Tras los muros

Bueno, la ultima parte aquí esta… se que me tarde pero tuve otras cosas que hacer… me entretuve viendo unas series de anime, también tuve unas serie de crisis con como continuar la historia …. Pido disculpas por la gran demora… Como pequeño adelanto, continua la historia por parte de Sora cuando Yamato la va a buscar la primera vez… lo que sucede con Hikari después del castigo, y la historia de los hermanos Ishida…. Espero no confundir :S

Capítulo 8. Historias de Amor y Desamor. Parte IV

Sin despedirse de ella dio media vuelta y procede a irse, Sora se queda inmóvil ante esa reacción de su amado… una parte de ella quería ese beso pero la otra parte no dejo de proyectarle los posibles castigos que Hibiya-sensei le pondría si se llegaba a enterar…

Pero porque habría de enterarse - decía con lágrimas recorriendo sus mejillas - … si me lo hubiera pedido… me habría ido con él o caso hubiera hecho algo parecido a lo de hace un momento… - se hinca en el piso y comienza a llorar - Yamato…. Si quiero ser tu novia!

Sora se queda unos segundos arrodillada, golpeando el piso hasta que su manos le empiezan a doler – No cabe duda… soy una tonta – Sora se levanta y cierra la puerta del balcón, se recuesta en su cama, y después de tanto llorar se queda pensado en qué habría pasado si ese beso se hubiera completado…

Una alarma comienza a sonar en la habitación, indicaba la hora de levantarse y de prepararse para asistir a la clase

¿Acaso no habré dormido nada? – se preguntaba Sora, al mismo tiempo que se levantaba de la cama – La visita de Yamato… quizá fue un sueño – dirige su mirada hacia su almohada, coloca sus dedos sobre la misma – Esta húmeda… - habrán sido mis lágrimas, seguro – pensó por un momento

Buenos días Sora – Mimi gritó de alegría, con lo que provocó que Sora se asustara - ¿Qué tal dormiste?

Mimi, me asustaste – le dijo en un tono que expresaba algo de molestia

Sora, relájate. Estamos apunto de terminar éste periodo escolar y pronto saldremos de aquí, deberías estar más tranquila. Antes de que se me olvide – comienza a cambiarse de ropa – recuerdas que te dije que tenía una idea no?

Eso dijiste ayer…

Pues que te parece si le dejas una carta, cerca del lugar donde se encontraron, definitivamente volverá, recuerda nuestra apuesta… – decía con una gran sonrisa

Nunca se me habría ocurrido, pero… ¿crees que la reciba? – dijo preocupada

S – O – R – A… pero que pesimista te has vuelto en éstos dos días, tu sólo hazlo y no pierdas la esperanza – Mimi se acerca a Sora y la toma de las manos – Si crees que vendrá, si crees que él es el indicado entonces, nada ni nadie los podrá separar

Mimi… - las lágrimas comenzaron a brotar de nuevo de sus ojos – muchas gracias amiga – se abrazaron como si fueran hermanas… el momento se interrumpió con unos golpeteos en la puerta, indicando que se apresurarán

Sora, date prisa… te espero en el comedor. Se fuerte!

Sora solo asintió, secó un poco sus lágrimas y empieza a cambiarse de ropa. No demora mucho y sale corriendo de la habitación para no llegar tarde a la hora del desayuno, baja las escaleras y ya está a punto de llegar

Takenouchi! ¿Qué hace corriendo por los pasillos?, sabe que está prohibido – Hibiya-sensei le dijo

Lo- lo lamento, es que… ya era tarde y…

No me de excusas… - Sora empezó a caminar para entrar al comedor, justo antes de abrir la puerta Hibiya-sensei la detuvo nuevamente – Una cosa más… ¿cuál es la hora para apagar las luces?

Sora se sorprende por la pregunta y comienza a ponerse nerviosa – A… a las diez de la noche…

- Acaso… se dio cuenta de que prendí la luz… peor aún... habrá visto a Yamato – pensaba Sora

Ya veo… y por que la luz de su habitación se encontraba prendida casi a las 4 de la mañana

Sora se quedó pasmada, no podía pronunciar bien las palabras – Es que yo…– empieza a dar media vuelta para quedar de frente a Hibiya-sensei, pudo notar que traía consigo varias hojas que parecían unos exámenes – No podía dormir por el examen que tenemos en la tarde, estaba muy nerviosa porque me sentía algo insegura, me levante a repasar un poco más, eso fue todo….

