Capítulo 5 : Amigos... si, amigos...

No había que ser demasiado curioso como para interesarse en el tema que habla Seigaku, ya era suficiente excusa el hecho de escuchar su nombre y "van a ser papás" en la misma oración. No es que le interesara qué rayos tramaba dicho equipo, la experiencia le había demostrado que no era bueno inmiscuirse en sus asuntos extraños que, casi siempre, llevaban un jugo rancio y tóxico de por medio… Ahora bien, si debía admitir que le interesaba saber a qué se referían con paternidad, ya que, si bien lo recordaba, a el no le gustaban las niñas.

Fuji le miró. Kikumaru estaba abrazado al cabecita de huevo, así que no le prestaban atención.

Ya que Fuji no quería hablarle, decidió preguntar hacia otro lado.

"¡Oe¡Tezuka!".

¿Alguna vez has sentido cuando tus amigos te meten en problemas o se meten en problemas que no son de ellos… o simplemente, los crean?... Tezuka sintió eso al ver conversar a Kikumaru y Fuji tan cerca de Atobe. Por su sanidad mental prefirió ignorar la escena, llevar su atención hacia otro lado… pero no resultó de mucha ayuda. El grito de Oishi, ya le anunciaba problemas… y ese "Oe, Tezuka"… los empeoraba. El Lunes, todo el equipo, daría 1000 vueltas.

Se ajustó los lentes antes de mirar hacia Atobe, esperando que el gesto fuera suficiente como para hacerlo hablar.

"¿Qué le pasa a tus jugadores?, los escucho cuchicheando cosas sobre Ore-sama, y sabes que no me gusta el chisme". Atobe apoyó sus manos en su cintura, quizá intentado parecer autoritario.

"Pregúntales tu". Respondió Echizen, saliendo como un caballero andante, a proteger a su capitán.

"No hablo contigo, mocoso".

"No soy ningún mocoso, tu-". Antes de que Echizen pudiera agregar un colorido insulto y el árbitro se diera cuenta de esto, Tezuka le tomó sutilmente la muñeca más cercana y lo jaló un poco.

"Ryoma… los niños…". Le susurró, esperando quitar la atención del joven jugador hacia Atobe. No le parecía muy civilizado que le llegara un pelotazo a la cara al capitán de Hyotei, especialmente luego del moderno corte de pelo que le había proporcionado su jugador estrella.

Y funcionó mejor que cualquier amenaza, incluso mejor que un jarro cervecero de Aozu.

"¡Oh, cierto!". Echizen volvió su atención hacia Tezuka, se arrodilló cerca del vientre falso y le habló con palabras suaves. "Papá no iba a decir una mala palabra, las malas palabras no se dicen, Ku-chan y Ryu-chan, no presten atención a lo que ese feo jugador esta diciendo".

Esto sólo llamó más la atención de Atobe. Sin embargo, el comienzo del primer partido, dejó inconclusa cualquier consulta que el otro capitán decidiera hacer.

¿Qué rayos le había susurrado Tezuka al mocoso como para hacer que olvidara que estaban peleando?... El mocoso que él conocía, habría continuado con el intercambio verbal hasta verse frustrado; no se habría detenido, ni siquiera por unas palabras suaves… y¿palabras suaves viniendo de Tezuka?.

Estaba comenzado a considerar la teoría de Oshitari. Quizá estaba enfermo, decaído por una gripe mal cuidada, pero no lo veía toser ni estornudar. ¿Lesionado?, quizá, pero eso no era suficiente como para explicar que estuviera actuando tan suave. ¿Qué podría ser?.

"Te mata la curiosidad". Le comentó Fuji, mirándolo claramente con los ojos abiertos.

Atobe decidió ignorarlo, después de todo, Fuji no era lo suficientemente digno de una respuesta suya.


Momoshiro suspiró. Veía a Echizen tan entusiasmado con el hecho de que el capitán le hubiera llamado la atención, que le dolía. Aún no entendía cuál era la razón por la que Ryoma estaba tan interesado en ser el padre de unos bebés que no existían. Vamos, Tezuka-buchou ni siquiera es una mujer, quizá Fuji-sempai podría serlo, pero estaba más que seguro que lo que tenía el capitán eran componentes masculinos… y no es que estuviera espiando en las duchas… bueno, un poco, pero era solo por referencia… no!, no ESA referencia de tamaños, sino.. eh… solo referencia.

Oshitari iniciaba el juego con su servicio. Un set, y la pareja de dobles de Hyotei se veía más unida que nunca.

Sin embargo, Seigaku no se quedaba atrás. Todo el proyecto terminó formando un vinculo muy fuerte entre Inui y Kaidoh, que por una semana, cambiaron sus papeles de sempai y kouhai, respectivamente. Durante esa semana completa, fue Kaidoh quien se hizo cargo de muchas necesidades de Inui.

