Chapter 14

Enanos, Rescate, Alianza

Harry, Hermione estaban en duelo con los elementos en contra de Sergio y Blaise en lo más profundo del bosque prohibido. Los vampiros iban suaves en ellos y no ponían mucho poder en sus hechizos ya que estaban enseñándoles a ellos como usar los elementos en un duelo.

Harry y Hermione habían tenido pocas ocasiones de adentrarse en las profundidades de este bosque, pero cada una de las veces que lo había echo había sido algo memorable, todas las criaturas mágicas que allí habitaban parecían reconocerlos como los protegidos del Rey de los Vampiros y Herederos de los fundadores. Los fundadores le habían regalado el bosque a las criaturas mágicas para vivir tranquilamente y ellas en agradecimiento se habían jurado proteger y no hacer daño cuando los herederos de los fundadores entraran en el bosque dejándolos pasar sin intentar hacerles daño.

En medio de su entrenamiento Sergio y Blaise se detuvieron para escuchar algo del bosque y palidecieron. Sergio se llevó la mano a su boca y chifló fuerte y a los pocos segundos aparecieron dos caballos de poderosa osamenta y musculosos, uno negro y el otro plateado. Sergio se acercó al caballo negro con ojos rojos y le susurró algo que no pudieron oír. El caballo asintió y Sergio con Blaise se montaron de un salto al otro caballo y desde arriba Sergio dijo preocupado:

- Harry, Ama. El bosque me ha dicho que el embajador de los enanos para los humanos y elfos va a ser emboscado y solicitan nuestra ayuda. - Harry y Hermione se miraron con preocupación y Sergio continuó:

- Mi caballo Nightmare se dejará motar de ustedes y me asombra de que los deje montar. El los cuidará y si encuentran al embajador ayúdenle a llegar al castillo a salvo y si no pueden avísenos por el eslabón que acudiremos a su llamada. -

Varios minutos después Harry y Hermione montados en Nightmare cabalgaban por el bosque con prisa buscando algún indicio del embajador. El caballo trotaba por un camino donde los rayos del sol de atardecer apenas se filtraban a través de las copas de los árboles, dejando los pocos senderos que allí habitaban en una penumbra inquietante, pero lejos de acobardasen Harry y Hermione lo encontraban gratificante, podía sentir que el bosque era viejo, lleno de sabiduría perdida por el paso de los años, cualquiera que se adentrara dentro de él y no respetara aunque sea un arbusto podría salir lastimado y no precisamente por las criaturas que allí habitaban.

Harry apretó las bridas del caballo llamado Nightmare que pertenecía a Sergio, mientras el caballo apretaba un poco su paso hasta convertirlo en una carrera, por alguna razón Harry sentía que algo se agitaba en las profundidades del bosque, algo maligno que intentaba dar caza por el mero echo de cazar. Mirando al cielo descubrió que los últimos rayos del sol acariciaban las viejas ramas de los árboles, con paso raudo intentó descubrir que mal se agitaba en ese bosque, había hecho la promesa con Hermione para proteger y cuidar lo que sus antecesores como sus padres cuidaron este bosque para preservar la vida las criaturas mágicas y esa promesa era algo sagrada para ellos.

Llegando a un pequeño descampado descubrió un pony negro con manchas blancas, demasiado grande para ser un pony y demasiado pequeño para considerarse un caballo, el animal en sí se encontraba realmente agitado, Harry viendo a la exuberante bestia que se agitaba con su sola presencia desmontó del fiel caballo de su amigo Sergio y con Hermione se acercaron con cautela hacia él para intentar calmarlo de la agitación que tuviera, no fue sino cinco minutos después que Hermione consiguió calmarlo, pero fue precisamente cuando ella consiguió que el pony dejará de relinchar y de pisotear la tierra que Harry y ella comenzaron a oír lo que parecía ser una batalla no muy lejana de donde ellos estaban.

Dejando a ambos, el pony y el semental, se dirigieron hacia donde parecía provenir los ruidos de donde provenía la batalla, Harry sacó de entre sus túnicas la espada de Gryffindor mientras Hermione descargaba su arco del hombro y sacaba una flecha, ambos dispuestos a atacar a cualquier criatura oscura que hubiera mancillado el bosque con su sola presencia.

A los pocos metros descubrieron que la batalla que se llevaba a cabo, era un enano con una larga barba castaña oscura, provisto como única arma con un hacha que bien podría superar la altura del enano contra una horda de orcos, a pesar de que el enano manejaba con gran destreza su hacha se notaba que la superioridad numérica de los orcos que poco a poco hacían al enano retroceder.

