Al final

Capítulo Tres

Al final del abismo

Por Anako Hiten

(1)

"La voz del silencio detiene mi aliento
respiro sin tiempo, suspiro del viento.

Me siento, me encuentro
volando flotando al final de la luz
un instante en la nada, momentos de pausa
se enfría mi cuerpo, se pompen mis manos
me empieza a quemar,
me dejo ir y tratar con mis alas a volar
en la calma que me abraza de mi paz
."


La habitación no encajaba con el resto del pequeño apartamento. En el centro de la cama había una gran mancha roja, y las sábanas se veían desgarradas por algún monstruo, impregnadas también de escarlata. Sin atreverse a traspasar el umbral, intentó reestablecer sus sentidos para escuchar algún posible sonido, hasta detectar, en algún lugar no visible de la recámara unos casi inaudibles gemidos de dolor, lo que le empujó a la habitación.

— ¿Naruto? — llamó echando un vistazo, pero no localizó nada. Fijó su mirada en el piso, y encontró restos de algo que parecía sangre fresca trazando un camino hasta la ventana, que se encontraba del otro lado de la cama. Siguió las trazas y al llegar al otro lado de la ventana vio un cuerpo tirado en el suelo, empapado en sudor y sangre, con la ropa raída, y una herida profunda circundaba su estómago, lugar de donde provenía la mayor parte de la sangre. El muchacho, alarmado, tomó el cuerpo en sus brazos.

— ¡Naruto¿Qué demonios te ha pasado?

El rubio abrió los ojos con lentitud, mientras que el moreno veía cómo la piel del muchacho estaba enteramente pálida.

— Sa… suke… ¡COF, COF! —tosió Naruto, escupiendo sangre en el acto y desesperando a Sasuke con ello— ¿tú… aquí?

— ¡NO HABLES, IMBÉCIL¡DEBO LELVARTE AL HOSPITAL! —gritó rompiendo una sábana para taparle la herida — No puedo creer que te hayan hecho -- ¡POR DIOS!

Al levantarle la camiseta se encontró con una horrorosa herida en todo el centro de su vientre: el sello que antes estaba allí fue sustituido por una espiral de carne viva, hecha seguramente con el kunai que había a corta distancia del joven de ojos azules.

— N-no lo ta… pes… e-es mejor asi…— susurraba el ojiazul.

— ¡¿QUIÉN TE HIZO ESTO?! —gritó el Uchiha— ¿QUIÉN…?

Naruto trató de respirar hondo, apretando sus ojos con dolor, y volvió a hablar, en un suspiro.

— Nadie… quiere acercarse a mí… yo sólo… sólo te hice caso… lo mejor… es desaparecer…

Sasuke no podía creer lo que oía¿el siempre alegre y revoltoso Uzumaki… había tratado de quitarse la vida?

— ¿TÚ TE…? —no pudo completar la oración. Con decisión cogió la despedazada manta y cubrió la herida de Naruto, pero éste, con sumo esfuerzo, le detuvo la muñeca.

— No… alguien que es odiado por todos… no merece… ser salvado…

— ¡PERO YO NO TE ODIO! —gritó el moreno con sus nervios devorándolo. Su inmutable y fría actitud estaba cediendo.

— ¿No…? —el rubio abrió los ojos y trató de sonreír, mirando a su amigo a los ojos— ¿Por qué… lloras…?

El Uchiha se secó el rostro con el dorso de su mano, manchándolo levemente con sangre. Soltó el agarre del rubio y lo cargó en brazos.

— Vamos, usuratonkachi, te llevaré al hospital… ¡tienen que curarte las heridas!

— Van a devolverte… no me recibirán…

— ¡NO SEAS IDIOTA¿REALMENTE QUIERES MORIR?

— Sería… mejor que esto… ¿ne, Sasuke? — esbozó una sonrisa, que lejos de ser alegre, desbordaba melancolía. Se estaba desangrando gravemente— Aunque… regresaste…

Sin permitirle continuar hablando, Sasuke salió a toda velocidad hacia el hospital de Konoha con su mejor amigo en brazos.

