""Huuuu siii ya seeee me reee tarde jejeje y bueno son mis vacaciones de navidad jajajaja naaa solo muy perezosa. Como sea una disculpa por la tardanza pero si soy sincera ciertas personitas llenaron mi vida hasta ahora y pus solo pensaba en ellas jeje este capi es dedicado a dos de esas personitas n_n Santi, Reyna, esto es para ustedes dos, para que vean que pienso en las dos siempre jajaja.""

Capitulo 40: Los planes de papá-"Eres una Bestia"

Aquel beso se prolongo demasiado, Ahsla ya estaba cansada. Pudo recordar aquellos tiempos en los que las horas pasaban una tras otra cuando la besaba, pero ahora, solo recordaba como la traicionó y el sabor se le hacia amargo. No lo podía olvidar y tampoco el hecho de que estuviera traicionando a su prometido.

Cortó el beso sin mayor emoción, Marina se sorprendió de la acción, ella disfrutó volver a sentir los labios tibios de la albina pero...

-Te lo diré una vez más Marina. Tú y yo, no tenemos nada.

-Pero...

-No hay peros. No te amo.

-Alguna vez lo hiciste.

-Pasado. Se acabo.

-¿Por qué no me puedes perdonar? (se aferró a su camisa e inclinó su rostro en su hombro).

-Ya te perdoné (Marina la miró intensamente). En el momento que supe que eras su hermana te perdone.

El mundo se le vino abajo a Marina. No solo sus padres, ahora también Ahsla.

-Tu también (se levantó con brusquedad, Ahsla también se levantó pero se quedó en su lugar).

-Lo lamento. Ya no te amo.

-Michiru nunca te corresponderá. Nunca (aun de espaldas, sus puños estaban cerrados).

-Lo se. Y no are nada para tratar de cambiarla.

-Entonces no puedo entenderte ¿Por qué?

-Porque... me importa y yo... daré hasta mi vida para que sea feliz. Aun si eso significa sonreír cuando Seiya se la lleve.

-Eres un idiota.

Marina se volteo con lágrimas en los ojos. Sentía rabia, mucha rabia y despecho. Habría sido capas de dejar a Nova si Ahsla la aceptaba de nuevo pero ahora, ahora no quería saber nada con ella. Llegó incluso a odiarla, pues al igual que muchos, ella la estaba reemplazando por Michiru.

Ahsla no respondió a esas palabras, muy en su interior se sentía una idiota, pero, algo mucho mas fuerte le obligaba a seguir siendo idiota. Solo se quedó viendo mientras Marina se alejó corriendo. La brisa fresca le refrescó el rostro y le trajo una aroma conocido. Casi en pánico giró en dirección a ese aroma. Michiru estaba recostada tras un árbol cercano, en silencio.

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Nova no estaba tranquila, caminaba de un lado a otro sin nada en la mente. De repente su andar se vio interrumpido por cuatro sombras que se posicionaron a su alrededor. Nova solo examino unos segundos a esas presencias y luego continuo con lo que hacia. Las sombras no se inmutaban ante tal acción y solo aguardaron.

-Los planes se adelantaron (soltó de la nada Nova)... Bejita precisa de Neptuno... es su misión traerme su cristal... Sant, tú te encargaras del guardián que protege a Neptuno desde su nacimiento. El resto, traigan ese cristal

Las cuatro sombras desaparecieron una tras otra y al quedar sola Nova golpeo con fuerza su escritorio destruyéndolo.

-Maldito sea el día en que naciste Ahsla (mordió con fuerza). Marina nunca fue mía y ahora sentirás lo mismo cuando Neptuno este muerta...

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Aquella noche era diferente a las demás. Lo sentía en su interior, ese deseo repentino de estar cerca de su elemento no podía ser más que una advertencia de un posible peligro. Solo que esta vez el peligro no iba tras su protegida, no, ahora era ella el objetivo.

Salió de la residencia Kaiou a toda velocidad. Voló por los cielos hasta que pudo divisar lo que buscaba, el mar. Se detuvo en un risco observando el movimiento de las olas, no las podía interpretar. Había peligro pero... el mar no estaba inquieto. O tal vez, solo tal vez, la inquietud yacía en su corazón.

