Título original: The Price of Love

Título original: The Price of Love

Autor original: RogueSugah

Lugar en el que puede ser encontrada: fanfiction, checkmated.

Traductores: Democritus y Antonio (traductor)

Anuncio: Ninguno de los personajes me pertenecen a mí, sino a JKRowling. Tampoco tan maravillosa historia, escrita por RogueSugah. Nada más la traduzco por deleite y amor a la misma. Esta historia está siendo traducida con el consentimiento del autor. Gracias.

Sumario: Todo lo que Hermione quiere es acercarse más a Ron. Este verano su deseo se cumple, pero al acercarse le será más duro compartir su secreto con él. Mas compartirlo debe. Si el amor es más fuerte que el odio, como Hermione cree, puede que los sentimientos del uno por el otro sean lo suficiente para salvarlos a todos.

Capítulo 1

¿Quién dice?

--o0o--

Desde que Hermione Granger puso una silla afuera y se sentó en una de las mesas del frente de la heladería Florean Fortescue, se dijo a sí misma, por la centésima vez, que el aceptar esta cita había sido un error. Tembló al pensar acerca de la carta inesperada que había recibido de Viktor Krum hace dos días. Él tenía que jugar en un partido contra Inglaterra al final de la semana, pero le informó que volaría más temprano sólo para verla. Parecía tan entusiasmado...Hubiera sido descortés de su parte rechazar su invitación; por lo menos fue así como trató de justificarlo. Su impulso había sido el de escribir para atrás inmediatamente y rechazar la invitación con una...bueno, es que no había otra palabra, con una mentira. No podía decirle la verdadera razón por la cual no quería ser vista en el Callejón Diagon.

Viktor, hemos hablado de ésto antes. Sabes que tengo sentimientos por otra persona y por eso nada más podemos ser amigos. Te he explicado en varias ocasiones. Bueno, este alguien tiene dos hermanos escandalosos, quienes han convertido el escuchar secretamente en una forma de arte. Ellos han abierto una tienda a...oh, 50 pies del lugar en el que nos queremos encontrar y en realidad quisiera que no me vieran. Tú entiendes ¿verdad?

Claro que él no entendería. ¿Por qué no le dije que estaba de vacaciones con mis padres y que estaría fuera de la ciudad? Hubiera sido más fácil, Hermione reflexionó mientras esperaba sentada. Tú sabes por qué, se respondió a sí misma. Ya le he dicho una y otra vez que mi corazón pertenece a alguien más, pero él no escucha. Tengo que hacerle entender que ésto no puede ser y lo tengo que hacer en persona; le debo eso por lo menos.

Hermione estaba tan sumergida en sus pensamientos propios y personales que no notó llegar a sus colegas de la escuela, Parvati y Padma, cuando ellas se sentaron en una mesa cercana a la de ella.

-Hola Hermione-, dijo Parvati, cogiendo una cuchara y tomando una mordida de su sundae.

-¡OH!- respondió Hermione, cogida por sorpresa-. Hola. Es una sorpresa verlas por aquí. ¿Están comprando las cosas de la escuela?

-No, sólo nos vamos a encontrar con unos amigos ¿y tú?- preguntó Padma cortésmente.

-Lo mismo- respondió Hermione.

-Oh, ¿estás reuniéndote con Harry entonces?- preguntó Padma excitadamente.

-Er...- comenzó a responder Hermione-. No exactamente. Voy a reunirme...

-¡OOOooo, mira!- chilló Padma, apuntando sobre el hombro de su hermana- Es Victor Krum.

Y cierto, ahí estaba él, caminando hacia ellas, su frente fruncida, luciendo tan malhumorado como nunca. Y no a cinco pasos detrás de él, Hermione notó el murmurar de las jovencitas que comenzaban a congregarse.

Oh, fantástico, pensó Hermione. Tendré que hacer ésto al frente de su club de fanáticas.

