Notas: Capítulo final. Nada que decir. Gracias a los que leyeron.


Un segundo

Se me hace difícil poder describir con exactitud esa noche. Solo oía mi propia tensión interior. Estábamos en guerra, y mis propósitos eran dos, fuera cual fuera la oportunidad que se me diera.El primero era lograr sacar a la colosal serpiente de su esfera mágica protectora (quién sabe para qué, Dumbledore nunca me contó nada). Y lo segundo era hacerle enterar a Potter lo que alguna vez me había dicho el director, aquellas oraciones que me parecían increíbles sobre el verdadero y único final del muchacho. Las dos eran igual de imposibles. Había un hedor de fracaso en mi ser y en mi entorno, y el miedo comenzaba a ascender hasta un punto alarmante.Yo sabía cuál era el verdadero plan del Señor Oscuro, pero en vano reiteré que me dejara ir a buscar al chico. Sin embargo, él, contándome la historia de la que yo estaba enterado, me impulsó a generar mi último ruego: "¡No!" Atiné a decir. Estaba aterrado y mi corazón palpitaba fuera de órbita, pero yo ya nada podía hacer.

Habló en lengua pársel, y a pesar de que yo no la comprendía, supe de inmediato que era una orden. Una orden asesina, y así fue.Nagini se arrastró ingrávida hacia mí y se enroscó en mi cuerpo. Sentí que el mundo se derrumbaba, sentí ese espantoso frío, peor del que los Dementores pudieran generar, peor que el de la infelicidad que había invadido mi vida… ese era el miedo de no haber podido con mi deber encargado por Dumbledore.

Qué habría dado por un simple Avada Kedavra, pero la serpiente clavó sus colmillos en mi cuello, antes de que me dignara a reaccionar.Caí de rodillas, y no sé cuántos segundos pasaron desde que eso hice, pero cuando observé con dificultad el alrededor de la Casa de los Gritos, el hombre y su mascota habían desaparecido.Puse mi mano en la herida, sabiendo que la sangre no se detendría, era un intento vano. Aunque el daño físico no era nada comparado con el de mi alma. Había fallado.

Sin embargo, de pronto, de la nada, vi salir un cuerpo. Mi salvación. No estaba todo perdido, era él, Harry Potter.Se aproximó y lo jalé de su túnica para que se arrodillara. Obedeció.En ese momento no podía saber si sentía aversión hacia él, yo quería terminar con todo, rápido. La vida se me escapaba. Entonces tuve mi última idea, y la mejor.Forcé a mi cerebro a concentrarse, como nunca antes había hecho, y expulsé mis recuerdos de mi cabeza. Todos esos que contenían la valiosa información. No había tiempo para explicar nada. Pude ver la cara de desconcierto de Potter, así que abrí la boca para pronunciar palabra.

–Tó… malos –dije, en ruego, mientras esa sustancia, ni líquida ni gaseosa flotaba ante mi vista.

No lograba distinguir nada a través de ese espesor, pero algo pasó, y de un momento a otro el chico introdujo la información en un frasco de vidrio. Vi más claro que nunca. Mi corazón disminuía su palpitar. Y quise pedir mi último deseo. Era un sueño, lo sabía, pero para mí era divino.

–Mí… ra… me –imploré con todas las ganas de mi alma. Y esos ojos se encontraron con los míos. Pero ya no eran los ojos de Potter. Eran los de Lily Evans, que se quedaron en mi vista un segundo.

Un segundo para saber que era perdonado.

Un segundo para saber que no todo estaba perdido.

Un segundo en el que estuve al lado de Ella.

Un segundo en el que viajé al pasado y pude recordar cuánto la amé y cuánto la amo.

Un segundo en que volví a culparme por mis fatales errores.

Un segundo en que vi sus ojos sonreírme.

Un segundo en el que recordé su risa, sus bromas, sus tristezas, sus furias, sus triunfos.

Un segundo en el que sentí que yo merecía esto y mucho más.

Pero, a la vez, un segundo de aprobación y de paz.Nunca olvidaré esos ojos, esos Verde Esmeralda que me cautivaron y enamoraron desde que los vi. Bastó una mirada para saber que la amaría, y otro más, para saber que no los merecía.Ya todo estaba hecho.El mundo se nubla, la imagen se desvanece, los ojos de ella desaparecen… Parto a otro mundo, sintiéndome libre de maldades y bondades, libre, como siempre quise serlo, y como siempre quise que Ella estuviera.Y tan solo me faltaba pensar lo último para sentir mi misión finalizada:

Buena Suerte, Harry Potter, espero que sea suficiente para vengar la vida de mi único y verdadero amor.

oOo


Severus Snape, seas o no un personaje de ficción, magia y fantasía... siempre estarás en nuestros corazones.