Naruto… resiste…

— Yo… te quiero, Sasuke… pensé que no volverías… — dijo con su afónica voz, haciendo que el Uchiha casi frenara por lo que acababa de escuchar. Desenfocado por un momento, se reincorporó para apresurar su carrera.

— Yo también, idiota, pero no debiste… ¡NO DEBISTE LASTIMARTE ASÍ!

— Así que tú también… qué… injusto… eres… ¡COF, COFFF!

Estaban frente al hospital cuando Naruto volvía a vomitar sangre, mientras comenzaba a convulsionar. Al entrar, Sasuke tuvo que amenazar a más de uno con el Sharingan para que atendieran a Naruto, hasta que se encontró a la Godaime, quien entraba en ese momento al hospital.

— ¡¿QUÉ PASA CON ESTE HOSPITAL, VIEJA?! —le gritó, poniendo a Naruto en una camilla— ¡Naruto no puede morir¡NO PUEDE MORIR!

La Hokage no tuvo que escuchar más y corrió a la sala de operaciones llevándose la camilla de Naruto y a un grupo grande de ninjas médicos. Sasuke iba a entrar con ella, pero le cerraron las puertas en la cara. Eso lo enfureció infinitamente, pero no tuvo otra opción que esperar, caminando de un lado a otro.

Ni lo pienses, Naruto… ¡ni se te ocurra morirte!


La joven kunoichi pelirosada estaba frente a su espejo, peinándose los tres hilos que tenía por cabello.

— Esto no crece con nada…— bufó fastidiada, cuando repentinamente sintió un fuerte ventarrón entrando por su ventana, e inmediatamente se escuchó algo romperse. Al volverse a ver qué había sido, se acercó a su mesita de noche, y junto a ella, en el piso, estaba el retrato del equipo siete destrozado. Eso le dio un muy mal presentimiento.

— Esto no es bueno… ¡Debo ver a Kakashi-sensei!

Salió de prisa de su casa, sin saber bien a dónde ir, pero se encontró a su maestro en pleno camino, viéndose algo confundido.

— ¡Sensei!

Kakashi la miró como si hubiese aparecido de la nada.

— ¡Sakura!

— ¿No siente algo raro, sensei?

Bajó la vista, con su ojo visible en una expresión triste. La joven nunca había visto esa tristeza en su maestro Kakashi.

— Yo… soy el culpable… debí… debí ayudarlo como su maestro que fui… y no lo hice…

— ¿A qué se refiere…?

— A que fue gracias a mis entrenamientos que todo acabó así, la presión fue tanta que terminó liberándose el Kyuubi en ese momento… por eso se debilitaron el cuerpo y la mente de Naruto…— Sakura miraba al suelo— Él no quería que nada de esto sucediera.

º Releyéndose el último tomo de "Tácticas Icha-Icha", repentinamente escuchó unos gritos que se aproximaban. Al voltear, vio uno de sus alumnos corriendo desesperado hacia él, con aspecto cansado y ensangrentado.

¡Kakashi-sensei, algo malo ocurre conmigo! — lloraba el joven de rubios cabellos— Ya sé que no me le puedo acercar, sensei¡pero no sé quien más puede ayudarme!

Calma Naruto, claro que puedes acudir a mí— le dijo con preocupación el peliplateado, guardando su libro— A ver¿que pasa?

¡NO LO SÉ! Lo único que sé es que salí a caminar esta mañana, unos tipos me atraparon por delante y comenzaron a lanzarme cosas… algo me dio en la cabeza y me desmayé… pero… pero… — el muchacho abrió los ojos lleno de miedo y lloraba aún más— cuando me desperté estaba en un callejón con las manos llenas de sangre… ¡Y NO ES MÍA¿Qué me pasa, Kakashi-sensei?

