Dedicado a Dudis de Ravenclaw y a Vitoreh de Griffindor
(ver "El Fantasma de Hogwarts"), por que junto a ustedes todo es divertido,
por la amistad que una Slytherin (yo) ha encontrado en ustedes.
A todos los que me animaron con su review…
A todas las amigas nuevas que hice mientras escribía este fic…
A Joel-o…
Y por último a "P", a F… y hasta a "O"…
cada quien sabe por qué así que no me pregunten ;)
Y por cierto¡Feliz cumpleaños Wenlony!
Te debo un one-shot… en cuanto tenga tiempo ;D
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EPÍLOGO
UN NUEVO COMIENZO
…a veces, cuando la veo correr hacia mi con los brazos abiertos dejando tirada la mochila por el camino, me pregunto cómo fue que sucedió, que alguien como ella y yo estemos juntos, pero así es y la verdad es que no me molesta ni por un segundo extender los brazos también y recibirla.
Y no, no tengo planes de boda ni nada así, a veces somos tan explosivos que discutimos por el vuelo de las aves así que no se qué irá a pasar, por ahora solo tengo la certeza de que la quiero y me quiere y que mientras funcione, me quedo con ella.
Eso es todo lo que diré sobre ese asunto por ahora.
En cosas más importantes, tengo las recomendaciones suficientes y espero tener buenos resultados en los EXTASIS para escoger la carrera que me venga en gana, he decidido ser sanador ya que me he dado cuenta de que tengo talento para esa profesión.
Las cosas están yendo tan bien últimamente que creo que alguien las ha embrujado así, por eso, no me extrañaría que por fin, cuando terminé Hogwarts y concentre mi energía en tu caso, pueda sacarte de la prisión. Confía en mi madre.
Con todo cariño, tu hijo.
Draco L. Malfoy
Narcisa dejo que un par de lágrimas recorrieran sus mejillas y esbozó una sonrisa.Dobló cuidadosamente el pergamino con la carta de Draco y miro a la persona que se la había llevado.
--¿Lo esta haciendo bien verdad?
--Muy bien.
--Esa chica de la que habla—murmuró secándose los ojos. --¿Quién es?
Severus Snape la miro fijamente y Narcisa podría haber jurado que había algo de contento en su habitualmente frío rostro.
--Eso Cissy… creo que ya te lo dirá él. Sólo faltan unas semanas para su graduación y entonces podrá venir a visitarte…
--¿Es bonita?—interrumpió un poco animada.
Snape desvió la vista y esta vez sonrió, Narcisa también lo hizo.
--Estoy orgullosa de él, díselo Severus. ¿Lo harás?
--Si.
--¡Se terminó el tiempo! – llamó una voz detrás de la puerta.
--Ha sido un placer—dijo Snape educadamente.
--Todo mío—respondió Narcisa. –Y gracias por todo…
Severus alzó una ceja y la miro ya desde la puerta un poco extrañado.
--Se que Draco es fuerte, pero también que lo estas ayudando.
--No hay de qué Cissy… cuídate mucho.
Ella respondió afirmativamente con la cabeza y vio al profesor de pociones salir de la habitación.
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Ginny estaba de pie fuera del aula de pociones donde había quedado de verse con Draco después de la comida.
De pie en el lúgubre pasillo, recordó con una sonrisa el día anterior en el que de la forma más inesperada, Blaise le había declarado a Pansy y habían comenzado a salir. Habían sido personas muy difíciles de juntar pues el joven se había molestado mucho con Pansy por beber el veneno y había pregonado por ahí que no quería una chica tan tonta.
Extrañamente, la Slytherin y Colin se hicieron amigos en el cumpleaños de ella y eso pareció que puso a Blaise mucho más que celoso, cada vez que encontraba con el nuevo par de amigos, se iba todo furioso.
Sin embargo, de alguna forma Draco y Ginny lo habían hecho entrar en razón y luego de una escenota en la que le había gritado a Pansy, delante de los Griffindors y Slytherins de sexto y séptimo año, que no le iba a tolerar ninguna escena ni ninguna habladuría, ni chismes, ni intrigas ni nada, por fin lo había gritado "pero si aún así estas dispuesta ¡entonces se mi novia!"
