Bien, finalmente parece que las cosas se ponen en movimiento de nueva cuenta, lo siento mucho por no haber subido nada de este fic, pero la espera ya acabó; un capítulo cortito supongo, bueno, para mis estándares, aunque si vemos el siguiente capítulo (que en realidad era un drabble, pero ya sabemos que no queremos que se quede así la historia) esto les responderá algunas preguntas.
Me da gusto saber que les gustó como es que Ron es proyectado en la historia, realmente me hubiera gustado que la... Innombrable, oseyase la autora, hubiera hecho algo mejor por el pelirrojo, pero no, tenía que ponerlo con nuestra adorada sabelotodo, pero haciendo a un lado dramas y todo un mar de lágrimas aquí seguiremos con la contestación de comentarios.
hermionedepottergranger: Pues sí hay alguien lo suficientemente mala para separar a los dos, y no me refiero a la JKR (me dan escalosfrios solo de poner las iniciales), espero que este capítulo te muestre un poco la luz.
miapottergranger: Pues la vida de Harry... no es muy glamorosa, pero dejémoslo así, este capítulo va a abrir muchas oportunidades ¿pero será capaz Ron de ayudarlos?
HHrldg.Black: Wow... me agrada saber que esa fue tu opinión sobre la historia, y sí, quise hacer algo distinto con Ron que la del siempre tercero en discordia, y se me ocurrió esto, por lo menos en algún momento este pelirrojo tenía que madurar y servir de algo ¿No lo creen?
Fran Ktrin Black: Pues no estés más intrigada.
Atenea: Lo prometido es deuda, ahora ya está aquí el nuevo capítulo, que lo disfruten mucho.
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Cuarto de Hotel
3: Dame una memoria tuya, por que esa nunca morirá
El punto exacto entre el sueño y el despertar sería quizá la parte más deleitable en la mañana para cierta castaña mientras colocaba las sabanas de su cama sobre su cabeza dejando solo un punto café en la cama; Ron por su parte solo meneó la cabeza un poco antes de tomar la sábana y quitarla de encima de Hermione.
"A ver sabihonda, a despertarse que si no lo haces eres capaz de llegar tarde a la escuela" Hermione oyó la voz llegar de muy lejos mientras abría los pesados párpados para observar a un pelirrojo apareciendo por la puerta con una charola en las manos colocándola después a un lado de la cama de Hermione
"5 minutos más" dijo ella con voz apagada tratando de encontrar la sábana con los ojos cerrados.
"Esta vez no señorita, si no te levantas ahora llegarás tarde al colegio y sabes como se pone Dumbledore cuando eso ocurre, así que, fuera de la cama y a desayunar" dijo este mientras Hermione abría un ojo antes de tratar de levantarse, por su parte Ron solo rió en voz baja saliendo de la habitación, él incluso ya estaba arreglado, lo bueno de su trabajo es que viajaba poco y todo su trabajo se le enviaba directamente a su casa gracias a la ayuda de sus hermanos Bill y Charlie.
La maestra de transfiguraciones se sentó en la cama recargándose sobre la cabecera de la cama para ver la espumeante taza de café, tostadas y mermelada frente a ella no pudiendo evitar una enorme sonrisa para el pelirrojo.
"Gracias Ron, eres mi salvador diario"
"Oye, un ex-guardián tiene que mantenerse en su papel de tanto en tanto, aparte, es como tener una hija" Ron dijo con su sonrisa particular apareciendo solo su cabeza por un segundo por la puerta mientras la castaña se coloreaba un poco ante sus palabras.
Hermione se había puesto a pensar sobre el cambio en su relación con el hijo menor de los Weasley, en cuanto a hombres, y no había podido llegar a otra conclusión de que él tenía razón; él era una de las personas más importantes en su vida, era quien le demostraba cariño, la protegía, la ayudaba cuando se caía, entonces ¿Qué no eso lo convertía en una figura paterna? Ella extrañaba a sus padres tanto, aun no se podía creer que los perdiera en una sola noche, si no hubiera sido por Harry y Ron ahora ella no estaría allí "Hermione, si no te comes el desayuno no vas a tener tiempo para bañarte, así que apúrele"
Hermione no pudo hacer otra cosa más que reír ante el tono de voz y las palabras, era como si… sí, él tenía razón.
"Sí papá" dijo después de clamar la risa y empezar a comer, hoy tenía otro largo día por delante en el cual tenía que enseñarles a las nuevas generaciones de magos como controlar sus poderes.
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Por alguna razón Ron no pudo evitar sonreír ante las palabras que Hermione dijo es mañana, y por alguna razón Ron se quedó pensando en que la relación en la que estaban (que era puramente platónica gracias) diría Ron, los papeles se habían volteado, ahora era él el que resolvía los problemas y se preocupaba por su compañera de casa más que todo en su vida, él suponía que efectivamente su relación parecía como padre e hija, extraña combinación conociéndolos desde su infancia.
Ella era la genio, la que sabía todo en la escuela y al parecer casi siempre fuera de ella; él por su parte no hacía mas que meterse en problemas todo el tiempo, decir estupidez y media y comportarse como un idiota en cualquier oportunidad y hacer cosas mal, pero todo se tenía que acabar.