Sin pensárselo dos veces Harry se lanzó a la carga con un grito de furia contra el orco más cercano decapitándolo en el proceso, mientras Hermione disparaba dos flechas con su arco hacia el orco que iba a atacar al enano por la espalda, haciendo que de la garganta de la bestia inmunda brotara una sangre verdosa cuando las dos flechas se incrustaron en su cuello, este echo llamó la atención tanto de atacantes como de atacado, pero sin dejar lugar a presentaciones Harry comenzó una vez más a atacar y protegerse de las cimitarras con la hoja envenenada que portaban los orcos, Harry hizo acopio de sus conocimientos adquiridos con la lucha de espadas con Sergio. De pronto Hermione de su mano creó una gran bola de fuego lanzándolo contra otra de las criaturas carbonizándola en el acto, el enano en sí una vez visto que esos jóvenes no iban a atacarle blandió con fuerza su hacha decapitando a otro orco.

Diez minutos después de lo que hubiera sido una noche de festín para los orcos como plato especial enano, era ahora una gran mancha de cenizas y cuerpos de orcos decapitados o empalados por lanzas de hielo por los alrededores de los tres combatientes.

- Desde luego, es una sorpresa encontrarme por estos parajes a una bruja y un medio elfo – habló por primera vez el enano – y sobretodo que dominan algunos de los antiguos conocimientos perdidos en el tiempo – El enano escrutó con la mirada a la joven bruja y al medio elfo durante unos segundos para después seguir hablando – No obstante, olvidando viejos odios del pasado, debo estarle agradecido mi buen señor y mi buena señora por haberme salvado la vida, mi nombre es Khazad, hijo de Naira, a vuestro servicio – Esto último dijo el enano haciendo una leve reverencia.

- Harry James Potter hijo de James Potter y Ribanna, al vuestro – Dijo Harry imitando su saludo. El enano abrió los ojos asombrado al reconocer seguramente los nombres de sus padres.

- Hermione Van Hellsing hija de Louis Fox e Integra Hellsing, al vuestro – dijo Hermione de la misma forma que Harry

- Decidme joven señor y joven señora, ¿Qué hace una bruja y un medio elfo transitando por estos parajes perdidos de la mano de los dioses y conocedores de los antiguos saberes? si no es inoportuna mi pregunta claro está – El enano había colocado su hacha en su espalda sujetada con unas fuertes correas de cuero.

- Su pregunta no es inoportuna, pero si es larga de contar – Harry todavía intentaba por todos los medios sonar amable ya que en sus estancias en la biblioteca había descubierto que los enanos eran temperamentales hasta cierto punto – Podríamos ir hasta el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde por ahora habito y estudio y contar todo lo que tengamos que hablar con una buena cena, ya que el sol se a puesto hace poco y dudo mucho de que estas sean las únicas criaturas oscuras que habiten por los alrededores.

- Habláis de una leyenda como si fuera realidad joven señor – Dijo Khazad mirándolo escéptico – Pero Hogwarts, al que mencionáis no es solo si no una antigua leyenda perdidas en las canciones de tiempos antiguos para los enanos donde se cantan que nuestra gente ayudaron a construir las cavernas y los soportes del castillo. Ese Castillo era el lugar en donde todas las razas del mundo pasado habitaban en armonía cuando llegaban a aquel lugar creado por dos humanos y dos elfos para descansar y educar a las futuras generaciones.

- Cierto es maese Khazad, pero una vez más los antiguos misterios de la magia antigua y alta son concedidos a los magos gracias a la intervención del Rey de los Altos Elfos y el Rey de los Vampiros, siendo mi amiga Hermione el primero de los míos en ser merecedor de tal honor – El enano abrió los ojos desmesuradamente como sabiendo a que se refería el joven Potter – Si Khazad, Sergio Dumbledore Heredero Eterno de Merlín ha vuelto para detener la oscuridad que se avecina.

- Parece que cierto son los rumores que corren entre mi gente, el mal se agita una vez más entre las criaturas vivas, y una vez más los puros de corazón irán a luchar por un mañana mejor, tal y como cantan las canciones de los días mejores.

- No nos quedemos aquí, no muy lejos de aquí está el caballo de Sergio aguardando mi llegada junto a un pony desbocado que encontré antes de llegar a ti, imagino que ese pony será vuestro Khazad – Dijo Harry

- No imaginas mal, más no rechazaré la oferta sobre esa cena antes mencionada – Dijo jovialmente el enano mientras los tres partían rumbo hacia donde ambos equinos esperaban.