Usted es una buena estudiante, me alegro que llegue hasta ese punto por buenas notas, aunque no logro comprender porque esa inseguridad, además confío en que no haya molestado a su compañera de cuarto. La veo en clase – Hibiya-sensei sigue con su camino y sube las escaleras. Sora se siente aliviada y entra al comedor, en cuanto entró, Mimi ya le estaba haciendo señas de que fuera con ella, Hikari y Miyako ya estaban en la mesa.

A los pocos segundos que Sora entró, una especie de timbre sonó y una chica empezó a golpear la puerta. Una de las profesoras se acerca a la puerta y empieza a negar con la cabeza – Hay que llegar a tiempo la próxima vez – fue lo único que dijo

Otra chica que se queda sin desayuno – fue lo que pensó Sora

Una vez que se termina el desayuno, todas las chicas levantan sus platos y salen del comedor en perfecto orden y en filas. Cada chica se dirige a las escaleras y entra a su respectivo salón de clases.

Sora no se podía concentrar en ninguna de sus clases, fingía que ponía atención pero solo divagaba… el encuentro de esa noche no lo podía sacar de su mente y pensaba en lo que pudo haber pasado de haberse besado, una de las tantas cosas que pensaba era haberse ido con él, no pensó en su madre ni su padre, solo se veía completamente feliz, otra cosa que pensaba, era que se besaban hasta el amanecer y él decía que iba a regresar por ella, una cosa más paso por su mente… que ambos pasaban lo noche juntos… pero de cierta forma tenía miedo, todas sus fantasías terminaban en que Hibiya-sensei y otros profesores la descubrían, la alejaban de Yamato y a ella la llevaban a la misma habitación que Riku… en la cual ella nunca iba a salir

Llegó la hora del descanso, Sora se quedó en el salón, sacó una libreta muy "kawaii", la cual era de color rosa, con varios corazones de diferentes tamaños en las orillas, perfecta para una carta de amor.

Cuando compré esta libreta… no creí usarla tan pronto ni de esta forma – una sonrisa se formaba en su rostro – Bueno empecemos a escribir…

Sora se dispuso a escribir sus sentimientos hacia Yamato, las ideas y pensamientos fluían de manera tan natural que sentía como si estuviera frente a él… Con cada palabra que escribía, una gran sonrisa se formaba en su rostro y fantaseaba con una vida al lado de él. Al mismo tiempo se culpaba por esa noche, debió de haberlo besado y no se sentiría de esa forma, debió haberse olvidado de Hibiya-sensei y el posible castigo que le hubiera dado si se llegaba a enterar, dejó aun lado esos pensamientos que solo la hacían mas sentir culpable y se concentró de nuevo en la carta, no tardó mucho en terminar de escribirla, al terminar, dobló la carta para ponerla en un sobre, en el cual escribió el nombre de Yamato – creo que se vería mas romántico, si dibujo un corazón a lado de su nombre – Sora, solo sonrió. Salió al patio para subir de nuevo el árbol dónde se encontró por primera vez con Yamato, se aseguró que ningún profesor la estuviera observando, solo estaba Riku cerca de ahí pero no le dio mucha importancia y comenzó a trepar el árbol.

Es casi la misma hora en la que nos encontramos ayer, confío en que la pueda ver – se acercó lo más que pudo al muro para dejar caer el sobre de forma que fuera fácilmente visible – ¡ahí va! Será mejor que ya baje, no quiero tener inconvenientes – al momento de comenzar a bajar alcanzó a ver donde se encontraban Mimi y Miyako – Ah! Ya vi a Mimi… también está Miyako, pero no veo a Hikari… mmmm que raro

Sora termina de bajar por el árbol y se dirige con sus amigas, pero al llegar con ellas se sorprende de lo que escuchó

Y luego el joven le decía a Sora que no había dejado de pensar en ella, y Sora le preguntaba que si era de verdad – Mimi estaba muy emocionada contando a Miyako lo que según ella había soñado

