Lamento la demora, pero se me había dio la inspiración con este fic, pero como dije una vez, jamás lo dejaré.

Este capítulo está completamente dedicado a mi amiga Rita, que fue un elemento fundamental para que publicara, me subió el ego con esta historia así que Rita espero que te guste y no olvides dejarme un review con tu gran don de la palabra.

Agradecer y pedir disculpas a las personas que dejaron rr en el capítulo anterior:

- Hermione-Malfoy35

- Karyta34

- Pau Tanamachi Malfoy

- Cieloselene

- Ery Malfoy

- Kaoryamy

Capítulo 10: La Historia

Hermione miraba sin poder creer aún, a la persona que se encontraba frente a ella. No era la tierna anciana de la cual había tendido que despedirse hace algunos años. Su rostro alargado y poblado de arrugas por el paso de los años no era el mismo, sus ojos marrones cargados de ternura habían desaparecido, su largo y rizado cabello blanco también había sido sustituido. De no ser porque la mujer había sonreído en respuesta a la llegada de su nieta, Hermione le hubiera costado trabajo reconocerla.

- Hola querida, así que por fin ha llegado la hora –comentó Susan sin hacer desaparecer la sonrisa en su mirada.

- No entiendo, tú estabas muerta ¿Cómo es posible? Y bueno eras anciana y ahora eres joven –Hermione jamás había tenido que soportar un día en que tantas cosas fueran descubiertas y este día había sobrepasado cada uno de sus límites con una enorme diferencia.

- Querida creo que lo mejor es que te sientes y así poder explicarte todo y usted también joven, si es que así lo desea- le indicó a Draco que hasta ese momento no había pronunciado palabra alguna.

Por supuesto que el de quedaría, esta historia le estaba interesando más de lo que hubiera imaginado y por alguna extraña razón sentía que esta también lo involucraba a él.

Miró con detenimiento a aquella mujer que tenía frente a él, se suponía que como mínimo debía tener unos setenta y cinco años, por lo tanto debía ser una anciana si era la abuela de Herm… Granger, pero la Susan Lehman que tenía frente a él, no pasaba más allá de los veinticinco años, tenía un cabello castaño muy parecido al de Granger, su piel era pálida y de una contextura muy delgada, pero lo que más llamó la atención del rubio fueron los ojos, unos ojos grandes y muy negros, los cuales parecían guardar que unos pocos secretos.

- Hermione querida, creo que hay más de una pregunta que en estos momentos quisieras hacerme y es comprensible, pero primero quiero pedirte que me escuches con mucha atención hasta que yo termine y luego aclararemos las dudas ¿estás de acuerdo? –Susan parecía que ni siquiera respirara y no se escuchaba, solo el silencio.

El golpe de la puerta al cerrarse sacó del trance a Hermione y notó que su madre había salido de la habitación. Con un sentimiento de parte de la castaña, Susan Lehman comenzó con el relato.

- Hace miles de años en un pequeño pueblo al sur de Londres, vivió un hombre llamado Kouf, él era hijo de magos, pero nacido squib. Bajo el notable rechazo de sus padres al no ser como ellos, no le quedó más remedio que el tener que sobrevivir por sus propios medios. Vagó por las calles durante días sin poder conseguir algo de dinero para poder comer. Ya cuando sus energías eran mínimas fue encontrado por un grupo de personas, que siendo igual que él y compartiendo su misma historia, lo acogieron en su grupo, dándole comida y alojamiento, con la condición de seguir sus reglas, sobre todo la número uno: "Odiar a los magos por sobre todas las cosas".

"Kouf no tuvo problemas en cumplir con aquella regla. Era tanto el odio que tenía hacia los magos, que no dudaba ni un solo segundo en deshacerse de uno si este se cruzaba en su camino. Pasaban horas y horas planeando la idea perfecta que los llevara a la extinción de los magos. Fue así como un día, el mismo Kouf se le ocurrió una idea, un plan el cual consistía en dos partes.

- No destruiremos a los magos –les dijo a los demás provocando alarma y enojo- los utilizaremos y haremos un ejército con ellos, el cual estará a nuestro servicio.

- ¿Y cómo pretendes hacer eso? – le preguntó Dazhku, quien fue él que lo integró al grupo.

- Crearemos una criatura –le dijo- sedienta de magos, de su sangre y que solo pueda sobrevivir alimentándose de ella, pondremos en él un veneno que haga que al alimentarse de ellos lo convierta en un igual."