El camino hasta el colegio fue realmente entretenido para Harry y Hermione, Khazad parloteaba sobre la grandeza de su pueblo y las magníficas armas que forjaban los herreros de su tierra.

- O sí, nada más me gustaría que fuerais conmigo hacía las minas de Khazad-dûm, rugientes hogueras, cerveza de malta, rica carne deshuesada, descubriríais la famosa hospitalidad de los enanos.

- Nos encantaría acompañaros, si la maldad no avanzara de forma inexorable por estas tierras y no estuviéramos en esta maldita guerra – Dijo Hermione y Harry cabeceaba ambos con su semblante serio, ambos deseando en el fondo de su corazón el poder visitar aquello de lo que le hablaba Khazad.

- Hablan como si tuvieran el destino de esta guerra en sus manos – dijo el enano distraídamente sin notar la expresión del rostro de Harry y el de Hermione.

- Es cierto mi buen señor enano. Mi amiga Hermione fue quien liberó a Sergio Dumbledore de su encierro y además somos dos de los herederos de los fundadores – Dijo Harry ante la cara de asombro del enano que al reconocer las armas de Rowena Ravenclaw y Godric Gryffindor hizo una reverencia respetuosa con su cabeza. Varios minutos después Hermione dijo:

- Bien mi buen señor enano, e aquí el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. - De entre los árboles surgió la imponente figura del castillo dejando al enano embelesado por la belleza de tal construcción.

- Sin duda alguna, es mejor que las descripciones que cuentan las antiguas canciones.

- Puede que sí, pero no soy conocedor de tales canciones, tal vez podríais cantarme alguna después de haber saciado nuestros estómagos – Le dijo Harry con una sonrisa.

- Sin duda alguna mi buen señor – Harry se sorprendía cada vez más como el enano les trataba, como si fueran miembros de la nobleza, puesto al trato que recibía del enano ellos intentaban tratarlo con el mismo respeto que recibían.

A la entrada del castillo estaba Sergio Dumbledore, Blaise y Bella esperándolos tranquilamente. Los tres al llegar a su altura Sergio dijo:

- Ama, Harry como les fue - le dio al enano una inclinación respetuosa

- Bien, Sergio te presento a Khazad, hijo de Naira. – Sergio abrió los ojos en el asombro al reconocer el nombre del enano, le hizo una reverencia y dijo:

- Sergio Andrés Dumbledore Fénix hijo de Arwen Fénix y Jack Dumbledore para servirle mi buen señor y mis niños Blaise Zabini y Bellatrix Ayrcame – Esta vez fue el enano quien abrió sus ojos en el asombro y dijo lloroso para el estupefacción de los demás:

- Mi Señor, Rey de los Vampiros y Príncipe de los Altos Elfos le ofrezco mi eterna gratitud por haberle salvado tres veces la vida a mi padre.

Sergio asintió e hizo entrar al enano al castillo mientras Blaise tomaba las cabalgaduras y se las llevaba hacia la cabaña de Hagrid para que estas comieran y descansaran del viaje. Durante la cena Harry contaba a Khazad sobre Voldemort y un poco de sus andanzas por Hogwarts, haciendo énfasis en los encuentros que había tenido con Voldemort antes de su retorno y después de ellos.

- Valla, así que ese mago oscuro ha vuelto para esclavizar a todas las criaturas libres y someterlas a su voluntad – Respondió el enano después de haber oído el relato de Harry.

- Así es, Sergio a pesar de sus esfuerzos no pudo evitar que Loki-Seto este otra vez entre nosotros, además el cree que quiere abrir las puertas del inframundo desatando en el mundo. el mal que habitan tras las puertas – Dijo Hermione con tono lúgubre.

- Mi corazón se parte en dos mi buen señor y mi buena señora y Rey Fénix – Dijo Khazad después de unos segundos de silencio – la primera sería el deber de informar a los míos sobre la amenaza que asola este mundo y la otra la gratitud para con vosotros por el haberme salvado la vida y el querer pagarla estando con vos en vuestro entrenamiento y en la hora de su partida.

- Aunque no hay nada más que agradecería que tu ayuda, debo rechazarla Khazad, las personas que me rodean tienden a estar en peligro, y no podría aceptar que te embarcaras conmigo en tal peligrosa contienda.

