Lo prometido es deuda, así que aquí esta el antepenultimo capitulo de este mini fic. Espero que les guste y me dejen muchos reviews. Y si no les gusta, pues tambien dejenme y digan el por que, así yo sabré que estoy haciendo mal.

Este capitulo se lo quiero dedicar a una amiga que anda desaparecida de la red, "ojala y pronto aparezcas y nos regales de nuevo esas maravillosas historias que escribes"

3. La jefa de Harry

Salieron en su auto, con dirección a un restaurante muggle al que solían ir. No era muy elegante pero si era de los más caros de Londres.

La hostess ya los conocía, así que en cuanto entraron les dieron de las mejores mesas.

-Su mesa ya esta lista, señores Potter- dijo la mujer muy amablemente.

-Gracias- respondieron los esposos, siguiendo al mesero que los encaminaba a la mesa. Cada uno llevaba a un bebé.

Los acomodaron en una mesa cuadrada y Harry le sacó la silla a su esposa, para luego dejar a Benny a lado suyo y sentarse él frente a Ginny.

Ordenaron casi lo mismo de siempre.

-¿Que te hiciste que te ves tan hermosa?- le preguntó tomándole la mano.

-Pues nada, será que estoy más enamorada que nunca y que tengo los bebés más hermosos…

-Si, tal vez sea eso…-interrumpió a Ginny.

Siguieron con la comida, intercambiando miradas cómplices, y frases románticas. Cuando la expresión de Harry cambió sobremanera, atrás de Ginny una mujer, unos años mayor que ellos, rubia y delgada, con una cabellera de envidia y con todo el estilo del mundo, se levantaba de su silla y volteaba a la mesa de los esposos. Harry estaba tan nervioso que empezó a temblar. Sabía que esa mujer era de armas tomar, no por nada era la editora en jefe más joven que la revista "Life in London". Si, Cate Richardson era una mujer capaz de todo por conseguir lo que quería y desgraciadamente quería a Harry. Se movió un poco incomodo en la silla.

-¿Harry te sientes bien?- preguntó Ginny preocupada por su esposo, pero la respuesta le llegó de golpe.

-Harry¡Que sorpresa verte por aquí!- dijo la mujer cuando estaba a un paso de él y le frotaba el brazo sugestivamente.

-Eh! Si…bueno, vine con mi familia a comer…Ginny…- volteó a ver a la pelirroja que para estas alturas ya estaba que echaba chispas- …ella es mi jefa, Cate Richardson, es la editora en jefe de la revista.- el pobre para estas alturas sudaba. Sabía que Ginny no le perdonaría tan fácil que hubiera omitido semejante detalle.

-Mucho gusto, Ginny Potter- y extendió su mano para saludar a la rubia. Cate respondió el saludo.

-El gusto es mió- dijo observando a los otros dos comensales en la mesa- Pero que preciosos bebes… ¡Harry no me habías dicho que tienes gemelos!- exclamó con todo el veneno posible. Inmediatamente Ginny vio con furia a su marido.

-Claro que si te había dicho, solo que seguro no me pusiste atención…ahora si nos disculpas, tenemos que irnos.- tomó a Sara y Ginny sacó a Benny de la sillita.

-Me dio gusto conocerte, Ginny- habló con una mueca desdeñosa.

-A mi más- contestó la pelirroja con desdén y sin decir más, los Potter se encaminaron hacia la caja para pagar.

Cuando Harry estaba sacando su cartera, Cate apareció de nuevo.

-Ah! Harry te quería decir que ya compré mi boleto de avión, y gracias por invitarte a tu exposición…- y se volteó con una sonrisa triunfal en la boca.

Subieron al auto, iban en completo silencio cuando por fin Harry se atrevió a hablar- Ginny, yo te juro que…

-No me jures nada…los niños están dormidos ya.- volteó a los asientos traseros para ver a sus bebés tranquilamente dormidos.- No quiero discutir aquí.- masculló sin ver a su esposo.

Harry sabía que no podía hacer ya nada. Ya en la casa trataría de arreglarlo.

Pero no contaba con que apenas acostaron a los bebés en sus cunas, Ginny salió como bólido de la habitación, bajó las escaleras y tomó las llaves del auto de Harry, aun no sabía manejar muy bien, pero a donde iba no podía ir con magia.