Y luego que mas Mimi – Miyako estaba fascinada con lo que le platicaba Mimi

Mimi! Pero que estás diciendo – Sora pregunta sorprendida y algo roja

Sora, que bueno que ya llegaste. Solo le contaba a Miyako sobre lo que soñé en la noche, fue un encuentro entre tu y tu amor… el vino en la noche a buscarte

Fue algo así como… cuando el príncipe va en busca de su princesa que esta cautiva en el castillo y tiene que rescatarla de la horrible bruja que la encerró – Miyako decía con gran ilusión

No puedo creer que Mimi haya escuchado toda la conversación, y yo que creía que estaba completamente dormida – pensaba Sora – Miren, ahí viene Hikari

Hikari llega por fin con Sora, Mimi y Miyako pero justo cuando llega es hora de entrar a clases de nuevo

Moooooo Hikari, donde estabas – le pregunta un poco molesta Miyako – te fuiste por mas de 30 minutos!

Creímos que te había tragrado la tierra – dijo Mimi con una sonrisa – Bueno no importa, vayamos todas adentro…

Pasaron otras dos clases… Sora estaba demasiado preocupada, seguía preguntándose si Yamato ya había encontrado la carta o al menos alguien se la haría llegar, también si había alguien que estuviera de guardia y la delataba… como firmó la carta con su nombre, un sin fin de cosas pasaban por su cabeza

La última clase que Sora tenía era física, además tenía que hacer el examen con Hibiya-sensei, todas las compañeras estaban muy nerviosas y preocupadas, era una de las materias más difíciles y para colmo ella la complicaba más, poniendo problemas cada vez más y más difíciles, solo unas pocas chicas lograban pasar esos exámenes y Sora era una de ellas

Muy bien señoritas – al entrar Hibiya-sensei un silencio se apoderó de la clase – creo que todas conocen el procedimiento, separen sus sillas y quiero que este silencio permanezca las próximas 2 horas

Las chicas obedecieron al momento y en unos segundos estaban listas para comenzar, cada examen constaba de 3 hojas, escritas por ambos lados y llenas de preguntas de teoría y problemas con alto grado de dificultad.

Al llegar el examen a manos de Sora su mente se puso en blanco y por un momento ni de su nombre se acordaba, tenía mucha tensión por lo ocurrido con Mimi, sus pensamientos se desvanecieron con una llamada de atención

Señorita Takenouchi, llevamos 15 minutos de examen y no veo que haya escrito nada, que le sucede – Hibiya-sensei se preguntaba extrañada

Ah! En serio… no me di cuenta – dijo nerviosa – ya… voy a empezar con el examen

Por más que leía y leía las preguntas no lograba responder ninguna, su mente estaba en blanco y no tenía idea de qué responder, no recordaba absolutamente nada de lo que había estudiado…. Así se la pasó la primera hora y media, hasta que Hibiya-sensei habló de nuevo

Señoritas… tienen media hora vayan revisando sus respuestas, que hoy mismo les califico

Sora se resigno y empezó a poner números a lo tonto y palabras sin mucha relación en sus respuestas. Los treinta minutos se pasaron muy rápido, Hibiya-sensei pidió que le entregaran los exámenes

Quiero que tomen esto como un examen de prueba para el final, el cual será del mismo estilo, solo que tendrá todos los temas que vimos en clase, les recomiendo que estudien mucho. Ahora mismo empezaré a calificar, ya que por la noche tengo castigos que cumplir y necesitan sus calificaciones el día de hoy… aunque a simple vista puedo ver – comenzó a revisar rápidamente los exámenes – que… en esta ocasión nadie va a pasar esta vez. Tomen asiento les hablaré cuando esté calificado su examen

Todas las chicas se sorprendieron por la forma en que calificaba, con la simple vista deducía si estaba bien o mal, y en su mano derecha tenía la pluma roja que movía de un lado a otro, como si esperara a colocar una marca que indicara que la pregunta se encontraba correcta. El turno de Sora llegó, y la mirada de Hibiya-sensei indicaba molestia y decepción

Señorita Takenouchi, debo admitir que este resultado no me deja nada contenta. – la pluma de Hibiya-sensei dejó abruptamente de moverse – Usted es una de las mejores en esta materia, pero veo que eso no será más

Sora solo tenía una cara de tristeza y preocupación, pero no por el examen sino de no saber si Yamato ya tenía en sus manos la carta.

