Hi nOn aquí tratando de empezar el nuevo capi, pero debo decir q aunque ya tengo las ideas no se, toy seca de inspiración y eso q ayer tuve una Darko aventura y q me estoy burlando d ciertas cosas familiares con respecto a los secretos jusjusjus en fin,

Hi nOn aquí tratando de empezar el nuevo capi, pero debo decir q aunque ya tengo las ideas no se, toy seca de inspiración y eso q ayer tuve una Darko aventura y q me estoy burlando d ciertas cosas familiares con respecto a los secretos jusjusjus en fin, si estoy tratando de escribir s porque cuando entre de vacaciones quiero tener terminado tanto este fic como el de "intercambio extranjero" xq luego no voy a tener tiempo ya q voy a empezar con los cursos para entrar a la facultad asi que vamos de una buena vez al capi nOn

Escuchando: "Crash World" de Hilary Duff

-…-las locuras que escribo

Pensamientos

(n/a) notas que dejo

(n/j) notas que deja mi hermano si de nuevo se cuela en otro de mis fics

"UN CONEJITO MUY ESPECIAL"

Capitulo XVII

"UNA DULCE MELODÍA"

-¡¡Avalón-chan!!-gritaron ambas con horror al ver a la joven caer sobre la ya no tan blanca nieve.

Y no tardo mucho para que la joven se pusiera de pie de nuevo, dando un muy hondo suspiro, había reconocido a la perfección aquellas voces que la llamaron, saco su daga de uno de los bolsillos de su abrigo y la miró por unos momentos.

-No debieron salir a buscarme-dijo con cansancio –Si me fui sin despedirme fue para evitar esto…-ya sin más opción se hizo un nuevo corte en su mano derecha mientras cerraba los ojos con fuerza y murmuraba un hechizo que solo ella entendió.

Cuando ambas pelinegras se dieron cuenta, estaban ya encerradas en una cúpula creada con magia. Meiling golpeo con su puño aquel campo que las atrapaba tratando en vano de liberarse.

-Avalón-san no es correcto que en una situación como esta desperdicie su magia-escucharon reprochar a alguien, topándose con un chico peliverde de ojos color esmeralda que reflejaban cierto deje de tristeza como si no quisiese estar en ese lugar.

-Ya se, ya se, pero no puedo permitir que otros salgan lastimados por mi culpa-contesto tranquila

-Nuestra culpa-aclaro el peliverde

-Pero la culpa es más mía que tuya, Takato-agrego con una sonrisa

-Vaya, entonces usted sabe que yo no deseo continuar con esta batalla-advirtió ocultando la mirada.

-Lo se muy bien, soís una buena persona Takato Shang-dijo regalándole una sonrisa

-Pero el que lo sea no descarta el hecho de que tenga la obligación a eliminarte-se escucho a una tercera voz.

-Deberías sentir vergüenza de mandar a otros a hacer tu trabajo sucio Shang-se burlo, a esas alturas ya no le importaba mucho el efecto que sus palabras pudiesen tener en aquel hombre tan despiadado –En especial si mandas a un niño pequeño que no quiere ni sabe pelear correctamente-una vez más sonrió con burla.

-No lo haría si tú me entregases esa espada por las buenas-contesto mirándola penetrantemente.

-Te diré la verdad entonces-su sonrisa se torno descarada –Yo no tengo la espada-confeso con una risita de burla –Ahora esta con su dueño-pareciera que con eso había logrado sorprender tan solo un poco a ese hombre.

-Kiev Avalón esta muerto, no puedes engañarme-advirtió mirándola con rencor.

-Yo nunca dije nada acerca de Kiev-sama, yo me refiero a que la espada tiene un nuevo dueño-argumento con fastidió.

-Me dirás donde esta por las buenas o me veré obligado a que mi cazador te saque la información por las malas-ordeno con furia

-Haz lo que quieras, me tiene sin cuidado-dijo sin darle importancia, después de todo, siendo la única que quedaba de su familia, como ella creía, ya no podía perder más nada.

