"Dean ¿Por qué estas haciendo esto? Dímelo sinceramente, porque creo que empiezo a conocerte y no se, no creo que seas de los que te buscas una casa y te estableces a vivir con tu familia."
"Ese es problema, que nunca he tenido una familia con la que establecerme y ahora apareces tu, cuidas de mi y no se, estoy confuso… bueno en realidad no lo estoy, se muy bien lo que quiero y tu también lo sabes."
Dean dio un paso hacia el profesor y apretó su mano con fuerza para atraerlo hacia él.
"Chicos, que hacéis ahí, vamos, podemos volver a casa." Sam se quedó parado en la puerta de la habitación, mirando una escena que nunca hubiera creído posible conociendo a su hermano. "Dean…"
"Un momento Sam." El menor de los hermanos se retiró al ver como su hermano lo fulminaba con la mirada. "Profesor, estamos a punto de regresar a casa y mi hermano y yo podemos seguir nuestra vida y tu la tuya. No hay problema, no pasa nada, pero necesito saber que es lo que quieres tu."
"¿De verdad crees que esto tiene algún sentido? ¿Crees que tu y yo podemos tener algo más que una bonita amistad?" Dean se acercó más al profesor, rodeó su cintura con una mano y le besó apasionadamente.
"No tengo ni la menor idea, si tenemos algún futuro, si duraremos juntos más de dos meses o toda la vida, pero… yo no se tu, pero me gustaría intentarlo." Mohinder sonrió y le devolvió el beso.
"¿Necesitáis un cazador más? O al menos una mente inquieta que esté dispuesto a estudiar todas las criaturas a las que cazáis."
Dean levanto la voz, para que su hermano escuchar sin ningún problema lo que estaba a punto de decir. "Supongo que alguien tendrá que enseñarme como dominar mis poderes, y bueno teniendo en cuenta que una pequeña animadora, vendrá seguramente con nosotros, no creo que haya ningún problema en tener a alguien más en el Impala." Desde el pasillo, Sam sonrió agradecido por lo que Dean acababa de decir.
"¿Tienes un Impala? Me encantan los coches." Los dos sonrieron y un momento más tarde salieron de la habitación. Dean le hizo un gesto a su hermano y los tres hombres fueron al encuentro de sus compañeros.
Los dos Winchester del futuro estaban allí, observando como se preparaban para marcharse y lo que Hiro le decía a Sam que tenía que hacer para prepararse para saltar en el tiempo.
"Las cosas se van a poner muy difíciles para todos en los próximos años." Dijo el Dean del futuro.
"Entonces tendremos cuidado, aunque si tenemos gente que nos ayuda…" Dean miró a Mohinder y sonrió. "Será mejor que nos marchemos, creo que ya he visto bastante de este futuro que no me gusta nada y me gustaría empezar a cambiarlo ya."
"Poneros todos juntos." Dijo Hiro a sus compañeros. "Daros la mano y cerrar los ojos. ¿Sam estás preparado?" El menor de los hermanos asintió en silencio, aunque no estaba muy seguro de lo que estaban a punto de hacer, no sabía como había viajado al pasado en un primer momento, como para ahora hacer realmente aquello.
"A la cuenta de tres volveremos a casa."
Nadie dijo nada al respecto, pero todos desearon que las palabras de Hiro fueran verdad, pues a nadie le gustaba lo que estaba viendo, nadie quería que ese futuro se hiciera realidad. Todos estaban dispuesto a cambiarlo de alguna forma, aunque no sabrían si lo habían conseguido, hasta que fuera, tal vez, demasiado tarde.
Todos notaron al mismo tiempo que el estómago se les daba la vuelta, y que el suelo desaparecía debajo de sus pies. Claire agarró con fuerza la mano de Sam, como si al soltarse pudiera perderlo para siempre. Sam por su parte, se estremeció, sentía como la energía que estaba usando con sus nuevos poderes, estuviera saliendo de su cuerpo y le estuviera agotando poco a poco.
"Dean." El mayor de los hermanos abrió los ojos y se encontró con Mohinder delante de él, sonriente. Dean estaba sentado en el suelo, en una sala que recordaba muy lejana, pero que pertenecía al apartamento de Mohinder, era su cuarto de estar. "¿Estás bien?"
"Si, pero se puedo saber que hacemos aquí y donde está Sam." Mohinder ayudó a Dean ponerse en pie y le dio un beso. "¿Y eso?"
"Hemos pasado por mucho estos días y quiero que sepas que estoy dispuesto a tener una auténtica relación contigo. Aunque dure dos días, dos meses, lo que sea, no me importa."
"No me parece un mal plan, pero ahora necesito encontrar a mi hermano, aquí todavía está Sylar y si…"
"Creo que esto lo ha hecho Sam Winchester." Hiro apareció en el salón, mientras se colocaba bien la ropa. "Es parte de sus poderes, si no me equivoco nos ha devuelto a todos al lugar en el que estábamos antes de marcharnos."