Sacudiendo la cabeza un poco para quitarse todos esos pensamientos de la cabeza Ron hizo que el cabello semi largo suyo revoloteara, suspirando Ron se peinó el cabello con las manos y volvió a poner su atención sobre los papeles sobre su escritorio.
Había pasado algo de tiempo desde que las fuerzas oscuras habían desaparecido, en parte por la muerte del líder, Voldemort, Ron le había perdido el miedo a la palabra desde hace bastante, no podía evitar reírse de los magos que todavía decían cosas como Ese-que-fue-derrotado-dos-veces-por-el-mismo-chico o incluso más largas, y decían en la escuela que él era el loco.
Otra razón habían sido los esfuerzos de los aurores bajo el servicio de la última persona que Hogwarts o el mundo mágico hubieran pensado, Draco Malfoy; pensando en su cuñado Ron no pudo evitar reír al recordar como es que uvarios miembros del ministerio habían sido encarcelados por engaño, fraude y conspiración, entre ellos Fudge y Ron nunca había visto a Percy tan contento como el día en el que había obtenido ese mismo puesto y dio el visto bueno a las ideas de Draco sobre seguridad.
Las cosas al menos en lo político estaban mejor, pero en cuanto al grupo muchas cosas se habían desmoronado; rápidamente Ron le sacó la vuelta a esos pensamientos y se volvió a concentrar en los papeles en su mesa.
Según lo que Bill había escrito se habían encontrado varios restos en una cueva cerca de Cairo, obvio siendo él el que le enviaba la información esta vez, pero por razones de seguridad no habían podido moverlas aun, según lo escrito las piezas parecían ser bastante antiguas, probablemente de la época de Merlín; según lo que pudo observar de los objetos Bill pensaba que era un espejo que revelaba la verdadera imagen del ser interior, y por lo que parecía ser una peineta con algunas joyas preciosas alrededor, pero tanto Bill como Ron sabían de que ambas piezas probablemente estuvieran protegidas con antiguos hechizos.
Ron se quedó pensando un poco sobre la carta de su hermano; ya faltaba poco para que empezaran las vacaciones de navidad de Hogwarts y sabía muy bien de que la castaña necesitaba salir de la casa más seguido, la última vez había sido exactamente un mes atrás cuando ella y Ginny salieron de compras, y vaya que las dos podían comprar cuando lo querían, pero olvidando el pasado un momento Ron se puso a pensar, los casos como este eran realmente emocionantes, pero se sentía a veces mal ya que Hermione normalmente se quedaba sola esas veces por la escuela, pero ahora los días estaban de su parte, podía mandarle una carta a su hermano para comentarle sobre eso.
Viendo el calendario Ron calculó mentalmente cuanto tiempo podría tomarle descubrir los hechizos, y es que si Bill solo no pudo entonces las cosas se ponían interesante; probablemente tendría unos dos días, pero como Ron le gustaba prevenir ¿Por qué no unos cuatro días todo pagado por el ministerio de la magia en Egipto dejando atrás la niebla y el frío de Londres? Y lo era mejor aun, sabía que podría convencer a Hermione de ir con él, ella aun no conocía la ciudad y sabía bien de que todo el conocimiento y la cultura la harían emocionarse como en los viejos tiempos.
Una llamada telefónica lo sacó de su cavilación levantándose de la silla para contestar, Ron aun no podía comprender lo rápido que se había acostumbrado al mundo Muggle.
"¿Sí bueno?"
"Oye, Ron" la voz hizo que una sonrisa apareciera en su rostro pecoso.
"¿Cómo estas Harry?"
"Yo bien, solo llamaba para ver si íbamos a ir tomar algo, no hubo mucho trabajo en la oficina y Draco me dijo que podía irme antes, me dijo que me iba a llamar si había alguna emergencia"
"Claro, nunca pensé ver el día en el que Malfoy usaría celular"
"Es el siglo veintiuno, las cosas cambian también en el mundo mágico" dijo el azabache por el teléfono.
"De acuerdo, ya entendí, te veo en el caldero chorreante en media hora, me pides una cerveza de verdad, Rosmerta ya se sabe bien lo que tomamos al fin de cuentas"
"De acuerdo, nos vemos entonces"
"Oye ¿y eso que te animaste a llamarme? Normalmente te encuentras ocupado los jueves"
"Lavender se fue a la casa de su mamá y se llevó a James con ella"
"No tienes ganas de ver a la suegra, típico" dijo Ron omitiendo gran parte de su comentario sobre la madre de Lavender… y sobre la que alguna vez había sido su novia al mismo tiempo, nada bueno.
"La verdad, no, te veo allá entonces" dijo Harry antes de colgar; Ron se quedó unos momentos observando el teléfono inalámbrico meditando antes de que una sonrisa malévola apareciera en su rostro.
Si iba a Egipto era posible que Hermione se aburriera de estar sola ¿Por qué no entonces invitaba a alguien más que probablemente aceptaría de buena gana? Con esa idea en la cabeza Ron escribió una nota rápida por si Hermione regresaba temprano, tomó su chaqueta y llaves y salió del departamento con toda una idea maquiavélica en la cabeza, despues de todo ¿Por que no hacer una reunión especial del trio dorado?