-Ve entonces mi querido cazador-sonrió cínico al saber el efecto que causaría con aquella orden

Pero apenas si hubo avanzado un par de metros el joven encapuchado de blanco, Takato se le cruzo por en medio del camino tratando de empujarlo hacia atrás o de detenerlo.

-¡¡Por favor Jei-san no haga esto, deténgase por favor, reaccione!!-pedía a gritos, el joven de mirada escarlata vacía tan solo lo empujo a un lado y siguió con su camino, tiró de su capa tratando aun de detenerlo -¡¡Basta Jei-san Basta!!-pero no consiguió nada, sintió que alguien tiraba de el de su abrigo y cuando levanto la mirada se topo con la de su padre, con esa fría mirada bicolor a la que tanto le temía.

Y sin esperárselo siquiera, aquel hombre que se decía su padre lo arrojo entre un par de árboles, mientras el se quedaba perplejo al ver que el cazador no detenía sus pasos por más que le pidiese que lo hiciera.

-Quédate ahí, Takato-ordeno Leviatán Shang al ver al chico ponerse de pie y antes de que pudiese alejarse de entre los árboles estos le sujetaron con sus ramas mientras el trataba de zafarse sin conseguir nada.

Mientras que la distancia entre el cazador y la joven Avalón se había vuelto casi inexistente, la joven tomo una posición defensiva, y el cazador pareció sonreírle con burla, la sonrisa desapareció cuando la ojiazul lanzó el primer golpe, y el le esquivo con un movimiento de su brazo y justo por ese descuido ella aprovecho y lo pateo, antes de dar un saltó hacía atrás y retomar su posición de defensa, antes de lo previsto, la distancia se volvió inexistente y esta vez ambos se atacaron, pero cuando ella quiso patear su rostro, el tomo su tobillo y la levanto de suelo.

-¡¡Suéltame cobarde, que me sueltes te digo!!-gritaba forcejeando, pero el solo la miraba con ese par de ojos escarlata sin vida, fastidiada tomo impulso y le pateo en el estomago y justo cuando el la soltó le devolvió el golpe.

Aunque se tambaleo un poco, retrocedió esperando el siguiente ataque de su oponente, pero el no se movió en lo absoluto, parecía como que estaba esperando algo.

-Por lo visto es hora de que le muestres quien eres, Joven Cazador-Advirtió Leviatán Shang.

La capucha de la capa fue retirada, dejando ver los cabellos largos platinados y con mechas negras, la mascara cayó al suelo haciendo un sonido hueco, mientras la joven Avalón retrocedía.

-Her-Hermano-susurro apenas –No-no es cierto, mi hermano esta muerto-se dijo asi misma tratando de recobrar la compostura.

-En realidad tu querido hermano a estado conmigo desde su supuesta muerte-dijo con una cínica sonrisa Shang.

-¿Tu-tu te llevaste a mi hermano?-cuestiono incrédula

-Asi es, nada sería para mi más emocionante que ver como tu querido hermano te mata-se burlo.

-Mi-mi hermano jamás me haría daño-advirtió mientras retrocedía.

-El ya no es más tu querido hermano, el hace lo que yo quiera-contesto riendo malicioso

-No-no es cierto, mi hermano no sería capaz de lastimarme-insistió, pero cuando se vio acorralada entre el tronco de un gran pino y aquel que alguna vez fue su hermano, un sentimiento de terror le invadió y justo antes de que el la atacara se agacho y salió corriendo.

El la perseguía y la atacaba y ella no hacía más que tratar de esquivar los ataques, no era capaz de atacarle, para ella el aun seguía siendo su hermano, no quería lastimarlo, no podía, aun si ahora respiraba agitadamente y se sentía adolorida por los golpes y patadas recibidos, aun si la herida en su costado izquierdo le dolía, aun si tenía que manchar más la nieve con su sangre, ella no lo atacaría, y justo cuando estaba tendida en la nieve y el le iba a dar el golpe final, reacciono, rodó sobre la nieve esquivando el ataque y tomando la determinación de que si no podía defenderse al menos tenía que tratar de pensar en un modo de hacerlo volver en si, tal y como Takato había intentado.