¿No recuerdas lo que hiciste?

¡No recuerdo más nada! Sensei… siento que hice algo horrible… no sé por qué¡pero lo siento!º


Nervios, preocupación y ansiedad impedían alguna posibilidad para tranquilizarse. Ya hacía más de una hora que Naruto había entrado en la sala de operaciones y no obtuvo señal alguna, hasta que se apagó la luz roja que se encontraba sobre las puertas de la sala. Se abrieron y de ellas salió Tsunade acompañada de su asistente Shizune, con un semblante inexpresivo, al igual que sus ojos. Entre sus manos llevaba un pendiente, el cual reconoció momentos después: se lo había visto puesto a Naruto varias veces.

— Mi abuelo…mi hermano… Dan… y ahora él… —la Hokage comenzó a llorar, recostando una de sus manos sobre la pared— este collar… nunca… nunca debí dárselo… este collar maldito… ¡SÓLO LLAMA A LA MUERTE!

Con los nervios a flor de piel, llegó hasta la rubia mujer y la encaró.

— ¿Qué dices, anciana¿Qué ha pasado con Naruto?

— Debí defenderlo, no marginarlo… él… deseaba tanto ser Hokage… el podía serlo… pero…

— El chico no podía más, Tsunade-sama… el Kyuubi…

— ¡¿QUÉ PASÓ CON NARUTO?! —gritó Sasuke de tal manera que todos los que se encontraban allí le pusieron toda su atención. Ninguna de ellas le dio una respuesta, por lo que procedió a buscarla por sí mismo. Corrió a la sala de operaciones, ya habían salido medicos y asistentes. Todo estaba oscuro, pero pudo ver casi con claridad un bulto blanco en el centro del recinto, sobre un enorme sello cuadrado que estaba dibujado en el suelo. No quería acercarse, no quería confirmar lo que era obvio, pero se obligó a hacerlo.

— Na… ¿Naruto…? —se arrodilló junto al futón y comenzó a descubrir el bulto tirando lentamente de la blanca manta. Creyó que su corazón se había detenido, al ver los rubios cabellos entre las sábanas, y desesperado retiró toda la tela y se consiguió con el cuerpo descolorido y manchado de sangre del que era el único ser que le quedaba en la vida. Se alejó unos centímetros, con los ojos temblándole, su cuerpo entero tiritaba: no podía reaccionar ante tal hecho, no podía entender cómo aquello pudo haber pasado, si él había regresado para ayudarlo, para juntos seguir luchando por nuevos sueños… estiró su mano, como tratando de alcanzar al muchacho, que estaba a poca distancia.

— ¿Por qué?... ¿por qué no te salvaron?... esto… no debió suceder… ellos… tú… Naruto… tú…… ¡me van a oír!

Poniéndose de pie, salió velozmente del recinto, encontrando casi al instante a la Godaime dando instrucciones a un grupo de ninjas médicos.

— ¡BRUJA HIPÓCRITA¡NARUTO NO TENÍA QUE MORIR ASÍ! —gritaba Sasuke fuera de control, y miraba a su alrededor con sus ojos llenos de ira y dolor, señalando al azar a las personas que estaban presentes— ¡TODOS USTEDES SON UNOS BASTARDOS¡GRACIAS A USTEDES, A SU DESPRECIO, MURIÓ EL MEJOR NINJA DEL MUNDO¡MURIÓ! Murió... —su voz se quebraba a medida que su cuerpo caía de rodillas al suelo, todos lo miraban y sentían pesar… pesar por cada una de sus palabras llenas de verdad— Él… no era malvado… les quería… a todos… por eso lo hizo… pero… ahora Naruto… ¡¡¡NARUTOOOO!!!

Todos pensaron que había perdido la cordura, porque se levantó y corrió de nuevo hasta la sala de cuidados. Entró ahí de nuevo, pero nada había cambiado. Nuevamente se acercó al futón y tomó al rubio por los hombros, para luego batuquearlo.

