Todos los personajes mencionados, asi como los lugares en donde se desarrola la historia pertenecen a JKRowling. Los hechos que suceden en ella son producto de mi imaginación.

Capitulo 1: Pidiendo ayuda desesperadamente.

- Okay, explícame nuevamente como si tuviera cinco años…- respiró - quieres que haga qué? – Fue lo primero que dijo Ginny al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y había decidido por lo tanto darse por vencida de lograr algo más que la amistad. Es que había pasado varios años tratando de que ese tonto miope se fijara en ella que ya viendo que el tiempo pasaba y ella se estaba haciendo mayor, prefirió dedicarse a conquistar chicos que la tenían en cuenta. Es que para Harry Potter, la pequeña hermana de su amigo no existía. Y hoy después de tanto llorar, y desde casi tres años, se habían hecho amigos. Amigos a la fuerza! Porque el noviazgo de Hermione y Ron, habían obligado a Harry a buscar nuevos horizontes referidos a la amistad, y como la pelirroja estaba cerca, le fue fácil.

Ginny era muy distinta a Hermione, y a Ron. Harry se encontró un día estudiándola y se dió cuenta de que tenia algo de los dos, mas lo propio. De Hermione tenía la capacidad para el estudio, la confianza y seguridad en si misma, de Ron el buen humor y la picardía, algo de las bromas de los gemelos, y cuando se enojaba, podía ver a la señora Weasley, su mamá, lanzándole una gran perorata. Pero Ginny tenía además algo especial, y era que entendía todas las penas que Harry tenía. Y más las penas de amor. Al joven le era fácil contarle lo que sentía, sus más profundos temores y deseos. Y ella era capaz de darle un consejo, apropiado para cada cosa. Es por eso que teniendo un problema con su amor, tan grande, decidió pedirle ayuda…

- Yo… no es tan malo lo que te pido Ginny – dijo algo nervioso – es muy importante para mi!

- Pero Harry – dijo ella y su piel estaba tan pálida que se confundía con la escasa nieve que había alrededor. – en qué puedo ayudarte yo? No tengo idea de lo que quieres hacer!

- No es mucho pedir… - carraspeó – sólo te pido que me ayudes a ser mas… romántico – ella torció los ojos.

- Sé lo que dijiste, lo que no entiendo es por qué? Para qué?

- Por qué? Bueno es fácil, no se me da eso del romance, Ginny. Yo trato de conquistar a una chica…

- Querrás decir a Cho – dijo con algo de rabia

- Si, Cho, pero hago todo mal y quedo como un idiota!

- Pero Cho ya no está en la escuela Harry – dijo en un tono desesperado.

- Lo sé, pero ella y yo nos escribimos, y a veces me resulta algo… difícil poner algo medianamente romántico, y yo… quiero sorprenderla, hacerle ver que yo valgo la pena! – dijo

- Si ella se interesara en ti, te querría tal como eres, aun siendo un perfecto… idiota… como tu dices que eres!

- Bueno pero es que a algunas mujeres son más sensibles que otras! – "Querrás decir que Cho es una reventada que lo único que quiere es pavonearse contigo y decir que es la novia del niño que vivió" Pensó ella. – Y Cho quiere que yo cambie…

- Por qué tienes que cambiar tú? – lo miró arqueando una ceja – Es que ella se cree tan perfecta para decirle a todo el mundo que cambie?

- Ginny…

- No – puso su mano en el pecho del joven – déjame terminar. Si ella te quisiera, te aceptaría tal como eres Harry. Tu eres un chico excepcional – se sonrojó un poco.

- Gracias, pero es que yo quiero hacerlo… yo noto que no sé como comportarme delante de una mujer…

- Bueno… eso es cierto – tuvo que admitir Ginny.

- Me ayudas?

- Aún no respondiste la otra pregunta.

- ?

- Para qué quieres que te ayude a ser romántico?

- Ah… es que – se puso rojo- Yo… me gusta… no, yo quiero a Cho – ella lo miró – Y pues… he decidido declararle mi amor y decirle que sea mi novia…

- Ya es tu…

- No, esto es algo mas formal… como un compromiso a largo plazo – si alguna vez Ginny quiso que la tragara la tierra, ese preciso momento estaba presente. Trago saliva, estaba con el ánimo por el piso.

- Te le vas a declarar? Es decir comprometerse y todo? – dijo en un hilo de voz… el asintió sonriendo – cuándo?

- El día de San Valentín…

- En dos semanas… - susurró. Lo miró. Ya no era el niño interesado en el Quiddich ni en salvar el mundo. Eso ya lo había superado. Ahora Harry tenía diecisiete años. Estaba en el último año de Hogwarts… y Cho estaba estudiando para sanadora. La odiaba. Ella pensaba que cuando la oriental se fuera de la escuela tendría la oportunidad de conquistar a Harry, pero no contó con que esa arpía lo quería si o si, y estaba valiéndose de todo lo que estaba a su alcance (Sexo incluido) para tenerlo agarrado de la nariz… - Yo – se levantó – no sé… que es lo que tienes en mente…

- Eso quiere decir que hay una posibilidad de que me ayudes… - el se levantó con ella y la siguió. Ginny trataba de serenarse, lo estaba perdiendo, ya era un hecho. El la seguía sin decir nada. De pronto ella se detuvo y lo miró.

