Capítulo 1

Peter miró su reloj y luego acomodó su cámara bajo su chaqueta. Empezaba a llover y aún no acababa el evento que cubría, así que se acercó un poco más entre la multitud hacia la tarima de conferencias para intentar sacar mejores fotos y poder irse de una vez de ahí.

Mientras se acercaba, alguien más alto que él pasó chocando contra su hombro. Peter volteó y se encontró con la sonrisa diabólica que le devolvía Eddie Brock, que se perdió rápido en la multitud.

Sintió escalofríos. Su sentido arácnido ni siquiera le había hecho voltear antes de chocar con él. Pero no quería iniciar ninguna pelea ahí, y al parecer Eddie tampoco, por lo que intentó seguir tomando las fotos que le pagarían los gastos de la semana.

Al día siguiente se encontró a Eddie de nuevo a la salida del Daily Bugle. De nuevo le sonrió sádicamente. Peter le devolvió el gesto frunciendo el cejo en una muestra muda y hostil. ¿Qué diantres quería? ¿Acaso lo atacaría?

Entonces su sentido arácnido le indicó problemas. Volteó, ya sin importarle Eddie y sólo buscando indicios de lo que pudiera estar por salir mal. Y de inmediato lo supo por los gritos de uno de los guardias que llegaba a recepción: un incendio en uno de los pisos superiores del edifico.

Salió corriendo hacia un callejón cercano sin darse siquiera cuenta que Eddie se quedó allí, observándolo.

-o-

Luego de ese único incidente en el edificio del Daily Bugle (por el que no valió siquiera la pena salir a disfrazarse) la semana había sido bastante calmada y había pasado todas las tardes en casa de la tía May.

Ahora descansaba en su cama, esperando que la tía May lo llamara a cenar.

Por un momento pensó que sería lindo que así se quedaran las cosas.

-o-

Eddie Brock yacía en su cama, con el cuarto desarreglado alrededor. Sólo obervaba el techo y oía el ruido de la calle. El piso era viejo y destartalado, pero no le importaba. Ya no era un humano cualquiera, no tenía ni los deseos ni las urgencias de la mayoría.

Se sentó en la cama, sintiendo cómo el simbionte se impacientaba.

Queremos salir.

-o-

Al parecer llovería de nuevo. La noche refrescaba y él aún seguía afuera, patrullando, luego de haber cenado una cena deliciosa en casa de su tía. Casi lamentaba estar ahí afuera en el fresco húmedo de la ciudad. Regresaría a casa antes de que comenzara a llover.

Paró por un momento en la azotea de un edificio para tomar aire.

Y entonces sintió como algo lo golpeó. ¿Qué diablos le pasaba a su sentido arácnido?

Fue a dar contra la pared de la entrada a la azotea, y se levantó lo más rápido que pudo. Le había dolido bastante.

"Sabíamos que estarías aquí…"

La voz era profunda y grave, y de inmediato reconoció quién era. Además la manera extraña en que hablaba en plural era más que obvia.

"Vaya, vaya. Espiándome, ¿No? ¿Por qué no mejor te consigues una vida?"

Peter creyó que lo atacaría de nuevo. Pero en cambio sólo vió cómo desaparecía lanzándose del techo. Corrió para ver como se alejaba del lugar, pero no logró verlo. ¿Qué había sido eso?

Cuando estaba a punto de irse él también sintió como volvían a arremeter contra él.

"Vemos que tu sentido arácnido falla arañita…"

Lo tenía acorralado contra la pared de la entrada a las escaleras. Su peso se concentraba en mantenerlo sometido bajo su brazo derecho.

"En verdad ¿Por qué no tratas de conseguir empleo de fotógrafo de bodas?"

Venom lo golpeó en el estomago, sacándole el aire y dejándolo medio doblado mientras aún lo sostenía contra la pared.

"¿Ya no puedes hablar, spidey?"

Peter aún no recobraba el aliento. Venom lo agarró del cuello y lo alzó, ahogándolo aún más.

"Estamos disfrutando mucho esto…"

"Pues…", dijo Peter con dificultad, "que enfermo… estás…"

En ese momento una llamarada golpeó a Venom desde la izquierda, haciendo que se retorciera de dolor y soltara a Spiderman.

Al parecer Johnny Storm le había salvado el pellejo.