Capítulo 7: El final.

Días después de que Draco le dejase los papeles para el repudio, Hermione se terminó de curar completamente de la viruela de dragón; y lo primero que hizo fue hablar con Draco Malfoy….

Harry y Ron, por su parte, no entendían que le pasaba a Sirius… El animago se había sumido en una especie de trance cada vez que alguien mencionaba a la castaña…Era como recordar algo doloroso y placentero al mismo tiempo… Algo terriblemente contradictorio, como ella….

Hermione salió de la ducha y miró la ropa que había dejado encima de su cama… Un sencillo pantalón negro y un chaleco sin mangas de cuero, que se ajustaba perfectamente a ella. Había quedado en hablar con Draco en un centro comercial que estaba cerca de su departamento.

Ni bien llegó sonrió al ver que el rubio había sido puntual… Siempre diferente a ella.

Es enorme.-dijo mirando el centro comercial con atención.- Deben caber setenta veces el callejón Diagon.-

Y eso que solo vez la parte de arriba… Tiene cuatro subsuelos y se comunica con el subte.-

¿El trencito bajo tierra?-preguntó confundido.

El mismo.-respondió sorprendida que lo conociese.

Una vez viaje con mi madre… Parecía transporte de ganado.-

Es terrible en la hora pico.-repuso ella… Se miraron y los dos se sonrojaron.

Estoy seguro que no me pediste que hablásemos para discutir sobre el subte.-

No, quería que hablásemos sobre el repudio.-

Ni bien lo firmes perderás todo derecho como mi esposa…-

Pero según leí, tu no como mi marido.-

No es mi culpa que las leyes mágicas sean tan poco feministas…De eso no me puedes acusar…Quizá si a mi padre.- murmuró con una sonrisa.- Pero puedes estar tranquila que no me meteré cuando rearmes tu vida junto a Black.-

No estoy con él.-murmuró de la misma forma que él lo hacía.- Y pensaba en quemar los papeles…- Draco la miró sorprendido, como intentando encontrar una segunda lectura de ello.- Me di cuenta que te culpó de varias cosas para ocultar mi culpa por lo que hice.-

Actuaste siguiendo tus instintos… Yo debí preverlo.-

No, y no tenías por que hacerlo.-repuso un tanto incómoda…¿Es que no se daba cuenta que quería pedirle disculpas?- Firmaré los papeles así estás libre para casarte con alguien más.-

No quiero que lo hagas si aún le encuentras sentido a esto.-

¿Por qué tienes que ser tan endemoniadamente complicado, Draco Malfoy?- dijo antes de tomar la iniciativa, rápidamente respondida, de besarlo.

El flameante matrimonio Malfoy apareció enseguida en todas las revistas del corazón mágico… Todos los reporteros, intrigados por la extraña unión habían averiguado e inventado la relación de ellos… Unos pocos se tomaron el trabajo de averiguar que se encontraron en Mónaco y que allí se casaron.

Los Weasley se tomaron la noticia de la manera esperable…

Ron no le habló por un mes, los mellizos enviaron un ramo de rosas que a la noche se convertían en una manada de abejas que los picaron de pies a cabezas y la Señora Weasley intentó organizar una celebración…

Enfrentándose a la implacable ira de Narcisa Malfoy, quien se alegró de ver a su hijo feliz aunque no fuese junto con una noble chica sangre pura… rápidamente acogió a Hermione.

Sin embargo, y contra la sorpresa de la propia Hermione, quien peor se tomó la noticia fue su propia madre.

Denise Boudelle Granger no concordó con Draco Malfoy de la manera que Hermione hubiese esperado… Uno de los temas que salió en la discusión fue:

No es muggle y no tiene título.-

Hermione se sorprendió…esperaba esos prejuicios de la señora Malfoy, no de su propia madre, pero harta al fin respondió:

La abuela tampoco cuando se casó con el abuelo Pierre.-

Pero por lo menos ambos eran… normales.-dijo finalmente. Hermione cerró la mirada completamente dolorida, pero decidió no darle importancia a los comentarios de su madre y hacer su vida por su cuenta.

Draco Malfoy parecía cada día más enamorado de la castaña, y valoró en exceso que la chica decidiese darle una patada a su familia por él… Extrañamente se sintió más unido a ella cuando entendió que los muggles y los magos compartían prejuicios de la misma manera.

Tres años después…

MAMÁAAAAAAAAAAAAAAAAA- gritó un niño de piel castaña, increíbles ojos grises que corría vestido con su pantalón de pijama por los interminables pasillos de la casa Malfoy. Asustados, el matrimonio Malfoy salió corriendo de su habitación para encontrar al pequeño que corría desaforado, cubierto por unas enormes ronchas rojas…

Te dije que no lo llevases a Gales.-dijo Hermione Granger, quien bajó en encuentro con su hijo, no sin antes dirigirle una fea mirada a su marido, quien encontraba muy graciosa la situación.- Es tu culpa.- dijo levantando a su hijo con cuidado. El pequeño realizaba extraños movimientos para llegar a rascarse la espalda. Draco sonrió con fanfarronería y abrazó a su esposa por la cintura…

No puedes quejarte de las consecuencias de la viruela en nosotros…- murmuró besándola en la mejilla mientras conjuraba un rascador para su pequeño hijo, que tenía la espalada completamente roja por unos diminutos puntitos.

¿Nunca cambiarás, cierto?- dijo con falso tono decepcionado.

Tu realmente no quieres que lo haga… Soy irresistible.- sonrió dándole un beso a la castaña. La Sra. Malfoy respondió entusiasmada, dándole mentalmente la razón a su marido.

Hola a todos, es el fin del fic… Espero que les haya gustado tanto como a mi escribirlo…

¿Terminó bien, no? A mi me divirtió bastante el pequeño Malfoy, que también tiene viruela de dragón…

Bueno, creo que la historia no da para una continuación, pero si para recibir unos cuantos reviews de ustedes… Espero su opinión y verlos en próximos proyectos…

Besos, Eglantier.