-No se de que modo puedo liberarte pero al menos escúchame-llamo su atención –Hermano soy yo, Hairucha, soy yo Hairu, tu hermana menor-pero aquello no parecía dar resultado, ya que el joven continuaba atacándola y ella seguía esquivándole, una vez más estaba sobre el suelo cubierto de nieve.

-El no te escucha, el solo me escucha a mi, ni siquiera te recuerda-se burlo Shang

Más antes de que el joven de mirada escarlata la atacara una vez más, le pareció ver una sombra de color azul oscuro y luego cerro los ojos con fuerza, esperando lo peor.

-¿Estas bien Avalón?-escucho que le cuestionaban, reconoció la voz al instante

-¿Hi-Hiiraguizawa?-cuestiono perpleja al toparse con los ojos color zafiro de Eriol apenas si abrió los suyos.

-¿Avalón-chan estas bien?-cuando se volvió hacia esa voz y a quien estaba ahí, se sintió ciertamente nerviosa -¿Avalón-chan?-repitió

-Yo… yo estoy bien Kinomoto-se apresuro a decir, pero luego sintió como Eriol se le acercaba más hasta quedar muy cerca de su oído

-Li ya sabe tu pequeño secreto-susurro el ojizafiro –Tal vez no te diste cuenta, pero la carta se te cayó justo frente a la puerta antes de irte-advirtió, las miradas de ambos fueron a dar sobre un muy callado Syaoran Li, que no hacía más que observarla fija y penetrantemente

-Como si mi día no pudiera hacerse peor-alcanzó a decir desviando la mirada.

-Lo supongo-las palabras de Eriol llamaron su atención –Después de todo, el sujeto de quien te acabo de librar fue quien mato a tus padres y a…-iba a continuar cuando se fijo en como ella se ponía pálida.

-No-no es cierto, mi hermano no pudo haber hecho eso-defendió incrédula

-¿Tu hermano?-ahora el sorprendido era Eriol –Pero si el esta…-

-Todo este tiempo estuvo con Shang-se apresuro a decir –El se lo llevo, el lo controla como un titiritero a una marioneta-explico perturbada

-Pero es que… el mato al líder del concilio, por eso el concilio no podía ayudarte, mientras no tenga un líder, el concilio esta disuelto-las palabras de Eriol la sorprendieron aun más

-Tengo que hallar el modo de liberarlo, pero aun no se como-advirtió

-Toma-escucho decir tras ella –Si no querías que lo supiera debiste tener la precaución de guardarla bien-aunque aun le miraba penetrantemente lo que más le inquietaba era el hecho de que el ya sabía sobre el compromiso.

-Yo no quería decírtelo-dijo cabizbaja mientras tomaba de la mano del castaño la carta ya más arrugada que antes.

-Como sea, hay otras cosas de que ocuparse-contesto como si en realidad no le importara en lo absoluto, cuando era la principal razón por la cual había salido a buscarla.

-¡¡Eres una niña muy tonta Hairu Avalón!!-gritó a lo lejos Shang -¡¡Cuatro por el precio de uno!!-ninguno le entendía a lo que se refería aquel hombre -¡¡Me ahorraste el trabajo de un modo increíble!!-continuo -¡¡Después de todo, cuando terminara contigo iría tras la Card Master, luego tras la reencarnación de Clow, y finalmente tras el futuro líder del concilio, el joven Li!!-en definitiva, se estaba burlando feliz de ellos.

-¿Y eso que?-cuestiono de repente, todas las miradas se posaron sobre ella mientras se ponía de pie y sacudía un poco su ropa.

-¿Cómo que "y eso que"?-advirtió un confuso Shang

-Te he preguntado que, que tiene que ver eso aquí-contesto la joven –Pero no puedes responder-sonrió con burla –Además, según tus propias palabras, primero debes acabar conmigo… y eso, déjame decirte que te será imposible, aun si usas a mi hermano como tu marioneta-parecía que Shang le replicaría en algo pero ella continuo –Después de todo, ya he pensado en un método para regresar a mi hermano a la normalidad-sonrió tranquila y se alejo de la protección de sus compañeros recién llegados.

