Por algún motivo pensé que lo había subido. Al parecer no lo hice y el archivo se empolvó por años.

Gracias a los que llegaron a este capítulo, esto es para todos ustedes.

Disclaimer: Los personajes mencionados de Avatar: The Last airbender no me pertenecen, son propiedad de Nickelodeon, Viacom, Bryan Konietzko y Michael Dante Di Martino. Solo escribí este fic por diversión.


El Castigo

XLVI


El fuego ardía en lo que alguna vez había sido un pabellón de palacio, los pastos que se habían secado en verano se reducían a cenizas, el fuego cercaba el sitio. De un momento a otro los adornos y arreglos se convirtieron en un montón de cenizas. Casi nadie estaba en el patio, los sacerdotes se habían replegado y refugiado tras una inmensa puerta de hierro, los invitados buscaban a toda costa huir del lugar y evitar que una de esas ráfagas les diera de lleno, como a la chica que habían visto caer.

La maestra agua se las había arreglado para arrastrar el cuerpo de la chica lejos del sitio donde se llevaba a cabo el Agni Kai. Desesperada había tratado de ayudarla, pero eso estaba mucho más allá de su alcance. Se sentía sobrecogida, no esperaba que Azula hubiera sido capaz de atacar a una de sus amigas, no podía hacer nada, la chica pálida iba perdiendo el color y tornándose en una estatua fría. Volteó al sitio donde se llevaba a cabo la pelea.

-¡Se suponía que el impacto era para ti! – gritó Azula

-¡soy tu hermano!

-¡de haber sido hija única esto habría pasado!

-¡eran amigas!

- Me traicionó

- ¡cómo pudiste!

- ¡cómo pudo ella!, ¡le di todo!

- ¡se conocían desde niñas!

- ¡todos quieren mi ruina!, ¡todos!

El cabello de Azula ondeaba al viento, su precioso peinado estaba deshecho, se veía fuera de sí. No supo por qué, por un momento sus miradas se cruzaron y llegaron a un rápido acuerdo, segundos después unas llamas azules pasaron muy cerca, apenas tuvo tiempo de refugiarse tras una columna, mientras Zuko trataba de atraer de nuevo su atención.

Se estremeció. Jamás se había sentido tan inútil, estaba en el Reino del fuego, había una mujer a su lado que había muerto por salvar a Zuko, ella debía estar pendiente de la batalla. Llegó a la conclusión de que debía apartarse de ahí cuanto antes si no quería ser la causa de que Zuko recibiera una herida o peor.

oooO0Oooo

Las televisoras seguían el combate del avatar y el señor del fuego. Las imágenes eran pocas, lo único sabían era que en un principio el chico se había negado a luchar de lleno, pero que de un momento a otro las cosas estaban cambiando y que aun teniendo la ayuda del cometa, la ira del avatar incrementaba arrasando con todo a su paso.

Difícilmente podían imaginarse lo que pensaban los combatientes. En algunos sitios de la red, donde se seguía minuto a minuto la pelea se habían empezado a hacer debates en vivo y en directo. Algunos decían que era demasiado pequeño y enclenque, que el señor del fuego era poderoso; pero otros se inclinaban que más valía la maña que la fuerza y sobre todo, que recordaran que poseía el control de los elementos.

Incluso no faltó quien empezara a hacer apuestas. En un principio se inclinaron a favor del señor del fuego, pero cuando empezaron a llegar los informes y las reseñas del combate en otras zonas las apuestas empezaron a emparejarse.

En las costas había noticias de un ataque conjunto éntrela tribu Agua y gente del Loto Blanco, que estaba dando muchos problemas a las tropas que se dirigían a Ba Sing Se. Se sabía que gran parte de las naves no estaban llegando a tierra, que muchas caían y terminaban estrellándose en las rocas de la costa. Que una de las naves había perdido el rumbo y se dirigía al desierto.

Por otra parte en el corazón de la Nación del fuego pronto se supo que los maestros fuego no habían podido levantar el muro de fuego para la coronación de la princesa Azula, que en la ciudad reinaba el caos, la gente se amotinaba, se rumoraba habían llegado hasta palacio, donde los príncipes se habían retado a un Agni Kai.