"Entonces Sam estará con Claire en la organización." Antes de que pudiera decir algo más, su teléfono comenzó a sonar. "¿Sam?"
"Dean menos mal que estáis bien, cuando hemos despertado no te he visto y pensé lo peor."
"Tranquilo hermanito estamos bien."
"Dean, entonces ahora ¿vamos a ser uno más en el Impala?"
Dean miró a Mohinder y como si el profesor hubiera comprendido las palabras de Sam, asintió sonriente. Estaba dispuesto a cambiar de aires, necesitaba una vida nueva y sobretodo quería estar con el hombre del que se había enamorado.
"¿Y que hay de Claire? Creía que le dirías que viniera con nosotros." Hubo un silencio, ante el que Dean decidió que era mejor dejarlo estar. "Nos vemos ahora mismo, vamos para allá."
- o -
"¿Se puede saber a que ha venido eso?" Dijo Claire enfadada. "Se suponía que tu y yo estábamos juntos en esto. Quiero ir contigo, quiero conocer el mundo y quiero que me descubras todo lo que se esconde en la oscuridad, quiero cazar contigo."
"No, no quieres." Dijo Sam con frialdad, sin quitar la vista de encima a Claire.
"¿Cómo que no quiero? Claro que quiero, quiero estar contigo, quiero que estamos juntos porque te quiero."
"Precisamente y ya has visto lo que pasará en el futuro. Tu quieres formar una familia conmigo y tarde o temprano me dirás que tengo que dejar la caza, porque quieres tener niños conmigo." Aunque no lo fuera a decir nunca, Sam también quería eso, pero tal y como estaban las cosas con los demonios y otras criaturas similares, no se podía arriesgar a dejarlo todo ahora, a perder a Claire y sobretodo volver a defraudar a Dean.
"Entonces eso ¿Qué quiere decir?"
"Lo siento Claire, pero no podemos seguir con esto sin hacer daño a todo el mundo y a nosotros mismos. Has visto lo que pasará, has visto en lo que nos vamos a convertir y no quiero que dejes de ser nunca la Claire de la que me he enamorado."
"Pero no quiero perderte." Dijo Claire entre lágrimas.
"Nunca me vas a perder, siempre que me necesites estaré aquí por ti, pero no puede ser más que eso. No si queremos evitar ese futuro que tanto miedo nos ha dado."
"Pero Sam…"
"Lo siento, además creo que sabes que tengo razón." Le dio un beso, un último beso que pudiera guardar con él para siempre, para recordar siempre a aquella chica tan especial. Claire no contestó mientras el muchacho salía de la habitación.
Ella le siguió, le llamó, pero Sam no se dio la vuelta, si la miraba una vez más, entonces no podría dejarla ir, no podría alejarse de ella. Mientras caminaban por el pasillo, unas sombras aparecieron al fondo y Claire las reconoció en seguida. Pasó de largo de Sam y se lanzó a los brazos de Nathan, que apenas pudo sostenerla.
"Cuidado, no he comido muy bien estos días y no tengo todas mis fuerzas conmigo."
"¿Estás bien? Dios mío, Nathan, pensábamos que estabas… bueno ya sabes que Sylar te había…"
"Lo se, yo también creía que era su plan, pero cuando vi aparecer a Peter, nunca me había alegrado tanto de verte. ¿Cómo supisteís que estaba allí?"
Peter y Bennett se miraron y sonrieron. "Bueno supongo que amenazar a Sylar con que habíamos encontrado una forma de quitar los poderes y hacer que la gente fuera normal otra vez, le asustó." Dijo finalmente Bennett.
"¿Y donde está ahora Sylar?"
"Desapareció. Justo cuando encontré a Nathan. Estaba demasiado preocupado por ti, no tenías buen aspecto. Lo siento, aunque supongo que nos lo volveremos a encontrar, no se lo que tiene planeado pero…"
"Peter por favor no pienses en eso ahora. Todos estamos bien, que es lo único importante."
"Hablando de eso ¿Dónde está Sam?" Preguntó Bennett mirando a su alrededor. "Me gustaría darle las gracias por haberte traído de vuelta sana y salva."
Claire se dio la vuelta, pero Sam ya no estaba allí.
"Dean podrías venir a buscarme, acabo de salir de la organización y me gustaría marcharme de aquí cuanto antes." Sam colgó el teléfono y por un momento miró atrás, en cierta forma tenía esperanza de ver a Claire aparecer y rogarle que no se marchara. No estaba seguro cual hubiera sido su respuesta, pero había tomado una decisión, el destino de todo el mundo, era mucho más importante que el suyo propio.