Konnichiwa nOn se! actualizando d nuevo. Necesito recuperar el tiempo perdido, por lo cual estoy intentando actualizar rápido y avanzar los fics. ¡Por favor, sean pacientes! La inspiración se va tan rápido como llega :s es un problema.

¡Muchas gracias por los reviews! Y voy adelantando que el chico de pelo verde no es un antiguo amante de Kurama, porque ya hay muchos fics en los q pasa lo mismo y no quiero que se vea repetitivo. Pero si que tiene que ver con que Hiei 'no recuerde' nada n.n Creo que se tratará más bien de una venganza.

Bueno, sin nada más que acotar por ahora, empiezo el cap. n.n

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3 cap. Él

.-De acuerdo, Hiei, está bien. Sólo no tomes esa actitud.

.-¿Y cómo rayos se supone que quieres que me comporte luego que me hicieras sacarme los zapatos, la capa, ir a bañarme y encima ponerme esta estúpida cosa gigante? Me veo más patético que el deforme eso, y no me divierte en lo más mínimo.

.-Ya te lo dije, Hiei -dijo Kurama sonriendo -. Si no quieres dar muestras de tu presencia a mi madre, al menos tienes que comportarte como si realmente no estuvieses aquí. Vienes completamente manchado de sangre y ¿quieres pasar desapercibido?

.-Ese es mi problema.

.-No mientras estés en mi casa -le dijo Kurama.

Hiei puso los ojos en blanco y dejó que Kurama terminara de vendar su brazo. Le miró de reojo y sonrió. Realmente Hiei era una persona demasiado única.

.-¿Qué?

.-¿No se me permite mirarte?

.-No se te permite burlarte -dijo Hiei con brusquedad y examinó su brazo ahora vendado. Sonrió. Tenía movilidad y no dolía. Volteó a ver al zorro y captó la mirada que esperaba no encontrar. Mirada vaga, perdida, pensativa... Kurama seguía pensando en 'aquel asunto'. Hn. Eso a Hiei no le hacía mucha gracia. Y menos porque por eso estuvo apunto de renunciar a todo contacto con su único amigo. Bueno, en realidad eso había decidido Hiei en ese preciso momento pero... Sencillamente cuando empezó a pensarlo detenidamente, era muy difícil aceptar que no quería contacto con el zorro. En realidad, era una mentira manifiesta.

Si bien, Hiei nunca había demostrado interés más que una amistad hacia Kurama, estaba seguro que Kurama tampoco lo había hecho pero... Aún así... No podía creerse por completo que lo hubiesen hecho. Porque nunca pensó en convertirse en amante de Kurama.

Amante de Kurama...

¡No!

¡Malditos pensamientos!

Y lo peor era que 'había reaccionado' ante el pensamiento...

Hiei se sonrojó notablemente y le dio la espalda a Kurama.

.-¿Pasa algo, Hiei?

.-Nada que te importe.

Kurama levantó una ceja.

.-Está -dijo finalmente -. Traeré algo para que comas, ¡de acuerdo?

.-Hn.

Kurama sonrió extrañado y salió de su habitación.

Suspiró y bajó las escaleras. Era extraño. Hiei se estaba comportando de una extraña manera, como si estuviese nervioso. Pero ¡vamos! Se trata de Hiei. Y porque se trataba de Hiei... Era más doloroso todo.

Justo cuando estaba apunto de entrar a la cocina, llamaron a la puerta. Kurama levantó las cejas sorprendido y se dirigió hacia la entrada. La abrió y las facciones de su cuerpo se endurecieron. El chico de cabello verde.

El chico sonrió.

.-Buenas tardes –dijo cordialmente, acto seguido, sacó una pequeña libreta –Creo que esto se te cayó al salir de la tienda.

.-Oh… -Kurama cogió la libreta y le sonrió -. Muchas gracias.

.-Sí… Bueno, me costó un poco saber dónde vivía… Bueno, en realidad no tanto, puesto que la libreta tenía tu dirección. Quiero decir… ¡No la leí! –aclaró rápidamente el joven, sacudiendo las manos -. Sino que en la primera página... Em… Bueno, tú sabes.

Kurama pestañeó ante el comportamiento tan extraño del muchacho. Aún así, su aura maligna no desaparecía.

.-Eh… De acuerdo –dijo Kurama sonriendo -. De todas maneras no había reparado en que no la tenía.

.-Sí, supongo que no –dijo el chico en un tono muy suspicaz.

.-¿Disculpa?

.-Eh… No nada –dijo finalmente, encogiéndose de hombros.- Bueno, hasta luego, entonces.