Prácticamente era algo que esperaban desde hace años. Las apuestas de este combate habían empezado desde que eran niños y ahora que sorpresivamente se presentaba la gente no sabía por cual conflicto decantarse, los mensajes y preguntas llegaban de todas partes y las comunicaciones se mantenían al minuto y segundo de que sucedían, siempre y cuando los ataques y bombardeos no empezaran afectarles en vivo y en directo.

oooOoooo

Esa era ella, era su estilo de pelea. Sus dedos eran letales, ya habían acabado con muchos de los nuestros. Verla moverse en el campo de batalla era hipnótico, sus saltos, patadas, las vueltas que hacían y esos giros que daban la impresión de que desafiaba la gravedad nos estaban causando numerosas bajas. Alguien tenía que hacerle frente, alguien debía detener a esa pequeña y letal mariposa.

Cuando se dieron cuenta de que quería pelear con ella unos trataron de impedirlo, pero con unos movimientos me deshice de ellos, esa era mi pelea y de nadie más. Era como en esos enfrentamientos antiguos donde dos campeones se enfrentaban mano a mano en el campo de batalla para medir sus fuerzas y definir el curso de la batalla.

Jamás pensé que sería así, eso sucede en las historias, esto no podía ser.

La conocía bien, su peso, su talla pequeña, su proverbial agilidad, sus ojos grises, sus cabellos ondeando en combate, sus movimientos rápidos y elegantes como el viento. Era ella, no cabía duda, no podía ser ninguna de sus otras hermanas, solo ella podía moverse así, solo ella podía dejar fuera de combate a mas de cinco en un abrir y cerrar de ojos.

-Hola chico lindo – dijo al verme

- Hola cariño – dije perturbado por el sonido de su voz

- Así que debo de enfrentarme a un chico lindo al que al parecer le gusto, ¡qué pena!

- Ty Lee… fue divertido, ahora baja las manos y nadie saldrá lastimado – dije tratando de acercarme

- ¡el chico lindo no quiere lastimarme! – dijo sonriendo mientras empezaba a moverse en sentido contrario al mío

- Ty lee, no estoy de bromeando – dije caminando para la derecha

- Me estás confundiendo de persona – dijo forzando una sonrisa incómoda, mientras seguía atentamente mis movimientos - ¡no sé por qué me llamas así! – dijo furiosa preparada para el ataque -¡aléjate o no tendré piedad de ti!

- ¡deja de actuar como si no me conocieras!

- Pero si no te he visto en mi vida – dijo – no te conozco

- ¡pero yo si te conozco! – exclamé sintiendo que algo dentro de mí se rompía

- Eso es imposible - dijo sonriendo - ¡Yo soy 208321! y no dudaré en acabar contigo con tan de proteger a mi nación

- ¡definitivamente te han lavado el cerebro! – exclamé apenas si esquivando su ataque

Esto iba de mal en peor. Si, alguna vez habíamos jugado, pero jamás peleado así, nunca había enfrentado a mi novia o a lo que habían convertido esos idiotas a la que era el amor de mi vida. Era ella, en el fondo lo sabía, algo me lo decía, pero esa superficie, terca y obstinada. La comunicación era mala, sabía que Teo seguía al mando, más allá Suki nos estaba causando serios problemas. Esto era increíble.

- Teo, me escuchas – grite mientras elevaba una columna de piedra

- Al habla

- ¡Sokka! – dije mientras bloqueaba otro ataque

- En el puerto

- encontré a Suki

- Perfecto, se pondrá feliz, hace días que no tenía noticias de ella

- No lo creo

- ¿no?

- Tenemos un problema, alguien le lavó el…

Crack

La chica de ojos grises había lanzado un ataque que apenas había alcanzado a esquivar, pero desafortunadamente mi comunicador no, así que Teo, no tendría más noticias mías.

- ¿no sabes que es de mala educación pelear con esos aparatos?

- Y a usted señorita no le enseñaron a no bajar la guardia – dije elevando un bloque de tierra para inmovilizarla desde la cintura

- Tu tampoco debiste bajar la tuya

- ¡demonios Ty Lee!

Y ahí estaba, paralizado como un estúpido en el campo de batalla, mientras Ty Lee trataba inútilmente de zafarse del bloque de roca con la que había tratado de inmovilizarla desde el principio.

- ¡Qué me hiciste!