Pansy simplemente le había pasado los libros a Colin, y luego había gritado en el mismo tono furioso que Blaise usaba "Si prometes no volver a gritarme así, ni llamarme tonta nunca más y ser un buen chico ¡entonces si!"
Por cierto, que Colin, a quien recientemente habían visto en compañía de Ruth, había resultado ser mucho mejor amigo que Ginny y le había sido de muchas más ayuda a Pansy, pese a todo, el Griffindor era un chico de principios y en una muestra más de la excelente persona que era, había sido el nuevo apoyo de Pansy y a juzgar por lo que ella le había gritado como respuesta a Blaise… Colin le había logrado trasmitir auto respeto.
Ginny se miro la muñeca izquierda y contemplo la pulsera que Colin le había regalado, la seguía usando por propio pedido de él, estaban retomando su amistad, eran algo formales ahora pero la pelirroja pensaba que era cuestión de tiempo.
Un beso la saco de sus pensamientos, Draco acababa de salir del aula de pociones y parecía estar contento.
--¿Buenas noticias?—le preguntó cuando se separaron.
--Si—respondió el antes de volverla a besar.
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Los días que faltaban para el final del curso de fueron como pergaminos al viento, Draco y Ginny se habían despedido en la estación para que ella se fuera con su familia y el a su casa.
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Al otro día se volvieron a encontrar, Draco llevo a Ginny a la que había sido la mansión Malfoy.
Ya no lo era por que luego de muchas noches de meditación, el rubio había concluido que le traía más malos recuerdos que buenos. Para su buena suerte, Basil había decidido tener hijos y el y su esposa la habían comprado.
--Es hermosa—murmuró Ginny viendo una pintura
--¿Verdad que si?—Draco se paro junto a ella para contemplar el cuadro
--Parece una reina
--Es que eso es lo que es
Ginny sonrió mientras el muchacho le pasaba una mano por la cintura.
--Hasta me da pena empacarlo
--Sólo será momentáneamente—dijo Ginny con suavidad—y si no lo envuelves se va a dañar
--Es verdad
Draco quitó el cuadro de la pared y lo coloco sobre un gran pliego de papel, luego se arrodilló y procedió a envolverlo con cuidado mientras Ginny lo miraba.
A ella le gustaba mucho la forma en que Draco se expresaba de su madre, a pesar de que Ginny había tenido encuentros desagradables con ella años atrás, descrita por el muchacho que envolvía con sumo cuidado un retrato de ella, Narcisa Malfoy parecía un ser casi tan bueno como Molly Weasley.
--¿Crees que le gustará la nueva casa?
--Estoy segura que le encantará.
Ginny se arrodilló junto a él y le ayudo a pasar el cordón para cerrar el paquete. Una vez que estuvo hecho el nudo, le tomo una mano a Draco y sonrió.
Se encontraban en uno de los salones, empaquetando las pocas cosas que el rubio pensaba conservar del lugar, cosas como ese cuadro por ejemplo por que casi todos los muebles estilo imperio de la mansión los había vendido.
Draco estaba contento, por medio de Snape, había comprado una nueva mansión, no tan grande pero mucho más que suficiente considerando que sólo la habitaría él y de su vieja casa, a la que no podía llamar hogar, conservaría solo lo que le diera gana, las cosas que realmente le importaban, como ese retrato.
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--Y vivieron felices por siempre—terminó de leer Ginny.
--¡Esas cosas no pasan Ginevra!—protestó Draco recargándose de un muro.
--¡Claro que si pasan!—contestó ella cerrando el libro con fuerza.
--No puedes probarlo… no hay forma.
--Pues… si los muggles existen ¿qué cosa es imposible?
Draco la miró con una sonrisa incrédula, le gustaba el gesto que tenía cuando se molestaba por algo, quizá por eso la picaba un poco de vez en cuando y discutía un poco con ella, para ver su frente arrugada, su boca cerrada y levantada y su nariz que parecía levantarse también.
--Entonces si—concedió todavía con una sonrisa.