Kurama hizo una pequeña reverencia y esperó a que el chico saliera del umbral de su casa para cerrar la puerta.

El muchacho volteó sonrió durante una fracción de segundo. Aquel youko, con esa apariencia era aún más estúpido e ingenuo. Y aquel otro youkai que estaba arriba, ni siquiera trataba de ocultar su ki. ¿Qué pretendían?

Pero al parecer aquel chico de ojos rojos también iba a servirle para lo que tenía planeado… Otra vez…

Bien. Mejor irse por ahora o Kurama sospecharía. Ni siquiera se había inmutado al notar su ki, poderosamente descubierto.

Kurama fue a la cocina y dejó la libreta en la mesa. Era extraño. Se sentía inquieto. Hasta incómodo.

Y ese extraño escalofrío… Como si ya conociera a ese muchacho. Bueno, era probable que lo conociera. A leguas se notaba que era un youkai. Pero no sabía para qué estaba ahí. Podía deducir que aquel encuentro no era pura casualidad. Esa persona se la había pasado planeándolo.

El olor a quemado que salía del microondas, lo hizo volver a la realidad. Momento… ¿Cómo había sido capaz de meter dentro un frasco de crema de ajo?

Hizo un gesto de asco y dejó el frasco a un lado, recordando que a Hiei le gustaban las cosas dulces. Suspiró.

Sacó de la nevera un enrome pedazo de pastel de crema y lo puso sobre una bandeja, junto al zumo de naranja.

Se consideraba grandiosa y milagrosamente afortunado. ¡Cuántas cosas podrían haber pasado luego de eso! Sin embargo, Hiei no se mostraba hosco… No más de lo normal, cuando estaban juntos, o conversaban o cualquier cosa. Por esto, Kurama daba gracias infinitas y cuidaba que su comportamiento fuese estrictamente el de un amigo o compañero cuando estaba con Hiei.

.-¿Hiei? –dijo, la puerta de su habitación estaba cerrada. Se escuchó el girar de la perilla y Hiei pronto se hizo a un lado para permitir que Kurama entrara con su cena.

.-No estaba muy seguro de darte algo más que… -pero Hiei ya estaba encima del pastel, haciendo caso omiso a Kurama. Éste sonrió -. Veo que no hay problema.

.-Hn… -respondió Hiei simplemente, encogiéndose de hombros.

Kurama se sentó en la cama, observando con diversión al demonio de fuego comer con rapidez gusto el pedazo de pastel y tomar zumo para no atragantarse. Pronto su mirada se tornó nostálgica. Hasta melancólica.

Hiei terminó de comer y miró a Kurama. Levantó una ceja.

.-¿Qué?

.-Oh… nada –dijo Kurama rápidamente, sonriendo.

.-Estúpido kitsune.

Kurama volvió a sonreír. La verdad era que había perdido todas las esperanzas de que Hiei compartiese los mismos sentimientos que él desde que éste se fue. Tendría que resignarse. Por mucho que doliera. Por más que el alma se partiera en dos. Y también….

.-Entonces, ¿ya volverás donde Mukuro? –preguntó sonriendo.

Hiei bostezó antes de responder.

.-Eso tendría que hacer… -dijo bastante desinteresado -. Pero últimamente no ha pasado nada muy interesante. La vida en su castillo se vuelve demasiado aburrida.

.-Oh… ¿Entonces?

.-¿Entonces qué? –preguntó Hiei con irritación.

.-¿A dónde pasarás la noche? –preguntó Kurama sonriendo, con tono casual. Que tuvo como resultado que Hiei le arrojara uno de los libros de su escritorio que casi no logra esquivar -. ¡Hiei!

.-Lo que haga o deje de hacer o dónde duermo NO es asunto TUYO –le dijo de muy mala manera y desapareció de la habitación de Kurama, dejando la ventana abierta.

Bueno. Había sido entera culpa suya. Era más que normal que Hiei haya tomado aquella frase como una indirecta. Sólo se preguntaba si ahora sería tan fácil tranquilizarlo.

.-¡Demonios!

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¡Estúpido Kurama! ¡Estúpido! ¡Y estúpidas emociones ningen que lo asaltaban en ese momento! ¡Estúpida lujuria! ¡Estúpido sake! ¡¡¡Estúpido Kuwabara!

Se detuvo en un árbol miró a su alrededor. Dejó de lado los insultos y agudizó la mirada. Algo no estaba bien. Para nada bien.

Sentía algo de regocijo. ¿Qué diablos sucedía?