- Estamos paralizados a la mitad del campo de batalla. Gracias por incrementar mis posibilidades de muertes estúpidas, querida

- Ya que vamos a morir al menos dime de donde me conoces

- éramos novios, nos fugamos, íbamos a casarnos y entonces vino la guerra

- ¡Sí, claro!

- te hice un anillo, único en todo el reino tierra

- ¡Qué romántico!

- Ni siquiera recuerdas mi nombre – dije dolido

Y al fondo la pelea continuaba. Muertes estúpidas, si, ya imaginaba acabaríamos en la historia dos combatientes en medio de la trifulca terminan rostizados por una bola de fuego o heridos por un arma enemiga. No llegué a imaginar más, una vieja amiga, ahora pesadilla mortal se acercó a Ty Lee con la intención de ayudarla. Noté como algunos se volvían, Suki, vestida como guerrera de la nación del fuego se acercaba a toda prisa con la intención de acabar conmigo.

Cerré los ojos. Yo no iba a terminar así, me negaba a pasar a la historia como aquel que murió paralizado por su novia. En ese momento no lo supe, aunque no me pudiera mover, tenía la ventaja de estar enraizado. La parálisis pasaría y antes de que la señorita número desconocido atacara hice que la tierra nos tragara a mí y a la chica de ojos grises. Lo último que escuché fue gritó de una aterrada Suki que intentaba salvarla en vano.

oooO0Oooo

Habían ido a parar a un sitio donde hace siglo se había levantado cientos de columnas de lava. El sitio donde había tenido lugar una de tantas batallas que tanta gloria le habían dado a la Nación del Fuego. En un principio el autonombrado Señor Fénix había pensado que era un buen augurio. Hasta que todo empezó a salir mal.

Aang había entrado en trance después de uno de los ataques del señor del fuego. Los espíritus habían decretado que debía derrotarlo y darle una lección que la Nación del Fuego nunca olvidaría. Su voz había cambiado y los elementos se movían alrededor de él más leve gesto.

Ozai seguía combatiendo, pero no parecía tan confiado como al principio del combate. Algo había salido mal, él lo sabía y no podía revertirlo, porque a diferencia de su contrincante solo manejaba un elemento. Pensó que era injusto, que por eso los avatares no debían de existir. Fue entonces que un impacto lo tiró en el suelo y sus extremidades quedaron aprisionadas y escuchó una voz que no parecía provenir del adolescente que lo combatía.

Gritó enfurecido, después renegó, pidió clemencia. Todo fue en vano, el avatar aplicó sus manos en su cabeza y en su pecho. Lo que sucedió después sería algo que trataría de reconstruir toda su vida. Sintió como si una fuerza le succionara todas sus fuerzas y después lo dejara. Se sintió débil, cuando abrió los ojos pudo notar que el adolescente se desplomaba.

Trató de hacer acopio de sus fuerzas. Estaba a su merced. Intentó liberarse con una llamarada, pero no pudo, lo intentó de nuevo, pero no pasó nada. Pensó que tal vez estaría exhausto después de la batalla, pero por más que forcejeó no pudo hacer nada. No podía quedarse ahí, era su momento, las fuerzas no podían abandonarle justo en ese momento.

Pronto llegaron al lugar un grupo de personas. Una maestra tierra que corrió hacia donde estaba el joven avatar, el otro era un joven guerrero de la tribu agua que lo observaba con una mirada cargada de desprecio.

- Qué hacemos con él, ¿es peligroso? – dijo el chico de la tribu agua

- No – dijo Aang

- ¿qué ha sucedido? – preguntó preocupada Toph

- Los espíritus me pidieron que le retirara sus habilidades de fuego-control, su pueblo ha causado mucho dolor a las naciones y debe pagar por sus acciones.

Ozai gritó y lloró como nunca.

Era un castigo divino.

Estaba acabado.

oooO0Oooo

La fiesta se canceló, la última batalla del fuego dorado y del fuego azul, todos habían procurado ocultarse, en cambio yo había arrastrado el cuerpo inerte de la chica pálida para que no sufriera más daños. Mi estomago se revolvía ante el aroma de la piel quemada, estaba más allá de lo poco que sabía de curación. Arranque una de las mangas para cubrirla y cerré sus ojos, no era justo que hasta en sus últimos instantes le tocara presenciar mas muerte y destrucción.

