Hola!!
Bueno pues, aquí regreso, ahora con Naomi. Es, junto con Hal, mi personaje femenino preferido, y su muerte fue una de las más dolorosas.
Esta vez, gracias a mi adorada Mircalla Karnstein por betear el relato.
La autora está abierta a dudas, comentarios, sugerencias, críticas.
Un besazo!
Éxodo
¿Por qué estás caminando tan deprisa¿Estás apurada? Eso es irónico.
No te desgastes, llegarás a tiempo.
Yo te aconsejaría reducir tus pasos, disfrutar la sensación del aire entrando a tus pulmones, porque no te durará mucho.
¿A dónde quieres llegar? No habrá nadie esperándote. Nadie que te recuerde. Nadie que piense en ti.
Nadie te encontrará, Naomi.
Ni una sola persona sabrá que estás pudriéndote en algún lugar de la ciudad. Y aunque lo supiesen... ¿Realmente piensas que les importaría? Podrían correr la misma suerte.
¡Qué generoso hubiese sido asesinarte de un ataque al corazón!
Así, él y tú hubiesen muerto de la misma forma, por la misma mano.
¿Sientes remordimientos¿Culpa, quizá?
Lo tenías delante de ti, estúpida, sonriéndote. Y tu vas, y hablas. Él estaría tan decepcionado. Tal vez aliviado de haber muerto antes de casarse contigo. Imagínate, casarse con una mujer tan imbécil.
Ibas por buen camino, y lo estropeaste en el último segundo. Inútil.
Has decepcionado a todos los que te rodean.
¿Qué¿Vas a llorar?
No pierdas el tiempo, la decisión que tomaste es la correcta.
Al menos Kira estará complacido.
Kira, Yagami Light, L, Raye.
Es una lástima, de verdad. Estabas a pocas cuadras de la estación de policía. L está en el mismo país. Podrías haberle sido de ayuda. Tienes las pruebas. Sabes quién es Kira. Pero se ve que contigo no se puede contar dos veces.
Lo que te falta es la voluntad para vivir. Ahora que Raye está muerto, y tu has demostrado no servir para nada, sólo te queda una salida.
¿Él tenía razón entonces? Demostraste que pasarte días investigando fue fútil. Debiste haberte quedado en casa, volver con tus padres.
Tus pasos dejan de escucharse. Tus manos son largas, no tiemblan. Finísimas.
El nudo es corredizo, y se desliza con elegancia, con sensibilidad, por una voluntad que no es la tuya.
¿O si?
¿Segura que no quieres retrasar el momento un poquito más?
¿No?
Entonces salta, Naomi, siente la opresión, la desesperación.
Siente la vida escurrirse.
Siente desvanecerse la conciencia.
De todas formas, no volverás a verlo.