Aunque un cero se vea horrible en sus calificaciones, le pondré un 10 de 100, ya que la calificación más baja que podemos poner es 10 – dijo de forma fría – Ya puede irse… será mejor que se prepare más para el final

Sora asiente y se va fuera del salón, Mimi ya se encontraba esperándola

Y… ¿qué tal te fue en el examen? – preguntó Mimi entusiasmada

Mal… técnicamente saque un cero, pero me pondrá 10 – dijo indiferente

Pero Sora, acaso tú… ¿no estudiaste lo suficiente?

Lo olvidé todo, solo podía pensar si Yamato ya había recibido la carta… - suspiró

Mimi! Sora! – gritaban desde el pasillo

Miyako, ¿qué sucede? – preguntó Mimi

No… han visto a Hikari, hace un rato la vi afuera con Hibiya-sensei y…

Mimi y Sora intercambiaron miradas como si supieran que había pasado y recordaron lo que Hibiya-sensei dijo durante el examen:

"…ya que por la noche tengo castigos que cumplir"…

Miyako… probablemente castiguen a Hikari – dijo Sora en tono triste

Aunque podría ser nada – dijo Mimi tratando de tranquilizarla un poco

Podría ir a preguntarle… - dijo Miyako

No lo hagas! – Sora y Mimi gritaron

Podría ser peor para ella – murmuró Mimi

Porque no la esperas en la habitación Miyako, tiene que regresar – dijo Sora con una pequeña sonrisa

Está bien… la iré a esperar a la habitación – dijo Miyako resignada y dirigiéndose hacia las escaleras

¿Qué crees que haya pasado Sora?

No lo sé Mimi, no lo sé….

Se me olvidaba, Sora tengo que ir por unos libros, ¿nos vemos en la habitación? – Mimi preguntó sonriendo

Por supuesto….

Mimi se dirige a la biblioteca y Sora comienza a caminar cerca de las ventanas, con una mirada que se perdía en el cielo. No podía dejar de preocuparse por quien llegara a encontrar la carta, si se llegaran a enterar de ese pequeño romance. Una voz la hace despertar de estado…

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

En un lugar no muy lejos de ahí…

Daisuke se va a su casa, no sin antes tomar unas galletas para el camino; mientras tanto Yamato y Takeru ya llevaban un rato caminando…

Hermano, que fue lo que te sucedió… a pesar de que tu y Taichi se estaban peleando se qué el nunca te dejaría en un estado así – le preguntó algo preocupado

No te preocupes Takeru, tienes razón, no fue Taichi – una ligera sonrisa se forma en su rostro – es… una larga historia, pero llegando a casa te la contaré. Cambiando de tema, ¿no me puedo imaginar como Taichi me hubiera convencido de hacer lo que tú hiciste? – dijo sonriendo

Pues él dijo que sabía algo de ti, que si no querías que lo contara a toda la escuela lo tendrías que hacer, se le veía muy seguro

Mmmmmm supongo que se refería a eso…

Supongo que a eso se refería….

¿De que se trata hermano?

Yamato sonríe – lo siento Takeru pero eso si no puedo decírtelo…

Hermano eres malo – pone una carita de niño enojado

Yamato sigue sonriendo y mete su mano dentro de la chamarra que llevaba y aprieta suavemente la carta que seguramente era de su amada Sora…

Takeru… ¿no tienes hambre? ¿quieres algo de comer?

Por que lo dices hermano…. – preguntó muy extrañado

Una sonrisa se forma en el rostro de Yamato – lo que pasa es que las galletas de Taichi han perdido su efecto y me muero de hambre…. – Yamato termina por acabar riendo como loco

Hermano… - Takeru se averguenza de la risa de su hermano y mira rápidamente a todos lados para buscar un lugar en donde pueda comer algo… - mira hermano! Allá podrás comer

El lugar era una pequeña tienda donde vendían comida rápida

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

Takenouchi-san, ¿le preocupa algo? – preguntó Kimura-sensei – Se nota algo triste – dijo nostálgica

Kimura-sensei… – Sora se vió algo sorprendida – es que… yo… reprobé el examen de física de Hibiya-sensei