-¡¡Avalón-chan!!-llamo Sakura asustada.

-No habrá problema Kinomoto, se muy bien lo que hago, solo mantengan la distancia-contesto con una sonrisa.

La chica continuo con su camino hasta colocarse frente a frente con aquel que solía ser su hermano, ambos hechiceros castaños avanzaron para alcanzarla, pero el brazo de Eriol les impidió seguir con su camino, Shang miraba la escena expectante y Takato aun trataba de liberarse, Tomoyo y Meiling no podían hacer más que observar.

Una vez más la pelea comenzó, pero esta vez era diferente, esta vez no solo estaba esquivando los ataques sino que también se esmeraba por devolverlos, necesitaba que su hermano permaneciera quieto auque fuese por unos instantes, pero no por nada el era considerado el mejor de los tres herederos Avalón.

-Es inútil-advirtió Shang –Todo lo que intentes será inútil-rió carcajadas pensando en que tenía ganada la batalla.

-Tsk, Tsk, eso es lo que crees… la piedra que lleva en el cuello es un talismán que repele todo hechizo, por eso crees que me has ganado, pero yo nunca dije que emplearía magia para liberarlo, además entre sus ataques hay siempre una pauta, lo cual significa únicamente que al estar yo presente mi hermano esta tratando de luchar contra tu hechizo, por eso es que voy a liberarlo, y lo haré tan solo en menos de cinco minutos n.n-contesto

-¿Acaso se ha vuelto loca?, es casi imposible que haga algo como eso sin usar magia-pensó Syaoran.

-¡¡Avalón!!-llamo Hiiraguizawa mientras arrojaba un objeto hacia la joven, ella lo atrapo, y al abrirlo se topo con un par de abanicos de metal color dorado con detalles en plata, mientras que de ambos abanicos colgaban borlas de color verde esmeralda, por un momento ella se giro hacia el y le sonrió en modo de agradecimiento.

-Justamente lo que necesitaba-de nuevo sonrió y dio un saltó rápido hacía atrás, aunque se tambaleo un poco al aterrizar –Con esto lograré que permanezcas quieto tan solo lo necesario-pensó, y de nuevo se lanzó al ataque ayudada de ambos abanicos hasta que prácticamente acorralo al joven contra el tronco de un pino, y después de tomar un poco de impulso arrojo contra el ambos abanicos.

Ambos abanicos apresaron las manos del joven al quedar clavadas las mangas de su abrigo contra la superficie del pino.

-Con esto basta-susurro mientras se acercaba al joven que trataba de librarse sin tener mucho éxito, la joven tomo aire y soplo un poco sobre sus manos enguantadas para después mirarlo directamente a los ojos –Espero que te acuerdes de esto n.n-sonrió de nuevo.

Kikasete natsukashii uta wo (Escucha aquél lejano sonido)
tooku de kuchizusande (Alguien tararea una nostálgica melodía,)
sei naru mitsu no you ni yume no you ni (como un néctar sagrado, como un sueño)
sono naka de nemurasete (Déjame dormir mientras me envuelve...)

Doushite sekai wa sakasa ni muryoku ni nagareteku no? (¿Por qué el mundo se ahoga en contradicciones y desesperación?)
Yuuyake (Al atardecer,)
itsuka mita akanegumo (siempre observábamos juntos las rojas nubes,)
soba ni irenai sono kawari ni (y ahora ya nunca más podrás estar a mi lado...)

Gin iro no ame ga futtekitara watashi da to omotte (Pero cuando la plateada lluvia comenzó a caer, imaginé que era parte de mí,)
namida wo fuite (y sequé mis lagrimas.)

Massugu ni hada ni ochiru ryuusei (Las estrellas fugaces que caen)
furitsuzukete sono kata ni amurita (sobre tu cuerpo, sobre tus hombros... son ambrosía.)