- Tonterías, tonterías, tener el hacha de un enano como amigo, es tener una posibilidad de victoria, mi hacha está a tu disposición en cuanto arregle el asunto para con mi gente – Respondió el enano haciendo alardes de batalla.

- Si no puedo hacerte cambiar de opinión, lo menos que puedo hacerte es ofrecerte un lugar cómodo donde pasar la noche. En ese momento Dobby apareció y Hermione le pidió una habitación para que el enano pudiera pasar la noche con lo que necesitara.

Con los primeros rayos del sol, Harry y Hermione se encontraron en la cancha de Quidditch para seguir su entrenamiento con la espada con Caleb y a Hermione con su entrenamiento con arco de parte de Fiona, esperando que al menos su nuevo amigo Khazad pasara a despedirse de ellos antes de su marcha. Con todas sus armas regadas por el suelo en el piso de la cancha de Quidditch, Harry estaba practicando una vez más sus habilidades de magia sin varita y los conjuros básicos de hielo. Una hora después Harry estaba tomándose un pequeño descanso para reponer fuerzas, Khazad hizo presencia quedándose mirando durante unos segundos sin ser capaz de reaccionar a Fiona.

- Bienvenido seas Khazad, hijo de Naira – Dijo Fiona con una leve inclinación a Khazad. Fiona había sido informada por Harry sobre su estancia en el castillo y su pronta partida.

- Disculpad mis modales, Dama Elfa – Dijo Khazad clavando su rodilla en el suelo y bajando la cabeza en señal de sumisión – Terribles los tiempos venideros para que los herederos de los fundadores más el de Merlín vuelvan a juntarse otra vez.

- Levántate Khazad, pues eres digno de hablar libremente y ella se inclinó y lo saludo de la misma forma y se levantó – El enano estaba visiblemente emocionado al ver el trato recibido por la elfa.

- Venía a despedirme Harry, tengo un largo camino de tres días y cuanto más pronto sea mi partida mucho mejor.

- Espero que no te moleste que haya ordenado rellenar los fardos de tu pony con alimentos y agua para el camino y que el Señor de los Vampiros te de una escolta de cinco de sus mejores guerreros para protegerte durante tu camino – Dijo Harry con una sonrisa.

- De ningún modo, tendré que apuntar otra de las deudas que tendré que saldar al Señor de los Vampiros, a ti Heredero de Gryffindor y a la Heredera de Ravenclaw – Haciendo una reverencia profunda a Harry y otra a la elfa se retiró rumbo a la casa de Hagrid donde Sergio estaría aguardando los últimos preparativos del animal.

Aunque Harry le hubiera gustado acompañarlo, o aunque fuera estar con el en el momento de su partida, siguió haciendo lo que tenía que hacer, tomando la espada se dispuso a seguir entrenando. Harry estuvo más de una hora intentando hacer progresos con una espada normal, pero Caleb se lo ponía difícil ya que cada vez que parecía empezar a controlarla, el se acercaba y con su daga hacía chocar la espada haciendo que esta se desprendiera de las manos de Harry.

- Sabes no puedo llegar a manejar esta espada si cada vez que consigo hacer algunos movimientos tu vas y me das un golpe con la daga – Harry en estos momentos le daba igual sonar grosero, pero lo único que quería era conseguir manejar la espada ya que era lo único que todavía no había conseguido hacer algún avance y realmente comenzaba a frustrarse.

- Debes saber que en un campo de batalla, el enemigo intentará desarmarte de todas las maneras posibles, si no eres capaz de sostener tu espada en tus manos, como piensas defenderte de un ataque demoníaco. Además si llegases a perder tu querida espada Gryffindor y que en el piso encontraras un arma pesada y que de ella dependiera tu vida que harías.

- Bueno, tal vez si tuviera una espada menos pesada podría conseguir que no se me fuera de las manos – Dijo Harry soltando la espada en un gesto de frustración.

- Sabes que es lo mejor que podemos proveerte – Repuso Caleb como quien lo había discutido miles de veces, y en cierto modo era verdad, ya que siempre que Harry no hacía avances en la esgrima discutía con el o con Sergio los encargados de su entrenamiento sobre la espada – Pero ahora al parecer tienes un amigo enano, podrías pedirle que te otorgara una espada más liviana.

- Sería descarado por mi parte pedirle eso – Dijo Harry en un susurro audible, aunque en realidad lo había pensado desde que conoció al enano.