--¡Oye!—se quejó Ginny—Sólo estoy tratando de hacerte más llevadera la espera.
Draco se paro lo más derecho que pudo y la miró.
--Gracias.
--De nada—Ginny relajo su gesto y sonrió—cuando quieras, ya sabes.
Había tenido que esperar la autorización del ministerio por meses, pero al fin, Draco podía visitar a su madre. Estaba ansioso por verla por que había pasado mucho tiempo pero lo habían hecho esperar por que, según le habían dicho, Narcisa Malfoy tenía otra visita en ese momento.
Miro a Ginny un momento, había sido un gran gesto de parte de la pelirroja acompañarlo a Azkaban, lo cual por cierto había decidido en una discusión… que Draco agradeció, ella había ganado.
Y ahí estaban, en una fría sala de espera, Ginny acurrucada en su capa y acomodando su bufanda de todas las formas para que le cubriera las orejas mientras Draco miraba al vacío. Además era bueno que Ginny lo acompañara por que a ella se le ocurrían cosas que a él no, como el haber llevado esa enorme canasta de bocadillos que yacía en el suelo junto a la silla donde ella estaba sentada.
--Fierecilla—dijo llamándola, ella ya se había acostumbrado a ser nombrada así por el.
--¿uhm?—ella lo miró distraída aunque se reconecto al ver el aspecto infantil que le daba el clima del lugar al ponerle las mejillas rojas
--Gracias por acompañarme.
--No hay de qué—sonrió ella levantándose y acercándose a él para abrazarlo.
El le estiro los brazos aunque enfundados en los abrigos como estaban para soportar el frío de Azkaban, parecían un par de muñequitos de nieve ya que los brazos de Draco apenas rozaban su abdomen y los de ella, al ser más cortos, solo alcanzaban sus brazos.
--Pero me la debes—continuó con una sonrisa.
--¿Y qué quieres a cambio?
--Pues… no se…
Ginny estaba a punto de pedirle alguna cosa loca cuando entro a la pequeña y fría sala de espera un anciano muy parecido a Filch (aunque más arrugado).
--Ya puede visitar a la… señora—dijo con su voz rasposa y Draco, ignorando completamente a Ginny, cogió el abrigo extra que llevaban para Narcisa y la canasta y se fue tras el hombre.
En algún estrecho pasillo de piedra, tan tétrico como todos los demás, se cruzaron con un hombre cuya figura era imposible no distinguir para Draco
--Usted…
--Draco—Severus Snape sonreía de forma un poco malévola.
--¿Usted era el visitante de mi madre?
--Tengo que ponerla al tanto de lo que haces—respondió indiferente y siguió de largo.
El anciano que iba delante de Draco, lo escolto hasta el ya conocido cuarto con dos bancos y una mesa donde Narcisa Malfoy se encontraba sentada.
--¡Draco!—el muchacho apenas había puesto un pie en el cuarto cuando los lánguidos brazos de su madre ya lo rodeaban
--¡Madre!—el sonrió y se agacho para apoyar la cabeza en el hombro de ella—Te he traído algo.
Narcisa se separó del abrazo y lo miro. Para sorpresa de Draco, que le estaba extendiendo el nuevo abrigo y la canasta, Narcisa se encontraba muy bien abrigada con una capa negra.
--¿De dónde has sacado esa capa?—preguntó extrañado.
--Me la ha regalado tu padrino, Severus—explico ella tranquila.
--Ahh… no debí preguntar eso, perdona madre—dijo viendo que el gesto de ella cambiaba un poco.
--No te preocupes Draco, mejor cuéntame de ti ¿Cómo estuvo la graduación¿Te fue bien en los EXTASIS¿Quién es la chica de la que hablas en tu carta¡Cuéntamelo todo!
Draco sonrió de lado contento de encontrar a su madre animada, se imaginaba lo difícil que debía de ser estando ahí encerrada.
--La graduación, nada extraordinaria, ya sabes, banderines, la copa para Griffindor… eso. Los EXTASIS muy bien, obtuve muy buenas notas y si, entraré a la academia superior de medimagia.
Narcisa sonrió y lo abrazó.