-Hai-ru…-apenas si había alcanzado a escuchar su nombre salir de entre los labios del joven, su sonrisa se torno aun más grande, lo había logrado.

-¡¡NO LO PERMITIRÉ!!-gritó colérico Shang.

Antes de que alguno pudiese reaccionar siquiera, el hombre ya había creado una pared de grueso hielo y contra ella había hecho chocar a la joven pelirroja, más cuando Eriol, Sakura y Syaoran trataron de ir en su auxilio, tanto Hiiraguizawa como Li se encontraron atrapados en una cúpula, que sin importar cuanto trataron de escapar de ella les fue imposible.

-Me has sacado totalmente de quicio…por eso…-el hombre se fue acercando poco a poco a ella con una mirada por demás furibunda, antes de que ella pudiese apartarse del Hielo, el creo unos cristales de hielo y los hizo ir contra la chica.

Uno corto una mecha de sus cabellos rojizos, otro corto su mejilla, un par apresaron sus manos y otro par rozaron cada uno de sus costados, apenas si hicieron contacto no pudieron más que escucharse gritos de dolor, la cabeza de la chica se fue hacia el frente mientras la nieve se teñía aun más de rojo.

-¡¡Avalón-chan!!-grito la ojiesmeralda horrorizada, trato entonces de ir en su auxilio más una enredadera la tomo por su tobillo y cayo a la nieve, y cuando trato de zafarse otras la atraparon, trataba de escabullirse, o al menos de alcanzar su báculo, que durante el proceso se le había caído, hasta que…

El bosque entero retumbo con sus gritos de dolor tal y como había hecho cuando Hairu había sido atacada, solo que ella parecía no perder el conocimiento y aun trataba de luchar para liberarse.

-Tranquila señorita, tan solo estoy robándole su magia-dijo con malicia el hombre y entonces rió a carcajadas una vez más.

-¡¡SAKURA!!-grito desesperado el castaño, trataba a como diera lugar de salir de su encierro hasta que escucho un ruido tras el, cuando volvió la vista en aquella dirección encontró a Eriol en la nieve aparentemente inconciente -¿Hiiraguizawa pero que ra…?-ni siquiera alcanzó a terminar la pregunta, porque termino aun lado del zafiro y en el mismo estado que este.

Las risas de Shang eran el único sonido que acompañaba los gritos de Sakura, o al menos así lo fue por unos instantes.

- Sakamaku jikuu wo koete… mada minu daichi wo samayou…-apenas si se había escuchado, fue un susurro apenas audible, con el cual lo único que logro fue incrementar la ira de Shang, este se volvió hacía donde el estaba –Es-es una pesadilla muy horrible, quiero, quiero despertar ya…-alcanzó a decir, mientras su mirada se tornaba cristalina y las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas - anata no egaku tsuyosade… toki wo kirisaite...- apenas si había logrado terminar ese par de versos, los recuerdos se a galoparon en su mente, la cabeza le dolía, pero lo peor, había despertado la furia de su captor.

-¡¡MUERE!!-sabía que eso no había sido dicho para el, el hombre se giro hacía la chica inconciente contra la pared de hielo e hizo una vez más una buena cantidad de cristales de hielo, que fueron directamente hacía la joven pelirroja…

Una fila de largas y afiladas estacas de hielo detuvieron los cristales, el hombre de mirada bicolor giro su furibunda mirada hacia el origen de estas y se encontró con un encapuchado de gris oscuro sosteniendo una maravillosa espada de plata que permanecía clavada en la nieve, y era la responsable de aquellas estacas que habían detenido su ataque.

-Vaya, siempre se les da la de empezar a jugar sin mi-dijo el recién llegado, paso corriendo a un lado de las estacas hasta llegar donde se encontraba el otro joven apresado por los abanicos y para sorpresa de Shang y Takato, le dio un buen puñetazo en la mejilla –Ya deja de llorar Srito. Perfección hay cosas más importantes que hacer-finalizo antes de quitar los abanicos.