Amó tanto a Zuko que decidió recibir de lleno el impacto que lo habría fulminado. Sentía rabia, , quería ayudar a detener a esa loca que destruía todo a su paso, pero no podía, porque era la pelea de Zuko y solo él podría acabarla.

Al menos eso creía.

Hasta que ella se acordó que todavía estaba en el campo de juego. No sé cuantas veces he repetido esa escena en mi memoria, no sé si algún día la olvidaré. Ella notó que su hermano estaba tan concentrado en ella que se había olvidado de mí. No lo pensó dos veces, fue un solo instante y no dudó en tirar a matar.

Debi moverme, debí correr, pero no había tiempo, estaba postrada al lado del cadáver de su amiga y entonces él detuvo el impacto. Grité. Una descarga de rayos azules estalló frente a mi. Vi como sus ojos se concentraban y sus manos encausaban el trueno de vuelta.

- ¡Corre!

Corrí entre las columnas- Las carcajadas de su hermana resonaban en el lugar. No era mi pelea, no era mi combate, pero no quedaba nadie más. Alguien debía detenerla, ¡pero cómo!, el cometa se alejaba en el horizonte y no podía dejarla ganar. Las carcajadas eran insoportables y de pronto estaba en su mira.

Atacó sin pensarlo. El fuego acabó con colgaduras, plantas, estandartes y armas abandonadas, todo perecía en medio de un fuego azul. El impacto de truenos daba de lleno a las columnas y más de una vez los rayos estuvieron a de acabarme. Jamás pensé que le agradecería tanto al maestro Pakku sus entrenamientos.

En ese momento pensé en Aang, si fuera él, tendría a mi ventaja el control de los elementos, pero soy una maestra agua y las maestras agua no se rinden, al menos las del a Tribu Agua del Sur, las maestras agua son ingeniosas y saben que como improvisar.

El sonido del agua que corría bajo las lozas y sus insultos me dieron la idea. Los restos de los jardines lo resentirían, mis días con Hamma servirían por una vez para hacer el bien, es por una buena causa me dije. No había otra salida. Con unos movimientos hice que el agua de las alcantarillas empapara a la colérica princesa, que profirió un horrible grito al notar su característico hedor. Corrí de nuevo, ahora era cuestión de que Zuko aprovechara el momento.

El agua sirve para calmar los espíritus, para contener la ira, pero no bastaba, necesitaba algo más. Unas cadenas que servirían de valla para la ceremonia de coronación. Mas truenos, agua, gritos y de pronto. Zuko no tuvo piedad. Azula profería unos alaridos espantosos, no quise ver más.

Solo escuché toda clase de improperios y exclamaciones que jamás había pensado que conoceiera Azula. Después silencio. Cuando salí de mi escondite, sentí que el mundo se colapsaba. Azula presentaba unas espantosas quemaduras y Zuko estaba de rodillas a una distancia de ella.

Cuando me acerqué y noté que su respiración era muy débil. Recordé lo que decía Iroh de esos entrenamientos, que era una técnica poderosa y letal para sus órganos. Saqué el regalo de Pakku. Con unas míseras gotas de agua del oasis. Me reproché por no haber pensado en eso cuando cayó Mai, pero no era tiempo de arrepentimientos o también lo perdería y eso no podía soportarlo. Saqué el frasco, quedaba un poco de agua, hubo un resplandor como cuando curé a Aang, debe de funcionar, los espíritus no permitían que se fuera, por Tui y La, no a él, no todavía, supliqué.

Cuando su respiración se estabilizó un poco y sentí que sonreía débilmente y me puse a llorar. Era demasiado, Azula seguía chillando y como un dragón iracundo. De alguna forma su hermano había logrado encadenarla y si otro trueno salía de ella las quemaduras serían peores.

- Lo siento mucho – dije al tomar su mano con fuerza - fue mi culpa, solo serví para distraerte

- Si no hubieras venido, ¿Quién estaría a mi lado?

- Pero por mi culpa estás así – quizá me tocaba – ¿Y Mai?, ¿Dónde está?