-Ha pasado el tiempo.

Esa vos la trajo devuelta de sus cavilaciones. Entonces era cierto. La inquietud que sentía era su corazón diciéndole que aquella mujer estaba cerca.

-Hola... Santi...

-Santana, para ti.

Esas palabras pronunciadas con el tono mas frío del mundo, sumieron su triste corazón en un abismo oscuro y profundo. Sabía que ese momento llegaría, pero nunca esperó que fuera Santi la que viniera a ella.

-Hola Santana ¿Qué deseas de mi? (aun dándole la espalda, su mirada estaba fija en el mar).

(sonrisa de lado)-¿No te lo Imaginas... Reyna?

-Se que me odias por lo que te hice y estas en tu derecho... Estaba confundida y no supe ver las cosas como eran. Y por ello terminé lastimándote...

-¡Calla! (sentenció molesta).

Santana no estaba allí para escuchar excusas y tampoco para ajustar cuantas con ella. Ella era un guerrero serio y tenía una misión. Destruir a la guardiana. Y esa guardiana, era Reyna.

(sonrío tristemente)-Se a lo que has venido. Pero aun no te puedo pagar con mi vida. No hasta que Urano aparezca.

-Eso ya no importa (su mirada se volvió seria, y Reyna se volteo para verla, aun a través de los lentes podía ver sus ojos). Pronto ya no tendrás a quien proteger.

-¡¿Que dices?! (ahora comenzaba a entender las verdaderas razones de la presencia de Santana en aquel lugar).

-¿Ahora lo ves? Que tonta fuiste pensando que volvería solo por una tonta venganza.

De repente todo se aclaró para Reyna. De un salto inició el vuelo para llegar a la residencia Kaiou. Michiru era el verdadero blanco, tenía que salvarla. Mas no llegó lejos porque en el aire fue detenida de su pierna.

-San...

Ni terminó de pronunciarlo. Santana la arrojó con mucha fuerza hacia el suelo. Aquel impacto sumió la tierra creando un profundo cráter.

Reyna no pudo reaccionar a tiempo, al momento de sentir esa mano sujetándola, lo siguiente fue el golpe contra el suelo. Apenas asimilaba las cosas. Solo cuando el polvo se dispersó y cuando vio a Santana flotado sobre ella terminó de entender.

Reyna no podría irse, no por las buenas. Sailor Neptuno estaba en peligro y era obvio que Santana estaba allí para evitar que la salvara.

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-¿Michiru? (la chica comenzó a correr lejos de ella) ¡¡Michiru!!

Otra vez se sentía como una idiota ¿A quien engañaba? Nunca perdono a Marina, lo que hizo lo demostró, solo buscaba vengarse de ella y al hacerlo lastimo a quien mas quería. Ahora Michiru corría lejos de ella y aunque sabia no tenia perdón la siguió y de un solo salto la alcanzo posicionándose frente a ella.

-¡Aléjate de mi!

Michiru estaba furiosa. Su corazón se le partió en mil pedazos al ver como Ahsla y su hermana ¡¡Comprometida!! Se besaban así nada más. Pero lo peor no era aquel beso, sino el saber que Ahsla solo lo hizo para lastimar a su hermana, y lo logro. Marina se fue llorando, posiblemente con el corazón destrozado y la responsable estaba frente a ella.

-Eres una bestia. Tal y como Seiya lo dijo.

¿Por qué no le clavo una espada en el pecho? Ese dolor hubiera sido más soportable que aquellas palabras. Y por un instante se quedo callada, con los puños cerrados y la mandíbula haciendo presión. Su mirada estaba baja y su respiración agitada. A simple vista parecía un animal a punto de matar mas esa visión no inmuto a Michiru, ella no se movió de su lugar, sus ojos no cambiaron y tampoco tenía intenciones de pedir ayuda.

(dio una gran suspiro y relajo todo su cuerpo para mirar a los ojos de la chica)-Una bestia. Eso es lo que cree. Por mi esta bien (hizo una reverencia). Buenas noches Srta. Kaiou.