-¿Trent…?-alcanzo a murmurar el joven, su mirada escarlata retomo su brillo acostumbrado y el con dificultad se puso de pie –Estoy Libre-se dijo aun si creerlo y mirando sus manos

-Anda muévete de una buena vez o te golpeo de nuevo-gruño el otro, pero no se espero que el de mirada escarlata le bajara la capucha y se le quedara mirando fijamente de arriba a abajo haciéndolo ruborizarse y luego sin más lo abrazo muy fuerte –Me estas asfixiando Jessy… Jessy-dijo tratando de zafarse.

-Los he extrañado tanto a todos-murmuro dejando de abrazar al chico recién llegado para luego mirar a shang, su mirada se torno seria y con desprecio –Te juro que te haré pagar por todo lo que me has hecho-dijo con desprecio, el hombre le sonrió con burla –Trent, dame mi daga, se muy bien que Takato te la ha dado a escondidas-ante este pedido el chico pelinegro saco de uno de los bolsillos de su abrigo el objeto pedido y se lo entrego, y entonces el se llevo una mano al cuello y tiro del listón color rojo que tenía atado dejando ver el medallón en forma de Flama con unas alas de Dragón.

El corte en su mano derecha, fue rápido y sin dudar, las gotas de color escarlata quitaron una vez más la pureza a la nieve blanca, el medallón se cubrió de escarlata y una ola de fuego se libero al ambiente, en las orbes escarlatas del chico por unos instantes ardieron llamas, La Espada De Fuego había sido finalmente liberada, y Leviatán Shang la observo con incredibilidad y sobretodo ambición.

-Creo que no lo había mencionado antes, es que soy un excelente mentiroso-fue la burla que Eljan Trent lanzó al aire.

-Y me alegro que lo seas-contesto con una triunfante mirada Avalón Jessy.

-Es mejor jugar en serio de una buena vez-Advirtió Trent, sus orbes grises se mostraban divertidas y arrogantes, como respuesta recibió, un asentimiento con la cabeza.

Los cabellos platinados con mechas negras se mecieron con lentitud por el viento, y las orbes escarlata parecieron recordar algo importante, Jessy se dio la vuelta y emprendió la carrera rumbo a la pared y cristales de sólido hielo que aun mantenían cautiva a la joven pelirroja, los cristales de hielo cayeron sobre blanca nieve mientras la joven fue tomada en brazos, sus rojizos cabellos apoyados en el hombro del joven al igual que su cabeza, ojos azules cerrados, y luego apenas si se abrieron.

-¿Hermano?-cuestiono apenas, una sonrisa se formo en el rostro del de ojos escarlata.

-Ya estoy aquí, vas a estar bien-le abrazo con sumo cuidado tratando de no lastimarla más –Te he extrañado tanto-murmuro cerca de su oído, se puso de pie con la chica en brazos y miro con desprecio una vez más al hombre de orbes bicolor.

Se dijo alguna vez que Jessy Avalón era el más tranquilo de los tres guardianes, suposición equivoca, pues lo que nadie sabía era que debajo de esa apariencia pasiva y esa sonrisa alegre y reconfortante se escondía un ser tan explosivo, intempestivo y arrasador como el mismo fuego, y ahora que se le notaba fuera de su pasividad usual, era sin duda un peligro ser su objetivo.

Sus orbes escarlata ardían en llamas, en su rostro la sonrisa se había desvanecido, beso la frente de la chica y la dejo apoyada contra un pino mientras la protegía del frió dejándole su blanca capa salpicada de carmín/escarlata.

-Vas a estar bien, lo prometo-le sonrió como solo a ella solía sonreírle, Trent se había acercado hasta ellos y dado un pequeño abrazo a la chica y un intento de sonrisa sin burla ni arrogancia, una simple sonrisa, le revolvió sus rojizos cabellos con una ternura que solo podía expresar con facilidad para con ella, luego su mirada gris se poso sobre la escarlata.

-Hay que liberar a los otros-dijo, no es que le agradara salvar al mundo pero realmente detestaba inmiscuir a otros en sus problemas.

