Ud. cree que J.K Rowling escrbiría esto... xD!

Juro solemnemente que...

Número 1.-

- Diablos – susurró débilmente James Potter frotándose la enrojecida mejilla, a la vez que observaba como una furiosa chica de cabello rojo se alejaba del lugar echando chispas… literalmente. El mejor amigo del chico, Sirius Black se acercó soltando un silbido.

- ¿Por qué fue está vez? - preguntó como de costumbre, pero James ni siquiera se había percatado de su presencia. El pobre chico bajo del cielo hasta más debajo de la tierra en menos de un minuto, y la gravedad comenzaba a afectarle el cerebro.

Claro, eso es algo que Sirius tan atento como siempre, jamás notó.

- Y..o … yo… lala…la bb… la b… – trataba de articular James pero simplemente no podía decirlo. ¿O tal vez no quería?

- Grandioso, has descubierto los monosílabos, Felicidades! – lo vitoreó falsamente Canuto. El chico tenía paciencia, pero cuando se trataba de lo "ANORMAL", como solía llamarle, que se ponía su amigo al hablar, ver, o escuchar de la chica Evans, ni Remus con toda su tranquilidad podría soportarlo.

- Maldita sea Cornamenta!, me dirás o no lo que te paso?- estalló por fin Sirius y le pegó un manotazo en la espalda. "Tal vez así le salga algo", pensó con malicia.

Pero no resultó. Todo lo contrario. James se quedó quieto como una momia, luego respiró profundo, como si hubiera estado sumergido en una piscina gigante, y salió de ahí sin decir ni una sola palabra.

Definitivamente lo que sea que hubiera ocurrido con la chica, James no lo diría ni siquiera a su sombra, y Sirius podía arrancarse todos sus azulosos y brillantes cabellos o torturarlo con crueldad, aún así no se enteraría que a sus 14 años, 3 meses y 2 días y medio James Potter había besado a Lily Evans.