- ¿De ahí nacieron los vampiros? –preguntó Hermione con horror.

- Exacto –Susan asintió y luego de algo que pretendía ser un suspiro continuó- en un principio el resto de los Squib no se mostraron muy de acuerdo con la idea, el hecho de que esta criatura se volviera en su contra los asustaba y así s los hicieron saber a Kouf.

- Es ahí donde entra la segunda parte de mi plan –les indicó- existe un tipo de magia muy antigua, la cual habla de la creación de un medallón, el que es capaz de contener un poder tan fuerte que aquel que se lo encuentre en el momento en que este se abra, podrá dominar a un tipo de raza específico.

- ¿Y por qué no la utilizamos directamente sobre los magos y nos ahorramos el tener que crear a ese ser? –le preguntó uno de sus compañeros.

- Porque esta criatura es capaz de adoptar ciertas características sobre naturales que podemos usar en nuestro beneficio, como nuestra protección –esa respuesta pareció calmar al grupo, pero luego otro volvió a preguntar.

- ¿Cómo haremos para crear el medallón y a la creatura? Nadie había oído hablar de ellos antes.

- Eso déjamelo a mí –y así fue, tal vez por miedo o mera curiosidad, lo dejaron seguir con su plan.

Con esa idea en la cabeza, fue que volvió después de mucho tiempo a la casa de sus padres, en donde se encontraba el único ejemplar de aquel libro, el cual con tanto recelo, su padre guardaba con él. Y fue exactamente esa misma noche en que los padres de Kouf fueron vistos con vida por última vez. La búsqueda de los asesinos de este matrimonio no duró demasiado, pues era una pareja poco conocida y nada importante y que no representaba una gran pérdida para el mundo mágico.

Y así Kouf se adueñó del libro y creo el medallón y la primera criatura: "su hermano". Nadie sabe a ciencia cierta cómo lo logró, pues una vez desarrollado su plan, destruyó el libro para que nadie lograra jamás saber como lo había hecho.

El hermano de Kouf, Poucont, fue el primer vampiro.

- Creí que Drácula había sido el primer vampiro –comentó Hermione con curiosidad.

- Drácula fue solo un inútil que se volvió loco, quería el poder de todo, pero solo era un esclavo más del jefe en ese entonces –Susan hablaba de él con cierto despecho, como si de alguna manera lo conociera y lo odiara.

- ¡Vaya esa si es una novedad! –esta vez fue Draco quien habló.

- Si me permiten continuar –Susan carraspeó, algo que para Malfoy no tenía sentido, y ella siguió con la historia.

"Poucont, fue el primer vampiro que Kouf creó y después de él vinieron muchos más, ya sea convertidos por Kouf o transformados por su hermano. Pero algo falló en el plan, algo que Kouf ni siquiera había previsto, porque nunca lo había sentido. Rohm, un vampiro de poca importancia para el clan, estaba de cacería, cuando se encontró con una chica, pueden llamarlo amor a primera vista o solo atracción –corrigió Susan cuando vio a Draco azar las cejas al decir esto- pero Rohm no pudo matarla y ella no pudo alejarse de él nunca más.

Mantuvieron una relación por mucho tiempo, hasta que Cordi, la chica, quedó embarazada. Rohm nunca se lo dijo a nadie y tampoco cazó a nadie más, algo que no pasó desapercibido para Kouf, pero que al ser de baja importancia en el clan, cometió el error de dejarlo pasar. El bebe nació y se convirtió en una linda jovencita llamada Angil"

La anciana miró a los dos jóvenes frente a ella y supo de inmediato que la historia volvería a repetirse.

"Todo estaba en orden dentro de lo que se podía llamar normal en aquella situación. Los vampiros se hicieron algo común entre el mundo mágico y solo se salvaba el que arrancaba de ellos, se sabía que solo salían de noche, con el tiempo averiguaron que la plata los mataba, pero aparte de eso, nada más.

Cuando Angil cumplió los veinticinco años Kouf ya viejo, descubrió lo que había pasado. La irá lo absorbió tanto, que fue en busca de la chica él solo. Cuando la encontró, fue el momento justo en que el medallón se abría y reclamaba un nuevo dueño, pero al no haber nadie y el temor de Angil y algo de información que su padre le había dado, tomó el medallón y trató de cerrarlo."

- ¿Y cómo entro yo en toda esta historia? –preguntó Draco sacando a Hermione de la atención que estaba prestando a su abuela y a la misma Susan, que no entendía como el chico lo había descubierto.