Fue Trent quien corto las enredaderas que apresaban a la joven cerezo, la sostuvo en brazos, por un momento, ella apenas si estaba conciente, la ayudo a llegar hasta donde la chica de cabellos rojizos estaba y la cubrió con la capa blanca mientras le daba su báculo y le miraba con firmeza.

-Usted no se puede morir Princesa Estrella, aun le queda mucho por hacer-murmuro apenas, ella pareció no entender a que se refería.

-Syaoran-kun…-musito apenas, sus orbes esmeraldas se notaban preocupadas.

-No se preocupe, el Príncipe Luna estará bien-contesto firme a sus palabras.

El hombre de orbes bicolor permanecía quieto, escrutinando cada uno de sus movimientos y planeando los propios, por esas espadas sería capaz de cualquier cosa, cualquier cosa, esas espadas serían suyas y de nadie más.

Las orbes grises de Trent miraron pensativas a la espada de plata entre sus manos, a paso veloz llego donde los otros dos magos permanecían cautivos, apenas si la punta del filo hubo tocado el encierro, este se volvió una fría cárcel de hielo, basto un solo toque para que en cuestión de segundos se viniera abajo, los dos magos ahora libres poco a poco fueron recuperando el conocimiento, primero se abrieron los orbes zafiro, luego los ámbares y le miraron confundido.

-Syaopyon, Hirahira, lamento la demora-musito, los otros dos le miraron casi sin comprender, sobretodo por los apodos usados para con ellos –Vaya que son olvidadizos-rió un poco mientras extendía ambas manos para ayudarlos a ponerse de pie, pero aun así, ellos le miraban extrañados –Oh vamos, soy Trent Eljan… ¿saben que? No importa-finalizo.

-¡¡Sakura!!-grito el menor de los Li antes de correr hacia donde la joven ojiesmeralda se encontraba para luego estrecharla entre sus brazos.

-No se porque tuve la falsa esperanza de que el prefiriera a Hairu-dijo dando un suspiro Trent, Eriol lo miro.

-¿Entonces tú lo sabías?-cuestiono dubitativo el zafiro.

-La única que no lo sabía era Hairu-contesto desviando la mirada –Ojala y todo fuera diferente-musito caminando hacia la pequeña ojiazul.

-Hairu…-le llamó, la chica apenas levantó la mirada, se notaba cansada.

-Estaré bien, no te preocupes-murmuró para luego suspirar.

-Si, lo sé, solo que estaba preocupado y además tenía que asegurarme, porque sino cuando regresemos a casa a quien el viejo regañará si algo te pasa, será a mi-contesto desanimado.

-Trent-llamo Jessy, el chico le miró –Pensaremos en el abuelo luego, lo importante es la pelea, así que date prisa-recordó

El chico de orbes grises asintió con la cabeza y regresó al lado de su primo, ambos tomaron posiciones defensivas a lo que su enemigo solo les sonrió con burla.

-¿Cuál es el plan?-cuestiono Trent.

-No hay plan, solo ataca junto conmigo hasta matar al maldito, ataca sin piedad y no dudes, es todo-contestó decidido Jessy.

Y de nuevo la batalla comenzó, Jessy fue el primero en atacar, dio un gran salto hacía atrás y blandió su espada creando una ráfaga de fuego, Shang le esquivo y durante el proceso tuvo que esquivar las estacas de hielo que Trent creo, el tiempo comenzó a correr una vez más y el par de jóvenes Avalón no daban tregua, el hombre les atacaba y ellos se defendían, luego atacaban, parecía un ciclo interminable.

Mientras que los demás casi ni podían seguirles con la vista, iban demasiado rápido, y aunque quisieran interrumpir, la pequeña cerezo se sentía cansada debido a la magia que le fue robada, y el Li no parecía querer apartarse de su lado, mientras que Eriol y Tomoyo cuidaban de la joven Avalón y Meiling permanecía al lado de su primo, comenzaba a hacer más frió y de nuevo había empezado a nevar.