Pero eso no es todo, verdad – Kimura-sensei mostró una amable sonrisa – ¿necesita hablar con alguien? Ya sabe que cualquier cosa que se diga en mi oficina, ahí se queda… no importa lo que sea

Etsuko Kimura era la psicóloga de la escuela, además era la profesora que todas las alumnas querían, (por no decir la única). Las alumnas la querían como si fuera su madre o incluso como una hermana mayor, hablaba con ellas, escuchaba sus problemas y les daba consejos. Normalmente las chicas iban con ella cuando ya podían soportar estar encerradas, cuando extrañaban a sus hermanos o primos, las más grandes de aquel amor que dejaron atrás y no se diga aquellas chicas que temían nunca poder amar o no encontrar al hombre de su vida y ser felices

De acuerdo…. – murmuró Sora

Ambas se dirigieron hacia la oficina de Kimura-sensei, como era la última oficina debían pasar por la de Hibiya-sensei, y ella siempre mantenía abierta la puerta para ver quien pasaba…

Etsuko-san…. Puedes venir un momento - le dijo Hibiya-sensei desde su oficina

Kimura-sensei se acerca a Sora y le murmura – no te preocupes Sora-san, que yo me encargo… espérame en mi oficina – Sora asiente y sigue por aquel largo pasillo de las oficinas de los maestros, Kimura-sensei entra a la oficina de Hibiya-sensei

Y ahora que quieres Nami-san…

Simple curiosidad… Takenouchi-san ya te dijo lo del examen, por lo que veo…..

Si así es… anda algo preocupada por su calificación y creo que puedo ayudarla a que se tranquilice y recupere su confianza…

Tal vez… pero creo que hay algo más… ¿o no lo crees? Etsuko – la mirada de Hibiya-sensei se torna muy fría y dirige su vista fijamente a Kimura-sensei – no conozco a nadie que haya sacado cero en un examen

Eso no es mi asunto – Kimura-sensei también la mira fijamente, con una mirada muy seria y desafiante – yo quiero mucho a mis alumnas y las ayudaré mientras este en mis manos, así que discúlpame, me están esperando. – Kimura-sensei sale de la oficina y va a la de ella, donde se encontraba Sora con unos dulces en la mano que había tomado del escritorio de Kimura-sensei

Perdona si me tarde, Sora-san – cierra la puerta

No se… mmm quiero decir, no te preocupes Etsuko-san – Sora se sonroja un poco…

Y bien… qué es lo que ha pasado, anda cuéntame – dijo con una sonrisa

Es que… yo… he conocido a un joven y… nos hemos enamorado…. – Sora desvió su mirada

Kimura-sensei se quedó con la boca abierta, no podía creer lo que escuchó – Y… como fue que se conocieron…. ¿Cuándo fue? – le preguntó de una manera cálida y tranquilizante

Pues… - Sora jugaba con la manga de la blusa que llevaba – a… ayer

Etsuko casi se cae de la silla – Sora-san, me dejas sorprendida y un tanto preocupada. – Etsuko-san coloca su mano en su cara, se pone algo preocupada – Y… ¿Cómo se encontraron? Digo, tú no puedes salir y ellos no pueden entrar… entonces como fue…

Sora le empieza a platicar la historia de su encuentro con Yamato, de la extraña sensación que tuvo al pasar cerca del muro y la tentación de subir al árbol. Del encuentro tan mágico, como de un cuento de hadas que tuvo con Yamato… la visita inesperada que tuvo esa misma noche, al mismo tiempo del error tan grande que cometió al no decirle nada a Yamato sobre sus sentimientos y de que se sentía culpable que se haya ido de esa forma tan fría y dolorosa. Por último de la carta que había dejado cerca del árbol que guardaba el secreto de su encuentro

Sora-san, ahora si me has dejado sin palabras… - Sora se preocupo un poco – Mmmmmm como amiga solo te puedo decir que tengas mucho cuidado, lo digo principalmente por Nami-san. ¿Sabes? Ella cree que hay algo más detrás de esta platica, que no solo fue por tu examen… creo que estaría mal decirte que olvidaras al muchacho, ya que parece que va muy en serio…pero como tu maestra, debo insistir en que lo hagas, en unos pocos años saldrás de aquí y estoy segura de que él también y entonces ya podrán estar juntos. ¿No crees que las cosas, se deben hacer bien? – Etsuko-san dijo con una cálida y tierna sonrisa

