Disclaimer: aunque lo intento yo no soy J.K. Rowling, la historia es de mi invención pero los personajes le pertenecen a esta "rica" escritora... jejejeje

CAPITULO 36: EPILOGO

- Hola mi niña. Te he traído tulipanes, y estoy segura que te gustaría este color tan morado que tienen. Mamá se acuerda mucho de ti. No sabes lo que me gustaría que estuvieses aquí.

Hermione estaba arrodillada ante la tumba de su pequeña hija Audrey. Había depositado un pequeño ramo frente a ella y en su mente recordaba aquellos dos meses en los que pudo disfrutar de su pequeña.

- Princesa... – susurró una voz tras de sí, al mismo tiempo que unos brazos la abrazaban.

- Ya está papá aquí – dijo ella con una sonrisa.

Habían pasado más de veinte años, y pese al grisáceo cabello del hombre, Sirius seguía teniendo un brillo especial en sus ojos.

- No podemos llegar tarde – sonrió él.

Ella depositó un beso en la lápida y Sirius posó su mano sobre ella. Era su forma de acariciar a su hija, esa niña que les habían arrebatado.

El matrimonio regresó a su casa. Estaba amaneciendo.

- Va a ser un día muy largo – suspiró él.

- E inolvidable – murmuró ella.

- Se me ocurre como empezar el día Princesa – picó él.

- ¿A sí¿Y como, si es posible saber, señor Black?

- Así.

Y la besó. Como si fuera la primera vez.

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- ¡Mamá¡No encuentro mis pendientes!

- ¡Mamá¡Necesito ayuda!

- ¡Mamá¡No me sale el nudo de la corbata!

- ¡Tía Hermione¡¿Has visto mis zapatos?!

- ¡Princesa¡¿Has visto mis calcetines?!

Hermione, vestida con una hermosa túnica de gala en color verde pálido, se reía desde el sofá. Nunca cambiarían.

- Son unos desastres – le dijo a la pequeña niña de dos años que se reía en su regazo – Pero les quiero así.

La pequeña, rubia de ojos azules brillantes, se abrazó a su abuela. Y por la puerta entraron en ese momento Sirius seguido de sus hijos Andrómeda, Marius, Nicholas, y la esposa de este, Laura, todos a medio vestir, mirándolas.

- Tus pendientes están en la caja lila de la estantería – le dijo Hermione a su hija menor – Laura, tus zapatos los dejé en el armario; Sirius, seguro que si miras bien el cajón de tu mesilla encontrarás varios pares de calcetines; Nick, no te pongas nervioso y tu, Marius, relájate cariño, todo saldrá bien. Ahora te hago el nudo.

- Desastres – se rió la pequeña.

- ¡Audrey! – riño en broma su madre.

- No la riñas Laura, al fin y al cabo, tiene razón. ¿Qué harías sin mí?

Todos se rieron. Que iban a hacer si era verdad.

En veinte años, las cosas habían cambiado. Además de Nick, Sirius y Hermione habían sido padres de dos hijos más, Marius y Andrómeda. Nick les había sorprendido aún estando en Hogwarts cuando anunció que estaba enamorado de Laura Malfoy, con la que terminó casándose en una gran fiesta celebrada por todos, y con la que era padre de la única nieta de Hermione, una pequeña de nombre Audrey.

Todos sus amigos habían iniciado sus vidas sin temor a magos oscuros. Ron y Nora se habían casado finalmente, y tenían dos hijos en común, Peter y Hermione. Remus y Tonks también se habían casado, y tenían tres muchachos, Sirius, Ted y Arcturus. Por otro lado, el famoso Harry Potter se había casado con Ginny, y tenían tres hijos, Lily y los revoltosos James y Ron.

Pero aquel día iban a volverse a reunir todos los amigos, se iban de fiesta. Porque aquel día, Marius Black y Lily Potter iban a casarse.

Hermione, con infinita paciencia terminó de arreglar a su familia. Con inmenso cariño le hizo el nudo de la corbata a su hijo Marius y le abrazó. Era su niño, y ya se casaba.

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Unas chispas doradas salieron de las varitas cruzadas de los padrinos, mientras los novios se besaban una vez convertidos en marido y mujer.

- Permítanme presentarles a los señores Black.

Todos los invitados se levantaron en aplausos, mientras ellos sonreían, nerviosos. Hermione y Ginny se miraron contentas, como orgullosas madres.

La ceremonia había sido preciosa, y ahora tocaba celebrarlo. Los jardines de la mansión del Valle de Godric, donde vivía Harry, eran el lugar elegido por el matrimonio.

Al finalizar la comida, Nick, en calidad de padrino, levantó su copa.

- Por Marius y Lily Black, por su felicidad.

El reciente matrimonio fue el primero en salir a la pista a bailar, seguido de los padrinos, y poco a poco, el resto de invitados.

En un momento, Remus y Tonks se acercaron a Sirius y Hermione para pedir un cambio de pareja. Hermione aceptó la invitación de Remus.

- ¿Qué hay Nutria?

- No puedo ser más feliz Lobo. De niña jamás hubiese imaginado este final.

- Me alegra que todo haya salido perfecto.

- Podríamos haber cambiado cosas para que hubiese sido más perfecto¿no?

Lobo sonrió. Sabía que ella se refería a su dulce Nora, a Laura y Peter, a Alice y Frank, a James y Lily, a su hija.

- Estoy seguro que nos están viendo ahora mismo y se alegran por nosotros. Además, no dudes que los volveremos a ver, Nutria.

- Lo se – respondió ella, sonriendo.

- Cambio de parejas.

Sirius había aparecido de repente, tomando a su mujer y devolviendo a su sobrina a brazos de su marido.

- Cuidado con ella lobezno – dijo guiñando un ojo, mientras Tonks se reía.

Sirius y Hermione bailaron sin dejar de mirarse y sonreír.

- Ha salido todo perfecto – dijo él.

- No puedo creer aún que Marius se haya casado. Él que siempre era tímido, que se encerraba en su habitación y no se sabía nada de él por horas. El que tenía miedo de ir a Hogwarts – suspiró Hermione.

- Y se casa con una chica que no puede estarse callada más de dos minutos. En eso se parece a su abuela – se rió el hombre.

- Ya solo queda Andrómeda en casa. Y cuando vuelva a Hogwarts va a estar muy vacía. Otra vez los dos solos.

- No te hagas muchas ilusiones. Sabes que Audrey adora estar con su abuelita, y que no te extrañe que te lleguen dos más – se burló Sirius – Marius y Lily no tardarán, y creo que a Nick y Laura les apetece otro pequeñajo.

- Nunca cambiarás – rió Hermione.

- Demasiada faena pides tu a estar alturas. Además¿no te gusta así?

- Me encanta.

- Dame un beso Princesa.

Se terminó. Quiero agradecer a todos los que han seguido el fic a lo largo de sus treinta y seis capítulos, y me han apoyado siempre con sus consejos, sus críticas... en definitiva, todos esos reviews que hacen que aún tengas más ganas de escribir, de escribir por vosotros...

Gracias a vosotros lectores... gracias a esos incodicionales que capítulo tras capítulo dejáis un review. Ya sabéis quienes sois ;-)

Aunque este fic va dedicado a todos... no puedo dejar de dedicarlo especialmente a mi amiga Mariam, o mejor dicho, Lady Orapma... que fue la que me descubrió este mundo y me animó con sus consejos y sus críticas. Gracias.

Nos vemos en próximos fics.

Un beso y un abrazo muy fuerte.

Maria José

PD: Dame un beso Princesa ;-)