--o--

Al abrir la puerta y entrar al baño lleno de vapor, Ron Weasley recibió la conmoción de su vida. Alguien estaba adentro con él, alguien que era mucho más corto que ninguno de sus hermanos. Aunque él no podía explicar cómo, ya sabía que no era su hermana. Paró de moverse, contemplando el descubrimiento inesperado; el agua dejó de correr y escuchó la cortina de la ducha moverse hacia detrás. Desafortunadamente, la espesura del vapor no le permitía ver el contorno del individuo en frente de él, pero podía entrever que era una mujer, definitivamente. Dando unos pasos indecisos hacia delante, Ron estuvo desilusionado al ver que ella ya tenía una toalla envuelta alrededor de su cuerpo. Con la espalda a él, ella no sabía de su presencia. Ron observó como ella se inclinó, dejando su pelo largo y húmedo caer en frente de su cara, y recogió una segunda toalla del piso. Rápidamente ella la brindó encima y comenzó a frotar y secar su pelo con la misma. Los ojos de Ron empezaron a delinear sus piernas silenciosamente, deseoso de que la toalla continuara su descenso un poco más. Dejando deslizar la toalla a sus manos, la mujer se paró esbelta, moviendo los mechones húmedos color café de su espalda. Se va a virar, pensó él por un segundo antes de que ella comenzara a girarse. Me va a ver. Más importante aún era el hecho de que él estaba al descubrir la identidad de esta misteriosa mujer.

-¿Disfrutando de la vista?- preguntó la muchacha cuando se viró y lo notó.

Sus ojos se ensancharon cuando ella levantó su cabeza y lo miró a los ojos con una sonrisa maliciosa.

-¿Qu-qué estás ha-haciendo?- tartamudeó él, mientras ella tomaba unos pasos hacia delante y dejaba caer al suelo la toalla que cubría su cuerpo.

-Éste es tu sueño, Ron - contestó ella, lamiendo sus labios seductoramente y acercándose aún más-.Haré cualquier cosa que desees.

-¡Demonios!- gritó Ron al sentir la mano de la muchacha descender al frente de sus pantalones y abrir los botones-. ¡Hermione!

-¿Hermione?

Se había ido. Un minuto estaba ahí y el otro se había esfumado. ¿Qué demonios? pensó él cuando de pronto fue arrastrado a su consciente en contra de su voluntad. En algún lugar, en una parte de su mente se sintió ser sacudido, pero no quería reconocerlo. Ron quería ignorarlo y continuar su sueño. Quizás si lo ignoraba desaparecería.

Hermione en la ducha, pensó él. Hermione en la ducha. Pero no parecía funcionar porque...

-¡Ron, despierta!- gritó una voz masculina y no muy bienvenida que digamos.

-Vete,- murmuró él dentro de su almohada, dándose la vuelta contrario al lado de la voz.

-Sale de la cama, perezoso imbécil,- gritó Fred, cogiendo las sábanas y poniéndolas fuera de su alcance.

-¡JEY!- chilló Ron, escabulléndose con su almohada en su intento de esconder su excitado estado.

-Soñando acerca de ella no va a ayudar-, dijo Fred riéndose cuando al mismo instante le arrojaba un par de pantalones vaqueros y una camisa a Ron.

-¿Qué? Yo no estaba...- petardeó Ron, su cara roja.

-Hablas en tus sueños hermanito- rió Fred.

-¡Yo no...!- protestó Ron indignado.

-¡Demonios!...Oh, Hermione...HERMIONE!- replicó Fred con una voz llena de deseo.

-¡VÉTE!- gritó Ron a su hermano mayor-. No dije nada de eso-, continuó él. No de esa manera.

-Oh, pero si que lo dijiste-, rió Fred-. Y no es la primera vez.

Ron lo miró boquiabierto, aterrorizado por el pensamiento mismo. Él había tenido estos tipos de sueños por años. ¡Demonios! pensó para sí mismo cuando las implicaciones se le presentaron en la cabeza. ¡Si hablo en mis sueños, entonces todos los del dormitorio deben saber!

-Es casi mediodía. No puedo creer que todavía estés en la cama. Levántate y vístete-, ordenó Fred-. Tienes trabajo que hacer.

-Pero...estoy de vacaciones-, protestó Ron al ponerse su camisa azul oscuro sobre su cabeza y su par de pantalones.

Después, en menos de cinco minutos, un Ron muy disgustado bajó las escaleras y entró en la cocina seguido cercanamente por su hermano mayor.

-Aquí-, dijo Fred, arrojando un par de zapatos a los pies de Ron-. Ponte esos.

-Déjame solo-, ladró Ron, tirando los zapatos a través de la cocina y tomando un asiento dónde se viró a la mesa-. Te dije que no voy a ir.