Manejo como pudo, pues siempre trataba de observar a Harry cuando él lo hacía. Llegó a un suburbio modesto de Surrey. Una vez, había estado ahí, pero afortunadamente tenía muy buena memoria y recordaba todo.

Se estacionó y bajó muy nerviosa. Nunca esperó hacer todo este teatro de nuevo, pero esa mujer la había desquiciado y tenía que asegurarse antes de maldecir a Harry. Llamó a la puerta.

La puerta se abrió. Y un hombre muy malhumorado la recibió.

-Buenas noches! Señor, buscaba a Nataly… ¿podré hablar con ella?

-¡Nataly!- gritó el señor- Te buscan…- no contestó al saludó y cerró de nuevo la puerta.

-Voy!- escuchó Ginny que gritaba y luego unos pasos en las escaleras.

La puerta se abrió de nuevo.

-¿Ginny¿Qué haces aquí?- preguntó una muy sorprendida Nataly.-¿Harry esta bien?

-El tonto de tu jefe esta bien, solo quería preguntarte acerca de Cate…

-¿Qué pasa con ella?- interrogó inocentemente, pues claro que sabía que esa estaba de arrastrada con su jefe.

-No te hagas Nataly…sé que Harry te aprecia mucho y yo también, eres una chica muy inteligente y de seguro habrás notado algo extraño en esa mujer…-habló con suspicacia Ginny.

-Claro que si, yo…no quiero…¿Que pasó?- dijo de pronto, antes de meter la pata.

-La encontramos en el restaurante al que fuimos en la tarde a comer y bueno…fue muy…

-¿Zorra?...esa mujer es así, con todos pero en especial con Harry, pero a mi me consta que él siempre la ha rechazado, nunca ha dado pie a nada de eso…-y visiblemente Ginny se empezaba a relajar, en cierta forma estaba casi segura de eso, solo tenía que confirmarlo.-…al contrario, trata de evitarla lo más que pueda…

-Y… ¿eso de que Harry la invitó a la exposición en Nueva York?- preguntó interrumpiendo a Nataly.

-Por supuesto que no, ella se invitó sola, si lo único que Harry esperaba era saber la fecha exacta para invitarte a ti…vamos Ginny, una mujer como tu no debería de flaquear por una pi…-se calló al recordar que estaba frente a la esposa de su jefe y aunque solo era unos cinco años menor que la pelirroja, no quería faltar al respeto-…bueno a alguien de esa clase.

Ginny quedó en silenció sopesando las palabras de la chica, Harry tenía razón y a veces era tan parecida a Luna.

-Gracias…-pudo pronunciar al fin-…siento haberte molestado con mis tontas inseguridades, pero es que ya había pasado por esto y bueno…la tal Cate es muy hermosa…y pues Harry es hombre…y eso natural en ellos…y tomando en cuenta que nuestra relación sex…-se calló pues ya estaba hablando de más.

-Te entiendo Ginny, pero no te preocupes, que yo voy a vigilarla para que no le se le ande ofreciendo a tu esposo…claro que un poco de magia sería de gran ayuda pero no tengo varita…- e hizo una cara de puchero. En verdad estaba frustrada que no fuera bruja.

-Aunque tuvieras varita, no podrías hacer magia si no tienes sangre de magos en tus venas…

-Lo se, Harry me lo ha explicado cientos de veces…

-No se como agradecerte…

-Tu esposo me dijo que eres excelente volando… ¿algún dia me llevarías en escoba?- pregunto con mucha esperanza.

-No…sería muy incomodo y no creo que una escoba nos aguante a las dos, pero…-y los ojos Nataly se abrieron despues de que casi se pone a llorar.-…en un hipogrifo si que se puede…eso yo lo arregló, te avisó cuando podamos dar una vuelta por los aires…- Ginny sonrió pues Nataly lo único que añoraba era tener una experiencia con magia.

-Gracias!- abrazó a la esposa de su jefe y sin soltarla le dijo- ya muero por subirme a ese hipocrito…

-Hipogrifo…ya me voy, que deje al pobre de Harry con los gemelos y Dobby no esta, no quiero ni pensar…oye y si te dejo el auto y mañana se lo llevas a Harry a la oficina… ¿sabes manejar verdad?