Lo ayudé a incorporarse, Mai yacía unos pasos más allá. Lo ayudé a incorporarse, caminando un poco. Lo ayudé a acercarse a ella. Se veía en paz, tranquila, con una belleza pálida que no recordaba haber notado en vida

- ¿no es posible hacer algo por ella? – dijo desesperado

- está más allá de mis habilidades – dije en un susurro

- Mai, no debiste hacerlo, Azula no debió…, fuiste muy valiente hasta el final – dijo besando su frente.

Y ahí estábamos, mientras el cometa se alejaba y las estrellas iban ganando poco a poco terreno. Noche de celebración y duelo. Pronto nos llegaron noticias de la caída del Señor del Fuego, la gente que se había ocultado en el combate se acercó a presentar respetos al heredero del trono. Todos me veían con desconfianza, otros con miedo, la bruja de agua murmuraban entre dientes, los restos de Mai serían tratados con honores, en tanto su hermana sería confinada de inmediato a la torre antes de que causara más daños.

oooOooo

Los noticieros seguían congelados, en tanto las redes enloquecían con las últimas noticias. Ozai y su tiránica hija habían caído. En algunos lugares reinaba la algarabía, se hacían fiestas improvisadas, en cambio en otros sitios reinaba el miedo y la desesperación. ¿Qué sería ahora de la gente de la Nación del Fuego y sus colonias?, ¿Debían esperar la revancha del resto del mundo?, ¿A dónde había ido a parar su gloria?, ¿A dónde había ido a parar su honor?

Una flota de la Tribu Agua había rodeado la principal Isla de la nación del Fuego. Se informaba que esperaban cualquier momento para que El Loto Blanco lanzara un comunicado donde confirmara o negara las últimas noticias. Los maestros Tierra de las Colonias se estaban levantando, la gente de Fuego huía.

Y el avatar descansaba en uno de los pabellones improvisados cerca del lugar de Batalla. Si no hubiera sido por Sokka y Toph habría sido difícil dar con él. Se había colapsado tan pronto como había terminado con su rival. Se desconocía su dormía o si se hallaba en el mundo de los espíritus. Ni los miembros más viejos del Loto Blanco podían decidirse. Pero ese era algo pequeño, a comparación de los pequeños dramas después de la batalla.

Nuestra gente tuvo que sedarla – dijo una de las maestras agua que habían venido con Pakku – estaba fuera de si

- ¿es ella? – dijo Toph

- Suki… - susurró Sokka

Suki descansaba en uno de los hospitales improvisados por la gente de El Loto Blanco. Tenía algunos cortes y heridas menos, lo peor eran sus manos, contaban que se había precipitado al sitio donde habían desaparecido Haru y Ty Lee y había tratado de excavar con sus manos el sitio completamente fuera de sí. La tenían sedada y esperaban que despertara en unas horas.

- Se la ha pasado diciendo que ella es un número

- ¿Número? – dijo extrañado Sokka

- La gente de inteligencia teme que fue torturada a manos de los Dai Li

- ¡Qué!

- No recuerda quien es, dice que es de la nación del Fuego, que siempre sirvió a la princesa Azula, que debe rescatar a su amiga

- ¿qué amiga?

- Esa chica, la que peleaba con Haru

- ¡Dónde está Haru!

- Desaparecido en acción

- ¡pero sus padres!

- tenemos mucho trabajo y nos informan que hay más heridos en camino

Toph guardó silencio y se retiró donde Aang descansaba. Decían que se debía a la magnitud del combate y en esos momentos dormía plácidamente. La gente del Loto Blanco que velaban el descanso del avatar se cuadró al verla llegar. Ella abrió la puerta antes de que le dijeran nada, se acercó, era el sonido inconfundible de su respiración le tranquilizó por un momento, había fruta en el lugar, alargó una mano e indolentemente empezó a comer una manzana, Momo llegó atraído por el aroma de la fruta.

- ¿Toph? – dijo entre sueños

- Hola pies de bailarina

- ¿qué hago aquí?

- Descansar después de tu gran combate

- Entonces no fue un sueño

- Ozai, alias el señor Fénix es prisionero de guerra y no puede hacer ni una flamita. no sabía que podía hacer eso Pie ligeros

- Ni yo- dijo desconcertado

- Así que esto es el fin

- Tal vez

- ¡Falta saber que pasó con los demás!

- Sugar Queen y Sifu Hotman están bien

- ¡cómo lo sabes!