Inui nunca lo mencionó, pero tener que actuar como un niño tan pequeño lo desesperaba, especialmente simular que muchas cosas que conocía le eran nuevas e interesantes. Sólo Kaidoh lo sabía, y por eso siempre estuvo al lado de su sempai.

Secretamente, Kaidoh descubrió una paciencia que nunca esperó tener, y un cariño especial por los niños pequeños. Oishi no estaba muy errado al pensar que educación de párvulos era una posible carrera para él alumno de segundo año, quizá no tan educacional, pero si relacionado con niños… posiblemente entrenador en una escuela de tenis.

El juego iba bastante parejo en cada lado, hasta que un smash cerca de la red golpeó a Gakuto, dejándolo en el suelo por un momento. Oshitari abandonó su posición en la línea de fondo y socorrió a su compañero, quien se estaba sentando en la cancha a observar el daño.

Inmediatamente Kaidoh se acercó.

"¿Estás bien?". Se apoyó en la red, mirando como Oshitari observaba los raspones de Gakuto. "Discúlpame, no fue intencional".

Gakuto hizo un puchero marcado e infantil. "¡¿No fue intencional?!, me viste cerca de la red y aún así golpeaste la pelota con toda esa fuerza en mi dirección¡¡¡fue con toda la intención del mundo!!!".

"Oye, ya me disculpé, no podía saber que te ibas a mover en esa dirección.. además tu y tus acrobacias-". Inui interrumpió la respuesta de Kaidoh, apoyando una mano en el hombro de su kouhai.

"Kaidoh, sabemos que no fue intencional, Gakuto-kun está molesto por el golpe, eso es todo".

"Y tu, cuatro-". Ahora Oshitari interrumpió a Gakuto, sosteniéndole el rostro desde la barbilla para observarlo con atención. "Yuu… Yuushi…".

"Mmm… ". Oshitari suspiró y le sonrió. "Al menos no le pasó nada a tu delicado rostro". Le comentó acariciándole el pómulo derecho con el dorso de un dedo. " Son raspones en tus rodillas y el brazo, quieres limpiarlos?". Le preguntó aún observándolo con una expresión de ternura.

Gakuto no notó cuando el arbitro declaró tiempo de descanso para limpiar sus rasmillones, sólo tenía ojos para la expresión tierna que le dedicaba Oshitari, nunca lo había visto tan preocupado por él. Sin embargo despabiló cuando Shishido comenzó a molestar desde las gradas.

"¡¡¡Yuushi, yo no tengo el rostro delicado!!!. ¡¡¡Eso es de niñas!!".

Inui, suspiró y abrazó los hombros de Kaidoh, guiándolo hacia la banca. "Vamos a Kaidoh, es tiempo de descanso y un poco de elongación no te vendría mal".

El marcador estaba 5 a 5, con servicio de Seigaku para el siguiente juego. Tenían que lograr ganar su servicio y quebrar en el siguiente juego para evitar el tie-break. Aunque, existía una ventaja marcada para el tie-break por la misma resistencia de los jugadores, la nueva formación y complementariedad entre Oshitari y Gakuto, era un peligro. El jugador acrobático estaba confiando más en su compañero en la línea de fondo, y le dejaba pasar más pelotas de lo que normalmente hubiera hecho. Al parecer, a Hyotei le afectó en forma positiva el perder dos veces contra Seigaku.


Para Oishi, había una gran parte de la misión, cumplida. Atobe no dejaba de mirar en dirección a Tezuka, de seguro muerto de curiosidad por la conversación que tuvieron con Fuji. Era más que obvio que, a la menor oportunidad, Atobe cruzaría palabras con Tezuka. ¿El problema?... Fuji. Sentado al lado de capitán, con Echizen más que pegado al otro lado.

"Creo que no podemos hacer más". Le comentó Kikumaru, mirando las canchas. "Lo que vaya a pasar de ahora en adelante, es responsabilidad de Tezuka".

Oishi suspiró. "Tienes razón, preocupémonos de nuestro juego". Le guiñó un ojo a su pareja de dobles.

"Haaaai, Oishi-koi". Kikumaru abrazó a Oishi.


Kawamura vitoreaba agitando la pesada bandera de Seigaku, apoyando moralmente a los jugadores en la cancha. No porque no fuera a jugar en esa ocasión significaba que no iría a gritar por sus compañeros, pero una luxación del dedo pulgar no le dejaría tomar la raqueta con firmeza.

Le preocupaba Momoshiro. Estaba muy callado, comparado a como era normalmente en un partido, además no le quitaba los ojos de encima a Echizen, quien claramente estaba más que cómodo adueñándose de un brazo de Tezuka.