-Claro que si…no te preocupes, ahora vete…- la apremió Nataly

Las dos chicas se despidieron y luego Ginny caminó un poco, hasta encontrar un lugar seguro donde desaparecer.

Cuando Harry escuchó un estallido en la sala, bajo corriendo.

-Merlín! Gracias…estas bien…Ginny te juro que no es lo que piensas…yo no tengo…- dijo Harry corriendo a abrazar a su esposa y que ella le correspondió el abrazó, cosa que le sorprendió.

-¿Y que es lo que según tu, pienso yo?- le preguntó a punto de reírse, pero ya había decidido hacerlo sufrir un rato por no haberle contado nada de su jefa.

-Pues, no sé, que a lo mejor tengo algo con Cate…pero te juro por mis hijos que nada que ver…es más yo siempre huyo de ella, me escondo…si no me crees pregúntale a Nataly o a Chris, a ellos les consta…

-Pero haber negado a tus hijos…eso si no te lo perdono…

-Claro que no, eso es otra vil mentira de ella, si le dije que tenemos hijos…-pero algo de pronto no le cuadro. Según como conocía a Ginny, era seguro que por lo menos hubiera llorado algo, pero se veía perfecta, como si nada hubiera pasado.

-¿Qué pasa?-

-Nada…y dime ¿Qué le ofreciste a Nataly a cambio de la información?- preguntó astutamente, no por nada era todo un auror calificado.

-Un vuelo en hipogrifo…-y soltó la carcajada.-…oye! Eres bueno…

-Lo sabía, mira…no me voy a enojar por no confiar en mí, porque se que yo tampoco lo hice…debí haberte dicho que Cate me atosigaba, pero tenía miedo a que reaccionarás mal, y te prometo que te lo iba a decir…

-Esta bien, te creo, sólo una cosa…has todo lo posible para que esa…mujer no vaya a la exposición…

-Por supuesto, veré que puedo hacer…-y como en casi todas las peleas, siempre hay una reconciliación. Se besaron por varios minutos hasta quedar casi sin respiración.

Decidieron tomar el té antes de irse a dormir, pues ambos tenían mucho trabajo. Harry recordó que Ron no había llamado aún para los resultados de la investigación de Liz la candidata a niñera y decidió llamarlo, mientras Ginny preparaba el té.

-Ron?- dijo a través de la chimenea.

-Harry!- habló Hermione desde la cocina.- ahorita lo llamó, espera…RON! Harry te llama…-le gritó.

En seguida Ron bajó por las escaleras y se acercó a la chimenea. El chico ya estaba en pijama, a pesar de que eran apenas las ocho.

-Viejo! Ya te iba a llamar…acabo de llegar, pero primero me di un baño…- se calló porque vio que no le interesaba eso a Harry-…tengo los reportes de la investigación, pero no hubo nada, los padres salieron limpios y ella también…

-Ok, gracias amigo¿Cómo esta Hermione?- le pregunté porque tenía ya varios días que no la veía.

-Bien, ya casi lista para tomar su maternidad…por cierto, yo también tomaré algunos días, así que voy a necesitar que me cubras…será como en tres semanas…ya más cercano al parto…pero no le comentes a nadie- y fue bajando el tono de voz- porque es una sorpresa.

-Vale, no le diré a nadie…entonces me la saludas…y nos vemos mañana.

-Hasta mañana!- se despidió Ron y Harry desapareció de su chimenea.

-Dice tu hermano que ya investigó a Liz y a sus padres y todo salió bien- habló Harry mientras caminaba a la cocina para ayudarle a Ginny.

-Que bien! Mañana le mando una lechuza para avisarle y que se presente el lunes ¿no?

-ok, lo que tu digas…ya sabes que en esta casa tu eres la que manda.- y la abrazó por atrás en lo que la chica tomaba las tazas.

-Ya se me ocurrió quién puede cuidar a los gemelos mientras estamos en Nueva York…-dijo Ginny haciendo caso omiso al comentario de su esposo.

-¿Si¿En quién pensaste?- preguntó interesado.

-Mónica y Draco- contestó segura.

-¿Ellos?

-Si, mira…Hermione y Ron no pueden, es mucho trabajo para la pobre y no creo que mi hermano este preparado para semejante carga…pero Mónica es muy buena con los niños y bueno Draco en el fondo quiere a los bebes y si lo piensas bien, son nuestra única opción. Además, si lo piensas bien, son nuestra única opción.

