeramente al hombre. Después de dirigirle una última mirada a Alec, salió de la biblioteca. Severus frunció el seño, preguntándose qué había sido todo eso. Mirando hacia abajo a su protegido, vio que una vez más estaba absorto en su libro. Suspirando, asumió que podía obtener sus respuestas de Draco, y con una suave palmada en la cabeza del joven adolescente salió de la sala.
Tan pronto como estuvo seguro de que Snape había salido, Harry alzó la mirada, con una sonrisa firme en su lugar. Eso había sido gracioso, sólo esperaba que Malfoy lo dejara solo de otra forma, tendría que hacer algo un poco más... drástico.
Con ese pensamiento en mente, se puso de pie, y, después de avisarle a Lan que se iba, se dirigió hasta la sala común. Era hora de empezar con sus lecciones con Lady Ravenclaw.
Continuara...
N/A: Gracias por todos los comentarios y gracias a mi beta-lectora, Vinnie.