- Yo, si tu me dices que quieres… puedo ayudarte… además no creo que yo pueda serte útil en algo. Mírame yo, en cuanto a romances no soy toda una experta! – rió nerviosa.

- Pero has tenido muchos novios… y eres mujer… digo sabes que quieren las mujeres de los hombres.

- Definitivamente si! – dijo suspirando – Bueno que tienes en mente?

- Estaba pensando… que quiero declararme con todo! – ella miró sus ojos verdes. Estaban fulgurantes de alegría, tanto que apenas parecían quedarse en su lugar gracias a las gafas redondas de Harry.

- Declaración y beso? Cena, declaración y beso?

- Se puede? – dijo algo nervioso.

- Depende de ti…- sonrió – Tienes muchas opciones… - él la miró esperando que las dijera. – Bueno, está declaración y beso, nada espectacular, sólo tienes que decir las palabras adecuadas y el beso nada degenerado! – él sonrió. -También esta cena, declaración y beso. Es igual a lo anterior, pero tienes que poner mucho empeño en la cena…

- Puede ayudarme Dobby! – dijo Contento.

- Bueno si… o ir al mejor restaurante de Hogsmeade… cosa que dudo que haya… - carraspeó – después tienes Cena, baile, declaración y beso – El aplaudió contento – Y en eso te puedo asegurar que tienes mucho que aprender Potter. Bailando tienes dos pies izquierdos.

- Graciosa – rieron – en verdad tienes razón… Bueno eso parece algo bueno, no? Digo la ultima opción… pero si le agregamos algo mas! – dijo con una sonrisa pícara.

- Mira Potter – dijo colorada – Yo solo puedo ayudarte con cena, baile, declaración y beso! Lo de "mas" que estás pensando corre por tu cuenta! Después de todo ella tiene demasiada experiencia en ese campo y yo… - él la miró – no!

- Okay entendí – la abrazó. Ella se dejó abrazar.- Entonces tu me ayudas con lo primero y yo… me encargaré de lo último. Cuando empezamos?

- Yo… tengo que estudiar…

- Ginny, tu no tienes mucho que estudiar, en eso eres igual a Hermione.

- Está bien… Pero déjame decirte que antes de adentrarnos en lo esencial, deberás leer algunas cosas…

- Qué cosas? Hay teorías para declararse, besarse y bailar? – preguntó algo contrariado

- No, bobo! – rió – hay cosas que tienes que leer para que encuentres tu vena romántica!

- Que no sea nada de algún duende perdido de amor por una elfina boba! – "no querido, de la elfina boba te enamoraste tu" Pensó y rió en su interior.

- Nada de eso! – le pellizcó la mejilla, haciendo que en la pálida mejilla de Harry apareciera un manchón rosado.

- Está bien… - dijo bufando – Todo sea por amor – miro su reloj – Merlín! Debo ir a buscar a Ron!

- Dónde está?

- Eh… yo… creo que en la biblioteca…

- Vamos Ron no iría a la biblioteca ni aunque le pagaran! Dónde está?

- Con Hermione… En la sala del requisito..

- Todavía no se le fueron las ganas de…

- Ginny no lo sé! Es que tú sabes... cuando uno esta enamorado!

- Si, entiendo! Pero espero que los muy idiotas no me hagan tía antes de tiempo!

- Si, yo también! – Le dió un beso en la mejilla – Me voy! Luego hablamos de nuestro trato! – se marchó corriendo. Ginny se quedó parada mirando como se alejaba.

- Bueno – se encontró hablando sola – No era que no te lo esperabas – sus ojos se aguaron un poco – Pero en verdad duele – Respiró profundamente y se limpió los ojos – Es la última lágrima que derramo por él. De ahora en adelante… – Ya llegaba al castillo – Te limitarás a ser su amiga y lo ayudarás con lo que te pidió. Y después a vivir la vida! Después de todo… El no es el último hombre de la tierra.

Notas de la autora: Hola a todos los que me conocen de otra pagina! De verdad estoy contenta de volver a publicar mis historias y de hacerlo en fanfiction! Espero que les se a de su agrado…Esta historia estuvo publicada en otra pagina pero por esas cosas de la vida se fue! Asi que empezare a publicarla aquí! Si quieren que publique otra de mis historias solo tienen que mandar un review o un mail y yo, como buena maestra los complaceré.

si quieren que esta historia continue... solo avisenle a Vicus Ridle, que ponga la segunda parte del documento que ella sabe... porque no tengo idea de como hacer para subir los siguientes capitulkos. Victoria, amiga, aunque sea mandame los comandos escuetamente a través de un mail... sabré agradecertelo!

Por cierto! a todos aquellos que se quedaron con las ganas de leer "Echale la culpa a Sirius Black" Fic, de mi autoria, lo pondre luego... no se desesperen!

Saludos Silvia