Ahora tenía un mal presentimiento. Pero no pudo pensar más en aquel mal presentimiento, porque él, junto con su capa había caía caído hacia abajo, como si hubiese sido lanzado. Cayó en suelo terroso inconsciente.

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Kurama dejó escapar un resoplido de frustración. Dejó a un lado el libro y lo lanzó fuera de su alcance. Se sentía vacío. Bien, cualquiera se sentiría así si casi te dejan tuerto con un libro. Y más si esa persona había sido…

.-Hiei… -dijo Kurama escondiendo su rostro en sus manos.

.-¿Qué? –respondió este, apareciendo en el alféizar de la ventana.

.-¡Hiei! –dijo Kurama con sorpresa, levantándose tan rápido que tiró la silla al suelo.

Hiei negó con la cabeza.

.-Tan torpe como siempre –dijo, y entró en la habitación. Estaba sonriendo de una extraña manera. Casi como que no era propio de él.

.-Hiei… Perdóname si te ofendí, yo no…

Pero Hiei simplemente sonrió. Se encogió de hombros.

.-No puedo molestarme por una cosa tan estúpida –dijo, y se sentó en la cama. Kurama sonrió, contento.

.-¿Entonces? ¿Dónde decidiste que vas a dormir? –preguntó Kurama.

.-Oh… Bien… Ya que dije que no quería ir donde… bueno, ahí –puntualizó Hiei -. Creo que no tengo más remedio que quedarme contigo, zorro…

Kurama se asustó un poco cuando Hiei dijo aquello. ¿Qu´quería?

.-Si no quieres, puedo…

.-No, no es eso, Hiei. Desde luego que puedes quedarte –dijo Kurama rápidamente. Sonrió .- De acuerdo. Tú puedes ocupar la cama y yo…

.-¿No prefieres que durmamos los dos juntos? –preguntó Hiei mirándolo a los ojos.

Kurama dio un paso atrás. ¿Qué pasaba?

.-¿Juntos?

Hiei se encogió de hombros.

.-Bien. No haría falta que pasaras la noche incómodo –dijo. Luego, como que se dio cuenta de algo y frunció el entrecejo.- Ahora bien. Si no quieres es tu maldito problema, yo sólo pensaba hacerte las cosas más fáciles.

Kurama suspiró aliviado. Era el Hiei gruñón de siempre.

.-Está bien –dijo sonriendo -. Pero yo lo decía porque…… -¿por qué? No se enteró. En ese preciso momento, Hiei le había atraído hacia él y le había plantado un beso en los labios. Un beso que el mismo Hiei fue profundizando hasta acorralar a Kurama en su propia cama.

.-…¿Hiei…?

El demonio de fuego sonrió y le volvió a besar.

.-Es más entretenido si dormimos juntos, Kurama.

El pelirrojo abrió mucho los ojos un poco desconcertado. ¡qué sucedía?

.-Estás extrañado, ¿verdad? –dijo Hiei, deshaciéndose de su capa.- No tengas miedo. Estúpido kitsune, deja de mirarme así.

.-Hiei… ¿te estás sintiendo bien?

.-Sí, y eso es lo que importa –dijo él, empezando a desabotonar la camisa del zorro, Sonrió -. Dime, Kurama… ¿Aún… me amas?

Kurama pareció chocado ahora.

.-¿Tú… lo recuerdas?

Hiei puso los ojos en blanco.

.-Hay que ser estúpido para no recordarlo –dijo Hiei con seriedad .- O será que no puedes reconocer cuando miento y… cuando finjo mentir?

.-Entonces..

.-Espero que no te enojes mucho conmigo –dijo Hiei, y terminó de quitarle la camisa al zorro.

Kurama cerró los ojos y se dejó hacer, pensando en cuestionar a Hiei a fondo luego que terminaran…

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Listo! Ven¿ ven? Hasta ahora no me he tardado mucho T.T soy jueliz! XDDD

Sé que hay personas que están un poco confundidas pero no pienso explicar nada hasta el prox. Capi. Saquen sus propias conclusiones n.n sé de un par de chicas que ya saben qué fue lo que pasó n.n confío en que me lo hagan saber en sus reviews. Y bueno… Ya con este son dso fics actualizados T.T estoy taaaaan feliz T-T

Y si me da tiempo, talvez actualice tb vidas compartidas. N.n uno nunk sabe!

Y por fin termine de ver Samurai Deeper Kyo T.t q emocion. Si alguien tb la ha visto, ¿podria decirme? Y… ¡si alguien tiene el amnga, tb? N.nU onegaaaai!

Wenu, ya nos vemos!

Grax x leer!

Dark-chan