Si….. creo que si…. Se me olvidaba, Mimi! – al final dijo apurada – Kimura-sensei, gracias, estoy más tranquila ya. Con permiso – Sora sale de la oficina y se dirije hacia su habitación, ni siquiera voltea hacia la oficina de Hibiya-sensei, simplemente sigue su camino

Pequeña Sora….. ánimo – murmuró Etsuko-san

Cuando Sora llega a la habitación Mimi la estaba esperando en su cama, estaba molesta ya que se había tardado más de dos hora…

Mimi perdona yo… - Sora no pudo terminar de explicarse, Mimi le había lanzado una almohada directo a la cara, Sora se extrañó un poco pero pensó que eso era lo que necesitaba…

Mimi ya verás! – y le lanza de nuevo la almohada

Las dos chicas estuvieron así hasta que se cansaron de jugar, el cuarto quedó hecho un desastre, las camas desarregladas, algunas cobijas estaban en el suelo, las almohadas ya no parecían almohadas, es más, hasta la ropa que se encontraba guardada terminó por toda la habitación.

Las chicas yacían sobre una cobija, ambas respirando con dificultad…

Tendremos problemas por esto Mimi….

Para eso se creó la noche… para escombrar nuestra habitación – levantó su mano con mucho entusiasmo

Mimi…..

Dime

Lo que le platicaste a Miyako no fue un sueño… Yamato, realmente vino…. El estuvo aquí

Lo único que se le ocurrió a Mimi en ese momento fue abrazarla, un abrazo muy cálido, como el de una hermana - ¿Sora, crees que venga esta noche? – dijo suavemente

Quisiera, pero…. – y comenzó a platicarle lo que ocurrió, lo que ella le dijo y la forma en que Yamato se fue

Lo esperaremos juntas, de acuerdo Sora – Mimi esbozo una sonrisa

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

Sora, despierta Sora…. Ya amaneció… ¿Sora?

El… no vino – Fueron las únicas palabras que lograron salir de su boca, la manga de su pijama estaba húmeda, ella había llorado toda la noche

Unos golpes desesperados tocaban en la puerta de la habitación de Sora y Mimi, Mimi se apresuro a abrir la puerta y cual fue la sorpresa, Miyako estaba llorando y en cuando vió a Mimi la abrazo…

Hibiya-sensei… se la llevo – hizo una breve pausa en lo que se tranquilizaba para tomar su segundo aire – Estoy segura que la llevó a "invierno"…

Mimi no pudo hacer otra cosa más que abrazarla, la paso a la habitación y la sentó en su cama, mientras tanto, Sora ya se encontraba arreglando la habitación, hacía esto mismo para que Miyako no viera su rostro, un rostro al igual que el de ella, cubierto por las lágrimas

Vamos… - murmuró Sora, tratando aún de secar su rostro

Vayamos con ella!

Tienes razón Sora, trata de calmarte un poco Miyako. Ya para estas horas, Hibiya-sensei ya debió de haberla liberado. Anda, seca esas lágrimas sino, preocuparas a Hikari – una cálida sonrisa se formó en la cara de Mimi

Miyako, asintió. Las tres chicas salieron de la habitación, ellas se encontraban en el quinto piso, así que no tardaron mucho en llegar hasta el piso de "invierno" pero la puerta ya no estaba bloqueada, Hikari ya había salido. Comenzaron a bajar las escaleras para dirigirse hacia la cafetería para el desayuno, a solo un piso de llegar se encontraron con una Hikari, decaída, triste parecía que estuviera en otro mundo… pero no tardo en notar que enfrente de ella se encontraban sus amigas, corrió hacia donde se encontraba Sora…
Sora… estoy enamorada… al igual que tu…
Hikari…

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

Como brevario cultural el significado de:

Etsuko: niña celestial

Nami: ola u onda

Nota de la autora:

Hola a todos, la verdad me siento muy apenada por haber dejado esta historia por tanto tiempo u.u, 4 años y 3 meses aproximadamente, por un lado la escuela u.u, les pido una gran gran disculpa, de verdad que la voy a terminar, muchas gracias a todos por sus reviews.