- Nos llegaron noticias, fue un largo combate, está herido , pero estable

- ¡herido! – exclamó preocupado

- No te preocupes, Sugar Queen se hace cargo – descansa, ha sido un día muy largo

- Debemos ir con ellos

- Mañana

- ¡Hoy!

- no querrás desmayarte frente a todos , toma una manzana – dijo arrojándole la que comía

- ¡está mordida!

- No te quejes y come Pies de bailarina

Aang sonrió al ver a Momo en el hombro de Toph.

No sabía que en esos momentos el legendario general Iroh se estaba haciendo cargo del control de la ciudad, antes de que la capital de la nación del Fuego sucumbiera en medio del caos. La noticia de que su sobrino había sido herido en combate le había afectado profundamente y había partido a toda prisa a su lado.

oooOooo

Para unos el fin de la guerra significa el fin de todo, para el resto del mundo significa el inicio de una nueva era. Las cosas definitivamente cambiaron, no como esperábamos, no todas como queríamos. Nada volvería a ser igual.

Bien, llegado a este punto apuesto que querrán saber que sucedió a la caída de Ozai.

La Nación del fuego tuvo que replegarse. El consejo llegó a la conclusión de que Zuko era demasiado joven para gobernar un país. La situación era inestable y en lo que arreglan los problemas entre faccionesinternas y termina sus estudios, su tío, el príncipe Iroh asumirá la regencia, esperando a que su sobrino llegue a la mayoría de edad.

Se dice que se reúnen todos los días para jugar Pai Sho y comentar asuntos de gobierno. Zuko sigue estudiando y poco a poco su tío ha ido delegando el poder, para que el día en que sea coronado señor del Fuego, la transición sea mucho más sencilla.

Se rumora que el regente quiere que el cambio se haga cuanto antes, tiene planeado retirarse a un lugar lejano, lejos de la política y la guerra. Todos saben que sueña con abrir una casa de té y jugar Pai Sho hasta que los espíritus decidan ha llegado la hora de reunirlo con su familia.

Los restos de Mai reposan en un túmulo a las afueras de la ciudad. Es uno de los sitios más concurridos, su leyenda se ha extendido por las cuatro naciones, hay flores de todas las naciones pero está terminantemente prohibido dejar flores anaranjadas, so pena de que les caga la maldición de Azula. Sus nombres han dejado de ser parte de lo cotidiano para trascender a las leyendas. Se murmura que pronto saldrá una película basada en su vida.

Azula fue confinada a una pequeña isla en un sitio incierto de la Nación del Fuego. Dicen que Lady Ursa va a visitarla de vez en cuando, pero nadie sabe si realmente enloqueció o si todo se trató de un elaborado plan para dejarla fuera del camino del trono. Me temo que eso no se sabrá en un corto plazo.

Los reinos tierra siguen hechos un caos. En Ba Sing Se se convocaron a elecciones, porque el rey desapareció y nadie sabe a dónde hallarlo. Han pasado años y nadie sabe qué fue de él. Algunos rumores dicen que vive feliz alejado de todo a las orillas de un bosque y que se ha convertido en un rey de los ladrones, otros dicen que recorre el mundo con su oso como eterno compañero en busca de un sentido a su existencia. Mientras tanto la gente de Ba Sing Se se va recuperando, en gran parte gracias a los esfuerzos de la gente de la Sociedad del Loto Blanco.

Omashu es la casa de Bumi. Decidió que ahí quería reabrir su escuela, digamos que pasó los mejores años aprendiendo nuevas técnicas de Tierra control a su lado y saben que no las cambiaría ni por todas las murallas de Ba Sing Se.

Ha reclutado algunos de los viejos maestros y alumnos avanzados. Dicen que sueña con recuperar esa idílica escuela con miembros de cada una de las naciones. Pero para que eso suceda, me temo que pasarán muchos años.

En el sur recuperaron parte de sus aguas territoriales y ayudaron a delimitar las otras. El jefe Hakkoda y sus hijos se han encargado de mejorar las condiciones de la gente del Sur, con la ayuda de Pakku han llevado a cabo cambios y reformas que han sorprendido a propios y a extraños.

Si alguna vez visitan la tribu agua del sur quedarán sorprendidos por la preciosa muralla que construyeron los maestros agua, hay una torre de vigilancia y empiezan a aparecer edificaciones que no tienen nada que envidiarle a sus primos del norte.

