Resumen: Tranquilo y sereno con toques de calma locura, así es Lupin y no hay quien lo termine de entender.
Nota de autora: Increíblemente, la idea de escribir esto no salió de una canción de los Rollings ni de Dylan XD
Glosario:
• ¨Canto rodado¨ Piedra alisada y redondeada a fuerza de rodar impulsada por las aguas.
•¨Rolling Stone¨ Literalmente es piedra que rueda, pero también es usado en metáforas para referirse a los vagabundos o trotamundos; A rolling stone gathers no moss (A la piedra movediza nunca moho la cobija)
Dedicatoria: A Saiph que beteo. Y no aclaro más, porque si empiezo a enumerar todas las razones por las cuales esto esta dedicado a ella no lo publico hoy. Esto es tuyo, gracias por todo.
-Colección de cosas que uno escribe mientras estudia-
• Like a Rolling Stone •
Remus en ocasiones se siente como un rolling stone. No es que sueñe con ser Mick Jagger, Sirius es quien sueña con ser un músico y pavonearse por un escenario. Tampoco es que Remus se sienta atrapado en la canción like a rolling stone de Bob Dylan -no más de lo estrictamente esencial- porque no gusta de compadecerse. Sino que, en más de una ocasión, se siente como un simple, trivial y mundano canto rodado castigado por las aguas.
Remus es una roca, pero no una roca cualquiera, es una roca que fue erosionada por la acción del agua. Y es que tanta agua ha pasado por su vida y por sus mejillas que es imposible no dejarse erosionar por la humedad, resignarse a rodar y rodar en el caudal del río de la vida. La vida fue golpeando a Remus en diferentes lugares. Cuando llega el plenilunio, la luna extiende su poder sobre las aguas y las piedras que hacen equilibrio en el lecho del río pagan las cuentas. Rodando y rodando, golpeándose con otras piedras y siguiendo la corriente sin tener más opciones. Rodando en el fondo por su propio peso.
Remus se siente como un canto rodado. La luna con sus mareas y caprichos le fue limando el carácter, suavizándolo en la superficie, aunque interiormente sigue siendo el mismo mineral de un principio, el mismo, salvo que un poco más golpeado y sin asperezas.
A Remus le gusta sentarse a estudiar en la orilla del lago, y en ocasiones se sorprende porque algún canto rodado aparece por allí; visitante de misteriosa procedencia. Entonces, Remus, con el sol en lo alto del cielo, con el uniforme demasiado grande pero tan pulcro que no importa, con los apuntes de las materias o algún libro de literatura ligera sobre el regazo, toma el canto rodado entre sus dedos y lo acaricia, susurrando solo para las piedras un suave: ¨Hola ¿de dónde vienes pequeña?¨
Y Sirius cuando lo ve hablando con las piedras puede llegar a burlarse un poco, pero en el fondo reconoce otra razón más por la cual llamar a Lupin:Lunático. Sólo Remus, en su dulce y consumida locura, es capaz de hacer que hasta las piedras se sientan en casa. Y quizás, solo quizás y sin saberlo, hace lo mismo por un perro vagabundo y caprichoso, con la impulsividad de una avalancha y la sutileza de una roca.
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