Y cuando parecía que los jóvenes Avalón llevaban las de ganar, la nevada se convirtió en tormenta, Jessy acorralo a Shang en un gran circulo de fuego, y en el justo momento en que Trent creo una ráfaga de hielo, Shang chasqueo los dedos y el pelinegro termino en el suelo mientras Jessy gritaba al ver lo que había sucedido, el circulo de fuego desapareció y su creador corrió hasta el pelinegro.

-¿Trent estas bien?-cuestiono asustado mientras se arrodillaba a su lado.

-Ese maldito me tomo desprevenido, pero descuida, ya ha de ser una paleta-murmuro con enojo mientras se limpiaba la delgada línea escarlata que recorría desde sus labios hasta su mentón.

Ambos miraron con dirección a Shang, contemplando un grueso pilar hecho de hielo, pero en su interior no se encontraba su enemigo, este parecía haber desaparecido, y en su lugar estaba otra persona, ambos Avalón se miraron perplejos, Jessy se puso de pie ayudando a Trent y luego ambos corrieron hasta el pilar.

-¡¡Takato!!-llamó Trent golpeando con su puño el cristal que había atrapado al niño.

-Necesitamos sacarlo de ahí, si permanece más tiempo así morirá congelado-advirtió mirando en la misma dirección que su primo, tomó su espada y la clavó en la parte baja del pilar haciendo que este ardiera en llamas derritiendo así el hielo, luego la retiró lo más rápido que pudo.

Takato estuvo a punto de caer a la nieve pero el pelinegro lo atrapó, estaba inconciente, pálido, pero sobretodo helado.

-Esta muy frió, tenemos que calentarlo un poco más o lo perderemos, y si lo perdemos Isuzu me matará-dijo Trent preocupado, mirando el rostro del peliverde.

Jessy se quitó su abrigo y envolvió con él al chico, por el momento ignoraría la alusión a la joven Shang, luego él y Trent hablarían de ello. Ambos primos se pusieron de pie y contemplaron en todas direcciones en busca de Shang, pero este no aparecía, se aferraron a sus espadas y corrieron hasta donde estaban los otros magos, Trent coloco al lado de su prima al peliverde y lo cubrió con la capa blanca y su propia capa, tratando así de brindarle calor.

Ambos jóvenes se miraron y apartaron un poco de sus compañeros, se miraban intensamente, ya sabían que hacer, pero era una medida bastante extremista y ninguno de ellos se atrevía a mencionarla.

-Sabes que tenemos que llegar a eso ¿verdad?-susurro Jessy algo cabizbajo, no quería llegar a arriesgar algo tan importante para él, Trent suspiró y negó con la cabeza resignado, se acerco a los otros magos y se inclino frente a su prima mirándola fijamente.

-Hairu, necesitamos que seas una guardiana aunque sea por unos instantes, no podemos prolongar la pelea más, por favor-pidió apenas, los ojos azules de ella chocaron con los suyos grises y por un momento hubo silencio.

-¡¡No puedes pedirle eso, esta herida!!-replico Syaoran con molestia, incluso Eriol quería decir algo.

-Esta bien… lo haré-dijo ella mientras abandonaba el calor de la capa y cubría más a Takato con ella.

-¿Segura?-cuestionó, tenía la ilusión de que ella se negara, pero no había de otra, el pelinegro suspiró.

-Muy segura… lo haré, ya te lo dije, además es mi responsabilidad-contestó con una pequeña y ligera sonrisa, porque sabía que ella misma se encargaría de terminar con todo.

Fin del capítulo XVII

TT-TT x fin logré terminar este capi, después d casi un año, sin exagerar, por fin lo logré, aunque se que aun no puedo morir en paz, aun me queda mucho por hacer, en fin, creo que perder mi apuesta con Eros me ha inspirado lo suficiente como para poder continuar el fic hasta terminarlo así que creo que ahora si lo voy a terminar nOn.

Gracias por esperar en serio lo agradezco, son las 11:10 p.m. del 22/02/08 y es hora de irme a dormir, gracias por esperarme de veras nOn

Atte. Hanna Hedwing Darko Higurashi n,n