— ¡Naruto¡NARUTO¡Despierta, Naruto! —con demencia agitaba el cuerpo inerte del joven, sin lograr nada más— ¡TU NO ESTÁS MUERTO, NARUTO¡NO ESTÁS MUERTO! No… no... no…

Soltó el cadáver y se abrazó a sus rodillas, con sus ojos bañados en lágrimas, sin moverse, murmurando incoherencias. Su Naruto se había ido. Y nada pudo hacer para evitarlo. Absolutamente nada.

— ¿Sasuke-kun? — su antigua compañera, Sakura, había entrado al lugar, pero ella también era culpable, nada tenía que hacer allí, siendo una de las culpables.

— ¡LÁRGATE¡LARGO DE AQUÍ! — se soltó de si mismo y se levantó, mirando a la muchacha y activando su Sharingan— ¡NO TIENES DERECHO¡NADIE EN ESTA MALDITA ALDEA LO TIENE¡FUERA!

La kunoichi, asustada, salió huyendo. La había corrido con esa mirada asesina. Nadie se merecía acercarse a él, por eso él lo alejaría de todos… nadie nunca iba a encontrar su cuerpo… él mismo lo enterraría y nunca se sabría dónde…

— No les dejaré… yo voy a hacerlo…voy a enterrarte como te lo mereces… —tomó la mano helada del rubio— Ojalá… pudiéramos encontrarnos en el otro mundo, pero tú irás al cielo… y sé que yo no merezco ese lugar… Naruto… ya no sufrirás… ya… no…


Era el funeral de su más poderoso pupilo… si le hubiesen dicho que uno de sus alumnos caería el último que se hubiese imaginado era Naruto: valiente, vigoroso, resistente y decidido, era un shinobi que siempre tenía voluntad y confianza en sí mismo. Pero ahí estaba, el día en que lo enterrarían. Pero sabía que no habría ningún entierro. Había visto una sombra tras la morgue y sentido el chakra de Sasuke. No se lo impediría, al fin y al cabo lo más seguro era que Naruto estuviese de acuerdo con ello.

— Vaya… así que te lo llevarás— dijo apareciéndose a espaldas del Uchiha.

— ¿Vas a detenerme? —de miraba desafiante, pero hatake Kakashi supo que detrás de esa mirada retadora, estaba un gran vacío y una tristeza inmensa.

— ¿Debería hacerlo? Tú sabrás qué es lo mejor para él… sé que a él también le hubiese gustado que lo hicieras… al fin y al cabo… fuiste el único que lo reconoció…

Su corazón se contrajo. Recordó la pelea en el Valle del Fin, recordó lo triste que estaba Naruto por saber que su mejor amigo quería matarlo a como diera lugar. Sus lágrimas… su mirada llena de dolor…

— Será mejor que te des prisa, Sasuke— el peliplateado vio que kotetsu e izumo se acercaban rápidamente, ya se habrían dado cuenta del vacío en el féretro de Naruto.

Al volverse, Sasuke ya no estaba. Suspiró pesadamente y se retiró. No tenía sentido continuar ahí.

Sasuke… espero que puedas seguir adelante… no quiero perder a otro de mis alumnos…


Abrió los ojos… no pudo ver nada ante ellos… nada… ni blanco, ni negro… nada… sin poder moverse siquiera, sin conocer los motivos de aquel exasperante estado. A su mente galoparon recuerdos: una batalla… no… una guerra… muchos muertos a su alrededor… sangre… compañeros caídos… enemigos… la Aldea Oculta del Sonido, un ejército verdaderamente grande, comandados por Orochimaru. Lo último que recordó fue a un tal Juugo abalanzándosele encima, de aspecto monstruoso, atravesándole el cuerpo entero con sus ataques y ennegreciendo su mundo… Sabía que no había luchado dando todas sus fuerzas, ya no deseaba ser un ninja, no deseaba una existencia tan vacía, tan solitaria…

— Sasuke… ¡Sasuke!