- ¿Cómo supiste que estabas ligado a esta historia? – Susan lo miraba con detenimiento, sin perderse ningún detalle de los movimientos que le chico realizaba.

- Todas las pistas me llevaron a eso –le dijo Draco alzando los hombros y restándole importancia- pero no se preocupe en responderme, siga con su historia, ya sabré cual es mi trabajo en todo esto.

- Muy bien joven, si así lo quieres –Susan sabía que el chico lo descubriría, él era inteligente y el poder de su sangre se lo haría saber- "Pero en el momento en que Angil quiso cerrar el medallón, este no cedió, la chica en realidad no sabía porque quería cerrarlo, pero algo dentro de ella se lo decía.

- No podrás cerrarlo –le dijo Kouf mientras extrañamente su cuerpo se debilitaba y comenzaba a consumirse- Debes buscar a alguien para que te ayude, pero alguien de sangre tan pura, que unida a la tuya sea capaz de cerrarlo –lanzó un suspiro, Kouf ya no tenía fuerzas- pero o que tú, no lo haría chica ¿no deseas tener poder? –un dolor en su pecho le indicó que solo le quedaban unos segundos de vida- tienes una hora para cerrarlo y que nada ocurra, después de esa hora, el medallón se cerrará solo, pero le dará el poder a la persona más avariciosa que se encuentre cerca.

- ¿Por qué me dices esto? –preguntó la chica asustada.

- Porque estoy muriendo y eres la única criatura a la que puedo contarle esto antes de morir, piensa con sensatez –y dando un último suspiro Kouf murió."

- ¿quién fue el sangre pura que sangre para donar el medallón? –preguntó Hermione inquieta.

- Robert Claussen, un muggle, novio de Angil –Susan le sonrió al contarle esto.

- ¿Un muggle?

- Los muggles son sangre pura Granger, aunque por años te hice creer lo contrario –le sonrió- no tienen mezcla con nadie, son simplemente muggles y eso los hace sangre pura.

- ¿Qué pasó con Robert y Angil? –a Hermione le interesaba demasiado saber que había pasado con ellos, pues sabía que ya con claridad que ese sería su destino.

- Ese mismo año Angil adoptó las características de su padre, y Robert se mantuvo con ella, tuvieron una hija y se convirtieron en guardianes del medallón –Susan estaba inquieta, pero sabía que Hermione lo lograría- Querida, el medallón se abre cada cincuenta años y todas las mujeres e la familia tienen una hija a los veinticinco, es algo exacto, que nunca ha cambiado, aunque se intente, siempre se da así y el gen de los vampiros es generación por medio, por eso tu madre es humana.

- Y esta vez me ha tocado ser quien done la sangre junto con Granger ¿no es así? –Draco ya lo sabía, por alguna razón lo sabía desde el principio de la historia.

- Sí, aunque hay otra cosa, por lo general la guardián y el donador, deciden seguir una vida juntos, lo que hace que el tampoco envejezca y siendo también el padre de la niña que la vampiro engendra –Susan sonrió al ver el rostro de ambos chicos.

- ¿Ha pasado que el medallón no se cierra después de pasado la hora? –preguntó Hermione tratando de cambiar de tema.

- Por supuesto querida o no recuerdas las guerras mundiales de los muggles y las del mundo mágico, no siempre la vampiro nace con un buen corazón, solo depende de ella, el mundo está en sus manos.

- Espera un minuto Granger, ¿acaso no escuchaste que existe la posibilidad de que pasemos el resto de nuestras vidas juntos y que tal vez tengamos un hijo? –Draco no estaba enojado, pero si complicado.

- Solo es una posibilidad, no te alarmes –el alzó las cejas y luego miró su reloj de pulsera, uno de los pocos objetos muggles que le gustaban- creo que es hora de irnos Granger, a mi padre le gustan las sorpresas y puede llegar antes, si lo hace será algo complicado para que entres en casa –ella solo asintió y se puso de pie.

- Gracias abuela, por aclarar ciertas cosas, creo que estaremos en contacto más seguido –se acercó a ella y la abrazó, pero extrañamente para nada parecido a un abrazo de una nieta a su abuela.

Draco solo hizo un movimiento de cabeza y salió de la habitación, seguido muy de cerca por Hermione.

- Lo bueno de todo esto es que no nos queda otra que intentar que tenas una hija Granger –la miró sonriendo de lado provocando que la chica se sonrojara.

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