Todo lo que parece en letra cursiva son los comentarios del narrador de la historia ósea Ron.
:QUIEREME SI TE ATREVES:
Capitulo 1: El inicio del Juego
Siempre me gustaron los juegos, como el monopolio me gustan los juegos con cuentas, los de saltos son para tontos, a menos que sean chicas. No me gustan las adivinanzas y jugar a los caballos esta bien para dos. Las escondidas son divertidas también.
Pero hay un juego al que no deben entrar, se los digo, nunca; aun así si su mejor amiga se los sugiere.
Es un juego que te sepulta como un bloque de concreto.
Este juego comenzó con un bello colegio, con un troll, una linda caja y una linda amiga.
De hecho cometí un error este juego comenzó desde antes, con una palabra maldita.
Un joven de unos once años, pelirrojo de ojos azules se encontraba en la habitación de sus padres, de bajo de la cama, escuchando la conversación de su madre y un medí mago.
-Es cáncer- Dijo el medí mago.
¿Por que no fue Quidditch?
Esto hizo llorar a mi madre, de hecho nada de lo que le dijo el medí mago le gusto. Su situación era muy urgente y todos andaban extraños.
Yo imaginaba que algo ocurriría con mi madre.
Había otra palabra que nadie quería…
La sabelotodo.
Una hermosa niña, de cabello castaño, ojos cafés, tez blanca salía corriendo hacia el baño, para seguir llorando, todo el mundo la rechazaba.
Siempre era lo mismo, no es que yo fuera inocente del todo, aunque en el interior me sentía mal, y sobre todo ese día, nadie se sentía peor que yo en la Tierra o en Marte.
Recuerdo que antes de entrar a Hogwarts, mi madre me regalo una pequeña cajita de metal, que tenia pintado un carrusel, en blanco y rojo, con unos caballos blancos, para mi eso era un tesoro, la verdad para ser sincero era el tesoro de mi mamá y el mió.
Ese día habíamos aprendido un nuevo hechizo, en clase de encantamiento, mi mejor amigo era una celebridad y yo me sentía orgulloso, pero ella, Hermione, no tenia amigos, y yo ayudaba a los demás a hacerla sentir mal.
Ese día, por un comentario que yo había hecho, ella había ido al baño a llorar, y tan mala suerte que un troll entro al colegio, menos mal que Harry, mi amigo recordó que ella no sabia, así que fuimos avisarle con tan mala suerte que el troll iba para donde ella estaba.
-¡¡¡Granger!- Grite para que saliera, aun no éramos amigos, pero el troll ya había entrado a los baños.
Mi amigo para evitar que le pasara algo intento distraer el troll con pésimos resultados, así que todo dependía de mí, y la verdad odio cuando todo depende de mí, así que ella me miro.
-Weasley, Winwardium Leviosa- Dijo Hermione mientras que hacia con sus manos un movimiento que habían enseñado en clase. Ron estaba muy nervioso y en un acto de desesperación de la castaña le grito -¡¡¡¿Te atreves o no!- Ron al escuchar esto tomo con mucha fuerza su varita.
-Winwardium Leviosa- En un momento el gran mazo que tenía el troll se elevo cayendo sobre su cabeza y dejando libre a Harry y a Hermione – Me atrevo-
Recuerdo que ese día después de que ella se echara la culpa para que no me castigaran a mí ni a Harry, fuimos a la sala común; Harry subió aun no comprendía lo que había pasado, yo me quede con ella; estaba tan asustada que saque de mi maleta la cajita que mi madre me había regalado.
-Mira- Hermione tomo la cajita que le ofrecía Ron y la observo detenidamente, con una amplia sonrisa -Después me la devuelves- Complemento el pelirrojo. La sonrisa de Hermione desapareció y puso la cajita en su regazo.
-Si la quieres, tienes que demostrar que la mereces ¿Te atreves o no?-
Así fue que comenzó el juego, y la cajita era la garantía. La primera prueba oficial, trajo muchos problemas.
Ron se encontraba en el dormitorio de los varones, muy sigiloso puso sobre todas las camas una bomba llena de una poción pegajosa, se acerco a la puerta donde Hermione con la cajita, lo esperaba.
Ron con un hechizo comenzó a romper las bombas haciendo que el contenido de estas cayera sobre sus compañeros.
-¿Ron que te pasa? Ya tenemos suficiente con Fred y George para que tú también causes problemas-
Me grito mi padre, ya que lo habían llamado.
-No fue su culpa fue la mía- Dijo Hermione interponiéndose entre Ron y su padre.
-No te metas en esto- Dijo el sr. Weasley, sacándola de un empujón del medio.
No es que mi padre fuera una mala persona, pero desde la enfermedad de mi madre, ya no era el mismo. Mi padre nunca acepto a Hermione, aunque intentaba ser cortes con ella, jamás la acepto.
Y a pesar de todo el juego había comenzado con éxito.
Mientras ella tenia la cajita me probaba para dármela, si yo tenia la caja el asunto era al revés; absurdo ¿no?
¿Un juego tonto? Quizás; pero era nuestro juego, si así es nuestro, aunque Harry también era nuestro amigo jamás se entero, o eso creo.
Todos se encontraban en clase de pociones con Snape que era un ogro.
-¿Te atreves o no?- Pregunto Ron a Hermione que se encontraba sentaba en el puesto adelante del el. La castaña levanto la mano.
-¿Qué quiere srta. Granger?- Pregunto Snape en su habitual acido tono de voz, parándose frente a ella.
-Profesor… Yo quería decirle, que…- La joven suspiro, mientras que Ron esperaba que no se atreviera –Que lo que usted esta diciendo esta totalmente equivocado, esa poción, no se hace así, yo leí en un libro…- Hermione no pudo terminar de hablar.
-Srta. Granger esta es una poción elemental, y estoy seguro que esta es la preparación correcta- Respondió Snape, en un tono de superioridad.
-Pues yo no lo creo- Respondió la castaña votando al suelo, lo que había hecho de poción.
-Esto es una grosería, 30 puntos menos para Gryffindor, y vaya inmediatamente para la dirección- Hermione se levanto y tomo la cajita que Ron tenia en las piernas.
-¿Te atreves o no?- Le susurro mientras tomaba la cajita. Ron voto al suelo su poción, algo que hizo que Snape que habitualmente era blanco, hacerlo poner rojo.
-Parece que Weasley quiere acompañar a la srta. Granger a la dirección, sus deseos son cumplidos, ahora los dos a la dirección- Dijo Snape, muy enojado –Ha y lo olvidaba 50 puntos menos para Gryffindor-
Ron y Hermione salieron muertos de la risa, hacia la dirección.
Después de eso pase bastante tiempo de mi vida castigado, si no era por las aventuras que nos metíamos con Harry, para ayudarlo a salvar el mundo, era por las locuras a la que nos atrevíamos Hermione y yo, todo por un juego.
CONTINUARA…