Dicho eso Ahsla comenzó a caminar en la misma dirección que Michiru, solo que su paso era mucho mas velos y pronto ya estaba muy lejos como para que la presencia de ambas fuera incomodo para las dos.

Desde atrás Michiru veía como Ahsla caminaba a unos metros más lejos de ella. Esperaba una explicación, algo que le diga que lo que vio y escucho tenia sus razones, pero a cambio solo recibió eso. Una simple aceptación pero al mismo tiempo ninguna disculpa ¿Qué pasaba por la mente de la albina? ¿Por qué nunca le hablaba con claridad?

La necesidad de saber pudo mas, corrió tras Ahsla más segundos antes de llegar esta se voltea con una mirada de terror en sus ojos. Michiru frenó sin entender, el tiempo se detiene cuando una luz potente se acerca a ella y todo se oscurece.

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El ki de Santana se incrementó elevándolo hasta el máximo. Sus lentes se quebraron rebelando el profundo odio que se acumulada de apoco, hasta que el estado mas fuerte del saiyan se hizo presente. El aura dorada de Santana la cubrió y al aterrizar, el suelo se sumió bajo sus pies, sus ojos marrones ahora eran celestes y muy fríos.

-Santi (Reyna nunca había visto a Santana tan molesta, solo un odio muy profundo pudo haberla transformado en el súper saiyan que veía) ¿En que te has convertido?

-En lo que soy. Una... ¡¡BESTIA!!

El golpe fue tan repentino que no lo vio venir. Santana golpeo con fuerza el impecable rostro de Reyna y la lanzó muy lejos dentro del mar. La guardiana a diferencia de Santana era humana, el golpe que recibió debió matarla al instante.

El mar seguía igual de inquieto pero de Reyna no había rastros, ni su ki podía percibirse. La persona que tanto dolor le causo estaba muerta mas sin embargo Santana no se sentía mejor. Muy por el contrario su corazón le dolía y las lágrimas comenzaron a brotarle de los ojos. Cayó de rodillas dándole fin a su transformación.

-¿Por... porque? ¿Por qué estas lágrimas no dejan de brotar? ¿Por qué siento que mi corazón nuevamente esta destrozado?

-Porque aun me amas.

Tan dulce como la primera vez que la escuchó, la vos de su amada le hizo ponerse de pie y voltear. Más en ese mismo instante fue sometida a una gran velocidad. Su corazón palpitaba aceleradamente al ver que la guardiana aun estaba viva.

Reyna la sometió en el suelo. Bloqueando sus piernas y sus brazos la tenía a su merced. La sangre, producto de aquel golpe, le recorría el rostro, marcando un único defecto en su blanca piel. Levantó su mano derecha llamando así al agua que mojaba su cuerpo. Una espada de hielo tomó forma en su mano y con ella apuntó al cuello de Santana.

-No permitiré que Neptuno muera. Ella no solo es mi protegida. Ella es...

-Tu único amor. Lo se (nuevamente las lagrimas lucharon por salir pero Santana solo permitió que una de ellas se hiciera presente). Adelante. Mátame y acaba con mi dolor.

-Podrías hacer lo mismo conmigo. Se que eres mucho mas fuerte que esto ¿Por qué no te defiendes?

-¡¡Mátame Reyna!! ¡¿Por qué insistes en hacerme sufrir más?!

Ambas miradas se fundieron y entonces el golpe se dio. Reyna clavó el sable y se puso de pie para alejarse del lugar.

-¡¿Por qué haces esto maldita sea?! (Santana se levantó furiosa, el sable se clavó a un costado de su rostro).

-Porque te amo (Santana se quedó sin habla) No puedo matarte. Si quieres mátame tu, porque solo muerta podrás evitar que intente salvarla.

En ese instante sintió el cambio en el mar. Los ojos de la guardiana se ampliaron hasta más no poder, el mar quedó en silencio y el viento dejo de soplar.

Reyna cayó de rodillas temblando por lo que aquello significaba.

-Ya es tarde Reyna. Neptuno esta muerta.

Y bueno jeje volví pero igualmente les dejo en suspenso jojo así soy yo de buena onda jajajaja hasta la próxima!!!! Y si no subo nada para navidad ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!