-¿Ir a dónde?- cuestionó Ginny desde una de las sillas opuestas a las de su hermano que echaba humo.

-Al callejón Diagon-, replicó Fred-. Hermione está ahí con Krum.

Ginny se congeló, el bocadillo que iba a morder y estaba a unos milímetros de su boca abierta, fue abandonado en el plato. Le tomó más tiempo para cerrar sus labios de todos modos. -Oh...,- pudo decir finalmente, estudiando a Ron detalladamente.

-No puedo creer ésto-, comentó Fred bruscamente -¿No vas a hacer nada?. ¿Sólo te vas a sentar ahí y...rezongar?"

-Yo no refunfuño-, replicó Ron enfurecido.

-¡Oh, por favor!- rió Ginny silenciosamente. Pero no tan silenciosa porque su hermano no falló en escucharla. Sus ojos se fijaron en los de ella inmediatamente y él procedió a mirarla con ojos asesinos.

-Fred tiene razón-, le informó Ginny, mirando dentro de sus ojos enfurecidos, negándose a parpadear-. Ve a hablar con ella.

-¡NO!

-¿Por qué no?- continuó Ginny.

-Porque él es un cobarde-, le respondió Fred-. Y pensar que tiene el coraje de llamarse Griffindo...

-Oy ¿qué está pasando; por qué se está demorando tanto?-, interrumpió una voz familiar detrás de él. El trío se giró para ver la cabeza de George flotando en las llamas verdes de la chimenea-. Será mejor que te muevas hermano pequeño, o vas a perder a tu pájaro.

-Ella no es mi...- empezó a oponerse Ron.

-Entonces, ¿por qué gimes su nombre en tus sueños?- rió Fred.

-¡Déjame en paz!- gritó Ron.

-Temperamento, qué temperamento- gritó George-. Mejor sálvalo para Krum. La última vez que vi, ese búlgaro y gran idiota tenía sus manos sobre ella.

Estas palabras tuvieron un efecto sobre Ron. Lo que había sido sólo una irritación para con sus hermanos se convirtió en cólera instantáneamente. Sus ojos resaltaban a la misma vez que sus puños se cerraban herméticamente a sus lados, tratando de no imaginarse el narizón, idiota, y estúpido búlgaro tocando...besando...a su Hermione.

Ginny miró a su hermano asustada. Su boca abierta en asombro. -Eso es una mentira-, dijo ella confidentemente cuando halló su voz.

-Bueno, está bien, él nada más le estaba sujetando su mano-, admitió George-, pero así es como se empieza ¿sabes?

-Si no actúas pronto la perderás-, añadió Fred.

-Ella ya eligió-, gruñó Ron, testaduro hasta el final, cruzando sus brazos sobre su pecho y mirando de reojo a los demás.

-¿Cómo pudo haber decidido?- cuestionó Ginny-. Cuando no sabe de tus sentimientos hacia ella.

-Ella sabe cómo me siento acerca de Krum.

-No acerca de Krum, imbécil. Cómo tú te sientes acerca de ELLA. No puedes esperar que ella elija, cuando ni sabe que estás interesado.

-¿Quién dijo que yo estoy interesado?

Los tres lo miraron incrédulos.

-¡Oh, por el amor de Dios, Ron. ¡TODO EL MUNDO sabe!- replicó Ginny, sacada de quicio por la actitud de su hermano.

-Todo el mundo EXCEPTO Hermione, querrás decir-, le corrigió George.

-¡Oh, está bien!- suspiró Fred-. Sé un obstinado y testarudo. Si no vas a parar esto, yo lo haré-. Hubo un ruido fuerte y Fred desapareció de la cocina.

-Estoy de acuerdo-, añadió George con una voz maliciosa-. No futura cuñada mía va a coquetear con otro hombre. Aunque el susodicho sea una Estrella Internacional de Quidditch. Nosotros le enviaremos tu amor Ron...

-USTEDES, BASTARDOS, NI SE ATREVAN...- rugió Ron cuando saltó de su silla. El resto de su oración murió en sus labios cuando la cabeza de George le sonrió perversamente y desvaneció en el fuego.

-¡MAMÁ!- gritó Ron, corriendo hacia la esquina para coger sus zapatos-. ¿Dónde está el polvo floo?