-Tienes razón, mañana los invitamos a merendar y se los pedimos¿te parece?

-Por supuesto.

Se sentaron en el sofá, abrazados y tomaron el té.

Al otro día por la mañana Ginny sirvió el desayuno y despues se fue a su trabajo. Pero antes mandó a Hedwig para avisarles a Draco y su novia de la merienda. Harry como todos los días se quedó con los bebés, ayudado por Dobby mientras llegaba su suegra.

Harry despues de dejar a sus niños con la abuela, salió al centro comercial porque tenía que comprar los boletos de avión, pues aunque podían sin problemas irse en traslador o apareciéndose, pero como no quería dar explicaciones en el ministerio, prefirió la manera muggle de viajar. Compró los boletos de Ginny y el suyo, pero además compró uno para Nataly y otro para Chris, pues ellos eran una parte importante de su éxito como fotógrafo.

Llegó a la revista, pero desgraciadamente ahora si se topo con Cate que iba de salida a una junta.

-Harry! La suerte esta de mi lado hoy…que bueno que te veo.-y se acercó a saludarlo de beso en la mejilla.- Estás muy callado.- repuso al ver la cara de enfado del chico.- ¿acaso estas enojado conmigo?

-Por supuesto, aunque por fortuna, Ginny es una mujer muy inteligente y esta segura del amor que siento por ella, pero si yo fuera tú, tendría más cuidado con ella.

-No me da miedo, tú eres el hombre que quiero para mí, y no me importa…

-Pero tú no me interesas, así que hazme el favor de no meterte en mi familia…porque entonces te las tendrás que ver conmigo…-y se alejó prontamente un tanto alterado.

Cate en vez de enfurecerse, se empezó a reír, creía tontamente que Ginny era poca cosa para Harry, un hombre con tanta presencia, guapo, con una personalidad atrayente. Su asistente estaba sorprendida por la actitud de su jefa, no pensaba que fuera de las mujeres que están dispuestas a rogar si era necesario.

-Quiero que me investigues a la esposa de Harry…se llama Ginny, aunque no sé su apellido de soltera, pero tu puedes…lo quiero antes del medio día, cuando regresé.- su asistente asintió un poco inconforme, pero ya estaba acostumbrada a encargos casi imposibles.

Harry subió a su oficina y como ya era costumbre ya estaban sus asistentes Nataly y Chris.

-Buenos días chicos!- saludó llegando a su escritorio.

-¡Hola Harry!- contestaron el saludo ambos al mismo tiempo.

-¿Que tienen que hacer en quince días?- preguntó haciéndose el serio.

-Pues, yo en realidad nada, mi vida es un asco…fuera del trabajo, por supuesto- repuso Chris, haciendo cara de fuchi.

Harry volteó a ver a Nataly- Yo en realidad tengo mi agenda súper ocupada…no sabes, tengo una fila de chicos esperando por una cita…- contestó la chica irónicamente.

-Oh! Entonces creo que sólo Chris podrá ir conmigo a Nueva York- y sacó el boleto de avión.

-¡Estas loco! Claro que puedo, no notaste la ironía en mis palabras…yo también voy…- Harry sacó el otro boleto y la chica abrió los ojos sorprendida. En realidad su jefe siempre tenía detalles muy lindos para con ellos.

-¡Que bueno! Por un momento pensé que tenía que devolver este boleto…sería un gran placer que me acompañaran a la exposición, despues de todo, ustedes son parte de esto…

-Gracias a ti por llevarnos…-masculló Chris.

-De nada, ahora vamos a trabajar ¿sale? Al rato es la junta de edición y necesito las fotos para la revista.

Mientras tanto en San Mungo

Ginny le contaba a Hermione el suceso del día anterior.

-Entonces esa bruja se atrevió a…-y se callaba para asimilarlo-…maldita mujer! Pero Harry le puso un alto…

-En ese momento no…pero espero que lo haya hecho hoy…aunque no creo que pueda hacer mucho si la mujer es su jefa…

-Oye, pero eso puede ser acoso sexual… ¡la puede demandar!- dijo Hermione muy segura y enojada pues odiaba que las mujeres fueran así.