De algún lugar provenía su nombre, alguien le llamaba.

— ¿Quién eres¿Me ayudarás a salir de aquí?

— ¡Soy yo, Sasuke-teme!

— ¿NARUTO?

— Ven… ya es hora…

No vio más que una mano que le era ofrecida.

— Tómala y vamos… ¿tienes miedo?

Lentamente frente a sus ojos se materializaba un joven de mirada alegre, sonriéndole traviesamente. No podía creer lo que veían sus ojos.

— E-eres tú… pero yo…

— Ahora podremos estar juntos… claro… ¡si tomas mi mano, Sasuke!

Sin pensarlo más, cogió la mano, y en ese momento todo se volvió blanco, lleno de luz.

— Ya era hora¿ne? Te he estado esperando… aunque… a decir verdad, esperaba que vivieras un poco más, Sasuke.

— No tenía sentido… además, contigo se fue mi fuerza, por eso me derrotaron… ¿qué esperabas?

— ¡Que te volvieras Hokage!

Sonrió con ironía… hasta después de muerto Naruto era dobe.

— Se supone que el Hokage ibas a ser tú.

El muchacho le empujó cariñosamente hacia una catarata de luz pura, y se sentó sobre alguna superficie invisible.

— Ya qué mas da… no podremos ser Hokage ni tú ni yo. Es mejor así. ¡Al menos pude encontrarte, teme¡Vamos, tenemos que cruzar!

— ¿A dónde?

El rubio muy contento se levantó y lo arrastró hacia un puente destellante. Tanta luz mareaba al moreno, hasta que nuevamente todo fue blanco.

— Ya que estás conmigo puedo irme en paz… vamos…

Sasuke asintió y, por primera vez en muchos años, sonrió aliviado. Al fin podría reunirse con todos aquellos a quienes amaba, pero sobre todo, estaría de nuevo con el mejor amigo que perdió tantas veces. Saltaron aquel puente de luz juntos, para descansar en paz después de llevar cortas pero tormentosas vidas. Naruto también sonrió, y abrió sus grandes y brillantes ojos azules.

Si me dijeran que tengo que pasar de nuevo por todo esto sólo para ver esa sonrisa en tu rostro, volvería a hacerlo sin dudar… al final… ése es el mejor regalo que pueda recibir… verte sonreír…

Fin


(1) Fragmento de la canción Ser de Aire, de Kabah. Por muchos años fui fanática de este grupo, y gracias a ellos empezó mi vida en el fanfiction, ya que fueron la inspiración para mis primeras historias hace ya 9 años.

¡Al fin lo he terminado! Millones de gracias a quienes se tomaron unos minutos para leer este fic, estoy y estaré eternamente agradecida. Lamento no haber actualizado, pero mil cosas se atravesaron en mi vida: trabajo, universidad, novio, familia, fics... jeje... me siento ocupada...

Espero q les haya gustado el final, tuve que eliminarle unas cuantas escenas shounen-ai para que fuese todo público. Si no les gustó el final, pueden enviar review diciéndome qué final hubiesen querido ver!

Gracias especiales a:

Chibi-Poio
yura
shinku
Puroppu
Naiala-aries
FenrirCrinos
Nellafantasi
chihine
mai
XaPhyRa

AgataBlack
yura
Alfader
Anyels
Seiji
Akira
Ijyuin
june-li
Rya Reil Miyu
Andy Potter
Lady Sesshoumaru

Sus reviews son muy importantes para mí. Gracias!

Ya nos veremos en otra entrega de mis fics de Naruto, estoy trabajando en dos: uno YAOI SasuNaru y otro SasuNaruSakuNaruSasu xD. Ese ultimo lleva 100 páginas, esta muy apegado al manga, incluye a la mayor parte de los personajes, e irá evolucionando con lo q vaya saliendo de manga. Estoy abierta a toda clase de colaboraciones.

Ja Ne!