"Ay… Momo". Negó con la cabeza, se le notaba a leguas que deseaba tener la atención de Echizen, pero por qué no se le ocurría ir a sacar al alumno de primer año de ahí?.

El partido llegó a tie-break. Por un lado, Inui y Kaidoh tenían un plan de contra ataque basado en los datos que habían conseguido durante el juego. Si no podían cansar a Gakuto, cansarían a Oshitari.

Por otra parte, Gakuto y Oshitari también tenían su propio plan.

"Yuushi…".

"Dime, Gaku-chan".

Gakuto infló ambas mejillas en signo de enojo al sobrenombre. "La culebrita es tuya… pega demasiado fuerte para mi".

Oshitari le sonrió plácidamente, con ese gesto que usaba para derretir más de un par de piernas. "Claro, Gakuto".

Gakuto se volteó sumamente sonrojado. Maldito Yuushi y su voz sexy.

Si Kaidoh iba a perder la paciencia con alguien, ese día no sería como Momoshiro, sería con Oshitari Yuushi. Y es que el jugador de Hyotei tiene una habilidad muy marcada para acosar, aunque fuera con la sola mirada.

Cuando el marcador quedó en 3-0, Inui decidió hablar un momento con su compañero.

"Kaidoh, te noto tenso… incómodo".

El kouhai, no se atrevía a mirar a su sempai, por la vergüenza de que se diera cuenta de cuál era la fuente de su incomodidad… ¿cómo decirle que sentía que lo desvestían con solo mirarlo?.

Kaidoh optó por encogerse de hombros y tomar su posición en la red, casi cara a cara con Oshitari, quien lo miraba, una vez más, con esos ojos especiales… ¿o era el efecto de los lentes?. Si, eso le recordaba que le gustaban con lentes. Le parecían sexys, hasta en Yagyuu de Rikkidai.

"Juego y partido para Hyotei". Anunció el árbitro.

Al acercarse a dar la mano a sus rivales, Kaidoh temió que Oshitari pudiera hacerle "algo". Sin embargo, su interacción no pasó de un apretón de manos firme y un "buen partido, han mejorado".

Cuando Kaidoh se quedó mirando la mano con desconfianza, Inui se acercó más a su Kouhai. Intentando descubrir la causa de todas las fallas que cometió el otro jugador, fallas que Kaidoh ya no cometía.

"Ganamos". Comentó Gakuto colocando la raqueta tras su cabeza y comenzando a caminar hacia las bancas.

"Así es, buen trabajo, Gakuto". Le respondió Oshitari antes de acercar su mano a uno de los glúteos de su compañero de dobles.

A penas Gakuto sintió la mano de Yuushi sobre su trasero, dio un salto. "¡¡¡YUUUUUUSHIIII!!!". Y como respuesta a tamaño y descarado agarrón, le rompió las cuerdas de la raqueta en la cabeza.

Hiyoshi suspiró. "Oshitari-sempai, cuándo se va a dar cuenta de que Mukahi-sempai no quiere que l haga eso en público?".

"Así como van, espero que pronto, Gakuto siempre necesita reponer cuerdas después de estas escenas". Comentó Taki.


El siguiente partido es Dobles 1. El mítico Golden contra Silver, cuyo resultado del nacional aún pesaba sobre los hombros y orgullos de Kikumaru y Oishi.

Atobe miró complacido a sus jugadores, era un buen comienzo, pero esperaba que se mantuvieran de esa forma. "Shishido, Otori".

Los aludidos subieron las miradas hacia las gradas para ver a su capitán. Uno de ellos con respeto y el otro con actitud desafiante.

"Demuéstren que Hyotei es mejor".

Otori sonrió. "Si, buchou".

Shishido hizo un ademán de desprecio. "No lo dudes".

En otro lugar, no muy lejos de ahí, había un personaje en especial que estaba algo apestado de tanta atención y tanto abrazo en pleno verano.

"¿Buchou?". Echizen le miró extrañado cuando se levantó de la grada y tomó su bolso.

La mirada interrogante de Echizen, más los ojos abiertos de Fuji, le hicieron saber que tenía que dar una explicación antes de poder salir, en solitario, de ahí.

"Hace calor, quiero ponerme el short". Y rápidamente bajó las escaleras y salió de la cancha.

Cuando Fuji miró hacia Atobe, para ver si se había dado cuenta de la escapada de Tezuka, Atobe ya no estaba.

"Demonios…".

Tezuka sentía abandonar la cancha en el momento en que sus jugadores estaban iniciando el partido, pero no soportaba más tener a ese par tan cerca. Al final del día se terminaría colocando un letrero de no se acerque por su propia seguridad.