--Estoy orgullosa Draco—dijo en un susurró y derramando algunas lágrimas.
--¡Madre¡Todo es por ti!—Draco acarició los cabellos rubios desordenados de su madre—todo…
Estuvieron así un momento, disfrutando el encuentro.
--¿Cómo están los chicos?
--Bien creo, Pansy y Blaise son novios, Crabbe y Goyle igual o más gordos, Crabbe cuida de su hermana… sus padres fueron procesados…
--Eso supe…
--¿Tú cómo vas?—preguntó Draco mientras le acercaba a su madre uno de los enmohecidos bancos.
--Pues… no tan mal como otros… no tan bien como quisiera pero… bueno, ahora mismo, contigo aquí hijo, convertido en tan apuesto y buen joven… me siento—exhalo fuertemente--…mejor.
--Voy a sacarte de aquí—dijo él.
--No lo dudo—dijo ella señalándole el otro banco para que se sentara--¿Y quién es la chica?
Draco sonrió apenas recordando esas ganas que tenía su madre por saber de ese asunto.
--Pues… aunque no lo creas, encontré alguien que puede conmigo.
--Si pero ¿quién es?
--Es Ginevra Weasley—dijo sin más, los tiempos de visitas siempre eran cortos y aún quería hablar de otras cosas.
--Weasley…--repitió Narcisa un poco perdida—la hija de…
--De ella fue la idea de traer esto—dijo señalando la canasta.
--Algo así pensé—repuso ella.
Guardaron silencio mientras Narcisa paseaba la mirada como si hubiera vuelto a ser una reina y estuviera evaluando un tributo.
--¿Ella tiene algo que ver con la carrera que eliges?
--Ella tiene todo que ver madre.
--¿Quiere ser sanadora?
--¡No!—Draco casi se rió—es un caso perdido para eso… de hecho, yo la traté siendo voluntarios en San Mungo. ¡Sería un desastre si quisiera ser sanadora!
--¿Y entonces?
--Ella va a ser auror—Narcisa conocía a su hijo tanto como a ella misma, se daba cuenta inmediatamente del cambio en su mirada, había algo en los ojos de Draco que estaba mucho más que fuera de lugar en Azkaban.
--No entiendo la relación—confeso.
--Ella es… ¿cómo explicarlo? La chica más rara que he conocido… tiene un carácter fuerte, es valiente… eso—hizo una mueca viendo que se había salido del tema. —A lo que voy es a que… si ella es auror yo ya no necesito serlo ¿me entiendes?
--Ignoraba que quisieras ser auror—confesó Narcisa algo apenada.
--Efectivamente quería serlo pero no por que me apeteciera andar por ahí jugando al cazador…simplemente quería librar a la gente de tipos como…
--…Lucius—completo Narcisa- y suspiró—Tuvimos nuestros buenos años… aunque no lo creas Draco
--Y pagaste un precio muy caro por unos buenos años… madre—su cara se ensombreció un poco.
--Pero sigo sin entender—Narcisa cambió el tema--¿Por qué el que quiera ser auror te hace desear ser sanador?
--Primero por que sería el mejor. Segundo por que ya no voy a tener nada de que preocuparme.
--¿no?
--Yo haré mi trabajo en paz, mientras un espíritu fuerte como el de ella se encarga de los…
--…hombres como tu padre—volvió a completar Narcisa.
--Algo así.
--No te reconozco Draco… y creo que eso es bueno.
--¿Qué?—Draco levantó las cejas confundido.
--Eres tu… en esencia así es pero es que… andas tan cambiado, tan… feliz y me da tanto gusto—Narcisa sonrió y se puso de pie.
Todavía confundido (quizá más que antes), Draco vio como su madre recogía la canasta y se encaminaba a la puerta del cuarto, la cual abrió sin más y salió al frío pasillo.
--¿Ya nos vamos?—preguntó con una sonrisa.
--¡Madre¿Qué…?
--Desde hoy soy libre Draco—dijo ella alegre desde el pasillo.
--¿cómo?—el se apresuró a seguirla fuera del cuarto.