Harry siguió los siguientes cinco días entrenando arduamente después de la partida de Khazad, en este día había comenzado una nueva preparación con el tiro con arco, después de demostrar un nivel medio en el manejo y era, disparar flecha mientras cabalgaba a lomos de Nightmare. En los otros campos físicos avanzaba lentamente, aunque mirando fijamente su cuerpo podrías ver el cuerpo formado de un luchador implacable. Con respecto a la rama de la magia, Harry había olvidado por completo su varita, no recordando siquiera que existía, los poderes elementales poco a poco comenzaban a dar sus frutos, Harry se asombraba de las cualidades de la magia antigua y estaba seguro que le serían muy útiles en su lucha contra Voldemort y ponía gran empeño en conocer todos los hechizos que existían.

Al sexto día de la marcha del enano regresó una vez más, pero esta vez no venía solo, montado en un carromato tirado por dos poneys venía sentado otro enano de aspecto señorial y otro del que parecía también un noble aunque claramente se notaba que doblaba la edad a Khazad con los cinco guerreros del vampiro quienes al ver a salvo en su destino a los enanos se disolvieron con sus monturas a través de las sombras.

- Salud y riquezas Harry – Dijo con voz jovial Khazad mientras descendía del carromato.

- Salud y riquezas para ti también Khazad – Respondió Harry haciendo una leve inclinación de cabeza.

- Quisiera presentarte a mi padre Naira, señor de las minas de Khazad-dûm, y e aquí a Belror consejero de mi padre – Harry hizo una ligera reverencia hacía ambos enanos, después de la partida de Khazad se había informado por Sergio y Albus sobre alguna de las costumbres de las dos razas desconocidas por los magos y una de ellas, era la reverencia.

- Un honor conocer por fin al Heredero de Gryffindor y entrañable amigo del Señor de los Vampiros, aunque sea en tiempos tan oscuros como los que se avecinan – Dijo con voz profunda Belror – y por supuesto también el honor al conocer a los salvadores del hijo del Rey.

Harry evaluó con la mirada a Khazad, así que era el hijo del Rey de los enanos, por lo tanto tenía ante él a las máximas autoridades en la comunidad enana. Miró nuevamente a su amigo enano intentando discernir bien sus facciones, llegaría a medir 1´20 de alto aunque por la altura de los otros dos enanos tendrían que ser todos casi de esa estatura. Vestía enteramente de cuero llevando encima de sus ropas una cota de malla, su hacha parecía brillar más que la última vez que la vio. Los otros dos enanos iban vestidos más señorialmente provistos solamente con unas dagas en sus cinturones y ninguna armadura, los colores de su ropa aunque oscuros discernían claramente la posición de ambos.

- Podríamos acompañar esta charla con una buena jarra de cerveza y tal vez un buen filete de ternera – Dijo Khazad mientras se relamía pensando en la comida de los elfos domésticos los cuales le habían dejado impresionado por sus peculiaridades culinarias.

- Podríamos si señor – Contestó Harry jovialmente.

Harry hizo un gesto a los tres enanos para que le siguieran, con unos segundos de espera por parte de Harry al ver que los tres descargaban del carromato lo que parecían varios fardos, los guió hacía el comedor en el cuarto de los Vampiros en donde a través del fuego de la chimenea se comunicó con los elfos domésticos avisándoles que prepararan algo de comida para los cinco y acondicionaran 3 habitaciones para sus invitados. En eso Hermione ingresó al cuarto, se presentó a los enanos, ellos hicieron lo mismo y se sentó al lado de Harry.

- Y Bien díganme nobles señores, ¿Qué le traen a nuestra humilde morada? – Hermione dijo recordando lo había hablado con Albus más temprano sobre el castillo y fue Sergio quien le dijo que el castillo pertenecía a los herederos y por lo tanto Harry, Hermione y los otros dos herederos eran los señores Castillo y que si las cosas le salían bien al señor oscuro pronto sería un punto a tener en cuenta en la resistencia contra el mal y las alianzas futuras.

- Muchas cosas han pasado desde que los enanos rompimos nuestras alianzas con los humanos, más algunos de nuestros ancestros juraron a aquellos magos con los que simpatizaban que los enanos acudirían en ayuda de los magos en tiempos de necesidad – Respondió Naira.

- Muchos siglos han pasado desde que perdimos contacto con el mundo exterior, recluyéndonos bajo las montañas, saliendo sólo lo necesario, más las noticias alentadoras que nos a traído el buen Khazad nos hacen volver a salir fuera de nuestro exilio por llamarlo de algún modo – El modo de hablar de Naira no daba dudas a Harry que era un gobernante leal y fiel a sus creencias – Con nuestro primer contacto con un mago después de siglos de ausencia quisiéramos poder retornar alianzas perdidas en el olvido dijo mirando a Hermione. También quiero una alianza con los elfos y quiero que tú Harry como miembro de su pueblo envíes mi mensaje de alianza hacia ellos.