Entró al camarín y le agradó encontrarlo vacío. Dejó el bolso sobre una banca de madera y se dispuso a desabrocharse las zapatillas cuando la puerta se abrió nuevamente. Al menos no entró ningú personaje de Seigaku, pero si otro tanto o más molesto.

"Vaya sorpresa, Tezuka".

"Atobe". Sin prestarle más atención continuó cambiándose ropa.

Atobe dejó su bolso sobre la banca al frente de Tezuka y comenzó a efectuar el mismo procedimiento.

"¿Vas a responder mi pregunta de hace un rato?". Le preguntó con un tono algo exigente, mientras se quitaba los pantalones.

"¿Cuál?".

"¿Qué tanto traman tus jugadores?". Atobe le miró desafiante, esperando que su gesto le incomodara más que un poco y que obligara al otro capitán a mirarlo.

"No siempre puedo saber lo que traman". Tezuka lo miró con firmeza. " No estoy metido en sus cabezas".

"¿A qué se refieren con ser papás?".

Tezuka suspiró. "Dijiste sólo la pregunta de hace un rato".

Atobe suspiró con exasperación. "No puedes ser tan denso". Se acomodó el short antes de acercarse a Tezuka y tocarle la parte delantera de la, muy abrochada, chaqueta. "¿Qué es esto?".

Tezuka suspiró y se empujó las manos con el ceño fruncido. " Mi examen de Educación Física".

Atobe tomó asiento al lado del otro capitán. "Soy todo oídos".

"¿Tengo que contarte?". Tezuka alzó una ceja.

"Obvio".

Tezuka ignoró la respuesta de Atobe y continuó cambiándose de ropa. Una vez que se abrochó las zapatillas y estaba cerrando el bolso, Atobe le tomó la muñeca para que le prestar atención.

"Oye, te hice una pregunta y espero la respuesta".

"Es un proyecto de integración, la profesora daba discapacidades diferentes a cada curso y hay que vivirlas por una semana, por eso corrimos el encuentro la semana pasada, pero mi curso se atrasó".

Atobe le miró con un poco de desconfianza, pero le soltó la mano. "¿A ti, qué te tocó?".

Tezuka, sólo vez que abrió la puerta lo suficiente como para salir, se volteó a contestarle. "Embarazo". Y con esa respuesta, salió rápidamente de ahí.

El plan era simple, decirle, no esperar a que le respondiera algo, y en ese lapso de tiempo, estar de vuelta en las gradas de su equipo. La única variable que Tezuka no tomó en cuenta, era que Atobe podría salir del camarín con las zapatillas desabrochadas y no caerse antes de alcanzarlo.

"¿Embarazado?". Atobe le tomó los hombros mirándolo con cierta expectativa.

"Algo así".

"Ya… a ver… ". Atobe tomó aire y lo soltó para calmarse. "Estaban hablando de decirle al padre de tus bebés". Razonó Atobe, siguiendo la línea de la conversación provocada de Kikumaru.

Tezuka lo hizo callar colocando su mano sobre la boca de Atobe.

"Mira, me preguntaron los nombres de los bebés, porque son dos, a uno le puse Kunihiko, por tradición familiar, al otro, le puse Keiko, porque me gusta como suena-".

Atobe quitó la mano que le cubría la boca para interrumpir a Tezuka. "Entonces Keiko por Keigo, a eso se referían… ¿a que son míos?".

"Asumieron eso, pero…". Tezuka miró extrañado al otro capitán. "¿Atobe?".

Atobe le soltó la mano a Tezuka y comenzó a volver a los camarines, de seguro por su bolso, murmurando algo similar a : Keiko…Keigo…

Tezuka se encogió del hombros y volvió a las canchas, para encontrar el partido finalizado por retirada.

"Lo sentimos, Tezuka, pero Oishi … ". Comenzó Kikumaru.

"Le duele la espalda, esta bien, habría hecho lo mismo". Ante la respuesta de su capitán, la pareja de dobles sonrió.

Fuji tomó su raqueta. "Ne, Tezuka, si quieres podemos terminar todo aquí… así no tendrías que jugar".

"No". Tezuka los miró y se acomodó los lentes. "Quiero jugar y, esta vez, le voy a ganar".

Echizen dio un sorbo a su lata de ponta. "Mmmm, cuando buchou se enoja, mejor que se cuiden".

"Las hormonas lo han puesto más sensible". Ante ese comentario, Momoshiro fue condenado a 100 vueltas alrededor del complejo deportivo, a las que Kaidoh se ofreció a vigilar.

Fuji sonrió, al parecer, el encuentro con Atobe , solo le había hecho bien al capitán.