-¿Qué es demandar?- preguntó Ginny, pues esos términos legales muggles no los conocía.

-Demandar es…cuando pides a un juez que…-no sabía como explicarle de la manera más sencilla a su cuñada-…verifique que una persona esta cometiendo un delito…y si lo comprueban pueden hacer que lo pague con una multa o con la cárcel…

-Ah! Y Harry sabrá eso?- le preguntó de nuevo, pues le gusto la idea de demandar a la mujer.

-Seguramente, pero a lo mejor no tiene las suficientes pruebas para demostrar…bueno, mejor dejemos eso porque no vamos a llegar a nada, mejor dime¿Cómo esta eso de la exposición de Harry?

Ginny le contó todo, como es que Harry había logrado que reconocieran su trabajo, la invitación que le hizo para que fueran juntos a Nueva York y lo de la niñera.

-Entonces¿no te vas a llevar a los gemelos?- dijo Hermione

-No, había pensado en ustedes para que me los cuidaran…- y la castaña abrió los ojos con cierto temor-…pero sé que es mucho trabajo para ti, ahora que estas a punto de dar a luz, por eso- añadió- y como mis padres se irán a un crucero que les regalaron Bill y Fleur, así que pensé en Draco…

-Nooo!- masculló sorprendida Hermione e interrumpiendo a su cuñada.

-Y Mónica- terminó haciendo caso omiso a la interrupción.- ella es muy buena con Sara y Benny y a Draco le hace falta un empujoncito para que ya se anime y se lo proponga a su novia.

-No le guardas nadita de rencor¿verdad?

-A Draco?- le pregunto y la castaña asintió- No, para nada, yo sé que a veces las personas hacen locuras por amor y Draco no midió las consecuencias de sus actos, pero afortunadamente recapacitó, además le salvó la vida a Harry, y por eso le voy a estar eternamente agradecida.- y suspiró.

-Si tú lo dices- dijo no muy convencida, a pesar de que ya trataba a Draco, ella sabía que en el fondo el rubio no se comprometía con Mónica porque aun amaba a su amiga.

-Claro, bueno y a parte para esos días, cuando Harry y yo no vayamos a Nueva York ya Liz estará trabajando para nosotros y les podrá echar la mano.

En ese momento, entró una enfermera al consultorio de Hermione.

-Sanadora Granger, uno de sus pacientes tiene mucha fiebre¿lo puede revisar?

-¿Quién es?- preguntó levantándose con mucho trabajo de su asiento.

-El paciente muggle…David Gra…

-Eh! Ya voy para allá…-interrumpió a su enfermera lanzándole una mirada reprobatoria.

-¿Qué¿Está aquí David y no me lo dijiste?- explotó Ginny apuntándole con un dedo a su cuñada.- ¿Qué le paso?

-No te enojes…mira para empezar, aun no sabemos que fue lo que pasó, pero esta bien…y lo peor es que no sé como pero recordó el lugar y ha preguntado por ti…-y Ginny entendió porque no le avisó y decidió que tal vez fue lo mejor-…tu estas muy bien con Harry y él quería algo contigo, así que…

-No te preocupes…yo…tienes razón, fue lo mejor que no me avisarás…ahora, si quieres te acompaño y luego me voy a dar mi ronda…

Ginny ayudó a su cuñada a llegar hasta el cuarto de David, pero antes de que Hermione entrará, y la pelirroja se retirará…

-Ginny, discúlpame…sé que esa decisión la debiste tomar tu, pero pensé que no querías saber de él…

-No te preocupes Herms, no quiero tener ningún tipo de problema con Harry por esto. Ya me voy, tengo trabajo que hacer…

En la oficina de "Life in London"

-¿Ya tienes lo que te pedí?- preguntó Cate a su asistente.

-Si y no. No tengo registro alguno de la esposa de Harry, lo único que averigüé es que su nombre de soltera es Ginny Weasley.

-Ah¿Y no hay nada de ella¿Registro de alguna escuela?-la secretaria negaba con la cabeza- ¿licencia de conducir?- volvió a negar- ósea que prácticamente no existe…eso es muy raro…ya encontraré algo…y te juro que la voy a quitar de mi camino.- y soltó una fría carcajada, digna de Lord Voldemort.

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