--Severus se ha encargado de todo… lo que ha tenido que hacer no se…
--Ah…--Draco atinó ese único sonido atontado y confundido como se encontraba.
Mientras atravesaba en umbral de la puerta, se ajusto lo que se tenía que ajustar en su mente y por fin reaccionó.
--¡Eres libre!—exclamó abrazándola--¡libre¿Por qué no me lo dijiste antes?
--Por que solo aquí eres sincero conmigo—afirmó ella recibiendo a su hijo en sus brazos.
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Ginny estaba un poco intimidada en la sala de espera donde, taciturno y huraño como siempre, Severus Snape estaba sentado cerca de ella.
--Así que… tu y mi ahijado—siseó.
--Ehm…si, señor.
--Bien—dijo el, por alguna razón, su tono de voz le seguía recordando a Ginny a una serpiente—tal vez sea lo que necesita… pero no por ello habrá concesiones para usted en mi clase.
--Si, señor.
Luego volvió a haber silencio.
Después de unos minutos, Draco apareció en la puerta de la sala de espera y dijo sonriente.
--Gracias… padrino—y Snape sonrió por que Draco nunca antes lo había llamado así.
--Lo hice por ella, no por ti—siseó Snape, después de todo no podía andar por ahí dando sonrisas a los jóvenes.
Ginny pasó los ojos de uno a otro sin entender de qué hablaban.
Luego apareció ella, y Ginny entendió. Detrás de Draco, una Narcisa Malfoy bien distinta de la del cuadro examinaba a Ginny con ojo curioso.
Y no, no era que no fuera tan bella como la pintura, al contrario, sin el gesto de desdén con el que había sido pintada y a pesar de que su cabello fuera un desorden y de que su piel fuera tan seca debido al frío, Ginny debía reconocer que era una mujer muy hermosa.
--Así que fuiste tú la que cambió a mi hijo—dijo todavía examinándola.
Ginny se tensó un poco, pero luego Narcisa sonrió y ella le devolvió el gesto.
--Una buena elección Draco—dijo dirigiéndose a su hijo—aunque…--se llevó una mano a la barbilla—pienso que…--Draco la miro con una sonrisa cómplice—esta muy bien. Muy bien.
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Draco inició la escuela de medimagia poco tiempo después, Ginny terminó Hogwarts con buenas calificaciones y logro entrar a la Academia de Aurores, hasta entonces, ella y Draco habían mantenido una relación estable -cosa difícil considerando sus temperamentos- viéndose cada vez que podían y escribiéndose cuando no había oportunidad de otra cosa -a veces, hasta discutían vía lechuza-. Eso estaba bien por el momento, los dos eran muy jóvenes para pensar en algo más.
Aunque, cuando Draco lo vio, lo supo, tuvo que entrar y comprarlo de inmediato. Ya estaba en su último año de prácticas y se encontraba caminando por Londres muggle cuando vio el anillo que supo TENÍA QUE ir en el dedo de Ginny… ya había pasado suficiente tiempo.
La vededora le sonrió... recordaba muy bien a ese joven.
--¿Con qué al fin te casarás con ella eh?
Draco la miro. --Loise... murmuró reconociéndola. --Creía que era reportera...
Los dos sonrieron.
--Si--respondió ella despreocupadamente. --Pero a Anthuan y a mi nos gusta unir a la gente...
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Y ahora si, el final definitivo… espero que les haya gustado… tal vez esta un poco muy pasado de miel…
No creerán lo difícil que fue escribirlo, de hecho, este es como el cuarto borrador y por fin quedó. Decidí no mencionar a los demás chicos, pero pueden asumir que se quedaron juntos.
De nuevo, muchas gracias por todo su apoyo, resulta que un año después del primer capítulo llegamos al epílogo… creo que ha sido un tiempo razonable ¿ustedes no?
Confesión para quien me pregunto: Si, a veces Draco y Colin se basan en chicos que conozco… y si, me di cuenta de lo mucho que me importaba Draco cuando ya estaba con Colin… y no, ya no les voy a contar más :P
Siempre deseando que sean muy felices, su amiga muminSarita… que ya esta esperando sus reviews.