- No es necesario, el príncipe de los Elfos ya lo sabe. Sergio Dumbledore es el nieto de Lord Elric Fénix. Es el príncipe por que sus padres Lady Fénix y Lord Dumbledore fueron asesinados por humanos y un Elfa dominada por la poción imperius. El le informará a su abuelo lo pactado hoy conmigo. - Los enanos asintieron serios. Khazad y Naira bajaron sus cabezas conmovidos y tristes de que su amigo Sergio hubiera perdido a sus padres tan trágicamente.

- Esta es la muestra de la alianza élfica – dijo Harry. Sacó de un saco una armadura para que los enanos asombrados la vieran. Era una armadura hecha por los Altos Elfos con todo lo necesario para protegerlos durante una batalla. Los enanos estaban asombrados por el regalo y Harry continuó:

- Este es el regalo del mismo Sergio y es para Khazad - Khazad recibió de Harry una caja y al abrirla quedó mudo de asombro al ver un par de hachas pequeñas arrojadizas. De inmediato las sacó y se las colgó en su cinturón agradeciendo a Harry el presente del Príncipe.

- Khazad, Sergio me mandó decir que las uses bien ya que pertenecieron a su padre, son muy importantes para él - Khazad impresionado miró su cinturón y asintió serio diciendo:

- Lo haré, solo muerto me las podrán quitar. Como muestra de nuestra alianza con ustedes te entregamos a ti, como uno de los señores de este castillo unos presentes que seguro encontrarás de buen grado. -

Khazad comenzó a sacar varias cosas de entre los fardos entre ellos seis pulidas y relucientes espadas, seis cota de mallas hecha de mithril, digna de un príncipe en el cinturón llevaba engarzada algunas diminutas gemas que hacían realzar la belleza de la cota de mallas.

- Aceptad estos presentes como muestra de la nueva alianza y Lord Harry entrégale a Sergio este presente – Dijo Belror gravemente sacando una caja de medio tamaño de un fardo.

- Me siento frustrada al no poder entregaros a vos ningún presente como muestra de alianza – Dijo Hermione intranquila y Harry estaba un tanto apenado – Más no obstante, las puertas del castillo están abiertas para cualquier enano que busque una morada donde pasar la noche o simplemente busque un lugar donde tomar alimentos o protección. Y si su pueblo es atacado avísennos que los Fénix iremos a ayudar.

- No esperaba otra cosa de vos mi buena señora – Respondió el señor de las minas de Khazad-dûm. Harry tomó los presentes que se ofrecían y descubrió con deleite que la espada que se le entregaba era muy liviana y ligera, aunque resistente, sin duda una obra maestra de los herreros enanos – Serían juntos unos magníficos soberanos entre los magos si no fuera porque el linaje real de los magos se perdió mucho antes de que las viejas alianzas se rompieran – Harry y Hermione se ruborizaron con semejante halago por parte del señor de los enanos.

- Viejas leyendas e oído en mi estancia en Hogwarts, sobre el rey que volverá cuando la noche inunde el día cabalgado por los cielos – Respondió Hermione recordando la leyenda que había leído en los libros de historia de la magia sobre el rey mago el cual abdicó de su corona por amor, si mal no recordaba, fue por eso por lo que se creó el ministerio de magia, siendo el ministro sólo un regente a la corona o senescal como se llamaba en los tiempos antiguos.

Al día siguiente partirían hacía el reino bajo la montaña el señor Naira y Belror para reportar a la comunidad enana las nuevas que provenían del mundo humano, Khazad se quedaría como nexo entre los enanos y los humanos y en pago de la deuda de vida que le debía a Harry y a Hermione.

Varios días después de la visita de los enanos fue un cambio brutal en las habilidades con la espada para Harry que mejoro inmensamente y Hermione se animó a entrenar con una, portando ahora una espada que parecía echa para su mano, tardó solo cuestión de una semana para alcanzar un buen nivel en la esgrima, tanto que comenzó a destacar en su manejo. Khazad que les ayudaba con su entrenamiento de los antiguos saberes de la guerra como buen guerrero que era elogiaba a Harry y Hermione diciendo que ninguna criatura oscura se atrevería a ponerse bajo el alcance de sus armas.

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