Capítulo 9
Nunca en su vida se había sentido así, había ganado todas las guerras de su vida menos la de su corazón, todos los años que anheló estar junto a él se habían esfumado, era el fin de esta historia y de su vida personal, pronto volvería al trabajo y haría lo que desde siempre fue su tarea: promover la paz.
Luego de regresar a la mansión, Quatre le comunicó que había deseado quedarse, pero que buscaría algún sitio donde vivir para no incomodarla. Pronto llegarían su hermano y Noin, y de alguna forma todo empezaba a volver a la normalidad… pero algo había cambiado en estas vacaciones, ya sabía que era.
Con respecto a la decisión de su amigo estaba muy feliz, porque sabía que tenía mucho que ver con Melissa. Él le contó que el día del matrimonio ambos se encontraron en el jardín y se conocieron, él dice sentir algo espacial por ella y la verdad es que deseaba de todo corazón que eso funcionara bien, Quatre lo merecía.
Era 14 de febrero, día en que habían quedado de verse con Heero, pero era obvio que eso ya no iba, todo había terminado. Pasó toda la mañana acostada, era extraño, ya no le salían lágrimas, se sentía totalmente vacía, estaba hueca por dentro, sin ganas, sin ánimo de nada.
Almorzó tarde y luego se duchó, todo parecía pasar lentamente y sin significado alguno, nada tenía importancia de su atención, de hecho, apenas escuchó cuando Quatre le comunicó que saldría con Melissa y que volvería en unas horas. De pronto de preguntó¿Qué diablos hacía ella ahí¿era necesaria su existencia ahora que la paz ya estaba en el universo y Heero se había ido para siempre de su vida? Salió de la mansión con la mente en blanco, nada importaba ahora, todo llegaba a su fin.
Caminó mucho rato hasta llegar a la playa, ahí se encontraban todas las lágrimas saladas que le faltaban para expresar el dolor que sentía en ese momento. Se acercó a la orilla y se quitó los zapatos (la playa estaba vacía por la festividad del día), avanzó hasta que el agua tocó sus pies y mojara la parte de abajo de su vestido. El sol brillaba con felicidad aquel día de amor y las olas se movían con tranquilidad. Siguió caminando más al fondo, tenía el agua hasta la cintura, se soltó el cabello de aquel moño que la hacía verse tan anticuada aquellos días de trabajo. Era el momento de decir adiós, las lágrimas tenían abundantemente húmedas sus mejillas. Sin pensar más se desplomó en el agua.
Sentía como la marea movía su cuerpo, su cabello, sus piernas y sus brazos. Tenía los ojos cerrados, oía el ruido dentro del agua, era tan fuerte que le bloqueaban los pensamientos, era exactamente eso lo que quería.
De pronto sintió a alguien que la afirmó y la levantó con fuerza hacia la superficie, no quería abrir los ojos, el estar ese tiempo bajo el agua la había puesto débil. Así que la tomaron en brazos y la llevaron camino a la orilla.
Al abrir los ojos vio a quien menos esperaba ver, tal y como había hecho anteriormente, Heero la había salvado de nuevo. Él la miraba en silencio mientras caminaba contra las olas para llegar a la orilla. Al verla abrir los ojos su cara se vio muy aliviada.
Cuando llegaron a la orilla la puso con cuidado en la arena, ahí en completo silencio ella notó que el joven había ingresado al agua con ropa normal. No quería hablar, se sentía vacía, sin alma. Él se arrodilló quedando frente a ella y la miraba sin pronunciar palabra, su cara no expresaba nada.
-¿Por qué me sacaste del agua?- le preguntó Relena en voz baja mirando hacia el mar.
-No podía dejar que te fueras…-jadeó de cansancio - …sin pasarte esto- le contesto serio sacando de su bolsillo el collar que ella le había pasado la noche de la cena.
-Quédatelo, te servirá más a ti que a mí…
-¿Por qué?
La chica se paró con cuidado, siguió mirando las olas y con lágrimas brotando de nuevo por sus ojos ya rojos le dijo:
-Porque al igual que tu… yo perdí la batalla por la cual te lo pasé.
-No puedes decir eso… Relena… ¡tu eres una ganadora!- le dijo el chico parándose al igual que ella- tienes el apoyo universal, eres un ejemplo para la gente, tienes a las personas que quieres a tu lado brindándote su apoyo… ¿cómo vas a ser una perdedora?
-Te equivocas, –lo corrigió mirándolo con tristeza –no tengo a mi lado a la persona que más me importa…- Heero la miró paralizado- siempre perseguí y soñé el día en que llegara a estar conmigo…
-Relena…
-Es por eso… –lo cortó tratando de controlar sus emociones mirando hacia abajo –que soy una perdedora Heero, –se armó de valor y lo miró a los ojos, ya era hora de hablar con la verdad –por no haber logrado nunca alcanzar tu amor…- las lágrimas cayeron sin compasión obligándola a cerrar los ojos para aguantar todo el dolor que la invadía. Sentía como la brisa intentaba inútilmente secar sus mejillas. Pero de pronto, un fuerte y suave calor se posó sobre sus helados labios, no podía creer que en ese instante Heero Yui la estaba besando. Era como nunca se lo hubiera imaginado, él la abrazaba con fuerza y delicadeza indescriptible, sentía como las maripositas hacían que la sangre subiera a la cabeza por emoción, simplemente era un sueño que por fin estaba viviendo.
FIN
Hola a todos!, bueno, por fin terminé el fic, lamento no haberlo actualizado de inmediato, pero preferí entregarles los 2 últimos capítulos juntos. Espero que les haya gustado y doy infinitas gracias a los que lo siguieron. Por favor no olviden dejar mensajes para saber si les gustó o no.
Se que la historia pudo haber tenido otro final, pero me siento satisfecha por como lo terminé, porque no quise hacerlo con las típicas "confesiones románticas" las que terminan con un "te amo", quise hacerlo como tal vez hubiera sido en la serie, con un final a reflexión (xP), el cual indicaba que por fin se habían dicho todo y era hora de estar juntos de una vez por todas.
Nos vemos quizas en otros fics que haga o lea, pondré mi mail en mi perfil por si quieren conversar de WG o de cualquier cosa (xD). 1000 saludos a todos!!!!