Katara y Sokka nonn regresaron, llegaron a un acuerdo con su padre y su abuela de terminar sus estudios en el Norte. Sokka se incorporó hace un par de años a la marina y Katara se quedó en la Universidad Kuruk .

Suki no ha recuperado la memoria. Durante los primeros meses fue horrible, Sokka está desolado. Ella ha perdido parte de los recuerdos de lo que sucedió mientras experimentaban con ella en The Boiling Rock, no tiene ganas de tener nada que ver con la Nación del Fuego y eso incluye al hermano de Katara.

Suki no volvió a ser la misma, lo último que supe fue que ingresó a la Universidad de Kyoshi, sus amigas e incluso Ty Lee están con ella. Las guerreras Kyoshi han seguido evolucionando, Coco es la segunda al mando y se ha tomado muy en serio su papel.

Y hay algo más. Se rumora que Sokka pidió a Iroh entrevistarse con Azula. Sé que viajó lejos, que estaba furioso y que regresó silencioso. No guarda afecto a nada de lo que tenga que ver con el periodo que Suki estuvo bajo el poder de la Nación del Fuego, pero guarda muy bien sus palabras por el bien de su hermana. Hay rumores que ha empezado a desarrollar un servicio de contra inteligencia para hacer frente a gente como los Dai Li, pero eso más bien suena a las típicas teorías de la conspiración que siempre lo rodean.

Sugar Queen y Sifu Hotman siguen viéndose cada que pueden y si, siguen comportándose como un par de tórtolos en primavera. Recientemente tomaron un descanso por tres razones: la primera tiene que ver con un susto de aquellos que se llevaron poco después del fin de la guerra, cuando Sugar Queen creyó que estaba embarazada, no pasó de una falsa alarma, pero yo me divertí como nunca jugando con sus emociones…. Luego se la cobraron, pero valió la pena.

La segunda está relacionada con Ty Lee y Haru. Los encontré días después de la batalla, algo empolvados pero estables. Unos meses de terminar sus respectivas carreras descubrieron que pronto serían muchos, muchos más… si, ese año nacieron los trillizos de Ty Lee para alegría de sus abuelos y su dolor de cabeza de sus jóvenes padres. Aang dicen que una de ellas tiene el espíritu del aire, se ha ofrecido a ser su maestro.

El tercer incidente tuvo lugar una ocasión en que Sokka llegó de improvisto al apartamento de Katara en el Norte y la encontró con Zuko de madrugada. Sobra decir que fue toda una escena. Por un lado Zuko con bóxers y dos sables en las manos, Sokka persiguiéndolo con su espada y Katara tratando detenerlos, después Pakku y Gran Gran se unieron al relajo, por algún sitio apareció Iroh, en fin, el resultado: No solo fueron la comidilla, causaron problemas diplomáticos y terminaron en las páginas de chismes . Hakkoda tuvo una larga charla con el general Iroh y su sobrino, aún no sabemos bien los resultados, pero dada la sonrisa y el nuevo collar que luce Katara creo que es fácil saber como terminará todo esto.

Y yo….yo terminé con pies ligeros un tiempo después del fin de la guerra. Si, fue después de una excursión para visitar a las llamas saltarinas donde llegamos a la conclusión de que nos queremos, pero somos demasiado jóvenes para meternos en líos como Sugar Queen y Sifu Hotman. La verdad es que queremos ver el mundo antes de tomarnos la vida tan en serio. Seguimos en contacto, somos buenos amigos, pero ahí quedó todo.

Escuché hace tiempo que pies ligeros que sale con una chica llamada Malu, alias la bruja del aire, que vive en las montañas del oeste y que durante la guerra pateó el trasero de muchos maestros fuego, que son felices. Comparten gran parte de sus creencias, creo que esa chica fue educada por maestras aire…la verdad es que no se mas de ella.

Yo no me he quedado atrás, mis padres siguen odiando a Ohev, dicen que llegó a sus vidas como castigo divino, yo lo quiero, lo que me digan sobre el realmente no me importa. No sé porque no entienden que no pretendo casarme, quiero viajar, conocer más gente, ayudar a reconstruir este nuevo orden . Mi vida apenas comienza y pretendo disfrutarla plenamente.


Fin